Sarkozy: «Gadafi ya no es un interlocutor válido para la UE»

La UE «alienta al Consejo Transitorio Libio» y lo reconoce como interlocutor, según lo adelantó hoy viernes el presidente francés. Dicho Consejo propone una cumbre tripartita entre Unión Africana, Liga Árabe y la UE para tratar la crisis Libia.
«El Consejo Europeo ha decidido saludar y alentar al Consejo Nacional Transitorio Libio basado en Bengasi», ha declarado el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a su salida de la reunión del Consejo extraordinario que se celebra en Bruselas para tratar las revueltas en Libia.

«Gadafi ya no es un interlocutor válido para la UE», ha añadido el presidente francés, uno de los primeros líderes en intervenir tras la reunión. Sarkozy ha adelantado que la UE «permitirá el acceso a la agencias humanitarias para ayudar a los desplazados», al tiempo que el Consejo ha acordado preparar una cumbre tripartita entre la UE, la Liga Áraba y la Unión Africana.

La Unión Europea había recibido con cierto escepticismo la petición del presidente francés, Nicolas Sarkozy, secundada también por el primer ministro británico, David Cameron, de reconocer al Consejo Nacional libio, una especie de Gobierno que gestiona la zona controlada por los rebeldes, y de llevar a cabo, con el respaldo de EE UU, ataques selectivos para el establecimiento de una zona de exclusión aérea en el país magrebí. En su intervención tras el Consejo, el presidente no ha hablado en ningún momento de pleno reconocimiento, pero si de una apertura de interlocución directa con los rebeldes basados en Bengasi.

Al inicio del Consejo europeo extraordinario que se celebra en Bruselas, Sarkozy había a los Ventisiete a seguir el ejemplo de su Gobieno y conceder legitimidad a la cúpula rebelde que lucha por derrocar a Muamar el Gadafi. Además, había reclamado la creación de un corredor humanitario para canalizar la ayuda a la población sublevada. «Francia pide a Europa que reconozca a las autoridades libias agrupadas en el Consejo Nacional», ha asegurado el presidente francés a su llegada a la cumbre comunitaria.

Sarkozy ha explicado que Francia y Reino Unido están «abiertos», siempre y cuando cuenten con el respaldo estadounidense, a ataques «defensivos» contra las fuerzas leales a Gadafi si éste continúa empleando la aviación para masacrar a la población civil. París y Londres ultiman un borrador conjunto que presentarán ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que autorice el uso de la fuerza en su objetivo de establecer una zona de exclusión aérea en Libia. Otros países europeos han expresado su preocupación de que una hipotética intervención militar en el país del norte de África complique aún más las cosas, y apuestan por una decisión que también implique a las naciones vecinas árabes y no sea interpretada como un ataque a la soberanía libia.

La canciller alemana, Angela Merkel, todavía no ha dicho si su Gobierno respalda la creación de una zona de exclusión. Pero, en cualquier caso, se ha mostrado más cauta que su colega francés. «Debe quedar totalmente claro que cualquiera que hace la guerra contra su propio pueblo no es un socio adecuado para la Unión Europea. Por ello exigimos la salida inmediata de Gadafi. Haremos todo lo posible para enviar una señal de unidad. Las sanciones económicas y financieras darán una muestra de esa unidad», ha dicho Merkel.

«Para mi, cualquier discusión sobre una intervención militar debe ser abordada en el Consejo de Seguridad, en la Liga Árabe o en la OTAN; no es responsabilidad de la Unión Europea», ha advertido por su parte el primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt.

Nuevas sanciones económicas

Con su reunión de hoy, la UE busca recuperar la iniciativa política en la crisis libia después de que Francia se desmarcara ayer de sus socios comunitarios. Los jefes de Gobierno de los Veintisiete reclamarán al dictador que abandone el poder y podrían decidir más sanciones contra su régimen. Así lo ha avanzado el ministro de Exteriores húngaro, cuyo país ostenta la presidencia de turno del Consejo europeo. Janos Martonyi ha asegurado que las nuevas sanciones podrían extender la congelación de activos a las cuentas de empresas libias de gas y petróleo. «Antes de tomar cualquier decisión militar debemos enviar mensajes políticos muy claros, y espero que la reunión extraordinaria de hoy del Consejo europeo sirva para eso», ha dicho el jefe de la diplomacia húngara. «La esencia de ese mensaje político es que Gadafi tiene que abandonar para que se creen las condiciones democráticas necesarias para iniciar la transición en Libia».

