El ex agente de la SIDE y empresario de la noche denunciado como supuesto proxeneta por su propia hija, la acusó de extorsionarlo y la denunció ante la justicia. Reconoció que tiene una amistad con Oyarbide pero aclaró que nunca tuvo relación con Macri.
Raúl Martins, el ex agente de la SIDE y empresario de la noche envuelto en un escándalo tras ser denunciado por su hija como un supuesto proxeneta, aseguró que no conoce a Mauricio Macri y denunció a la mujer ante la justicia.
Desde Cancún, negó el pago de coimas en favor del jefe de Gobierno porteño y admitió su amistad con el juez federal Norberto Oyarbide.
Raúl Luis Martins Coggiola, como es su nombre completo, rechazó las acusaciones de su hija, Lorena Martins, al acusarla penalmente de extorsión y asegurar que la joven «no está bien de la cabeza».
Lorena debía hoy presentarse en los tribunales federales para ampliar la denuncia que radicó el 26 de diciembre último ante la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos (UFASE) por el delito de trata de personas.
Pero la mujer no quiso ampliar sus dichos ante la Justicia federal porque la causa cayó en manos de Oyarbide, por estas horas de vacaciones en República Dominicana y eje de una polémica por poseer un anillo valuado en 250 mil dólares.
La mujer aseguró que su padre tiene una estrecha vinculación con Oyarbide, y puso como ejemplo que el magistrado fue a su fiesta de casamiento y a la de su hermano.
Agregó que su padre pagaba coimas a la Policía Federal para no tener problemas con sus locales nocturnos y apuntó a una supuesta protección política desde el Gobierno porteño. En ese sentido, la mujer señaló que ella misma acompañó a su padre al barrio de Flores a ver a un dirigente del PRO para entregarle dinero durante la campaña de reelección de Macri.
Paralelamente, se difundió una foto de Macri y de su esposa, Juliana Awada, en un boliche de Cancún atribuido a Martins, donde aparecía junto a Gabriel Conde, encargado del local.
Tras una semana de escándalo mediático, Martins habló hoy por primera vez para decir que su hija buscaba extorsionarlo, que ya la denunció a la Justicia y que nunca pagó coimas a Macri.
«Al señor Macri no lo conozco ni lo vi en mi vida», aseguró en declaraciones radiales, y consideró «imposible» que los vinculen «a través de una foto» con el jefe de Gobierno porque lo único que los une -aseguró- es una amistad con Gabriel Conde, porque el padre de éste (Luis Conde) «fue vicepresidente de Boca».
Además, Martins salió a bajarle el tono a su vínculo con Oyarbide y consideró «maliciosa» la difusión de esa amistad: señaló que se lo presentó su padre cuando se lo cruzó en la calle y el hoy juez era «fiscal electoral», pero la relación entre ambos no tuvo «nada que ver con algún lugar de la noche».
Comentó que incluso llevó a Oyarbide «a dar una clase magistral sobre adicciones a un colegio de Saavedra».
Martins defendió su actividad -«en mi experiencia en la noche lo hice bien (porque) nunca me pudieron probar ningún ilícito», se jactó- y negó tener vínculos con la dictadura, aunque admitió que había trabajado en la SIDE desde 1974 hasta 1983.
Aclaró que comenzó siendo agente de la Side con Perón y se jubiló con Alfonsín y que, recién después, puso negocios propios como el que ahora tiene en Cancún, donde, dijo, aprovechó “para poner plata en una agencia de autos”.
“Yo siempre fui antidrogas. La gente cree que los de la noche debemos andar en drogas y no es así”, aclaró.
Martins dio que hace siete años no está en el país y que antes de 2010 tenía boliches en Buenos Aires, pero no cometía ningún delito. Las chicas tenían su negocio y yo vivía de las bebidas”.
Y aclaró que no tuvo negocios gays. “Quise poner uno pero me fue mal. Así que no tengo nada que ver con Spartacus”, en referencia al reconocido boliche porteño.
Pero además definió como «una extorsión» la denuncia de su hija en su contra y detalló: «En noviembre me mandaron una carta documento amenazándome con que si no pagaba iban a hacer esta denuncia».
En ese sentido, el ex espía afirmó que «primero me pidieron cinco millones de dólares, cantidad de dinero que nunca vi en mi vida y no voy a ver» y, finalmente, como no se pusieron de acuerdo, denunció que la hija promovió esta denuncia.
Según su hipótesis, «aparentemente la plata que iban a ganar con el divorcio (suyo con la madre de Lorena) no era suficiente y llegaron a hacer esta aberración que lastima a mucha gente, por empezar a mí porque recibir estas cosas de una hija yo jamás me lo hubiera imaginado».
Martins reveló que hizo la denuncia ante el juzgado de instrucción 14 por «extorsión» y añadió que su hija en 1998 «estuvo internada por problemas de drogas» y más recientemente «se quiso suicidar cortándose las venas».
«Para mí esta chica no está bien de la cabeza, es inestable psíquica y emocionalmente», remató Martins, tras contar que su hija «trabajó en la barra de Brut, uno de los locales que ella metió en la denuncia».
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