El día de la muerte de Omar Chabán, el ex jefe de Gobierno tuvo que huir de un bar. Lo insultaron y hubo forcejeos.
Horas después de la muerte de Omar Chabán, el gerenciador del boliche Cromañón donde hace diez años murieron 194 jóvenes, el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra la pasó mal frente a un grupo de familiares de la tragedia que lo increparon en un restaurante de Villa Crespo.
Ibarra, señalado como el principal responsable político de la tragedia pero sobreseído por la Justicia, se encontraba ayer por la noche reunido con un grupo de comerciantes de la zona, según informó el legislador en Twitter, en el local «Simao», ubicado en Corrientes y Gurruchaga.
De repente, unos veinte familiares y amigos de las víctimas de la tragedia de Cromañón irrumpieron en el restaurante y empezaron a increpar a Ibarra. El ex jefe de Gobierno fue insultado, y hubo algunos forcejeos con las personas que estaban en el lugar.
Ibarra tuvo que huir y refugiarse en un edificio de la calle Gurruchaga, donde fue protegido por efectivos de la unidad DOUCAD de la Policía Federal que pasaban por el lugar y fueron alertados por algunos vecinos.
Luego, llegaron al lugar móviles de la comisaría 27 y los policías lograron disuadir a los familiares de las víctimas de la tragedia. Según pudo saber LPO, el ex jefe de Gobierno no quiso formalizar la denuncia.
Tanto Ibarra como las personas que lo acompañaban, entre los que había representantes de la Cámara de Comercio de Villa Crespo, el comunero Lito Grisafi y la ex legisladora María Elena Naddeo, resultaron ilesas y se fueron una vez que los manifestantes se retiraron en forma pacífica.
El legislador kirchnerista envió dos tweets en los que evitó mencionar el incidente y sólo informó de la actividad que, se supone, forma parte de su candidatura a jefe de Gobierno.
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