Así lo manifestó a la Agencia de Noticias CNA, el economista Julio Gambina, quien además realizó fuertes cuestionamientos a la política económica del gobierno nacional y aseguró que el pago al Club de París no es una política de “desendeudamiento”. Análisis de la economía internacional y las implicancias que traería una mayor implicancia de China en el escenario mundial.
Los números oficiales vienen mostrando a una Argentina en crecimiento y con gran vitalidad y fuerza para afrontar los coletazos de la crisis financiera internacional, aunque muchas veces ese país “real” que se pregona desde la cúspide del poder, choca de nariz con lo que vive la sociedad en su andar diario.
La situación ha llegado a grandes ribetes, donde por ejemplo la sociedad entera ha tenido que resignar parte de lo que antes compraba o hacía, como por ejemplo ir al cine o a un espectáculo deportivo, o comprarse una buena vestimenta para ir a trabajar o distintas clases de alimentos, cuidando de esta manera cada centavo que se gasta, porque cada vez se les hace más difícil llegar a fin de mes con el salario que ganan en su trabajo.
Durante los años de crecimiento de la economía (2004-2007) los hogares mejoraron de modo significativo sus posibilidades de consumo, atención de la salud, pago de impuestos y servicios. Sin embargo, con los primeros signos de estancamiento de la economía comienzan a haber señales de retracción en los consumos, comenzando por los alimentos y ropa que tienden a estabilizarse durante el 2008. Con la crisis 2008-2009, la retracción en los consumos se generaliza, siendo especialmente significativa en el caso de los alimentarios, de esparcimiento, e incluso en la atención de la salud.
Para adentrarse mejor en la realidad económica nacional, la Agencia de Noticias CNA se puso en contacto con el reconocido economista Julio Gambina, Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.
En esta entrevista con CNA, Gambina, miembro del EDI (Economistas de Izquierda), hace un pormenorizado análisis de la situación económica nacional y las posibles implicancias que puede traer para la Argentina y América Latina, el complicado panorama por el que pasa la economía irlandesa por estos días.
– El gobierno nacional pretende el uso de las Reservas Internacionales del Banco Central por u$s 7.500 millones, para implementarlos en un «Fondo de Desendeudamiento» acompañado de la previsión de unos u$s 1.000 millones para pagar vencimientos con el Club de París. ¿Esta postura asumida por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández en materia de desendeudamiento, beneficiará o complicará al país de cara al futuro?.
– Las reservas deben utilizarse para la promoción del desarrollo autónomo, que apunten a resolver soberanía alimentaria, energética o financiera. Con esos recursos presupuestados podría reconstruiré el ferrocarril y otros medios públicos de transporte; se podría asumir el desafío de recuperar una política nacional de recuperación de la explotación hidrocarburífera y acoplarse a una propuesta petroamericana como propone Venezuela. Es incorrecto hablar de desendeudamiento, especialmente cuando en simultáneo a la baja de la deuda externa, sube la interna, que aún con organismos nacionales compromete recursos fiscales a futuro.
– Desde la oposición acusan al gobierno de tener una estrategia en materia presupuestaria que pasa por subestimar las proyecciones de crecimiento e inflación, en consecuencia los ingresos fiscales resultarán más bajos que los pronosticados, lo que le permitirá al Ejecutivo asignar libremente el excedente recaudado por encima de lo estipulado en el presupuesto. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de mentira en esta actitud de la oposición desde el punto de vista meramente económico?.
– Los supuestos de crecimiento han sido siempre menores a los reales desde que la economía inició el ciclo de recuperación económica en 2003. Se estima que en valores actualizados, la mayor recaudación es cercana a los 250.000 millones de pesos, que al no tener asignación presupuestaria por el Parlamento han sido asignados discrecionalmente por el Poder Ejecutivo. Eso motiva dos discusiones. Una relativa al papel del Parlamento y otra relativa al destino de esos fondos no presupuestados.
– El crecimiento real de la economía para el año 2011 según el gobierno nacional será del orden del 4,3%, una inflación prevista del 8,9% y un dólar alrededor de los $4,10. ¿Cuáles de todas estas variables previstas por el oficialismo pueden llegar a ser reales para el año que viene?.
– Al ser supuestos, el gobierno puede fundamentar los porqués de cada uno, pero el inflacionario es insostenible, especialmente cuando se piensa que el año terminará con un índice real (provincias y
estimaciones varias) del 25%, con arrastre para el 2011. La economía terminará creciendo en el 2010 un 9% y es muy probable que sólo con la inercia pueda crecer al 6% para el 2011 y la variable del tipo de cambio está asociada a la situación internacional y al impacto sobre la competitividad de las exportaciones argentinas. Claro que el gobierno puede ajustar las cifras tantas veces como quiera, llevando al Parlamento los ajustes correspondientes.
– ¿Está el gobierno nacional en condiciones de poder desembolsar la masa de dinero correspondiente al 82% Móvil para los jubilados cómo se plantea desde un gran sector de la oposición?.
– Si, aunque eso requerirá de recursos fiscales adicionales para sostener los pagos en el tiempo. Se impone una reforma impositiva para resolver con solvencia la demanda del 82% reclamada por los
trabajadores jubilados.
– Muchos analistas económicos, hablan de que en caso de no reestructurarse el Gasto Público en el corto plazo, la Argentina tendrá graves consecuencias financieras en un futuro no muy lejano. ¿Comparte está visión muchas veces apocalípticas que se hacen desde algunos sectores económicos al gobierno?.
