Se dispara inflación en Bolivia pese a anulación de «gasolinazo»

LA PAZ — La inflación en Bolivia en 2010 sobrepasó las previsiones gubernamentales y cerró en 7,18% respecto del año anterior pese a que el gobierno anuló un aumento en el precio de los combustibles ante fuertes protestas sociales.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó el jueves que la inflación en diciembre fue la más alta del año con 1,76% y la acumulada en doce meses cerró en 7,18%.

«Los precios del servicio de transporte público y el almuerzo fuera del hogar registraron mayor incidencia positiva», dijo el organismo estatal.

La tendencia alcista se acentuó en los últimos días de diciembre tras el «gasolinazo» decretado por el gobierno que aumentó entre 73% y 83% el precio de las gasolinas.

El presidente Evo Morales derogó el ajuste el 31 de diciembre, cuatro días después de establecerlo por decreto, tras una serie de protestas en varias ciudades que dejaron al menos 15 heridos y una veintena de detenidos.

El gobierno había previsto una inflación de 4,5% para 2010. Esta es la segunda tasa más alta desde que Morales asumió el gobierno en enero de 2006. En 2008 la inflación anual alcanzó 11,7%. Ese año el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) había sido de 6,1%, el más alto en la actual administración, debido a un espectacular repunte en los precios de los hidrocarburos y minerales.

Pero 2010 no fue un año de buenas noticias para la economía boliviana. El crecimiento del PIB sería de 4%, según las estimaciones oficiales, cuando la previsión era de 4,5%. En tanto, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), informó en noviembre que el crecimiento será de 3,7%, uno de los más bajos de la región.

La agricultura tuvo un discreto crecimiento el año pasado, según cifras preliminares, debido a factores climáticos; mientras que la producción minera, segundo rubro en las exportaciones, cayó a pesar del auge de precios en el mercado internacional.

Fuente: elnuevoherald.com

La inflación de los alimentos fue del 43% en todo el año

Ya ni vale la pena recordar el verdadero “blooper” que protagonizó el ministro Amado Boudou al afirmar que la inflación es un problema para las clases media y alta. La realidad lo desmiente día tras día. Que lo digan los más pobres, que son quienes se gastan la mayor parte de sus ingresos en alimentos.

Ayer apareció otro dato para refutar a Boudou: el valor de la Canasta Básica de Alimento registró en 2010 una suba acumulada de 43 por ciento , según determinó hoy en un informe la organización Consumidores Libres.

Héctor Polino, representante legal de la asociación civil, destacó que el relevamiento se realizó en supermercados y negocios minoristas porteños y del conurbano bonaerense , sobre los precios de los 38 productos de la Canasta Básica. El estudio destacó, además, que el valor de los productos aumentó 1,96 por ciento en diciembre, y que desde enero la suba acumulada fue del 43%.

En un comunicado, Consumidores Libres explicó que el informe también tomó en cuenta los precios de los centros de abastecimientos barriales para obtener “porcentajes reales en las variaciones”. La asociación civil realizó el muestreo en los supermercados Coto y Plaza Vea y en centros de los barrios porteños de La Boca, Caballito, Liniers y Pompeya .

El informe resaltó que en 2010 los cortes de carne falda, carnaza, picada común, paleta o roast beef y asado, por kilo, registraron un aumento del 75,25% al 127,71% .

Detrás de esos productos se ubicaron, entre los que más aumentaron, la banana (74,11%), azúcar Ledesma (73,14%), bola de lomo (73,14%), manteca SanCor (66,22 %) y salchicha viena por seis unidades Patyviena (64,95%).

En tanto, el kilo de pollo registró un incremento de 59,55%o desde el 1 enero de 2010 hasta el 30 de diciembre, el kilo de pan subió 32,62% y la leche entera Serenísima, por litro, 29,81 por ciento.

Por su parte, en diciembre pasado los productos de la canasta básica que más aumentaron fueron banana (33,41 por ciento) manzana (23,08 por ciento), naranja (12,40), huevos de color (10,19 por ciento) y la mermelada La Campagnola (9,86%).

Al respecto, Consumidores Libres expresó que entre los que registraron bajas de precios se destacaron el zapallo anco, tomate perita, papa, agua mineral sin gas Villavicencio y azúcar Ledesma.

En su documento, la asociación civil explicó que la selección de los 38 productos relevados se realizó “teniendo en cuenta las necesidades de consumo de la mayoría de la población”.

Fuente: clarin.com

La inflación sube junto con las ventas

La venta por unidades en supermercados aumentó en noviembre un 19,4% respecto a igual mes del año pasado, con una suba de precios interanual del 10,8%, informó el Indec. A su vez, la venta por unidades en shoppings se incrementó durante noviembre un 20,1% en relación al mismo mes de 2009, mientras que los precios crecieron un 7,5% interanual. La venta por unidades en supermercados trepó en noviembre un 3,3% en relación a octubre.

El alza de precios en los supermercados del 10,8 % refleja una leve desaceleración respecto de la suba del 11,2% que se había registrado en octubre. Estos datos corresponden a la encuesta de supermercados que realizó el Indec sobre 66 empresas distribuidas en todo el país. De acuerdo a los datos oficiales, los precios subieron un 0,75% en relación octubre, de este modo acumularon un avance del 8,68%. La inflación en supermercados viene creciendo desde principio de año. En enero de 2010 contra igual mes de 2009, la suba de precios fue del 7,4%. A partir de ese momento creció paulatinamente, alcanzando el valor máximo de 11,6% en julio.
Fuente: DyN

La inflación sigue castigando a los sectores de menores ingresos

El Indec reconoce incrementos en alimentos, pero en noviembre el IPC varió sólo un 0,7%. Por cuestiones de agenda, se frustró un encuentro entre el consejo académico y los enviados del FMI. La canasta básica, en $ 1.244.
Los aumentos de precios en los alimentos tienen cada vez menos peso en el cálculo de la inflación oficial. Por caso, en noviembre, la carne registró una suba del 1,9% y los productos lácteos y huevos tuvieron una variación del 1,2%. El azúcar, a su vez, aumentó un 1,6%, en un mes caracterizado por la falta de producto en las góndolas. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Gran Buenos Aires, el único medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en el país, registró el mes pasado una variación del 0,7%, menos de la mitad de lo que calcularon las consultoras privadas.

La inflación oficial sintió el impacto de aumentos de precios en rubros como Indumentaria (1,2%) y en Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (1,1%). El rubro Alimentos y Bebidas, en tanto, se incrementó sólo un 9%. De esta manera, el IPC del Indec acumuló en 11 meses una suba del 10%, menos de la mitad de las mediciones privadas. El informe se difundió justo en el momento en que una misión del Fondo Monetario Internacional, encabezada por el director asistente del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Robert Rennhack, analiza los caminos para elaboración una inflación con alcance nacional. La misión internacional cerrará hoy su primera visita. Según trascendió, los técnicos del Fondo tenían previsto reunirse ayer, por la tarde, con los representantes del Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento (CAES) del Indec, integrado por las universidades de Tres de Febrero, Mar del Plata, Rosario, Buenos Aires y Tucumán. Por problemas de agenda, el encuentro no pudo realizarse. La idea del FMI, según pudo establecer LA GACETA, era interiorizarse acerca del informe académico elaborado por el CAES, que llegó a manos del ministro de Economía, Amado Boudou. El rector de la UNT, Juan Alberto Cerisola, anticipó que tiene previsto presentar, el próximo lunes, a Boudou, una propuesta sobre el nuevo IPC.

El consejo académico trabajó, durante nueve meses, en mecanismos para mejorar la forma de medir la inflación en el Indec. También analizó la situación interna del organismo, en particular, la dotación de recursos humanos.

