La alianza entre Deutsche Boerse y el NYSE dará ahorros a las empresas alemanas y estadounidenses; pero las regulaciones y su proceso de integración pueden retrasar los beneficios de la fusión. Los detalles de la unión entre los gigantes de los mercados.
El mundo financiero no podía quedar fuera de la tendencia mundial de las fusiones y adquisiciones, y los cambios actuales marcarán una nueva etapa para los inversores que deberán acomodarse a las nuevas tendencias.
Tras conocerse que la bolsa de valores de Nueva York (NYSE) será adquirida por la bolsa de valores de Francfort, la Deutsche Boerse, con lo que se creará la mayor empresa bursátil del mundo, los analistas no dejan de anunciar un nuevo escenario de negocios.
Conforme a las condiciones propuestas, los accionistas de la Deutsche Boerse poseerán el 60% de la empresa combinada y los accionistas de NYSE Euronext Inc. el 40% restante. La realidad es que NYSEEuronext es ya una empresa global propietaria de la Bolsa de Valores de Nueva York y otras más, así como varias Bolsas de productos derivados en Europa.
A pesar de que la nueva empresa manejará acciones de compañías con un valor combinado de US$ 15 billones (millones de millones), configurándose como la mayor plaza bursátil del mundo, el verdadero negocio se encontraría en la posesión de nuevos espacios para crecer en el intercambio de futuros y opciones, según lo aseguró el analista de Sandler O’Neill & Partners Rich Repetto a Bloomberg.
La fusión entregará diez de los 17 asientos del nuevo directorio a miembros de Deutsche Börse, pero el presidente ejecutivo será el actual director ejecutivo de NYSE Euronext Duncan Niederauer. Por su parte, el director ejecutivo de la operadora alemana, Reto Francioni, se convertirá en el presidente de la mesa directiva.
Aún falta la aprobación por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos y de la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) para que se ejecute la fusión. Además, en Frankfurt el gobierno local estableció ciertas condiciones para el trato, entre las que se cuenta mantener una sede corporativa tanto en la ciudad alemana como en Nueva York.
Aunque existen muchos obstáculos regulatorios, el proceso podría afectar a los operadores con un mayor acceso a las inversiones y una mayor variedad de oferentes, que es el resultado inevitable.
¿Quiere decir esto que los gerentes de los fondos de inversiones se lanzarán en pos de las acciones de empresas francesas o alemanas? ¿Y los inversionistas individuales?
Ulf Nielsson, profesor adjunto de Finanzas de la Escuela de Ciencias Empresariales de Copenhague en Frederiksberg señaló que la respuesta es «quizá, pero no de inmediato».
Nielsson estudió la fusión en 2009 de las bolsas de Amsterdam, Bruselas, Lisboa y París, que formaron Euronext, para determinar su impacto en las empresas que operan en esas Bolsas. Posteriormente Euronext se fusionó con el NYSE en 2007.
Una de las razones principales por el retraso en el acceso es el tiempo que necesitarán ambas empresas para integrar sus sistemas, un proceso que podría demorar años.
Además, la liquidez adicional que podría ofrecer la masa internacional de inversionistas no será general. Los inversores suelen preferir empresas de nombre, dijo Nielsson, por lo que las empresas chicas y de mediano tamaño generalmente no se beneficiarán tanto del acceso a nuevos inversionistas.
La fusión seguramente ocasionará ahorros anuales superiores a los u$s400 millones, dijo James Angel, profesor adjunto de finanzas en la Universidad Georgetown.
Sin embargo, la nueva entidad tendrá dos sedes: Nueva York y Fráncfort. Pero está en el aire el nombre, un debate rodeado de gran emotividad y patriotismo, que refleja con claridad el sentimiento de paranoia que se vive en los Estados Unidos por el temor de perder su posición de dominio mundial. «Todos estamos muy orgullosos de nuestras respectivas marcas», afirmó el gestor de Wall Street.
En este sentido, en la nota se deja claro que cada parqué nacional conservará su nombre en el mercado local en el que opera, y seguirá las reglas del país. Y que la marca de la entidad combinada reflejará los términos de la fusión, por lo que no puede descartarse que opten por un nombre neutral, que refleje su carácter global.
Las accionistas de NYSE Euronext vieron subir sus acciones 3,5% desde que el miércoles pasado fueron conocidas las negociaciones de fusión. En cambio bajaron este martes 2 por ciento.
Igualmente, las acciones de la Deutsche Boerse subieron 7% y cerró el lunes pasadoa 61.35 dólares, aunque bajó 2% este martes.
Un largo camino
Durante los últimos años se vienen gestando importantes adquisiciones, fusiones, alianzas y otras operaciones que están dando origen a gigantes bursátiles con presencia intercontinental.
Este nuevo panorama ya está dando resultados: el nacimiento de 10 bloques bursátiles, que ya sea por su tamaño de marcado, o por la especialidad de los activos que operan, se perfilan como los jugadores que más brillarán en el nuevo orden internacional.
Además de las plazas de Nueva York y Alemania, avanzan las negociaciones entre las bolsas de Toronto y de Londres, algo que genera grandes expectativas para el mercado en cuanto a la negociación de materias primas.
Fuente: infobae.com