Veto a la delegación libia en El Cairo

El futuro de Libia también será abordado por la Liga Árabe en su reunión del sábado en El Cairo. Al encuentro acudirá la coordinadora de la política exterior de la UE, Catherine Aston, que ayer enfatizó la necesidad de contar con los países árabes para resolver el jeroglifico libio. Entre otras cosas se espera que la Liga ofrezca pistas a los europeos sobre quiénes están en el Consejo libio.

Fuentes de la Liga, que mantiene en suspenso a Libia en protesta por la represión y la violencia, han descartado que la delegación de emisarios enviada por Gadafi a la capital egipcia vaya a participar en la reunión de emergencia prevista para mañana. «No creo que sean admitidos porque la decisión de los ministros árabes fue suspender la participación de la delegación libia», ha anunciado Hesham Youssef.

Este responsable no ha querido cerrar del todo la puerta al diálogo con el régimen libio, al asegurar que podría producirse finalmente un encuentro con los emisarios del dictador pero no en el contexto de la reunión de la Liga Árabe. «Todavía no hay nada programado», ha aclarado. «Necesitamos discutir toda clase de detalles con las autoridadesa libias», ha justificado Youssef, que también ha dicho que hay contactos con los rebeldes del Consejo Nacional de Bengasi. «Estamos discutiendo con ellos la situación humanitaria y la situación en general. También nos interesa su evaluación de los acontecimientos», ha dicho. En la reunión de la Liga Árabe tampoco habrá ningún representante de la oposición libia.

Fuente:El País.

La UE se resiste al ‘pacto de competitividad’ de Merkel y Sarkozy

Bruselas.- Los socios del euro quieren ser más competitivos, pero no todos tienen tanta prisa por parecerse a Alemania.
En una pequeña revuelta contra el eje franco-germano que gobierna la UE, varios jefes de Estado y de Gobierno rechazaron las ideas para retrasar la edad de jubilación o acabar con la revisión automática de salarios según la inflación.

La canciller Angela Merkel y el presidente Nicolas Sarkozy apoyan un «plan de competitividad» para sus vecinos del euro, dispuestos a más coordinación económica, pero reticentes a los detalles que intentan imponer la alemana y el francés como condición a la ampliación del fondo de rescate de la zona euro.

Los dos escenificaron su pacto en una declaración conjunta previa a la comida donde se discutieron los particulares que gustan poco a los vecinos. «Francia y Alemania van a demostrar que defendemos el euro. No sólo como moneda, eso se da por supuesto, sino que el euro es también un proyecto político», anunció Merkel con Sarkozy a su lado. Y serán «más que palabras», según la canciller.

En una intervención para cámaras, fotógrafos y reporteros sin derecho a preguntar, el presidente francés aseguró que «el eje entre Alemania y Francia es extremamente fuerte» y logrará que su llamado pacto de competitividad se traduzca en medidas concretas antes del final de año.

Bélgica y Luxemburgo, los únicos países de la UE donde el ajuste de sueldos anual es obligatorio, rechazaron tajantemente una intromisión en sus normas. España, donde es una práctica habitual, aunque no esté en la ley, ya se ha mostrado cauta al respecto. Austria rechazó que los vecinos decidan a qué edad se jubilan sus ciudadanos. E Irlanda, pese a estar a punto de cambiar de Gobierno, insistió en que su impuesto de sociedades, el más bajo de la UE, es sagrado.

«Debe haber más cooperación económica, pero los Estados miembros deben tener espacio para llevar a cabo sus propias políticas», se quejó el primer ministro belga, Yves Leterme. Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo y de Luxemburgo, siempre ha defendido la coordinación, pero ahora tampoco le hace gracia que le toquen la revisión automática salarial o que los socios se metan en su fiscalidad.

Para evitar una revuelta en toda regla, durante la comida, Merkel y Sarkozy estuvieron muy moderados en sus intervenciones, según fuentes europeas, y ni siquiera llegaron a presentar un plan conjunto. Los detalles prefieren dejarlos para otra cumbre sólo con los socios del euro que se debería celebrar el 4 de marzo.