La canasta
A diferencia de lo que manifestó el ministro de Economía, la inflación castiga con mayor fuerza a los sectores sociales de menores recursos. Según los datos del Indec, el IPC fue el doble respecto del impacto para los estratos sociales de mayor poder adquisitivo, sostiene la agencia DyN.

El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -que mide la indigencia- subió en los últimos 12 meses 22,6%, mientras que el índice de precios general sufrió una variación de 11%. En tanto, el valor de la Canasta Básica Total (CBT) -que marca la línea de pobreza- aumentó en el mismo período 17,8%. Según el Indec, la CBA alcanzó un valor de $ 576,13 para una familia conformada por un matrimonio y dos hijos, y los grupos que no llegan a ese nivel de ingresos son indigentes. Esta canasta sólo contiene los alimentos mínimos para sobrevivir. En tanto, para la misma familia tipo la CBT (incluye servicios esenciales) trepó a $ 1.244,11, y quienes no consigan ese nivel de recursos son considerados pobres. La CBA -o sea la inflación del sector indigente de la población- aumentó en noviembre un 22,6% respecto de igual mes de 2009. A su vez, la CBT varió un 17,8% en la misma comparación.

Fuente: lagaceta

Inflación: la medición del INDEC volvió a ubicarse por debajo de las privadas

Con atenta mirada del FMI, el costo de vida de noviembre aumentó sólo el 0,7 por ciento, según el organismo oficial. El incremento fue más del doble para las consultoras privadas.
Con atenta mirada del FMI, el costo de vida de noviembre aumentó sólo el 0,7 por ciento, según el organismo oficial. El incremento fue más del doble para las consultoras privadas.

Ni la presencia de los técnicos del FMI acercó al Indec a la realidad. El costo de vida de noviembre registró un aumento del 0,7 por ciento con relación al mes anterior, informó en la tarde de ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

En comparación con igual mes del 2009, la inflación acumulada llegó al 11 por ciento y respecto de diciembre trepó al 10 por ciento, indicó el organismo.

Las estimaciones oficiales volvieron a ubicarse muy lejos de las estimaciones de las consultoras privadas que estiman el avance de los precios en ese mes estuvo entre 1,3 y 1,9%, y la suba anual de 2010 sería del 25 por ciento.

Hace pocos días, una misión de técnicos del FMI arribó al país para trabajar en conjunto con especialista locales para mejorar la medición de los precios.

El titular del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, aclaró que la misión no hará una revisión hacia atrás de lo actuado en el Indec. Sólo se concentrará en brindar asistencia técnica para elaboración del nuevo IPC Nacional.

Sin embargo, a nadie se le escapa el significado político del regreso de Fondo Monetario a Buenos Aires. Si bien el ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que aceptar la visita no significa que el gobierno se bajó los pantalones, ésta es la primera vez que reconocen que hay un problema con las estadísticas del INDEC.

La inflación de Bariloche fue constante en lo que va de 2010

El Centro de Estudios Regionales y el grupo Nutriente Sur difundieron los datos del último estudio sobre la evolución de la inflación minorista en Bariloche que, al 31 de octubre, es cercana al 22% con una proyección anual del 26,62%. Si bien a distancia sideral de los dos y hasta tres dígitos mensuales de otros tiempos, la cifra podría trepar al 28% anual con los «aumentos navideños». La línea de pobreza está en unos 3.400 pesos.
El Centro de Estudios Regionales y el Grupo Nutriente Sur difundieron los datos del último estudio en el que analizan la evolución de la inflación minorista de Bariloche, que entre el 1 de enero y el 31 de octubre de 2010, es del 21,64%.

Según indicaron, siguiendo las pautas técnicas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) que agrupa los consumos habituales de la población en 9 grandes “capítulos”, el estudio arroja “sin excepciones” subas mensuales de precios que alcanzaron una muy diversa magnitud y tienen una proyección anual del 26,62%.

Sin embargo, por las tendencias manifestadas en el rubro de alimentos y bebidas durante la última semana de octubro y los ajustes típicos en las fiestas navideñas, el indicador anual podría crecer a 28,42%.

Los datos indican que el rubro que mayores aumentos tuvo es el de alimentos y bebidas (con un 36,21%), seguido por vivienda y construcción (24,54%), equipamiento de hogar (23,62), esparcimiento y turismo (20,57), indumentaria (20,25), transporte (20,10), salud (16,64), educación (10,56) y bienes y servicios (3,30).

En Bariloche, para comprar 1 kilo de pan ($ 6,90), 1 kilo de arroz ($12,95), 500 gramos de harina de maiz ($ 3,75), 1 kilo de harina de trigo ($ 2,60), 500 gramos de fideos ($ 5,90), 1 kilo de carne vacuna ($ 28,45), 1 kilo de pollo ($ 11,10), 1 kilo de papa ($ 2,30), 1 kilo de tomate ($ 6,45), 1 kilo de manzana ($ 4,55), 1 kilo de naranja ($ 3,90), 1 litro de leche fresca ($ 5,45), 500 gramos de leche en polvo ($ 23,20), 1 litro de aceite de maiz ($ 11,70), 200 gramos de manteca ($ 7,50), 1 kilo de azúcar ($ 4,00), 500 gramos de café ($ 16,05), 500 gramos de yerba ($ 5,50), 50 saquitos de té ($ 4,20), y 1 litro y medio de agua mineral ($ 3,05) se necesitan 169,50 pesos.

Los cálculos realizados indican que en Bariloche, la línea de pobreza para una familia de 4 integrantes (dos adultos y dos menores de 5 y 8 años) es de 3.387,41 pesos y la de indigencia de 1.628,39.

En la estimación no se incluyen el uso de vehículo propio ni el transporte regular en taxis o remises. Tampoco se computan alquiler de vivienda, expensas, servicio doméstico, educación privada ni pagos por medicina prepaga. El resto de los gastos son los que estima el Indec para una familia tipo 2, de clase media.

La información difundida a la prensa por Hugo José Monasterio, Carmen Holgado, Eduardo Cipriani, Ana Lía Cruzado y Anabella Lusich avanza también en una comparación con el costo de vida y los índices de inflación en las ciudades de Viedma y General Roca.

Mientras en la línea de pobreza se registra diferencias de unos 500 pesos (2.810,68 Viedma y 2.786,34 Roca) la de indigencia tiene diferencias notablemente inferiores (1.602,31 para la capital provincial y 1.598,20 para la ciudad valletana).

En cuanto al aumento de precios, el estudio indica que en 2010 se habría producido una nivelación entre las tres ciudades, “contrariando una tendencia histórica por la cual San Carlos de Bariloche inexorablemente resultaba mucho más cara para residentes y visitantes”.

La comparación realizada al 30 de septiembre arroja que en San Carlos de Bariloche hubo un 18,52% de crecimiento acumulado en sus precios minoristas, mientras que en Viedma llegó a 19,11% y en General Roca a un 18,71%.

La comparación se realizó a pesar de contar con sistemas de recolección de datos diferentes, con respecto a la Dirección General de Estadísticas y Censos de Río Negro (organismo que recopila los datos en Viedma y Roca) que no desglosa a la información obtenida según capítulos de consumo y que calcula el índice de precios al consumidor (IPC) teniendo en cuenta un grupo de 100 bienes y servicios, representativos del consumo de la población. El CER-Nutriente Sur, por su parte, relevan 164 productos como base, asignándoles una importancia relativa equivalente a la que se utiliza en las Normas Técnicas del INDEC.

