Cada dólar que entra y sale del país debe ser «revisado» en detalle. El nivel de reservas sólo alcanza para cubrir 4 meses de importaciones. No hay tiempo que perder: deben frenarse maniobras de subfacturación y de sobrefacturación que le secuestran divisas al BCRA. «Brigada K» en acción.
Con el objetivo de controlar el frente cambiario, ya sea conteniendo el drenaje de reservas o limitando el precio del blue para así intentar bajar el nivel de incertidumbre, el Gobierno le imprimió un nuevo impulso a su poder de «policía» sobre la city y sobre las empresas.
En el marco de una investigación iniciada por la AFIP, días atrás se realizaron 71 allanamientos en bancos, sociedades de bolsa y casas de cambio de Capital, Mendoza, Córdoba y provincia de Buenos Aires.
Claro que este megaoperativo no consistió en una estrategia aislada. Por el contrario, fue una acción que se sumó a la fuerte presión que viene llevando adelante el Banco Central que, apoyado en un despliegue masivo de gendarmes, busca poner la lupa en cuevas yentidades financieras.
Sin embargo, esta nueva etapa de control policíaco, no está encapsulada solamente a lo que ocurra en la city porteña: el Gobierno, como nunca antes, ahora apunta a las operaciones de comercio exterior con el objetivo de sostener el nivel de reservas.
El primer indicio de esta estrategia llegó tras el desembarco de Alejandro Vanoli al frente delBCRA. Con Fábrega fuera de escena, el ministro Kicillof impuso a un hombre de su confianzaal frente de la gerencia general: Jorge Rodríguez, quien se venía desempeñando comogerente de Comercio Exterior de la entidad.
Dado que su experiencia está vinculada con la entrada y salida de dólares del país, suascenso fue considerado un claro mensaje de que se iban a ir reforzando todos loscontroles vinculados con instrumentos para sacar divisas de la Argentina, aun cuando estas operaciones sean legales, como la del «contado con liquidación».
En esta estrategia integral, que apunta tanto a la city como al sector empresarial, la siguiente jugada correspondió a la AFIP, quien avanzó con una noticia de alto impacto aldenunciar públicamente a Procter & Gamble por supuestas maniobras desobrefacturación de importaciones y triangulación de operaciones comerciales.
Pero el «caso P&G» es apenas el primer capítulo de un entramado de maniobras fraudulentas que, según advirtieron a iProfesional desde el organismo que conduce Ricardo Echegaray, involucra a más de 1.000 compañías (ver nota: caso P&G, la punta del iceberg: hay 1.000 firmas en la mira de AFIP por sobrefacturar importaciones).
Es en este marco de crecientes controles en el que el Gobierno está dando un paso más: acaba de crear la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones de Comercio Exterior, que comenzará a operar bajo el ámbito de la Jefatura de Gabinete.
Esta suerte de «fuerza de elite» está integrada por áreas de la Secretaría de Comercio Interior, la AFIP, la Administración General de Aduanas, el Banco Central, la Comisión Nacional de Valores y la Unidad de Información Financiera.
Entre las tareas que llevará adelante esta flamante unidad, según se desprende del decreto firmado por la Presidenta y publicado este lunes en el Boletín Oficial, figuran:
• Efectuar el monitoreo de las operaciones de comercio exterior, procurando suseguimiento y trazabilidad.
• Coordinar el acceso de los reportes de las operaciones de importación y exportación, para verificar el cumplimiento de los requisitos formales.
• Efectuar el seguimiento de las denuncias formuladas por los organismos de control.
• Solicitar y brindar información a otras jurisdicciones.
Fuerte inquietud
En diálogo con iProfesional, Marcelo Elizondo, ex director de Fundación ExportAr, se mostrómuy crítico con esta nueva medida, al considerar que «muestra la vocación del Gobierno deluso del poder de policía y del poder sancionatorio».
Para el experto, «se está avanzando en un escenario cargado de regulaciones. Los límites a las importaciones ya eran elevados y esto demuestra que seguirán siendo muy fuertes».
