La odisea de viajar en subte en la ciudad


El aumento del subte continúa generando conflicto con los trabajadores del sector, que mantienen una medida de fuerza de levanto de molinetes. Todas las tardes y mañana los pasajeros pueden viajar gratis en determinadas estaciones, mientras que un grupo junta firmas contra la medida del Gobierno de la Ciudad. Tampoco es extraño que haya discusiones entre quienes esperan en los andenes y se niegan a firmar el petitorio, preguntándose por qué nadie hizo nada contra los tarifazos de luz y gas o por qué se permitió que la tarifa del boleto continúe manteniendo un precio imposible durante todos estos años. Los otros contrincantes son aquellos que consideran una vergüenza el aumento y son alentados por los trabajadores. Hoy en Seprin, una pequeña crónica de cómo es un viaje en subte en la argentina K, porque el subte pasó a la esfera de la Ciudad, pero ¿Dónde está el titiritero que maneja los hilos de la economía?

Durante toda esta semana se repetirá la modalidad de levanto de molinetes en el subte. Y mientras el sector sindical procede con sus asonadas ideológicas para las cámaras televisivas, en las estaciones grupos de chicos levantan firmas contra el aumento, respondiendo (en buenos o malos términos, dependiendo del tono al que llegue la conversación) a todos los cuestionamientos de los pasajeros.

Así, con cuarenta graditos de calor, la estación catedral del subte D era una apología de guerra fría en el infierno. La gente cada vez se amontonaba más, al tiempo que unos sindicalistas del subte (o jóvenes militantes de x agrupación) se desplazaban entre la enorme masa explicando los motivos de la protesta. Alguno se negaban a firmar y preguntaban por qué nadie juntó firmas cuando Cristina Fernández de Kirchner aumentó la luz y el gas.

Otros, más cándidos, sumaban sus opiniones, a los gritos y desde lejos, diciendo expresiones clásicas como “qué barbaridad” o “así no se puede vivir”. Y por supuesto que la espera, fogoneada por el calor estival, alentaba a que los desconocidos pro-aumento y anti-aumento se enfrenten entre ellos, claro que sin abandonar esos aires de vana cordialidad que nos caracteriza a los argentinos.

Es probable que la falta de diplomacia, mostrada por los “chicos junta firmas”, a la hora de responder a quienes estaban en contra de la medida, haya alentado las discusiones generalizados que seguramente continuarán todas las semanas. Por lo pronto, los trabajadores continuarán liberando los molinetes durante lo que reste de la semana, en protesta por el aumento del boleto a $2,50, tampoco descartan realizar paros y movilizaciones.

Tal como informaron, la medida de fuerza se llevará a cabo de 7 a 10 en las estaciones Carabobo y Plaza Miserere (línea A); Los Incas y Lacroze (línea B); Constitución y Retiro (línea C); Congreso de Tucumán y Juramento (línea D); Bolívar y Plaza de los Virreyes (línea E); y Once (línea H). Y por la tarde el reclamo se repetirá de 16 a 19 en las estaciones Plaza de Mayo y Perú (A); Alem y Florida (B); Retiro y Constitución (C); Plaza de los Virreyes y Bolívar (E); y Once (H).