Aclaran, no obstante, que se mantienen diferencias notorias en rubros como el alquiler de viviendas, el valor de mercado del metro cuadrado edificado o en construcción, las excursiones turísticas, el transporte público, los aranceles de colegios privados e, incluso, el combustible líquido y los gaseosos que se comercializan envasados.
Fuente: bariloche2000.com

Cristina va a la UIA y Ratazzi le marca la cancha: “Hay que resolver la inflación”

La Presidenta asistirá este mediodía a la conferencia industrial, en la que ayer hubo críticas veladas y apoyos al Gobierno. Esta mañana el presidente de FIAT, Cristiano Rattazzi, afirmó “hay resolver la plaga de la inflación” y subrayó que “sólo Argentina y Venezuela” enfrentan ese problema. El banquero Jorge Brito se sumó a las advertencias y también criticó al Indec.
Cristina Kirchner realizará hoy un nuevo gesto que marca el cambio –al menos de estilo- que quiere imprimirle al gobierno desde la muerte de su marido. Asistirá al cierra de la décimo sexta edición de la Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), que se desarrolla desde ayer en Costa Salguero.

Según se informó oficialmente, Cristina se presentará a las 12,30 en el encuentro industrial junto a varios de sus ministros.

El gesto, si bien es valorado por los empresarios, no les impidió decir algunas cosas. El más transparente como siempre fue el fresco presidente de Fiat, Cristiano Ratazzi, que esta mañana no dudó en marcarle la cancha a la Presidenta instalando en los medios el principal problema de la economía argentina, que el gobierno se empeña en ignorar.

Ratazzi aseguró hoy que el país «tendrá» que resolver «la plaga de la inflación», pero insistió en que «no es algo que se cura con aspirinas» y de manera «inmediata».

«Todo se puede hacer, pero no es algo que se cura con aspirinas, no es que la inflación diciendo todos se ponen de acuerdo y ya no hay más inflación», afirmó.

En declaraciones a la prensa antes de ingresar al predio de Costa Salguero, agregó que «ahora solamente Argentina y Venezuela tienen la plaga de la inflación, los otros (países) ya lo han resuelto y han buscado de bajar lo máximo la inflación».

«Argentina tendrá que hacerlo, en cuánto tiempo y cómo no es una cosa inmediata, es complicado», reconoció.

En tanto que ayer, los mensajes más duros –aunque sutiles- estuvieron a cargo del titular de la Conferencia, Federico Nicholson, presidente de la azucarera Ledesma. El empresario puso el eje en la necesidad de acotar el avance del Estado sobre la actividad económica, una tendencia que creció con el kirchnerismo.

“Son necesarias no solo las condiciones macroeconómicas adecuadas, sino un Estado concentrado en hacer bien lo que debe hacer y no gastar energías donde no agrega valor”, dijo con un discurso de pura cepa noventista.

“La excesiva intervención estatal no sólo ahoga la economía, sino también tiene efectos nocivos sobre las funciones intrínsecas del Estado, quizás por ello de que el que mucho abarca poco aprieta. El Estado sólo no puede hacerlo todo, y ya son pocos los que creen en el Estado empresario que se ocupa de las cosas que puede hacer mejor el sector privado”, dijo contradiciendo abiertamente uno de los dogmas del kirchnerismo, que estatizó cantidad de empresas de servicios públicos y hasta Aerolíneas Argentinas.

Igual, Nicholson se cuidó de aclarar que “el otro extremo tampoco es bueno, como aquel en el que se decía que la mejor política industrial es la inexistencia de política industrial”.

Es que ese fue el tenor de la conferencia, un poco más lanzada que en las época sde Kirchner, pero muy lejos de la confrontación.

Otro de los que sorprendió fue el banquero ultra kirchnerista Jorge Brito, dueño del Banco Macro, que se descolgó con críticas al Indec, sin pelos en la lengua sostuvo que “el Indec ha perdido credibilidad” y agregó que el Gobierno debe “revisar sus políticas económicas en el ámbito global” para lograr una baja en la inflación.

Fuente: lapoliticaonline

Rechazó la UIA la acusación del Gobierno sobre la inflación

Méndez dijo que es «simplista» pensar que la causan las empresas, pero rescató el diálogo. El creciente debate por la inflación y la puja distributiva en la economía argentina se trasladó a Corea del Sur. La cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) retrucó ayer las afirmaciones del ministro del Interior, Florencio Randazzo, que horas antes había admitido la suba de precios pero responsabilizó por ella a los empresarios. «Es una salida facilista, simplista», dijo ayer aquí el presidente de la UIA, Héctor Méndez.

Méndez se encuentra junto con el secretario general de la entidad fabril, José Ignacio de Mendiguren, ambos invitados especialmente por el gobierno de Corea del Sur para participar de la cumbre empresarial del Grupo de los 20 (G-20).

Así las cosas, De Mendiguren no se quedó atrás. «Estos empresarios, a los que culpa el Gobierno, son los mismos que siete años atrás invertían y la inflación era del 5%», ironizó el dirigente industrial.

Pero el enojo no era grave. La UIA, según admitieron, está en línea con el Gobierno en la promoción de políticas a favor del desarrollo productivo para contrarrestar las recetas de carácter financiero y de apertura económica que se plantean en el G-20 desde los países desarrollados.

Además, desde Buenos Aires les llegó la noticia ayer de que la presidenta Cristina Kirchner, antes de viajar a Seúl, ordenó al bloque de diputados del Frente para la Victoria quitarle apoyo a la Comisión de Legislación Laboral, que preside Héctor Recalde, que iba a tratar anteayer el proyecto de reparto de utilidades empresarias entre los trabajadores. Y efectivamente la reunión se vació.

Desde las usinas oficiales se pudo saber que la Presidenta le había avisado a la UIA que iba a procurar darle un freno a la iniciativa, igual que lo deseaba el fallecido ex presidente Néstor Kirchner, para no deteriorar el clima con la UIA y los empresarios en general.

La Presidenta desconfía de las intenciones del jefe de la CGT, Hugo Moyano, inspirador de la ley, de avanzar cada vez más sobre espacios de poder y alzarse con una bandera política para sus aspiraciones como líder cegetista y presidente del PJ bonaerense en 2011.

Cristina cumple
El mensaje a los empresarios les llegó vía el ministro de Planificación, Julio De Vido. Ayer comenzaron a ver que la Presidenta cumplía.

Interpretaron esa decisión como una toma de distancia de Cristina Kirchner respecto de Moyano, que aprobaban, y que podría tener consecuencias en la relación entre ambos. En Seúl, en el lobby del hotel Sheraton Walkerhill, Méndez y De Mendiguren hablaron de la inflación y del controvertido proyecto.

«Lo de Randazzo, que les echa la culpa a los empresarios por la inflación, es una afirmación simplista. Es el camino más fácil», dijo Méndez. El presidente de la UIA, empero, aseguró que «ninguna salida será con la confrontación sino con el diálogo, para que haya paz social y pacificación».

Y agregó: «No podés corregir la inflación si no reconocés que tenés el problema».

Sarcástico, De Mendiguren aseguró, en cambio, que «éstos son los mismos empresarios que tenía el gobierno de Néstor Kirchner cuando la inflación era del 5 por ciento».

«El tema clave va a ser la puja distributiva en 2011, y entre todos tenemos que hacer un enorme esfuerzo para que bajen las expectativas inflacionarias», señaló el directivo fabril, que se pronunció por «volver a una mesa de consenso con la CGT».

Y afirmó que el proyecto de Moyano que propone distribuir ganancias de las empresas entre los trabajadores «no persigue la redistribución del ingreso, que es necesaria; Moyano quiere cogestión sindical de las empresas, porque el proyecto ordena auditar semestralmente los balances y que las empresas entreguen toda la documentación para auditarlos. Esta es su campaña 2011». Pero agregó: «Eso espanta a la inversión».
Fuente: lanacion

Estalló la polémica en el Gobierno por la inflación

El jefe de Gabinete Aníbal Fernández contradijo al ministro de Economía, Amado Boudou y admitió que la suba de precios afecta a los más pobres.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se diferenció del ministro de Economía, Amado Boudou, quien dijo que la suba de precios impacta principalmente a la clase media, al considerar que “normalmente es al revés” y que “los que menos tienen son los que sufren fuertemente” la inflación.

