José Mujica rechazó la renuncia del funcionario que denunció las coimas

El funcionario del presidente uruguayo había admitido sobre actos de corrupción en una comisión bilateral uruguayo-argentina.
El presidente uruguayo, José “Pepe” Mujica, no aceptó la renuncia de Julio Baráibar, el funcionario que había dimitido a su cargo tras mencionar un presunto «intento de soborno» durante negociaciones por el dragado del canal Martín Garcia.

Baráibar volvió este martes a su cargo, respaldado por el mandatario uruguayo. «No se le aceptó la renuncia y seguirá trabajando», indicó una fuente de la Cancillería uruguaya según difundieron los medios de ese país, y se agregó que se consideraba «muy valioso» el trabajo del embajador.

Baráibar presentó su renuncia tras admitir, durante una entrevista con radio Uruguay, que estaba en conocimiento de un intento de soborno al embajador Francisco Bustillo para beneficiar a una empresa en el dragado del canal Martín García.

El funcionario contó a la edición del martes del diario uruguayo La Diaria que el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, con el respaldo del presidente José Mujica, «resolvió no aceptar» su dimisión.

El embajador había renunciado el pasado miércoles mediante nota enviada a la Cancillería tan sólo unas horas después de haber dicho en declaraciones a la emisora local que el Ejecutivo de su país sabía desde hacía dos años de la existencia de intentos de soborno en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), pese a las reiteradas negativas en ese sentido emitidas por el Ejecutivo.

En su denuncia, Baráibar apuntó que lo que en un primer momento había sido un conocimiento «personal» que recibió de la persona a la que intentaron sobornar en «un acto de confianza» no eran más que «comentarios que llegaron a sus oídos» y que por tanto su afirmación era «un error» que le correspondía tan solo a él.

Esta situación, sin embargo, fue interpretada de forma muy distinta por la oposición uruguaya, que consideró a Baráibar como «la primera víctima» de la «política equivocada del Gobierno en su relación con la Argentina», según dijo a Efe el senador del Partido Nacional Gustavo Penadés.

«Esto pone a Uruguay en un lugar complejo, porque el problema de corrupción es argentino, pero dimiten uruguayos, y eso nos debilita», añadió.
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