Amigos:
Una serie de contramedidas se están implementando para tornar abstracto el plan de este …, a la que de ordinario e inmerecidamente llamamos Señora Presidente.
Ella y su partner Zaffaroni están pergeñando, además de una reforma constitucional, el decreto validante para restringir la salida del país a cualquier ciudadano, sin causa, esto es, al solo arbitrio del empleado de Migraciones, que tendrá un listado a tal efecto.
Ya la cuestión de la cantidad de dólares, que hasta ayer se liberaban a cuenta gotas a cualquier viajero, integra desde ahora otra pincelada de color en el anecdotario kirchnerista.
Todo aquél que sea considerado sospechado de “actividades antipatrióticas”, según la letra de ese vergonzante nuevo reglamento del Ejecutivo, que ya está casi listo, será privado de cruzar cualquier frontera, fluvial, marítima, terrestre y/o aérea.
Pero el núcleo de esa descabellada norma, pronta a entrar en vigencia, es que ningún argentino, salvo los amigos del gobierno, puedan irse transitoria y/o definitivamente de la Patria.
Tres miembros del sector militar, todos ellos valerosos y galardonados veteranos de guerra en Malvinas, a quienes en adelante denominaremos como “El Triunvirato”, están ultimando los detalles, con sujeción a un sentimiento que se está amplificando cotidianamente en un mayoritario sector de la Armada y que, sorpresivamente, se está expandiendo con idéntica velocidad a la fuerza Ejército, más numerosa que la anterior, y al resabio de una olvidada Fuerza Aérea, están dando los mismos últimos retoques para eliminar esta intolerable cadena de infamias oficialista.
Kretina, sus esbirros y los dirigentes políticos, empresariales y sindicalistas que se han coludido con ella, están debidamente tildados como objetivos directos, cuando se disponga, en breve, la captura de todos ellos.
Vamos a recuperar a la Argentina que comenzamos a perder el 10 de diciembre de 1983, cuando los ignorantes radicales abrieron las tranqueras, para allanarles el acceso a todos estos antisociales, que se multiplicaron como ratas en estas últimas tres décadas.
No se habrá de requerir el auxilio de ningún civil, porque no hará falta.
Todo se reducirá a un ámbito estrictamente castrense.
Lo único que se solicita es que el Pueblo se movilice, en cada esquina, en cada plaza, para expresar su repudio este próximo día 13.
Que se haga correr la voz del lanzamiento de esta Gesta; que se gestualice todo cuanto se pueda, en concordancia con lo coetáneo de una nueva proclama, a la que llamaremos “Cruzada Nacional”.
Todo el aparato del gobierno está demasiado asfixiado de tanto poder e inmunidad.
Kretina no será otra cosa que lo que Bonaparte refiriéndose a Robespierre llamó “la víctima propiciatoria”.
Estos crápulas tienen sus días contados.
Se les ha medido el ataúd a todos ellos.
El momento de la Liberación se acerca y es inexorable, indetenible.
Falta un empujón, un paso, un gesto del Compatriota anónimo, para que se sitúe al lado de otro y así sucesivamente, hasta que nos transformemos en una multitud testimonial, del repudio, que de inmediato será “La Sentencia Popular”.
No malogremos la desinteresada iniciativa de estos valientes, que están dispuestos a jugarse el pellejo, para sacarnos la soga del cuello.
Ayudemos a quienes desean ayudarnos a nosotros.
Esto no es simulacro, ni catarsis sino un simple aviso.
Mutemos una añoranza lastimera en el júbilo de aplicar la Justicia que se nos adeuda.
Contemplemos desde el momento que cada quien lea este correo, las agujas del reloj, hasta que arribemos
A LA HORA SEÑALADA.
Atentamente,
Carlos Belgrano/informadorpublico.com