El noroeste de Buenos Aires atraviesa una situación delicada por el exceso de lluvias. Muchos campos de Azul, Bolívar, Carlos Casares y Pehuajó se encuentran anegados. Los trabajos de cosecha se paralizaron y hay más de medio millón de cabezas de ganado en riesgo. En el entorno de Daniel Scioli admiten que no se les cobrará impuestos a quienes no puedan pagarlos.
La campaña 2011/12 pareciera estar marcada por una serie de hechos desafortunados: primero fue la caída de precios internacionales, luego la sequía y el intento de aumento del impuesto inmobiliario rural y ahora el exceso de lluvias que dañó varios campos.
Ocurre que desde que comenzó el mes de mayo prácticamente no ha parado de llover en algunas de las principales regiones productivas de la provincia de Buenos Aires. En este sentido, las localidades más afectadas son Azul, Carlos Casares, Pehuajó y Bolívar.
La preocupación de los productores va en aumento dado que las precipitaciones -que produjeron severas inundaciones en algunas zonas- están impidiendo realizar trabajos de cosecha (todavía falta recolectar casi la mitad de la soja y el maíz de la región).
Asimismo, en las localidades ganaderas se registran serios problemas para trasladar hacienda, mientras que existen complicaciones para sacar leche de los tambos y llevar insumos a los campos (Bolívar, por ejemplo, tiene un rodeo de 500.000 cabezas).
En diálogo con La Política Online, Fernando Alzueta, presidente de la Sociedad Rural de Bolívar, señaló que “estamos gestionando la posibilidad de que los productores no se vean obligados a pagar los impuestos municipales, provinciales y nacionales”.
El propio intendente de Azul, José Inza, decretó la emergencia hídrica y confirmó que los jefes comunales de la región gestionarán la “postergación de las obligaciones impositivas par los productores que demuestren daños considerables”.
Por tal motivo, y como suele ocurrir cuando se registra algún evento climático desfavorable para el campo, no son pocos los dirigentes rurales que vuelven a insistir con un reclamo histórico del sector: la eliminación de las retenciones.
“Se puede tomar cualquier tipo de medida, pero lo cierto es que lo único que soluciona el problema de fondo es la eliminación de las retenciones, sobre lo cual hay que volver a insistir”, dijo a este medio un alto dirigente del campo que prefirió no ser identificado.
En este contexto, se complica aún más la intención del kirchnerismo de sancionar en Diputados el aumento del inmobiliario rural en Buenos Aires, tal como llegó del Senado (probablemente termine negociándose con sectores opositores con el campo incluido).
Reuniones
El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, encabezó este lunes una reunión con el Gabinete de Emergencias para supervisar los avances de las acciones para afrontar las situaciones por inundaciones que se presentan en el interior provincial.
Luego de una primera etapa, donde se asistió a los evacuados en los distritos más afectados con colchones, frazadas, calzados y alimentos, Scioli instruyó a sus ministros a trabajar para “buscar la plena normalización” de la situación.
El ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, convocó a la Mesa de Emergencia para el próximo miércoles, para trabajar sobre aquellos lugares que están en situación crítica. “No les vamos a cobrar impuestos a quienes no lo puedan pagar”, dijo.
En tanto, el ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, afirmó que trabajan sobre la conectividad vial para lograr sacar la producción agropecuaria “buscando caminos alternativos”, aunque confirmó que todavía “no hay situación de aislamiento”.
Por su lado, dirigentes agropecuarios de las localidades afectadas vienen manteniendo encuentros desde la semana pasada. Asimismo, se prevé que representantes de la Mesa de Enlace bonaerense visiten en estos días los campos inundados.
La idea de los dirigentes del campo es obtener un relevamiento concreto de los daños que produjeron las lluvias para poder finalmente realizar un reclamo conjunto que tenga que ver con lo antes mencionado: la exención de impuestos.
Sin embargo, para tener un panorama y establecer los pasos a seguir deberán esperar algunos días más hasta que, al menos, vuelvan a reestablecerse los caminos rurales y sea posible ingresar a los campos en condiciones normales.
La situación zona por zona
Según estiman los funcionarios a cargo del tema, en poco más de cuatro meses y medio las localidades del noroeste de la provincia de Buenos Aires ya recibieron más lluvias de lo que marca el promedio histórico de la región.
En Azul, una de las ciudades más afectadas, en los últimos 4 meses llovieron unos 1000 milímetros, cuando el promedio anual es de 800 milímetros. “Tenemos que tomar medidas estructurales para poder paliar esta situación”, sostuvo el ministro Arlía.
En la zona de Bolívar, por ejemplo, en lo que va de mayo cayeron unos 350 milímetros y lleva acumulados en el año entre 800 y 1000 milímetros. En la zona se registran serios inconvenientes para retirar la hacienda de las zonas anegadas.
En Carlos Casares, en tanto, se hará uso del artículo 53 de la Ley de Expropiación, con el objetivo de construir un canal de dos kilómetros en un terreno privado de 8 hectáreas, que permitirá evacuar el agua más rápidamente.
En Pehuajó, a unos 80 kilómetros, la situación también es crítica. Actualmente hay unas 300.000 hectáreas bajo agua sobre un total de 450.000 que posee el partido. Buena parte de los caminos rurales se encuentran prácticamente intransitables.
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