Con manuales y videos explicativos, alumnos de cuarto y quinto año recibirán capacitación para prevenir casos de muerte súbita y ataques cardiovasculares. El plan abarca a 11 mil colegios públicos y privados.
Además de aprender las capitales de Europa, sujeto y predicado, ecuaciones complejas y los hitos más importantes de la historia antigua y moderna, los estudiantes secundarios se capacitarán en resucitación cardiopulmonar (RCP). El ministro de Educación nacional, Alberto Sileoni, presentó la propuesta, que se aplicará desde el año próximo en 11 mil colegios públicos y privados con el objetivo de prevenir y reducir las 40 mil muertes que se registran cada año por causas cardiovasculares.
La campaña “RCP en las escuelas” estará destinada a alumnos de los últimos años del colegio secundario y contemplará la capacitación de 1.321.000 jóvenes en técnicas de reanimación cardiopulmonar sólo con las manos, maniobras ante el atragantamiento y nociones sobre el uso del desfibrilador externo automático.
Para llevar adelante esta iniciativa, el Ministerio de Educación de la Nación conformó un equipo técnico a cargo de los doctores Jorge Tartaglione y Fabián Gelpi, con asesoramiento de la Asociación Americana del Corazón. Además, la cartera preparó videos explicativos, un cuadernillo para cada alumno y muñecos de RCP para practicar en clase.
Si bien el proyecto se aplicará masivamente a partir de 2015, este año se están realizando experiencias piloto en establecimientos educativos de Marcos Paz, Avellaneda, Pehuajó y Santa Rosa (La Pampa). Marisol Medero, alumna de la escuela Federico García Lorca, aseguró que el curso es sencillo: “Se entiende muy bien y además es muy útil. Nos enseñaron a reanimar a una persona simulando con un maniquí”.
La joven, que participó junto a sus compañeros de una demostración, detalló: “Ponés las dos manos en el pecho del que está sufriendo y hacés una serie de presiones al ritmo de la música disco; y esperás a que venga un médico o alguien especializado. Es un saber aplicable en cualquier momento y te hace sentir útil en una emergencia”.
Fuente: La Razón