En declaraciones a Radio 10 , el jefe de ministros replicó las declaraciones que el titular de la cartera económica hizo la semana pasada sobre que la inflación no era un tema y que tenía impacto sobre la clase media-alta.

“No coincido con eso, si fuera literal el tema no coincido, es al revés, si nosotros trabajamos en un esquema específico de bienes y servicios, debe haber un 60 por ciento de bienes y un 40 por ciento de servicios, el que menos tiene prácticamente no paga servicios, por lo cual paga casi todos los bienes e impacta cuanto menos tiene más fuertemente en lo que son alimentos y bebidas”, explicó Fernández.
Fuente: minutouno

Factores internos y externos que mueven los precios

Tanto las políticas llevadas a cabo en la economía local como el actual escenario internacional empujan los precios al interior del país. Para todo 2010 abeceb.com proyecta una inflación de 22,6 por ciento.
En los últimos días la discusión acerca de la inflación, en cuanto a su medición y a sus impactos en la economía, se reavivó. Más allá de la importancia que le otorgue el Gobierno y la oposición a dicho tema, el avance de los precios es un hecho que deriva como consecuencia de distintos factores.

Desatada la crisis financiera a mediados de 2008, el aumento de los precios comenzó a desacelerarse, una consecuencia ineluctable de un proceso recesivo, en medio de una incertidumbre creciente.

Con la reactivación económica que comenzó a finales del año pasado y que se afirmó durante 2010, con la actividad creciendo al 9,1% en lo que va del año, una expansión industrial que llega al 9,4% y un gobierno fogoneando el consumo a través de una política fiscal y de ingresos expansiva, la tasa de inflación volvió a acelerarse, presentando cifras similares e incluso superiores a las observadas en 2008.

A su vez el Banco Central convalida este fuerte crecimiento, incrementando la emisión de dinero, potenciada por la ampliación de las metas monetarias en los últimos meses, contribuyendo a este avance de los precios vía impulso del consumo.

Por otra parte, los acuerdos salariales que tuvieron lugar a lo largo del año impulsaron el avance de los precios, con el fin de recomponer las ganancias de los empresarios. Acercándonos a fin de año, los sindicatos comienzan a proyectar sus pedidos para la próxima apertura de paritarias, planteando un piso para las negociaciones del año que viene.

A estos factores internos se le agregan factores externos relevantes que impactan en el índice de precios local. La liquidez internacional que provee la Reserva Federal de Estados Unidos como estrategia para reactivar su economía impulsa los precios de las commodities hacia el alza, lo cual genera un avance de los precios de los alimentos internos, rubro que se sitúa en el núcleo de la inflación local. A su vez, la oferta de este sector no ha tenido un crecimiento similar al observado en otros sectores, lo cual genera un aumento de sus precios relativos, contribuyendo a un aumento del IPC.

La conjunción de estos factores deriva en un sostenido crecimiento de los precios que, en los primeros nueve meses del año, ya acumula un avance de 8,3%, según fuentes oficiales, esperando una inflación para todo 2010 de 11,8%, aproximadamente. Según el índice de precios que elabora abeceb.com, la inflación acumulada hasta septiembre llega a 17,3%, proyectando una inflación de 22,6% para el cierre del año.

Fuente: www.agenciacna.com

Boudou negó su renuncia y dijo que «la inflación no es un tema»

El ministro de Economía ratificó que nada cambiará en el Gobierno tras la muerte de Kirchner. Aseguró que el aumento de precios no afecta en la mayoría de la población, aunque reconoció que «puede impactar en la clase media-alta». Además, afirmó que no renegociarán la deuda con el Club de París «mientras esté el FMI metido en el medio».
Amado Boudou negó que fuera a renunciar como ministro de Economía y, como si ratificara que «nada cambiará» en el Gobierno tras la muerte de Néstor Kirchner, aseguró que la inflación que en septiembre para el Indec fue del 0,7% -y para los privados 1,5%-, «no es un tema» que los preocupe.

Afirmó que el alza de precios «no es un tema» en grandes proporciones de la población. Pero reconoció que «sin duda, en algún sector de la población, clase media-alta, puede tener algún impacto».

Las palabras de Boudou se producen luego de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sostuviera que la inflación “es un tema menor” para la economía de los argentinos.

«Estamos trabajando para que haya más inversión, porque esa es la única solución», destacó el ministro de Economía para luego criticar las propuestas de algunos sectores de la oposición para revertir la problemática.

«Lo que estamos viendo como propuesta de otros lados es congelamiento, achicamiento, y los argentinos ya sabemos lo que pasa cuando viene la propuesta del ajuste», replicó.

Club de París

Por otro lado, habló de las deudas que Argentina aún tiene en default con el Club de París.

«Estas son deudas contraídas con anterioridad y que entraron en cesación de pago por el desastre y el desmanejo de la Alianza y porque (el ex presidente, Adolfo) Rodríguez Saá instaló el default en la Argentina», culpó a las gestiones pasadas y explicó: «Es uno de los temas que queremos solucionar, pero nunca lo vamos a hacer con el Fondo Monetario en el medio, ni en términos que no sean los adecuados para la República Argentina».

La deuda que la Argentina mantiene con ese organismo multilateral de crédito -y que es la última que le queda por resolver para salir definitivamente del default- ronda los 6.700 millones de dólares.

Fuente: lapoliticaonline

Moreno asegura que la inflación «es tema muy menor»

El secretario de Comercio defendió las estadísticas que publica el Indec y arriesgó que el año terminará con un costo de vida estimado entre el 10 y 11%. «La inflación no aparece como tema de agenda», afirmó.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, consideró que la inflación «es un tema menor» para la gente, tras confirmar que el índice de costo de vida real «es el que publica el Indec». El funcionario defendió las estadísticas oficiales, pese a los cuestionamientos y las dudas que surgieron desde el propio oficialismo y desde la CGT.

«La inflación que tenemos es la que publica el Indec», manifestó el funcionario y no dudó en calificar la preocupación sobre las variaciones de precios y el achicamiento del poder adquisitivo del salario como «un tema muy menor». Según Guillermo Moreno, la inflación «no aparece como tema de agenda».

El secretario de Comercio estuvo en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en compañía de la titular del Indec, Ana María Edwin y del director técnico del organismo Norberto Itzcovich.

Otro de los temas que habló Guillermo Moreno fue sobre la distribución de la riqueza. «Ordenamos el país y lo sacamos del infierno, pero ahora tenemos que repartir la torta», afirmó y recordó la palabra del ex presidente Néstor Kirchner sobre su objetivo de llegar al fifty-fifty.

Fuente: infobae.com

Advierten que la inflación, las importaciones y la falta de créditos traban la creación de nuevas empresas

En los últimos seis años se redujo la creación de nuevas empresas pymes a raíz de la inflación, el crecimiento de las importaciones y las «altísimas» tasas de interés que cobran los bancos para brindar financiamiento, según advirtió un informe elaborado por la Federación Argentina de Jóvenes Empresarios (Fedaje).

Según ese trabajo, durante los últimos años los márgenes de ganancia de las pymes «se han reducido persistentemente, producto del debilitamiento de las señales macroeconómicas positivas para la producción, generadas con la salida de la Convertibilidad».

