Analistas, empresarios y gremialistas estiman que habrá una caída más pronunciada en la actividad; otras consecuencias serán una mayor brecha cambiaria, menor inversión y freno del crédito
En el primer día del quinto default en la historia argentina, economistas y empresarios ya prevén los coletazos que esta nueva cesación de pagos tendrá en la economía real, que no harían otra cosa que agravar el proceso recesivo que vive el país: caída del nivel de actividad, pérdida de puestos de trabajo, ensanchamiento de la brecha cambiaria y mayor inflación.
Carlos de la Vega, presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), dijo que desde el sector comercial es evidente que, mientras subsista el default, habrá inversiones que quedarán en suspenso. «Por otro lado, estamos analizando qué consecuencias tendrá sobre la apertura de cartas de crédito en el exterior, que son necesarias para muchas operaciones de importación -comentó el directivo-. Otra consecuencia es el aumento de algunos precios, que se darán debido al alza del dólar.»
Por su parte, Dante Sica, director de abeceb.com, prevé presiones devaluatorias, aumento o sostenimiento de la tasa de interés a niveles altos y expectativas económicas más bajas. En su opinión, de continuar el default, los efectos profundizarán la caída de la actividad.
Uno de los grandes golpeados por esa baja del nivel de actividad será el empleo. Miguel Ponce, Gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, estimó que una mayor inflación y un derrumbe de 5% en el nivel de actividad se pagarán en términos de mano de obra. «Ya el trimestre pasado tuvimos una pérdida de puestos de trabajo de casi medio millón, así que lo que se viene ahora es preocupante», afirmó el directivo.
Otro efecto que plantea Ponce es que se terminará la financiación para las empresas importadoras. «Antes tenían la posibilidad de cancelar con pagos de hasta 90 días; pero ahora ya se les empezará a pedir que paguen cash o hasta que adelanten el pago -explicó el empresario-. Al complicarse la importación, principalmente de insumos vitales para la industria, se verá afectado todo el aparato productivo del país.»
Jorge Sola, miembro de la CGT de Hugo Moyano, evaluó que la mala situación que vive el empleo desde principios de año se agravará con la falta de inversiones que acarreará la cesación de pagos. «Hoy tenemos gran cantidad de suspensiones y despidos en los sectores automotor, metalmecánico, construcción y de la carne», enumeró. Y agregó que además se va a dar un descalabro en los sueldos por una inflación que se acelerará y que va más rápido que los aumentos salariales que se logran en las paritarias.
En sintonía con esta visión, el grupo francés de retail Carrefour anunció ayer que desacelerará su plan de inversiones en la Argentina, aunque relativizó el impacto de un default en el país sobre su actividad, efecto que calificó de «posible, pero manejable».
El economista Luis Palma Cané explicó que el default eleva el grado de incertidumbre, que es el peor enemigo de la economía. «Eso pega directamente en la actividad económica, porque se caen el consumo y la inversión -analizó-. A su vez, esa incertidumbre también provoca presión sobre el mercado cambiario, con lo cual va a tender a ampliarse la brecha entre el dólar blue y el oficial, y se originará algún grado de inestabilidad en el sistema financiero doméstico.»
Además, según Palma Cané, se va a cerrar definitivamente la poca ventana que tenía el país en el mercado internacional de capitales. Todo lo que sean préstamos que se estaban pidiendo para empresas privadas (tipo YPF para Vaca Muerta) no va a venir. «Esto vuelve a pegar en la actividad económica y, por ende, en el nivel de empleo», advirtió.
La inflación, por su parte, se vería fogoneada por otra cuestión. Muchas provincias que pensaban financiar su déficit emitiendo bonos en el mercado internacional ahora no podrán hacerlo, y no tendrán más remedio que pedir el apoyo al gobierno nacional. Eso implica mayor emisión, una práctica que, a su vez, agrava el proceso inflacionario.
El sector inmobiliario, que por culpa del cepo cambiario vive su peor crisis de la historia, también verá su realidad empeorada por la cesación de pagos. Según comenta Germán Gómez Picasso, director de la consultora especializada Reporte Inmobiliario, de haber algún cambio, va a ser para peor, porque con un dólar más alto se van a complicar aún más las ventas.
Mientras tanto, analistas bursátiles de Wall Street vislumbraban ayer un escenario de mayor incertidumbre, caída de las inversiones, mayor inflación y menor nivel de actividad..
Fuente: LA Nación