
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, negó que la nueva Ley Antiterrorista pueda ser aplicada contra medios de comunicación o contra la protesta social, y aseveró que hay una «mala intención» en quienes realizan esa interpretación.
Randazzo sentenció que «está precisamente explicitado en la ley que no se comprende a los derechos humanos, los derechos sociales y al resto de los derechos constitucionales como el derecho a la información y muchos menos vinculada a la protesta social».
El titular de la cartera política salió de esta forma al cruce de las críticas que desde sectores políticos y sociales surgieron sobre la Ley Antiterrorista sancionada por el Parlamento y que el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni calificó de «un disparate» a la iniciativa.
En declaraciones realizadas previo a su aprobación parlamentaria Zaffaroni aseguró que el GAFI «nos extorsiona de modo que si no sacamos esas leyes, nos va a sancionar económicamente» y alertó sobre los riesgos de que «poner un tipo penal así depende de quién lo maneje. En algún momento lo puede manejar alguien contra la protesta social, contra sindicatos, etcétera».
«No conozco la opinión del doctor Zaffaroni, pero está claro que la Ley de antiterrorismo era una exigencia del GAFI que tiene precisamente el sentido de establecer delitos que no estaba tipificados en el Código Penal cuando ocurren hechos de terrorismo que van en perjuicio del pueblo argentino», explicó Randazzo.
Pero ayer, al hablar de la norma, el titular de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), José Sbatella, incluyó a periodistas y medios de comunicación como pasibles de sanciones, lo que fue desautorizado incluso por el jefe de senadores kirchneristas, Miguel Ángel Pichetto.
En la misma línea, el ministro del Interior advirtió esta mañana: «No, eso es un disparate, que tiene una mala intención de quien lo dice».
Randazzo formuló declaraciones tras presentar el operativo vial que encabeza su cartera para estas vacaciones en las principales rutas del país, y que tuvo lugar en el Peaje de Hudson, en donde elogió ésta y otras leyes aprobadas en el Senado.
Sbatella, por el contrario, habló de que la normativa podría ser aplicada a quienes provoquen una corrida cambiaria u otra medida especulativa que «golpee a un gobierno», y dijo que «los que generan eso son un núcleo muy reducido de operadores que luego difunden los medios».
Por otro lado, el ministro sostuvo que la CGT «sigue siendo un aliado estratégico» del Gobierno y sostuvo que la Casa Rosada ha tomado sus decisiones «en función de la defensa de los trabajadores».
Randazzo hizo estas declaraciones en medio del distanciamiento que existe entre el secretario general de la CGT, Hugo Moyano; y la presidenta Cristina Fernández.
«A Moyano secretario de la CGT lo eligen los trabajadores no el Gobierno», indicó Randazzo, quien remarcó que la administración nacional nunca tomó «decisiones en perjuicio» del sector obrero.
Moyano afirmó ayer que el contacto con Fernández de Kirchner «no está roto, está suspendido por parte de ella», y aunque descartó una huelga general en lo inmediato, advirtió que «si el Gobierno impone políticas contra los trabajadores, la CGT ejecutará sus derechos».
«Nosotros hemos dicho que somos respetuosos de todas las opiniones. Este es un gobierno que todas sus decisiones las ha tomado en función de mejorar las posibilidades de los trabajadores, no hemos tomado una sola medida en contra de los trabajadores, todo lo contrario, y ése es el camino que vamos a transitar en los próximos cuatro años», sentenció Randazzo.
El titular de la cartera política formuló declaraciones a la prensa tras presentar el operativo vial que encabeza su cartera para estas vacaciones en las principales rutas del país, y que tuvo lugar en el Peaje de Hudson.
Luego, por el canal C5N, el ministro destacó que «este gobierno, en todas sus decisiones las toma en función de la defensa de los trabajadores, de los que menos tienen».
«No hay ninguna decisión que haya tomado este gobierno que ha sido en perjuicio de los trabajadores», insistió Randazzo.
Moyano se distanció del gobierno durante un acto por el Día del Camionero el pasado 15 de diciembre en el que anunció su renuncia a todos sus cargos en el Partido Justicialista, al calificar al partido gobernante como «una cáscara vacía» y afirmó que no es un «bufón».
Al hablar ante periodistas extranjeros, el dirigente cegetista dijo ayer que el distanciamiento sindical con el gobierno se debe a posturas que adoptó la mandataria, que fustigó lo que llamó «extorsiones» de la CGT en sus reclamos.
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