«La principal consecuencia que generó esa reducción de los márgenes de ganancia (o la aparición de pérdidas), es el cierre de muchas empresas, en particular de las más vulnerables», alertó la entidad, que forma parte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

En esa línea, Fedaje puntualizó que desde 2004, «la generación de nuevas empresas se fue reduciendo, mientras que la cantidad de empresas que dejan de operar son cada vez mayor».

Como orígenes de esta situación, la entidad ejemplificó: «uno de los perdedores del contexto inflacionario que caracterizó a la economía local fueron muchas pymes, que no pudieron trasladar plenamente el costo de sus factores de producción al precio de venta de sus productos».

Además, indicó que «el aumento de la oferta extranjera por los desvíos de comercio mundial producto de la crisis internacional (de 2008), están generando un fuerte crecimiento de las importaciones (más del 46 por ciento en lo que va del año) lo que afecta seriamente a la producción y al trabajo nacional».

Por último, sostuvo que «las altísimas tasas de interés cobradas para el fondeo de las pymes hacen que el costo financiero se vuelva excesivo para este segmento de empresas, ya que el acceso al crédito formal es muy complejo y casi imposible».

Fuente: terra.com.ar

Para el Indec, la inflación de septiembre fue del 0,7%

El Indec informó el viernes que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) creció 0,7% el mes pasado. La cifra representa menos de la mitad de lo estimado por las mediciones privadas, que reportaron aumentos en los precios de entre 1,5% y 1,8%. Los precios subieron 8,3% en el año, según la medición oficial.

Para el Indec, los alimentos se incrementaron apenas 0,8% el mes pasado. Los privados mencionaron a este rubro como el principal impulsor de la canasta básica de septiembre, con subas de entre 1,7% y 2,5%. La carne, que para las mediciones extraoficiales subió más del 5%, se valorizó para el Indec 1,7% mensual.

El IPC oficial remarcó un fuerte incremento en el rubro Esparcimiento, del 1,8%. El aumento fue superior incluso al estimado por consultoras privadas. Gabriel Rubinstein y Asociados, por caso, midió una suba en este rubro del 0,5%.

Del otro lado, el Indec informó una suba de precios del 1% para el rubro indumentaria en pleno cambio de temporada, contra los privados que reportaron subas de hasta 2%.
Fuente: cronista.com

Inflación y tipo de cambio, riesgos para Argentina

Argentina debe enfrentar rápido la creciente inflación y la pérdida de competitividad del tipo de cambio para evitar que se afecte la robusta expansión de la economía, dijo el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger.
La falta de atención sobre problemas como la creciente inflación y la pérdida de competitividad del tipo de cambio crearía tensión financiera en momentos en que las empresas en Argentina tienen un fuerte incremento de costos, señaló el economista Federico Sturzenegger, titular del Banco Ciudad, perteneciente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

«Cuando aumenta la inflación, los plazos de préstamos bajan y estos créditos caen. El tema no se resuelve con diálogo, sino desde una política monetaria lógica», explicó el banquero.

El gobierno argentino vino reportando estos años una inflación anual de un dígito, pero esas estadísticas están desacreditadas por sospechas de manipulación, negadas oficialmente. Los estudios privados, en cambio, proyectan una inflación de hasta un 30 por ciento para este año, más afín con la experiencia de los consumidores cada vez que renuevan compras en supermercados y otros comercios, o cuando contratan servicios.

Mientras tanto, el Banco Central sostiene el peso en torno a las 4 unidades por dólar para alentar la competitividad, en medio de fuertes ingresos de dólares por altos precios de materias primas e inversiones financieras.

«La subida de precios hace que uno esté preocupado. La economía evoluciona con una tasa de inflación del 25 por ciento. Si a esto lo combinamos con un tipo de cambio que está bastante fijo, nos avisora un 2011 donde la pérdida de competitividad va a ser bastante significativa», explicó Sturzenegger, para quien «son pocas las economías que pueden tolerar dos años de un crecimiento inflacionario del 25 por ciento sin tocar el tipo de cambio».

Actualmente «los bancos están muy bien porque se da una cosa sorprendente, ya que la gente está dispuesta a depositar la plata a una tasa del 9 por ciento (anual) en pesos con una inflación del 25 (por ciento), y esto ocurre porque se piensa que el tipo de cambio estará estable», dijo el titular del Ciudad en declaraciones de prensa en un intervalo del Coloquio de IDEA en Mar del Plata.

Cuando se «genere alguna expectativa sobre el tipo de cambio, habrá riesgo para el sector financiero, porque el depositante buscará cubrirse de una posible devaluación y probablemente haya un migración a depósitos en dólares, una migración del sistema que generaría una tensión innecesaria», señaló.

El incremento de costos en dólares y las perspectivas de menores tasas de rentabilidad pese a mayores facturaciones son parte de las quejas expuestas por los empresarios que participan en una reunión del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).

Rousseff sería «más favorable» que Serra

El ex embajador brasileño José Botafogo Gonçalves, presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales, opinó en el mismo encuentro empresario en Mar del Plata que una victoria de la candidata oficial Dilma Rousseff en la segunda vuelta electoral en Brasil sería más favorable para la Argentina, ya que de ganar el opositor, José Serra, aplicará seguramente una «devaluación» del real. Un eventual abaratamiento de la moneda brasileña aumentaría sustancialmente la competitividad de ese país y golpearía con fuerza a la producción industrial argentina, lo cual hace temer a los empresarios locales.

Botafogo Gonçalves dijo que si bien Rousseff y su competidor Serra tienen conceptos muy parecidos sobre el rol del Estado como garante de reglas claras, ambos tomarían políticas distintas sobre el comercio exterior. Precisó que el perfil de la candidata oficialista se parece más a la Argentina porque ella buscará un Estado con injerencia en el sector productivo, mientras que el opositor pretende que el Estado sólo se dedique a regular.

Remarcó que Serra haría un esfuerzo para cumplir con la promesa de intentar mejorar la competitividad de Brasil, y podría llevar al país a una devaluación para beneficiar a las exportaciones y mejorar los niveles de inversiones. Botafogo Gonçalves también cuestionó que su país y Argentina «no estén trabajando en una real y concreta integración regional, ya que sólo hay meros acuerdos bilaterales».

«Brasil y Argentina juntos pueden desarrollar muy bien una política que podría tener impacto a nivel global. La agroindustria de estos dos países esta llamada a alimentar al mundo si se trabaja en conjunto», estimó el diplomático.

En ese sentido, indicó que en el marco de la integración regional los dos países deberían establecer políticas conjuntas en materia energética, de telecomunicaciones y de transportes. «El momento es propicio» para relanzar la relación entre ambos países, advirtió.

Fuente: empresasnews

Smata negocia subas salariales con los índices de la funcionaria desplazada por Moreno

El sindicato de mecánicos y las automotrices firmaron un convenio que, explícitamente, establece que a partir del 1° de abril de 2011 la actualización de los salarios se harán «teniendo en cuenta, entre otras fuentes, el IPC UBA». Se trata de la inflación que mide Graciela Bevacqua, quien fue despedida cuando el secretario de Comercio intervino el Indec.
Smata y las automotrices dejaron de lado las cuestionadas mediciones del Indec para negociar las subas salariales del próximo año y decidieron tomar en cuenta nada menos que los índices de inflación que calcula Graciela Bevacqua, la técnica que fue echada del Instituto cuando lo intervino el secretario de Cometrcio, Guillermo Moreno.

El convenio que el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) firmó con la mayoría de las terminales automotrices y con varias fábricas autopartistas incluye una cláusula que -explícitamente- establece que a partir del 1° de abril de 2011 las partes negociarán la actualización de los salarios «teniendo en cuenta, entre otras fuentes, el IPC UBA correspondiente al trimestre enero/marzo de 2011».