Los más dispuestos, hasta ahora, a cumplir con el retraso de la jubilación, la subida del impuesto de sociedades o las rebajas salariales son los eslabones más débiles de la cadena, España, Portugal o Grecia, pero la propia Francia se niega a que sus ciudadanos trabajen hasta los 67 años y tanto París como Berlín desconfían de que los funcionarios europeos inspeccionen sus cuentas.

La canciller Merkel dejó muy claro que pretende un pacto dentro del Eurogrupo, una reunión informal donde podría imponer su voluntad con mayor facilidad y a la que podría «invitar a otros países a participar». Berlín quiere involucrar, en particular, a Reino Unido.

Ampliación del fondo de rescate
En cualquier caso, el único compromiso firme y claro es que los miembros del euro ampliarán su fondo de 440.000 millones para prestar dinero a los países en apuros con intereses más bajos y condiciones menos estrictas.

Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, presentará un informe a principios de marzo donde se incluya el aumento del fondo de rescate y esta coordinación económica, que no pasa, de momento, de un compromiso político. Los jefes de Estado y de Gobierno de la moneda única aceptarán «el paquete» en su cumbre extraordinaria, pero el único pacto hasta ahora más claro es la ampliación del fondo «para asegurar la flexibilidad y capacidad financiera necesaria para aportar la ayuda adecuada», según dice la declaración aprobada hoy.

De un lado, se aumentarán las garantías para que la zona euro pueda prestar los 440.000 millones prometidos en mayo y que, por las reglas tan conservadoras de la sociedad de créditos inventada, no se pueden utilizar plenamente (ahora, el dinero que, de verdad, puede llegar a los Estados ronda los 250.000 millones).

Y, de otro, se acabará con uno de los principios básicos defendidos por Alemania en la creación del fondo, que un Estado pueda recurrir a él sólo cuando esté al borde del precipicio, pagando intereses alrededor del 8%, como en el caso de Grecia e Irlanda. La idea es, según fuentes europeas, «desdramatizar» el uso del fondo, que podrá comprar deuda pública, prestar a los Estados para que adquieran sus propios títulos o conceder créditos con menos condiciones sin esperar a que un país esté tan cerca del abismo.

Fuente:

Atacaron el perfil de Sarkozy en Facebook

PARIS, Francia.- El perfil de Facebook del presidente francés Nicolas Sarkozy fue hackeado ayer con un mensaje que aseguraba que había decidido no presentarse a la reelección en 2012, «debido a las excepcionales circunstancias que vive el país», argumentaba el texto agregado por desconocidos.

«Mi cuenta fue pirateada, quizá para recordarme que ningún sistema es infalible. Tomo nota de la lección de ortografía -el mensaje contenía varios errores-, pero no suscribo las conclusiones un poco apresuradas del mensaje», indicó el presidente en una aclaración publicada en la misma página que antes había sido violada.

El autor de la acción reenviaba, desde el mismo sitio del mandatario, a otro perfi llamado «Brindis de despedida de Nicolas Sarkozy». Allí se convocaba a los internautas a concentrarse el domingo 6 de mayo de 2012 en el café Le Fouquets, en París, donde el jefe de Estado celebró su victoria en la elección presidencial de 2007.

Fuente: AFP-Reuters

Francia: asumió el nuevo gabinete de Sarkozy pensando en 2012

El presidente coronó el mayor giro a la derecha de su mandato. El número tres del Ejecutivo, Juppe, dijo que aceptó el cargo para evitar la vuelta de la izquierda al poder en 2012.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, coronó hoy el mayor giro a la derecha de su mandato con la asunción de un nuevo gabinete abundante en conservadores, y el flamante número tres del Ejecutivo, Alain Juppe, dijo que aceptó el cargo para evitar el retorno de la izquierda al poder en 2012.

En vísperas de una entrevista de Sarkozy con canales de TV para discutir el nuevo gabinete, los ministros entrantes asumieron sus cargos en un gobierno que según opinión unánime constituye una movida de fichas para mejorar la pobre aprobación popular del presidente y mejorar sus chances de reelección en dos años.

El acto de traspaso evidenció la tirantez resultante de las duras negociaciones que, durante el fin de semana, precedieron a la formación final del nuevo gabinete purgado de centristas, varios de los cuales expresaron hoy críticas al recambio e incluso se negaron a dar el habitual discurso de despedida en el acto.

Según la reestructuración, anunciada ayer, los Ministerios más importantes fueron para dirigentes de derecha de la vieja guardia, como Juppe, alcalde de Burdeos y hombre del ex presidente Jacques Chirac, el padre de los actuales conservadores.
El primer ministro, Francois Fillon, conservó su cargo.