En tanto, Fernando Baer, director de Bconomics, recordó que «el Gobierno ya dispone de dos modalidades para trabar compras al mundo: las Declaraciones Juradas y el propio Banco Central, que puede no habilitar dólares para efectuar pagos al exterior».
Sin embargo, consideró que «esta nueva unidad es otra señal que pone la administración kirchnerista para dejar en claro a empresarios que cada vez hay más áreas oficialesencargadas de seguir de cerca todas las operaciones de comercio exterior».
Por su parte, Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores, al trazar una lectura política, destacó que «el hecho de que esta unidad esté bajo el ala de la Jefatura de Gabinetees como si dependiera de Presidencia. Con esto, quisieron darle poder y jerarquía a esta nueva estructura».
Bajo su óptica, «en la medida en que tenga como objetivo incrementar la trazabilidad, nos parece válido. Pero nos preocuparía si esto en realidad está encubriendo que no hay dólares suficientes para el funcionamiento de la economía real y que se constituya en un elemento más que trabe el comercio».
De este modo, el temor que en principio sienten los importadores es que esta nueva medidapueda transformarse en otra barrera que incremente los costos y provoque más demoras que las que ya se vienen padeciendo.
Objetivo: seguir la «ruta del dinero»
Cabe destacar que, en la actualidad, el Gobierno lleva adelante un férreo sistema de «trazabilidad» sobre todas las operaciones de comercio exterior, especialmente de las deimportaciones, mediante las llamadas Declaraciones Juradas.
A través de las mismas, los empresarios que quieran ingresar un producto al país deberáninformar previamente todo tipo de datos, tales como las características del bien, el origen,fechas de arribo, precio al que se adquirió la mercadería y hasta la forma en que se canceló la operación.
Ahora, con la creación de esta nueva unidad que directamente depende de la Jefatura de Gabinete, el objetivo principal es seguir la «ruta del dinero» que se mueve en todas las operaciones de comercio exterior y así aplicar un control del tipo «quirúrgico» paramonitorear más de cerca cada dólar que debe entrar o salir de las reservas.
Así, con este «cuerpo de elite», el Gobierno apuesta a mejorar el entrecruzamiento deinformación entre distintos organismos oficiales y hará especial foco en dos operacionesque se potenciaron una vez que apareció el «cepo» al dólar y que afectan a las tenencias del BCRA: la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de exportaciones.
Respecto de la primera maniobra, conforme crecieron las restricciones para hacerse de divisas por el canal formal -que les impidió a las firmas girar utilidades o pagar a proveedores-, se incrementó la tendencia a declarar operaciones de importación por un monto mayor al real.
Mediante este mecanismo, las compañías logran que el BCRA les habilite un «plus» mayor al que realmente necesitan y con el que, o cancelan compromisos financieros contraídos concasas matrices o bancos del exterior, o bien cubren deudas asumidas con las fábricas que los abastecen con materias primas o insumos.
Baer estimó que en 2013 fueron susceptibles de sobrefacturación, importaciones por un monto cercano a los u$s12.000 millones. Es decir, cerca de un 45% de las reservasen poder del Central.
Más aun: destacó que este año los incentivos para avanzar con estas operaciones ilícitas, lejos de mermar, se profundizaron.
Respecto de la subfacturación de ventas al mundo, se trata de una operación que tiene como finalidad dejar un porcentaje de los dólares en el exterior para no tener que ingresarlos y liquidarlos al tipo de cambio oficial, además de evitar una mayor carga tributaria.
En los considerandos del decreto publicado en el Boletín Oficial, un párrafo señala, justamente, que con esta maniobra con la que se establece un monto de facturación por debajo del precio real, las empresas logran «apropiarse de divisas en una cuenta del exterior e ingresar un monto menor al país».
Cabe destacar que estas prácticas se potenciaron a medida que el Gobierno dejó dehabilitar dólares a través de la ventanilla del BCRA, lo que obligó a más compañías atrabajar con un «crédito forzoso».