Según el diario La Nación, la frase, incluida en la cláusula séptima de uno de los convenios, se refiere en realidad al índice de precios al consumidor (IPC) elaborado por Buenos Aires City, un centro de estudios de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Lo significativo es que la directora del IPC City (como se conoce este indicador) es Graciela Bevacqua, la funcionaria responsable de medir los precios en el Indec hasta la llegada de los funcionarios que responden al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Desde que Bevacqua fue desplazada, en enero de 2007, el IPC oficial está bajo sospecha de subestimar los niveles de inflación. El Gobierno se ocupó luego de desacreditar a Bevacqua y su índice.

Aunque desde hace mucho sindicatos y empresas toman índices alternativos para sus negociaciones salariales, ésta es la primera vez que lo ponen por escrito y, encima, con una medición que irrita al oficialismo.

«Nosotros no tomamos el índice del Indec porque da para abajo», dijo el secretario de prensa de Smata, Aníbal Soler. El secretario gremial del sindicato, Ricardo Pignanelli, añadió: «La idea es mejorarles la calidad de vida a los compañeros, y para mejorar la calidad de vida hay que conseguir más que el índice oficial».

El convenio fue firmado en julio con casi todas las automotrices, salvo PSA Peugeot Citroën, cuyos trabajadores están enrolados en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Alcanza a unos 20.000 operarios y estipula que entre julio de este año y marzo de 2011 los afiliados al gremio recibirán una serie de aumentos que totalizan un 25% de su salario (que en promedio se ubica por encima de los 4000 pesos). A partir de abril próximo, las subas serán calculadas sobre la base de lo que pase en el primer trimestre.

Según fuentes ligadas a la parte empresarial, durante las negociaciones Smata propuso inicialmente un indicador de canasta que habían elaborado ellos mismos y luego sugirieron un índice basado en cálculos de la CGT. La idea de seguir la medición de Bevacqua fue el tercer intento del sindicato liderado por Mario Manrique y el único finalmente aceptado por las terminales automotrices. Otro índice que podría considerarse en la negociación de abril es el IPC elaborado por el Instituto Provincial de Estadística y Censos de la provincia de Santa Fe, que suele moverse en línea con lo que informan las consultoras privadas.
Diferencias

El 3 de junio pasado, durante su exposición ante el Senado, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, descalificó la medición elegida luego por el Smata. «Aquel que le cuente que tiene el número de la inflación, miente. Ahí tienen a Bevacqua», dijo. Y también cargó contra el coordinador general de Buenos Aires City, Nicolás Salvatore, por un comentario que escribió en su perfil de la red social Facebook.

Las diferencias entre el IPC del Indec y las mediciones del centro de estudios dependiente de la UBA son notorias. Para el período comprendido entre enero de 2007 y julio de 2010, el indicador controlado por los técnicos nombrados por Moreno muestra un incremento de los precios del 34 por ciento. Para el mismo lapso, Buenos Aires City estimó aumentos de los precios al consumidor por 105 por ciento, más del triple.

Fuente: lapoliticaonline

INFLACIÓN 4 VECES MAYOR A LA QUE SE PROYECTA OFICIALMENTE

La inflación es un flagelo que deteriora la capacidad de desarrollo. Por eso, la tendencia entre los países mejor organizados es a explicitar metas moderadas de crecimiento de los precios y exigir a los funcionarios su cumplimiento. En Argentina, se sigue la lógica contraria. Una inflación alta y creciente sirve para manejar discrecionalmente las finanzas públicas y realizar anuncios políticamente atractivos de grandes aumentos nominales de salarios y jubilaciones, que luego son erosionados por la inflación. Esta estrategia tiene enormes costos económicos, sociales e institucionales, transitoriamente disimulados por la bonanza económica.

La inflación es un fenómeno con profundos impactos en la calidad de vida de la gente. La incertidumbre que genera disminuye la capacidad y la predisposición a ahorrar, a dar créditos y a invertir en proyectos productivos. Por eso deteriora la capacidad de crecimiento y afecta negativamente la distribución del ingreso dado que las familias más humildes son las que menos mecanismos de defensa tienen frente a los aumentos de los precios.

Prueba de que los países avanzados se toman muy en serio controlar la inflación es que adoptan esquemas severos para controlar que las autoridades garanticen la estabilidad de precios. La Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón, el Banco Nacional de Suiza y las autoridades monetarias de otros 26 países (de los cuales 7 son desarrollados y el resto de ingresos medios) operan bajo una meta específica de inflación y son controlados a través de mecanismos transparentes de monitoreo. En algunos países aplican penalizaciones a los funcionarios que se alejan de la meta, que pueden llegar hasta a la destitución del presidente del Banco Central, como es el caso en Nueva Zelanda.

En Argentina, los objetivos de inflación se presentan en el proyecto de Presupuesto Nacional. Comparando esta información con datos de inflación observada aparece que:

· En los años 2005 y 2006, la inflación proyectada en el Presupuesto fue de poco más de 8% y la observada se ubicó en el entorno del 11%.

· Entre los años 2007 y 2009, la brecha se amplía ya que la inflación estipulada en el Presupuesto fue de aproximadamente 7% mientras que la observada rondó el 20%.

· En el Presupuesto del año 2010 la inflación proyectada es de 6,6% pero la observada se estima –según lo ocurrido en los primeros 6 meses– que superará el 25%.

Los datos muestran que la proyección de inflación oficial es sistemáticamente violada. En el año 2010 se va a alcanzar una situación extrema en que el aumento de los precios puede llegar a ser 4 veces más alto que la inflación estimada oficialmente. Esto lleva a subestimar los ingresos tributarios en las proyecciones presupuestarias, generando una enorme masa de recursos, por encima de lo presupuestado, que se maneja discrecionalmente por fuera de los mecanismos de control del Congreso.

La “ilusión monetaria” es un concepto que utilizan los economistas para denominar la falta o débil percepción que tiene gran parte de la población de los efectos de la inflación sobre el valor de la moneda. En la medida que exista “ilusión monetaria”, la inflación es el mecanismo más potente y eficiente para engañar a la gente. Un ejemplo contundente son los aumentos de salarios de los últimos meses. Según los datos oficiales, el salario registrado aumentó un 23% entre el primer semestre del año 2010 e igual período del año anterior (paso de $3.135 a $3.852). Dado que los precios están creciendo a un ritmo superior a ese porcentaje (probablemente a más del 25% anual), la realidad es que el poder de compra del salario esta declinando. Gracias a la “ilusión monetaria” no sólo se evitan los conflictos que generaría una reducción de salarios como la experimentada el último año, sino que, por el contrario, los aumentos nominales son asumidos como una buena noticia.

Las sociedades serias rechazan utilizar el engaño inflacionario como herramienta de política. Probablemente hay consideraciones éticas que hacen que sus sistemas políticos no caigan en la tentación de anunciar demagógicamente grandes aumentos nominales (no reales) de salarios y prestaciones sociales, o usar discrecionalmente fondos públicos sin el control parlamentario. Pero seguramente que la clave es que la población no tolera y penaliza a los gobernantes que permiten que la inflación erosione los ingresos (sobre todo los de las familias más vulnerables) y socave la inversión.

Usar la inflación como base de la política económica es una estrategia que puede generar réditos de corto plazo pero tiene asociado enormes costos económicos, sociales e institucionales. La bonanza internacional permite disimular transitoriamente el daño que provoca la inflación, pero no remedia sus impactos negativos. Por eso, tanto por razones éticas como prácticas, es fundamental abandonar la estrategia del engaño sistemático a través de la “ilusión monetaria”.