El ministro de Defensa saliente, el centrista Herve Morin, descalificó al nuevo gabinete como un «equipo de campaña» horas antes de ser anunciado, y hoy dijo a periodistas que «este gobierno muy claramente busca el combate electoral».

«Francia necesita pluralismo y democracia equilibrada», pero «desde abril de 2010, el jefe de Estado está en desacuerdo con este enfoque y por tanto, yo no podía seguir en el Gobierno», agregó, citado por la cadena de noticias CNN.

Juppe, por su parte, dejó en claro que las elecciones presidenciales de 2012 marcarán la agenda del gobierno y la suya en particular.
«No quiero ver a la izquierda volver al poder, y estaré feliz si puedo servir estando en el gobierno», declaró el titular de Defensa.

Morin no dio su discuso de despedida durante el acto en el Elíseo de traspaso del cargo a Juppe, en una situación que repitió la acaecida segundos antes, cuando el ministro de Medio Ambiente saliente, el centrista Jean-Louis Borloo, evitó el micrófono al entregar su cartera a Nathalie Kosciusko-Morizet.

«Prefiero recuperar mi libertad de propuesta y de palabra al servicio de mis valores, que no son circunstancias, en primera fila de los cuales sitúo la cohesión social», dijo Borloo.

Sarkozy había dicho meses atrás que planeaba modificar su gabinete luego de promulgar la polémica reforma previsional, algo que hizo el miércoles pasado. La ley, que elevó la edad jubilatoria de 60 a 62 años, desató masivas protestas que pusieron al país al borde del desabastecimiento de combustible.

El nuevo ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, se comprometió hoy a dialogar con los sindicatos que se opusieron a la reforma, pero se espera que la reorganización del gabinete traiga más recortes al presupuesto.

Sarkozy explicará mañana a los franceses en televisión en horario de máxima audiencia los motivos de la remodelación del gabinete.
Según informó hoy su consejero de comunicación, Franck Louvrier, el mandatario responderá preguntas de tres periodistas de TF1, France 2 y Canal Plus a partir de las 20.15 (16.15 de Argentina).

La entrevista servirá también a Sarkozy para dar a conocer la `hoja de ruta` de su nuevo Gobierno, cuyas prioridades, según dijo hoy la ministra de Economía -que mantiene el cargo-, Christine Lagarde, serán «empleo, sanidad y seguridad».

Por su parte, está previsto que Fillon comparezca el próximo 24 de noviembre ante la Asamblea Nacional para pronunciar su discurso de política general en el que expondrá las grandes líneas del nuevo gabinete.

Fuente: lavoz.com.ar

Sarkozy afirma que los violentos «no tendrán la última palabra»

Escalada bajo control entre Nicolas Sarkozy y los sindicatos, que han convocado dos nuevas jornadas de protestas masivas contra la reforma del sistema nacional de pensiones. El presidente promete «mano dura», y denuncia a quienes «están secuestrando la economía, las empresas y la vida cotidiana de los franceses, amenazando con destruir empleos».

El Gobierno ha hecho en el Senado algún gesto simbólico hacia los sindicatos menos radicales. En vano. Las centrales, unidas, han convocado el próximo día 28 y el 6 de noviembre dos nuevas jornadas de huelgas y manifestaciones nacionales. Se trata de dos fechas simbólicas, con una pausa vacacional para los estudiantes. El Senado, a instancias del presidente, ha decidido recurrir al procedimiento de urgencia para aprobar rápidamente, probablemente hoy, la ley en curso de ratificación. En principio, el proyecto pudiera estar listo para su aprobación final, al alimón, en la Asamblea Nacional y el Senado el próximo día 26. Tras esa aprobación, la ley debe ser sancionada por el presidente y promulgada, el 6 de noviembre.

Con mucho cálculo táctico y político, los sindicatos han decidido prolongar la prueba de fuerza. La
próxima huelga coincidirá con la aprobación parlamentaria definitiva. Las centrales desean lanzar una nueva advertencia, y volverán a la carga el 6 de noviembre con la promulgación de la ley.
Ante el ruidoso diálogo de sordos con los sindicatos, Sarkozy ha decidido acelerar su acción de Estado en todos los frentes. La ley será aprobada por el procedimiento de urgencia, mientras el Gobierno intenta normalizar los suministros de combustible, que continúan bloqueados en buena parte de Francia.