En efecto, en la actualidad, la entidad que conduce Vanoli les adeuda más de u$s5.500 millones en concepto de importaciones ya realizadas.
De ese total, unos u$s2.500 millones corresponden a operaciones efectuadas porautomotrices, otros u$s500 millones a compras de empresas de electrónica, en tanto que el resto se reparte entre firmas del rubro químico, textil y supermercadista.
Más control policíaco para cuidar reservas
Esta deuda que se mantiene con el sector privado y la multiplicación de nuevos controles, obedece a la ansiedad del Gobierno por contener la sangría de reservas.
Por el momento, Vanoli logró algo de tranquilidad de la mano del swap con China y del incremento en el ritmo de liquidaciones de «agrodólares», tras el acuerdo al que arribó con cerealeras.
Sin embargo, la meta con la que aspira concluir el año el BCRA (cerca de u$s28.000 millones), luce exigua para hacer frente a los fuertes compromisos de deuda del año próximo.
Además, cada vez le está quedando menos «autonomía» para «bancar» las compra deenergía, insumos, componentes y bienes de consumo.
En efecto, de cerrar 2014 con reservas en esos niveles, apenas alcanzará para cubrir poco más de 4 meses de importaciones, el tercer nivel más bajo desde el año 1970, según explicó Elizondo.
Cabe destacar que en 2009, las tenencias del Central permitían fondear 15 meses de compras al exterior (ver infografía).

Este rápido deterioro de la relación reservas-importaciones deja en evidencia el mayor recelo oficial para controlar a fondo todas las transacciones de comercio exterior.
Claro que esos u$s28.000 millones no están en «cash«. Según el consultor Salvador Di Stefano, «hay un gran porcentaje invertido en papeles o en oro, que no son de rápida disponibilidad».
Así, «con tan poca cantidad de reservas, es lógico que los cerrojos sean cada vez másimportantes«, sostuvo el experto, quien agregó que el Gobierno «tratará de inventar la mayor cantidad de medidas posibles con tal de llegar a marzo de 2015, cuando posiblemente se materialice un acuerdo con los bonistas en litigio y puedan ingresar dólares y recomponer tenencias».
¿Más trabas al «conta con liqui»?
Ratificando que una de las funciones principales de esta unidad será la de controlar la «pata financiera» de las operaciones de comercio exterior, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich advirtió que uno de los objetivos será el de frenar aquellas «transacciones de contado con liqui» que se conviertan en un «proceso de manipulación legal para evadir divisas».
Las declaraciones del funcionario sin dudas llevaron preocupación al sector empresario, porque este mecanismo -que consiste en adquirir un papel que cotiza a nivel local, en pesos, y venderlo en el exterior en dólares- se convirtió en el último «manotazo de ahogado» al que se ven obligadas a recurrir algunas compañías cuando el BCRA no les habilita dólares.
Desde CIRA confirmaron que, antes de frenar un embarque de insumos o componentes y correr el riesgo de tener que parar la producción, hay firmas que, en última instancia, apelan al «conta con liqui». Claro que pagando un sobrecosto dado que esta operación permiteacceder a divisas a un valor que actualmente se ubica un 40% por encima del tipo de cambio oficial.
Si bien Capitanich aclaró que el objetivo es controlar a aquellas empresas que, mediante esta operatoria, evaden «el pago de impuestos y minimizan la liquidación», se instaló el alerta ante la incertidumbre de que los mayores controles terminen por enterrar una de las últimas vías de escape de las que disponía el sector importador para poder seguir operando.
A la hora de analizar el impacto de todas estas medidas, Elizondo consideró que el nuevo contexto, marcado por un incremento en el nivel de regulaciones, «nunca es positivo para el clima de negocios y la inversión».
«La creación de esta unidad de control marca la desconfianza oficial hacia el sector privado y el poco confort con el que deben operar hoy las empresas», afirmó el experto, quien agregó que «en definitiva, el Ejecutivo está ratificando que su intervención se vincula más por el lado del ejercicio de la autoridad y la coerción que por la creación de incentivos que faciliten los negocios«.
infobae.com