Agoniza la pesquera que financió a Kirchner

Conarpesa se presentó en convocatoria de acreedores y se declaró en default. 115 despidos en suspenso. Su dueño dice: “soy kirchnerista hasta la médula”.
La controvertida compañía pesquera Conarpesa, con sede en el puerto de Rawson, en Chubut, intentará volver a operar hoy mientras sigue adelante con su concurso de acreedores.

La firma española ligada al kirchnerismo -el ARI la acusó de ser la que financió la campaña de Néstor Kirchner en 2003 y el equipo de básquet tenía la publicidad del santacruceño- se presentó en cesación de pagos el viernes pasado y envió telegramas de despidos a todos su empleados.

Pero, luego de una reunión mantenida ayer con el ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yauhar, los ejecutivos de la empresa se sentarán hoy con el personal en el marco de un proceso de conciliación obligatoria. Según trascendió, ofrecerán a los 115 empleados despedidos volver a trabajar cobrando el salario mínimo.
“La Nación nos pidió reincorporar a los empleados y habría un principio de acuerdo por el que se repactarían las condiciones salariales en la planta”, explicó a El Cronista, Fernando Álvarez Castellano, presidente de Conarpesa. Lo vamos a decidir en la conciliación y nos comprometemos a probar por un período de tiempo corto”, agregó el empresario.

Desde el Ministerio de Agricultura confirmaron el acuerdo entre las autoridades nacionales, provinciales, del sindicato STIA y especificaron que el entendimiento incluye un proceso para capacitar a los trabajadores como clasificadores.

Álvarez Castellano propondrá a los trabajadores cobrar el salario básico y aquellos que cumplan tareas de clasificadores de langostino un plus. Los que estén el proceso cobrarán un diferenciado y nuestra intención es que estén todos, planteando turnos de 30 empleados cada 12 horas, explicó.

Conarpesa no es la empresa más grande del sector, pero es la que más permisos de pesca tiene en Chubut. Opera con una flota de 25 buques pesqueros, compuesta por 11 tangoneros congeladores, 10 poteros congeladores y 4 fresqueros. Y supo estar en el primer puesto en lo que se refiere a la liquidación de exportaciones del sector.

Pero, a pesar de ser el mayor permisonario para la captura de langostino, Alvarez Castellano aseguró que pierde un millón y medio de pesos por mes por los salarios.

Aunque reconoció que los costos laborales y la inflación forman parte de los problemas de la firma, el empresario español señaló como el talón de Aquiles de la industria a la crisis internacional. En 2009, con langostinos chicos, facturábamos en promedio u$s 9,30 por kilo. Hoy que los langostinos son de mayor tamaño estamos en u$s 6,14 por kilo, ejemplificó.

Pero, aunque acuerde con los trabajadores despedidos, Conarpesa aún seguirá en cesación de pagos. La convocatoria la iniciamos el viernes pasado, pero lo hicimos para poder preservar a la empresa que va a seguir trabajando. Puedo asegurar que no es la antesala de la quiebra, agregó.

Desde algunos sectores económicos, sindicales y políticos señalan que el empresario kirchnerista cerró la planta para presionar y obtener beneficios para poder operar con mayor holgura. Frente a esto, Alvarez Castellano aseguró que no tiene beneficios, sino que tiene derechos adquiridos.

Uno de esos beneficios fue cuestionado hace unos meses. Según publicó revistapuerto.com, en agosto pasado, la Subsecretaría de Pesca de la Nación comprobó que en Agropez, filial de Conarpesa en Rawson, descargaban langostinos y habían declarado un 25% menos que lo capturado.

La compañía pesquera de capitales españoles Conarpesa fue denunciada por quien fuera la titular del ARI, Elisa Carrió, como la que financió la campaña presidencial de Néstor Kirchner en 2003.

Su presidente, el empresario español Fernando Álvarez Castellano, se autodefine como un hombre de negocios cercano al Gobierno, y frente a la pregunta de si concuerda con el modelo no duda: “kirchnerista hasta la médula”. Además de estar de acuerdo con el modelo económico, crecí como empresario en la época de Néstor y Cristina Kirchner, mi mejor período fue con ellos, a diferencia de lo que me pasó con el ex presidente Carlos Menem, cuando al final de su mandato estuvimos a punto de cerrar.

Así como no tiene ningún inconveniente es asumirse kirchnerista, el empresario que estuvo envuelto en la sospechosa muerte de su colega Raúl Cacho Espinosa ocurrida el 30 de enero de 2003, tampoco duda en señalar a su enemiga política. Nunca me castigaron por ser kirchnerista pero, si el día de mañana Lilita Carrió, ojalá Dios no lo quiera, es presidente de la Argentina, el día anterior armo las maletas y me voy del país.
mdzol.com