La canasta básica aumenta 30% más que la inflación

Datos suministrados por el propio Indec señalan que en lo que va de este 2010, la Canasta Básica Alimentaria ha tenido una suba de un 30% más que lo que marca la inflación oficial. La pérdida de poder adquisitivo y cómo impacta la inflación en los que menos tienen
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El descreimiento popular en los números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), manejado políticamente por el inefable Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ha dado en todo este tiempo números que muchas veces sonaron ridículos a los oídos de la ciudadanía, que van desde la cifra oficial de la inflación, hasta el nivel de inversión, tanto nacional o extranjera que tiene nuestro país.

Nuestro país, al no tener datos reales la manifiesta aplicación de un singular método para medir las principales cuestiones económicas del país, hay una completa desinformación e incredulidad sobre el aumento que han tenido los precios a lo largo de este tiempo.

Más allá de la política oficial y de los números que marca el organismo estatal, la población ve día a día como los precios de los productos esenciales suben en forma sistemática, sin que nada detenga la tendencia alcista.

La crisis financiera internacional, más conflictos internos que no supieron ser definidos por parte del gobierno nacional, han hecho que los precios hayan subido enormemente de la devaluación a la fecha, y que en los próximos meses se pueda ver un futuro negro en esta materia en la Argentina.

Los precios de los alimentos es algo que suele demostrar fehacientemente el impacto de la crisis en los que menos tienen, y eso puede verse claramente en los propios datos que brinda el gobierno nacional a través del Indec sobre el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que en lo que va de enero a agosto del 2010, aumentó 53 pesos, ubicándose un 30% por encima de la inflación oficial en el mismo período.

Para que una familia tipo compuesta por 4 personas, dos adultos y dos menores, debe sostener una CBA de 545,63 pesos, cuando en enero salía 492,23 pesos, es decir 53,40 pesos más que hace 8 meses atrás.

En el mismo período, las inflación oficial brindada por el Indec, señala que el alza de precios fue de tan sólo el 7,5%, lo que marca a las claras que los números oficiales chocan de narices con lo que le sucede a los ciudadanos día a día en los supermercados o almacenes a la hora de comprar alimentos para sus comidas.

Esto marca que los precios de la CBA crecieron un 9,78 por ciento mientras que el nivel inflacionario sólo el 7,5% en el mismo período, lo que hace que la CBA haya crecido un 31,73% más que lo marcan los índices inflacionarios del gobierno.

El trabajo del organismo público con respecto a la CBA se ha determinado en función de los hábitos de consumo de la población. Previamente se tomaron en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un hombre adulto, entre 30 y 59 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Se seleccionaron luego los alimentos y las cantidades a partir de la información provista por la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares.

Una situación por demás complicada, que tiende a complicar los ya debilitados bolsillos de los consumidores, que ven como las políticas iniciadas por el gobierno nacional para detener los aumentos de precios no dan en la tecla, y el que termina perjudicado, como siempre, es el que menos tiene.
Fuente: www.agenciacna.com

El Indec choca otra vez con el cálculo privado de la inflación

El organismo estimó un alza de precios del 0,7% en agosto, lejos de otras mediciones. Las consultoras relevaron incrementos del orden del 1,4% o más durante el mes pasado. Se encarece la canasta de alimentos. La inflación de agosto fue de 0,7%, impulsada por los aumentos en alimentos, indumentaria y salud, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

De esta forma desde enero el costo de vida sufrió una variación positiva de 7,5%. Si se computan los últimos 12 meses (agosto 2010/agosto 2009) la suba de precios es de 11,1%, que supera holgadamente la pauta de 6% estipulada en el presupuesto nacional para este año.

En tanto, los precios mayoristas subieron el mes pasado 0,9% y 10,3% en ocho meses.

A su vez, el costo de la construcción aumentó 2% en agosto y 12,7% lo que va del año.

Las cifras difundidas por el Indec están sensiblemente por debajo de los cálculos de consultoras y economistas privados.

Tras conocerse los datos oficiales, Ecolatina dijo que la inflación de agosto fue de 1,8%, mientras que para la consultora Buenos Aires City que dirige la ex directora de IPC del Indec, Graciela Bevacqua, la calculó en 1,5%. Los trabajadores del Indec enrolados en ATE realizaron ayer un nuevo abrazo de protesta al edificio del organismo, en rechazo de lo que consideran una manipulación de los índices oficiales.

La inflación oficial de agosto estuvo impulsada por aumentos de 3,1% en atención de la salud, 1% en indumentaria y 0,8% en alimentos.

El incremento en salud es producto de los ajustes que efectuaras las empresas de medicina prepaga. En el Congreso Nacional está parado desde diciembre un proyecto que procuraba regular el sector.

En indumentaria el alza de 1% se produjo a partir de aumentos de 1,2% en la ropa y de 0,7% en calzado. El alza de 0,8% en alimentos fue arrastrado por alzas de 0,8% en panificados, 0,7% en carnes, 1% en lácteos y huevos, 1,2% en verduras y 0,5% en frutas. El costo de la vivienda mostró un incremento de 0,5%, impulsado por aumento de 0,6% en los alquileres, que se compensó parcialmente con suba de 0,1% en los servicios.

El índice general se atenuó por la estabilidad en el sector esparcimiento luego de cumplido el período de vacaciones invernal. A consecuencia, el índice turismo mostró una baja de precios de 1,5%.

Peor para los más pobres
En ese orden, la inflación para los estratos más pobres de la sociedad se ubicó entre el 15% y el 20% en los últimos 12 meses. El Indec indicó que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -que marca la línea de indigencia- aumentó 0,7% en agosto contra julio y 20,3% respecto al mismo mes de 2009. En ocho meses la CBA acumuló un incremento de 13,2%, contra un índice de precios al consumidor que subió 7,5%. En tanto, la Canasta Básica Total (CBT) -con la que se mide la línea de la pobreza- subió 1% en agosto respecto al mes anterior y 15,7% en 12 meses.

De esta forma, en siete meses la CBT creció 10,1%.

De acuerdo con los cálculos del organismo una familia tipo necesita ingresos por $ 1.186,53 por mes para no caer en la pobreza. Y para superar la indigencia el mismo grupo tiene que obtener recursos por $ 545,63.

La diferencia en los porcentajes de aumentos entre ambas canastas obedece a las distintas conformaciones. Mientras la CBA sólo incluye alimentos mínimos para la subsistencia de un matrimonio y dos hijos, la CBT agrega una serie de servicios básicos. En consecuencia en ambas canastas el comportamiento de los alimentos resulta fundamental. Fuente: (DyN)

Los argentinos usan más la tarjeta de crédito, pero por la inflación se extinguen largos planes de pago

Los argentinos utilizan cada vez más las tarjetas de crédito para financiar sus compras, pero los extensos planes de pago se extinguen porque los bancos y las empresas ya no quieren afrontar el costo de las cuotas congeladas en un marco de inflación en alza.

Los planes de hasta en 50 cuotas sin interés para la compra de electrodomésticos hicieron explotar las ventas durante mayo, junio y julio, pero las empresas se vieron obligadas a eliminarlos en agosto dado que parece no haber planes oficiales para frenar la suba de precios.

Ahora, las casa de bienes durables para el hogar ofrecen planes de financiamiento pero sólo hasta en 12 cuotas, con intereses, mientras que el financiamiento libre de recargo se redujo abruptamente a plazos que van sólo de los tres a los seis meses.

Otros rubros que necesitan impulsar el despegue o al menos sostenerlo, como los del mercado aéreo de pasajeros, hoteles y paquetes turístios ofrecen planes de hasta en 12 cuotas sin interés y son contados aquellos que superan esos plazos, hasta en 18 meses.

