Malestar en la UIA con Moreno por las trabas a las importaciones
Los industriales preparan un comunicado muy crítico por las políticas de cierre de fronteras a los productos importados que impuso el secretario de Comercio para frenar el faltante de dólares del Banco Central. Además lo acusan de motivar la embestida de la presidenta contra los empresarios durante la corrida cambiaria. La reacción del funcionario.
El descontento de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) con Guillermo Moreno por las trabas a las importaciones llegó a un punto que acaso no tenga retorno.
Los líderes fabriles preparan un comunicado muy crítico contra las políticas del secretario de Comercio Interior, a las que califican de “irracionales”.
Los fabricantes locales dependen de insumos y piezas importadas que en el país no existen y sin estos componentes están obligadas a frenar o morigerar la actividad.
Es por eso que en el borrador que maneja la UIA, al que tuvo acceso LPO, sostienen que el freno a las importaciones que generará un menor nivel de actividad podría llevar a la economía local al nivel de recesión.
El otro efecto no deseado que advierten en la UIA ante la restricción sobre la cantidad de bienes que se compran en el exterior, es la falta de competitividad de la economía local.
Los industriales apuntan que las medidas de Moreno, que también embistió contra el banquero Jorge Brito e YPF, son parte de una reacción ante el derrumbe de las reservas del Banco Central –que agotó las «reservas de libre disponibilidad”–, que esta semana cayeron por debajo de la base monetaria.
En el comunicado se indica que el problema de ausencia de billetes es mayor al que se percibe en la sociedad y que la “solución Moreno” va a generar a mediano plazo un peligroso retraso en el tipo de cambio real de la economía.
La obsesión de Moreno por evitar que salgan del país más dólares de los que entran, lo llevó, según sostienen en la UIA, a ponerles a la presidenta en contra.
Los industriales acusan al secretario de Comercio de echar leña al fuego contra los empresarios durante la corrida del dólar y brindarle “mala información” a Cristina Kirchner, que en la última conferencia de la UIA de noviembre culpó a grandes empresarios que “habían comprado igual cantidad de dólares o más de la que nosotros les habíamos prestado en pesos a tasa negativa”.
Esas declaraciones apuntaron a Carlos Blaquier, titular de Ledesma, que según el periodista Horacio Verbitsky compró once millones de dólares durante la corrida cambiaria. En la UIA defienden a rajatabla a Blaquier y sostienen que sus familiares habían solicitado un crédito del Bicentenario para un emprendimiento porcino, pero el dinero tardó en llegar y el empresario no tuvo otra opción que comprar dólares para pagar parte de la tecnología que había adquirido.
“Si cambiaran el sistema financiero para que en vez de ganar siempre, le prestara un poco a la producción, estos problemas no existirían”, dicen en la entidad.
El titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, de buena sintonía con el Gobierno, está haciendo lo posible para frenar el comunicado por miedo a ocasionar un enfrentamiento mayor con el kirchnerismo.
Moreno, por su parte, está al tanto de la situación y por eso está llamando de a uno a los empresarios para negociar y desarmar la representatividad de la UIA.
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