– La situación mundial de incremento de precios internacionales de materias primas y de demanda de alimentos favorece una situación superavitaria en materia fiscal y comercial, que puede revertirse de
mantenerse la situación inestable a nivel mundial, especialmente si afecta a los países asiáticos. Una recesión global con incidencia asiática podría disminuir la demanda de alimentos y recursos naturales, lo que combinado con incremento de tasas de interés, generaría una difícil situación para la Argentina.
– La inflación es un tema por demás grave para los que menos tienen en nuestro país y que sufren sus consecuencias a diario. ¿Por qué cree que el gobierno niega el problema y dice que la inflación ataca sólo a la gente de clase Media Alta y Alta?.
– La inflación no asumida es un grave problema, ya que asumida o no afecta a los sectores de ingresos fijos, los más empobrecidos de la economía local. No existe ningún razonamiento válido para sugerir que la inflación afecta a sectores de mayores ingresos.
– ¿Se puede mantener en el tiempo por tiempo indeterminado la política de subsidios que viene llevando adelante el gobierno nacional sin tener algún tipo de consecuencias al corto o mediano plazo?.
– Los subsidios prolongados generan distorsiones serias. Una discusión a fondo del tema de los costos empresarios ayudaría a un sinceramiento de los precios y en todo caso, la masa de subsidios canalizarla hacia los sectores de mayores necesidades, evitando que el congelamiento de tarifas beneficie a sectores de elevados ingresos.
– Un sector de la economía nacional señala que hay un nivel alto de emisión monetaria debido a que no alcanzan las máquinas de la Casa de la Moneda para emitir circulante. Desde su óptica, ¿es posible que eso ocurra hoy en día en nuestro país?, ¿cuáles serían las consecuencias para la economía argentina en caso de que esto fuera cierto?.
– El efecto es el crecimiento de la deuda interna, pues ante un exceso de circulante el BCRA, por imperio de la Política monetaria se ve en la necesidad de retirar circulante y por lo tanto emite títulos de la deuda interna, agravando la situación financiera del país.
– ¿A qué precio cree que debe estar el dólar hoy en día en nuestro país para lograr hacer a la industria nacional competitiva ante el mundo?.
– Más que discutir el tipo de cambio hace falta analizar que tipo de industria se requiere, pues de nada sirve hacer más competitiva la industria automotríz, p.e., para exportar el 70% de la producción local, cada vez con menos autopartes y componentes nacionales, con empresas como Paraná Metal despidiendo a 700 de sus 900 trabajadores. No es problema de competitividad, sino de que producir, para satisfacer qué necesidad y qué patrón de consumo estimular.
– La decisión de los EEUU de emitir 600.000 millones de dólares para estimular su economía desató una fuerte batalla entre las principales economía mundiales para ver quién será el que maneje el circuito financiero en el corto plazo. ¿Qué repercusiones puede tener esta actitud de los EE.UU para América Latina y la Argentina en particular?.
– La decisión unilateral de EEUU contribuye a difundir la inflación global y el aliento a retomar la especulación. Agrava las condiciones de nueva ronda de crisis de la economía mundial. El impacto es directo y aunque al representar una devaluación del dólar, ello actúa como una devaluación del peso, que es lo que demandan los grandes productores y exportadores en la Argentina.
– A nivel internacional reina una gran incertidumbre sobre la situación económica imperante en las principales economías del mundo. ¿Cree que el G-20 y los organismos internacionales de crédito pueden asumir una defensa de las grandes economías sin terminar en lo que sucede en Grecia e Irlanda por ejemplo?.
– El G20 es el espacio de legitimación de las necesidades del capital transnacional más concentrado y por ello la única medida efectiva que han asumido es el restablecimiento del papel del FMI para el ajuste tal como se vio en Europa del Este y ahora en la Europa occidental. Eso se trasladará al conjunto del sistema mundial. El G20 es el instrumento de la liberalización de la economía y en la región
latinoamericana conocemos los efectos desastrosos sobre los pueblos por aplicar esas políticas en los 80´ y 90´.
– ¿Es la situación que se vive hoy en día en Irlanda comparable a la Argentina en 2001 o la que tuvo Grecia comienzos de este año o el apoyo del resto de los países de Europa a las medidas para salir de la crisis puede hacer que ésta no repercuta en el resto del mundo?.
– Son comparables y resultado de la fantasía de vivir con fuerte endeudamiento, especulación y deterioro de la calidad de vida de la población. Se impone el cambio de política ante una crisis de la
economía mundial. Es tiempo para pensar en otro modelo civilizatorio, no capitalista, socialista.
– Hay quienes hablan de que para el 2015 China será el país con mayor predominio sobre la economía mundial. ¿Cómo repercutirá en el tercer mundo un desarrollo del modelo chino, que tantas consecuencias internas desde lo social han traído al gigante asiático?.
– Hay que estar atento a la crisis en la propia China. El impacto sobre el medio ambiente del crecimiento chino puede ser letal para la humanidad. Sería deseable discutir una mayor integración China con el Sur del mundo para discutir otro orden mundial, tal como sustentaron los países del ALBA (especialmente Cuba, Venezuela y Bolivia) en la cumbre de Copenhague sobre la crisis climática, que más que crisis del clima es una crisis del orden capitalista.
Fuente: www.agenciacna.com