De acuerdo con un estudio de la consultora Finsoport, en el país hay 9 millones de personas endeudadas con plásticos, de las cuales 7 millones deben entre 1 y 10.000 pesos y suman
aproximadamente una deuda de 20.300 millones de pesos, o un promedio de 2.900 pesos por cabeza.

Los bancos salieron a apostar fuerte este año a las tarjetas para mejorar sus operaciones y por ello firmaron acuerdos millonarios con las empresas que brindan bienes de consumo, pero hacia el segundo semestre se toparon con que la inflación sigue en ascenso.

En 2010, las entidades ampliaron el límite de compra de sus clientes entre un 40 y un 100 por ciento por lo que el nivel de permiso de gasto promedio se ubicó en los 5.000 pesos, lo que equivale a 1,5 sueldos si se tiene en cuenta que el salario medio de la economía ronda los 3.500 pesos.

El financiamiento del plástico dejó de ser una fuente de ingresos adicional de las entidades para convertirse en la principal puerta de captación de nuevos clientes, que buscan comprar sin contar con el efectivo para hacerlo.

El problema que provocó el fin de los extensos planes de pago, de hasta en 36 o 50 cuotas (más de cuatro años), fue justamente el alza de precios, dado que las cuotas congeladas no permiten a los
bancos y financieras amortizar el crédito con el paso del tiempo.

A pesar de que esos planes se extinguen cada vez son más cortos los plazos para no pagar elevados intereses, los argentinos sostienen la fiebre de comprar con plásticos ahora para no pagar en un año un 25 por ciento más por el mismo bien durable.

Las consultoras privadas estiman que la inflación de 2010 será del 25 por ciento, con picos de 32, y en el Gobierno niegan ese nivel de alza de precios y lo reducen al 10 por ciento, aunque reconocen que una cuota de suba impulsa el consumo y eso es válido para seguir calentando la economía después de la crisis.

Los préstamos con Tarjetas de Crédito se incrementaron un 2,2 por ciento en agosto, respecto de julio, lo cual demostró que los consumidores siguen optando por usar los plásticos a la hora de
adelantar consumo, según un informe de la financiera Deloitte.

El stock promedio de préstamos privados alcanzó los 165.709 millones de pesos al 27 de agosto último, 2,5 por ciento más que el mes anterior y 23,3 por ciento por encima de un año atrás.

La asistencia que más creció en agosto fue la de Otros Préstamos Comerciales, que contiene a los Adelantos en Cuenta Corriente, Documentos a Sola Firma, Documentos Descontados y Otros Préstamos, con un incremento de 3,4 por ciento, seguido por las Tarjetas de Crédito, que lo hicieron en un 2,2.

Fuente: 26noticias

Salarios y pensiones: la inflación devora los aumentos

En condiciones de alta inflación, el tiempo que transcurre entre el cobro y el gasto de los ingresos percibidos pasó a ser una dimensión importante para asalariados y pensionados que se ven superados por la inflación. En condiciones de alta inflación, el tiempo que transcurre entre el cobro y el gasto de los ingresos pasa a ser una dimensión importante para asalariados y pensionados. Cuanto más tiempo se tiene «encajado» el ingreso en el bolsillo, tanto mayor el deterioro en términos de su capacidad de compra. Si la inflación es creciente, no basta con indexar los ingresos para mantener constante el poder de compra, y ello lleva a diversas prácticas que exacerban la inflación: se sobreindexan los salarios y/o se acorta el período de pago. Ésta es una cuestión bien conocida en episodios hiperinflacionarios, de la cual se tiene experiencia en la Argentina, documentada en trabajos de FIEL que tienen ya más de 25 años .

Actualmente, la tasa de inflación en la Argentina se ubica en un rango del 1,6% al 2% mensual, frente a un 1,3% promedio para 2009. Si bien la aceleración luce modesta, los ingresos reales crecen bastante menos que en el pasado (2005/2008) y, lo que es peor aún, la percepción de muchos es que la capacidad de compra de sus ingresos está cayendo, a pesar de que los aumentos salariales en 2010 también se aceleraron. ¿Hay una forma objetiva de medir los cambios en la capacidad de compra promedio de los ingresos?

Para responder esa pregunta, tengamos en cuenta, en primer lugar, el índice que se utiliza como deflactor de los ingresos. Desde ya que los índices de inflación no oficiales reflejan sustancialmente mejor la evolución de la inflación que los oficiales. Todas las mediciones se realizarán aquí con base en el IPC-FIEL por la garantía que ofrece en términos de metodología y captación de datos, así como porque nos permite disponer de una frecuencia (semanal/diaria) no disponible para otros índices. Sin embargo, todavía se puede elegir entre la inflación de una canasta general (es decir, la que refleja el aumento del gasto de las familias) o una canasta particular (la de alimentos y bebidas). Utilizar una u otra puede dar lugar a diferencias significativas, pues mientras la tasa general de inflación se ubica algo por arriba del 23% anual, la de la canasta de alimentos y bebidas supera el 34% anual. Como se trata de medir el poder de compra promedio de los ingresos -y no sólo respecto de una canasta de alimentos-, resulta más apropiado utilizar el nivel general del índice.

Hay dos formas de computar el salario real. La primera es comparar el ingreso correspondiente al mes t (cobrado a fin de mes) con los precios del mismo período (ingreso devengado en t, deflactado con la inflación del mismo mes). Designaremos esta medición por WD. Una alternativa es comparar ese ingreso con los precios del mes en que se gasta efectivamente (el siguiente). Es decir, comparar el salario de t con los precios de t+1, lo que designaremos por WP (salario real percibido). Esta segunda medición difiere de la anterior, pues toma en cuenta parte del deterioro que se produce por ajustar los salarios rezagadamente, pero es incompleta pues no tiene en cuenta que, aun cuando los salarios se indexen, existe un deterioro intraperiódico producto del hecho de que el gasto se distribuye a lo largo del mes, período durante el cual los precios suben.

Fuente: Abeceb

La inflación es lo que desvela a los economistas

En el panel de coyuntura del precoloquio norteño, en el que se abordó la actual situación del país, participaron los economistas Luis Secco (Baffin consultores) y Dante Sica (director de Abeceb.com) y Sergio Berensztein (Director de Poliarquia). «La economía hizo pico en el primer semestre del año, básicamente por el consumo, hubo un crecimiento del 10 y 11% anual, pero luego bajó. Esas mismas variables que impulsaron el crecimiento a estos niveles, el boom de la soja, políticas monetarias expansivas del Gobierno y el empuje del Brasil no van a estar en el año próximo. Entonces, lo que hay que esperar es que la inflación se acelere; creo que vamos a estar en un 25% promedio para este año y, para 2011, la Argentina superará el 30% de la inflación. No sabemos si esa tasa superará el umbral de tolerancia social. Pero no habrá riesgo de crisis porque hay bastantes dólares en el Banco Central y un flujo externo importante. Hoy la sensación que hay es que hay dólares y que la divisa va a estar controlada. Lo que más nos preocupa es la aceleración inflacionaria y la decisión del Gobierno de no hacer nada para controlarla.», estimó Secco.

Sica, a su vez sostuvo: «el Gobierno no tiene entre sus prioridades combatir la inflación. La Argentina va acrecer a un 7% durante este año y 2011 tendrá un piso menor, en gran medida porque la oferta de bienes va a estar trabajando con un alta capacidad instalada. Va a haber un incremento del PBI, pero con mayores tensiones sobre el aparato productivo. Hay una escasa capacidad de inversión. Este modelo se sostiene con políticas de incentivar el consumo interno, pero el problema es el proceso inflacionario que está generando. La política fiscal es muy expansiva. Y da la sensación que todo va a seguir así en 2011, pero habrá mayores problemas de competitividad».
Fuente: lagaceta.com.ar