Por su parte, el presidente de la República asume un nuevo tono más duro y severo contra los sindicatos y contra los grupúsculos violentos que, estudiantes o no, provocan ásperos enfrentamientos con los antidisturbios al final de muchas manifestaciones estudiantiles.

«Secuestrar la economía»

En vísperas de unas vacaciones de otoño que suelen provocar grandes atascos en las carreteras, a partir de este fin de semana, Sarkozy lanza una carga de fondo contra los sindicatos: «Nadie tiene derecho a tomar como rehenes al resto de los ciudadanos… Francia no puede ser el único país del mundo en el que una minoría bloquea una reforma indispensable y justa de la que se beneficiará todo el mundo. Rechazando esta reforma se corre el riesgo de secuestrar nuestra economía, perturbar el trabajo en las empresas, complicar la vida de los franceses, amenazados con la destrucción de más empleo».

Sarkozy no olvida el frente estudiantil. En París y varias ciudades periféricas se sucedieron ayer un rosario de manifestaciones relativamente modestas. Con frecuencia, al final de muchas de ellas, grupos violentos provocan incidentes. Se trata de un empeño fácilmente inflamable, que inquieta a maestros, profesores y familias. Consciente de ello, Sarkozy también lanza severas advertencias: «No serán los violentos quienes tengan la última palabra. Todos serán arrestados y castigados. En nuestra democracia hay muchas formas de expresarse, pero la violencia no es aceptable, jamás».

Los ministros de Interior y Transportes esperan normalizar la distribución de carburante «en los próximos días», coincidiendo con la tregua vacacional. Tras varias semanas de manifestaciones y huelgas, estudiantes y sindicalistas no dudan en tomarse un respiro que pudiera durar unos días, entre las grandes manifestaciones del próximo día 28 y el 6 de noviembre. Sarkozy espera que esa tregua diluya parcialmente la protesta, cuando la ley sea promulgada definitivamente. Los sindicatos afirman estar dispuestos a prolongar la crisis «indefinidamente».

Fuente: ABC

Sarkozy ordena abrir los depósitos de carburante

Nicolas Sarkozy dio órdenes estrictas para la «restauración del orden» y el «desbloqueo» de refinerías y depósitos de carburante, y así «evitar que los desórdenes penalicen a los franceses más vulnerables». Pero en los frentes sindical, estudiantil y parlamentario se multiplicaban las escaramuzas.

Unas 4.000 de las 12.500 gasolineras de Francia tenían problemas de abastecimiento. Laurence Parisot, presidente del Medef (Movimiento de las empresas de Francia, patronal), temía «perturbaciones sensibles» en la construcción y en las obras públicas. Jean-Eudes du Mesnil du Buisson, secretario general de la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas, estimaba que «nuestros trabajadores comienzan a tener problemas para llegar a sus puestos de trabajo».

Consciente de que tal situación puede desembocar en una crisis económica y social de gran importancia, Sarkozy elevó el tono de la respuesta a los sindicatos, y dio a su ministro del Interior instrucciones para restaurar el orden.

Desde el viernes pasado, las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS, antidisturbios) han «liberado» o «desbloqueado» una veintena de depósitos de carburante en toda Francia. En la mayoría de los casos, los huelguistas se plegaron sin resistencia. Allí donde la hubo, las CRS entraron en acción. En ocasiones, los huelguistas volvieron a bloquear o intentar bloquear los depósitos. Brice Hortefeux, titular de Interior, subrayó que todas las refinerías y depósitos serán liberados o desbloqueados en un plazo de «varios días».

François Fillon, primer ministro, estimó que el abastecimiento se iba a «normalizar» con relativa rapidez.
Por su parte, los estudiantes de bachillerato prolongaron el bloqueo de institutos. Volverán a manifestarse en París, en solitario. Las CRS ha practicado unas 1.400 detenciones de «elementos violentos». Y ayer volvieron a sucederse incidentes menos significativos en Lyon y otras ciudades.

Mientras, los sindicatos oscilan entre la inquietud hacia los movimientos incontrolados, la decisión de prolongar indefinidamente la protesta, y la tentación de tirar la toalla.

