No sólo las cacerolas volvieron a sonar con fuerza este año como ocurrió en aquel fatídico fin de año de 2001. Los saqueos que completaron el crítico panorama del 19 y 20 de diciembre de aquel año se repiten hoy, 11 años más tarde, en la ciudad de San Carlos Bariloche. La Policía tiene orden de no actuar, y hay rumores de que los saqueos continuarán.
Un grupo de vecinos de barrios periféricos de la ciudad de Bariloche irrumpieron en la sucursal del supermercado Chango Más, de donde se llevaron alimentos y electrodomésticos, entre agresiones a agentes policiales que estaban situados en el estacionamiento del predio sin realizar ningún tipo de actuación.
La crisis social de los barrios del Alto en la periferia de la ciudad recrudeció en el último tiempo. En efecto, referentes barriales ya habían advertido la posibilidad de saqueos a supermercados e inclusive días atrás el intendente Omar Goye reconoció esta situación, que intentó frenar con el pedido a supermercadistas de canastas navideñas para repartir entre los sectores más vulnerables, cuya entrega comenzó el viernes pasado.
Sin embargo, esa situación no apaciguó los ánimos de los barrios que esta mañana irrumpieron en la sucursal del supermercado Chango Más situado en la ruta 40 Sur, donde en principio se realizó una manifestación de mujeres y jóvenes con el rostro cubierto pidiendo bolsas de alimentos.
La empresa cerró el portón de acceso al supermercado y se hizo presente la Policía de Río Negro en la zona del estacionamiento, ante la creciente violencia de los manifestantes que finalmente después de las 10:30 comenzaron a apedrear a los agentes e ingresaron al supermercado tras la rotura de vidrios.
Los manifestantes retiraron changos de alimentos y también ropa y electrodomésticos, incluyendo televisores LSD. La Policía no actuó, sólo se ubicó a unos 50 metros del acceso al local comercial.
El comisario Osvaldo Tellería se hizo presente en el lugar y constató el saqueo de electrodomésticos y negó la existencia de detenidos ni heridos. «Las directivas eran tratar de contener la situación», explicó el comisario.
La situación en el supermercado motivó que otros comercios de la ciudad decidieran cerrar sus puertas por prevención ante rumores de la extensión de saqueos a otros supermercados y comercios.
«Nos desbordaron», señalaron los policías, según la agencia ‘ANB’.
Ningún funcionario municipal se hizo presente en el lugar.
# Una advertencia
Una nota publicada en el sitio ‘Punto de Equilibrio Digital’, relataba lo siguiente:
«Para quienes residimos en Bariloche no es una irrealidad que en los últimos meses se multiplican los vecinos que tocan nuestros timbres, campanas o aplauden, esperando que algún otro vecino con una situación un poco más desahogada le de siquiera un paquete de fideos. Esto lo vivimos y es una realidad incontrastable. Y no siempre es gente del sector social más pobre.
Nadie sabe si la situación de las zonas más humildes de Bariloche puede desbordarse o puede ser la antesala de otros lugares del país, pero, lo cierto es que; terminada la temporada de invierno el factor movilizante de la economía local es, por sobre otros, la Construcción. Y, esta, está cuasi destruida desde que el cepo afecto al sector inmobiliario.
Es poco, muy poco lo que se construye y muy poco también las ampliaciones o refacciones. O sea, que la desocupación se incrementó considerablemente y afecta toda la cadena de pagos y de impuestos municipales y provinciales incobrables. Obviamente, como en toda economía existen sectores que la crisis no les llega de la misma manera. O sea, los ingresos disminuyen pero no al punto de afectar su cotidianeidad, ni mucho menos.
Así las cosas, el Intendente intentó mostrarse proactivo pero nadie sabe si en realidad no terminó encendiendo una mecha. Al hacer público el reclamo de 1 o 2 millones en mercadería para que los supermercadistas entreguen gratuitamente y distribuir públicamente 500 tickets por 200 pesos, estableció un marco de situación social que si no se satisface puede terminar en situaciones socialmente peligrosas, muy peligrosas.
O sea, y como siempre suele suceder, existen necesidades reales, que siempre aumentan para la fiestas, y sectores que apuestan al colapso. Si a esto se le suma que el Intendente no está atravesando el mejor momento y que a sus propios errores, no le encuentra salida, la situación puede descontrolarse. Solo para tener en cuenta, señalamos que hace ya una semana que la Intendencia no tiene Secretario de Hacienda, o sea, no tiene Ministro de Economía. Renunció el que estaba y hasta ahora ninguno de los economistas, contadores o empresarios barilochenses que fueron consultados, aceptaron el cargo.
El diario local ‘El Ciudadano’ describe la situación social y los reclamos de un Intendente que teme, obviamente, lo peor:
El Intendente le pidió a los supermercadistas locales que entreguen 4000 bolsas de productos
Goye solicitó a los supermercados que “donen” 1 millón de pesos en mercadería
La crisis social empieza a entrar en su peor fase acompañada de las fiestas de fin de año. Goye comenzó el reparto de tickets de 200 pesos para la compra de alimentos a las cooperativas de trabajo y solicitó “amablemente” a los supermercados locales que sumen su aporte con 4000 bolsas de productos por un monto de 600 pesos cada una. Hay amenazas de saqueos a los comercios mientras que desde el sector gastronómico calificaron de “sueldos de miseria” los 1200 pesos que se les paga mensualmente a los cooperativistas.
La semana pasada culminó con una imagen que se creía que había quedado en el tiempo, pero lamentablemente vuelve a reflotar ante la crisis social a la que no le puede encontrar respuesta el intendente Goye.
En un intento por contener a las miles de familias de escasos recursos, el mandatario le solicitó a los supermercados de la ciudad asistencia para abastecer a las mismas. «Hay que caminar por algunos barrios para constatar la angustia de familias en situación de riesgo», dijo al diario ‘Río Negro’.
Incluso una de las cadenas de supermercados le confió a ese medio que, más que como un reclamo, los empresarios lo tomaron como una presión de difícil cumplimiento. Sucede que hay temor a represalias como saqueos que se estarían organizando desde algunos sectores.
El año pasado, el municipio logró implementar una «canasta navideña», por 12 pesos, con productos del Mercado Central.
Acostumbrados a estas maniobras, algunos cooperativistas habrían exigido 4000 bolsas con alimentos por un valor de 600 pesos, totalizando algo más de un millón de pesos (2 millones 400 mil en realidad) en mercadería.
Según el matutino regional la distribución de la ayuda de cada uno sería proporcional a las tasas municipales que paga en esta ciudad cada empresa. El hecho de que la mayoría pertenece a cadenas, obligó a sus gerentes a consultar a las casas matrices, desde donde se habría rechazado la asistencia, por «atípica e improcedente».
Ante este escenario, los empresarios se reunieron con el secretario de Seguridad provincial, Miguel Bermejo, quien reconoció que la situación social es “muy difícil”, aunque a diferencia del gobierno municipal, consideró que no debería mezclarse con lo político ni ceder a las amenazas de grupos radicalizados.
Precisamente el día viernes la cooperativa 17 de Junio (que integra Sandro Bonnefoi) (delincuente detenido y procesado) recibió vales por 200 pesos para adquirir mercadería en un conocido supermercado que además cuenta con una distribuidora y un frigorífico.
Esta vez desde el área de prensa no hubo información oficial al respecto aunque sí se destacó la inauguración de la biblioteca Néstor Kirchner en el barrio Nahuel Hue.
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