El organismo rector del fútbol argentino salió en defensa de su presidente, Julio Grondona, quien fuera atacado en los últimos días por el ex DT de la Selección en el marco del caso del café veloz. Menciona el doping del Mundial 94 y asegura que «el honor de la AFA está a salvo»
«Por única y última vez la Asociación del Fútbol Argentino se expresa respecto de una controversia verbal», advierte en su primera línea el comunicado (ver completo en Links Relacionados), titulado «El honor de la AFA a salvo» y dirigido directa aunque elípticamente a Diego Maradona, luego de la controversia generada en torno a la teoría del café veloz.
El organismo hace hincapié en la necesidad de «reivindicar de manera irrestricta la dignidad de personas injusta e indirectamente atacadas», en referencia al presidente Julio Grondona, el principal blanco del entrenador de la selección argentina a la hora de denunciar irregularidades en los partidos quela Selecciónafrontara ante Australia en el repechaje del Mundial 94.
«Se ha generado, en los últimos días, una minúscula controversia personal, resulta de la cual, un ex jugador, creyó que con sus dichos inexactos y mal intencionados, vulneraba o intentaba vulnerar la deportividad de una dramática clasificación frente a Australia , casi a fines de 1993, válida parala Copa del Mundo disputada en los Estados Unidos de Norteamérica en 1994», refiere en el cuarto párrafo la carta.
Y prosigue: «Pensamos en todos aquellos hombres que disputaron los partidos por las Eliminatorias y decimos que todos fueron dignos, decentes, honestos y deportistas a carta cabal. Y, para la tranquilidad de ellos y sus familias, quedan eximidos de dar respuestas a lo abstracto. No hubo control antidopaje, simplemente, porque no constituía obligación reglamentaria para ese tipo de disputas».
La AFAexplica que «los controles obligatorios de la FIFA, impuestos en el Mundial de México en 1970, recién fueron de total alcance a todas las competencias fuera de los Mundiales a partir de la creación de la Agencia MundialAntidopage (A.M.A) en 1998». De este modo, comenta, «no tenía sentido pactar aquello que no resultaba obligatorio fuera del marco de un Mundial durante su disputa».
«Solo por una cuestión de respeto y amistad, se convino previamente con nuestro eventual adversario no marcar una excepcionalidad a una regla, que no existía. Y, en cambio, hacerlo en los partidos con rivales del Continente, como una cuestión acordada obligatoriamente desde antes de los ‘80. O sea, es cierto que no hubo control antidopage (sic) frente a Australia, simplemente, porque no era reglamentariamente obligatorio», añade.
En uno de los momentos más duros del documento, sentencia: «En cambio donde resultó de obligatoriedad tuvimos el triste papel de ser uno de los tres casos entre 1994 y 2008. Durante ese período se llevaron a cabo 6384 controles antidoping de los cuales el 0,05 por ciento resultaron positivos. Uno por efedrina, uno por cannabis y uno por nandrolona. Y eso ocurrió (caso efedrina) en 1994, precisamente. Doloroso caso del que quedan eximidos de responsabilidad todos los miembros de la delegación, pues se trato de una decisión y acción personal».
El organismo defiende su postura al indicar que el hecho fue público y oficial, publicado en la prensa de la época: «Si tan solo se hubieran tomado el trabajo de ir al archivo, constatar la información publicada entonces y analizar la cuestión de hoy, habrían advertido el verdadero fondo de una denuncia insostenible».
Fuente: Olé