Decisiones estratégicas

Los sindicatos se reúnen para tomar decisiones estratégicas. Algunos desean convocar nuevas jornadas de huelga y manifestaciones. Están dispuestos a embarcarse en una batalla más larga. Otros dudan. Calculan los riesgos de la retirada o la prolongación de la crisis. Finalmente, hay fracciones que han anunciado ya la retirada: no participarán en nuevas manifestaciones.

La división sindical será determinante. Pero los sindicatos son conscientes de que también ellos arriesgan mucho. La prolongación de la crisis agravaría todas las tensiones nacionales. La multiplicación de incidentes violentos, durante los últimos días, hace reflexionar a muchos sindicalistas. Pero el mar de fondo continúa: contestan una Ley que sigue su inexorable curso parlamentario, con la lejana esperanza de conseguir futuras matizaciones.

En el Senado, los grupos de izquierda hicieron ayer un «llamamiento solemne» al Gobierno para que retire un proyecto cuya aprobación y ratificación parlamentaria pudiera terminarse en cuestión de días.
Sarkozy espera que el Senado apruebe la Ley, a más tardar, este fin de semana. Aprobada por el Senado, una comisión de diputados y senadores debe reunirse el próximo lunes para redactar el texto final, que pudiera adoptarse definitivamente el día 27, cuando lo ratifiquen las dos asambleas, el Senado y la Asamblea Nacional (AN). Sarkozy ha pedido a sus ministros que aceleren el complejo proceso de la aprobación de esta Ley.

Ante un calendario tan ajustado, el ministro del Interior ha recibido la consigna de firmeza y orden, con «serenidad»: el más mínimo incidente tendría consecuencias imprevisibles. El Gobierno espera que las vacaciones de otoño, que comienzan este fin de semana, desactiven total o parcialmente la protesta estudiantil.

A la espera de la decisión de los sindicatos, el presidente Nicolas Sarkozy confía en que su determinación personal, en todos los frentes, discreta pero palmaria, tenga un doble efecto disuasivo y político. Confía, a la postre, en ganar crédito ante sus electores conservadores o moderados, ante Francia, ante los analistas internacionales.

Fuente: ABC

Sarkozy rompe el cerco y abastece los aeropuertos de París

Nicolas Sarkozy ha dado orden de usar todos los recursos del Estado para asegurar los abastecimientos de queroseno y gasolina en los aeropuertos y gasolineras. Los sindicatos amenazan con el bloqueo de las refinerías y el tráfico nacional, cuando los camioneros deben sumarse a un conflicto que entra en una fase determinante.
Brice Hortefeux, ministro del Interior, declaró que las fuerzas del orden están dispuestas a intervenir, allí donde sea necesario, para «liberar» refinerías o carreteras, en huelgas o bloqueadas, en distintos puntos de Francia.
Un número significativo de técnicos que no están en huelga aseguraron el buen funcionamiento de los abastecimientos a los aeropuertos parisinos de Orly y Charles-de-Gaulle, provocando la cólera de los sindicalistas que pretendían provocar la penuria de carburante.
Los ministros de Economía y Trabajo y el secretario de Estado para Transportes repitieron, en todos los tonos, que «Francia no sufrirá penuria o el desabastecimiento de transportes».
Ante la firmeza gubernamental, los sindicatos anuncian dos jornadas espectaculares. Este lunes está prevista la entrada en huelga de varios sindicatos de camioneros, que pudieran intentar bloquear o perturbar el tráfico nacional y la distribución de carburantes.
Los sindicatos de camioneros anuncian «movimientos que van a hacer mucho daño», guardando un cierto suspense sobre tales acciones, con las que esperan «doblegar» al Gobierno de Nicolas Sarkozy. Se trata de la gran incertidumbre de la crisis. Las huelgas a repetición no han paralizado, de momento, Francia. Las jornadas de huelgas «indefinidas» no han llegado a cuajar. La irrupción de los camioneros en la crisis marca un giro imprevisible.
Mañana martes está convocada una nueva jornada de huelgas y manifestaciones. Los sindicatos vuelven a anunciar la parálisis de Francia, que, hasta ahora no han conseguido nunca, durante esta crisis.
Por su parte, el Gobierno espera que el Senado vote definitivamente miércoles o jueves la gran reforma del sistema nacional de pensiones.
Los sindicatos más radicales ( FO, CGT y Solidaires) desean prolongar la crisis y la prueba de fuerza, incluso si la reforma queda aprobada por el Senado y la Asamblea Nacional.

Fuente: ABC