Ganancias, un impuesto que nació hace 83 años

Se creó bajo la presidencia de Uriburu, en 1932. Axel Kicillof se lo había atribuido al general Perón.

En un nuevo giro por tratar de justificar la falta de actualización del mínimo no imponible y de las escalas del impuesto a las Ganancias, el ministro de Economía, Axel Kicillof, defendió la existencia del tributo y aseguró que fue creado por “el general Perón”. Acertó en el grado, pero fue otro general el encargado de promulgar el decreto ley que, con las sucesivas modificaciones, se mantiene de manera “provisoria” hace 83 años.

La historia indica que en los primeros días de 1923, Rafael Herrera Vegas, ministro de Hacienda del presidente Marcel T. de Alvear, le encomendó a uno de sus jóvenes colaboradores una tarea que por entonces parecía más una aventura de un explorador que el trabajo de un economista.

El veinteañero debía trasladarse a la remota Australia para informarse sobre la características del “impuesto a los réditos”, una novedosa herramienta impositiva que buscaba captar parte de la renta financiera. Hacia Australia fue, entonces, Raúl Prebisch, con el propósito de conseguir todos los detalles que desembocarían en la primera reforma impositiva de la Argentina moderna.

Pero el desplazamiento de Herrera Vegas por Víctor Molinas postergó la tarea para otra década, otro gobierno… y otro régimen.
Mal que le pese a Kicillof, el impuesto a las Ganancias no fue una creación del ex presidente Juan Domingo Perón. El “impuesto a los réditos”, tal su denominación original, es fruto de la ley 11.586, del 19 de enero de 1932.

Por entonces, Prebisch había ascendido a subsecretario de Hacienda y el presidente era José Félix Uriburu, el primer dictador argentino del siglo XX.

La historiadora Ana Virginia Persello recreó el momento en que Prebisch convenció a Uriburu para que firmara el decreto-ley. Si no lo hacía, dejaría la Presidencia (para lo que faltaba solo un mes) con un importante déficit fiscal. El dictador se horrorizó ante esa posibilidad y al año siguiente, Agustín P. Justo, con la formalidad de la sanción de un Congreso marcado por el fraude, le dio sustento legislativo a través de la ley 11.682, que estableció la vigencia del impuesto hasta el 31 de diciembre de 1934.

En los 83 años transcurridos desde el decretazo de Uriburu, el impuesto dejó de ser una curiosidad proveniente de Oceanía para convertirse en una de las columnas de la estructura tributaria nacional. Hoy, la identificación del destino de su recaudación es poco menos que una tarea detectivesca: según el texto ordenado de la ley 20.628 de 1997 (65 años después de la ley original), 120 millones de pesos anuales van a parar a la Anses, 20 millones anuales para refuerzo de la cuenta especial 550, “Fondo de Aportes del Tesoro Nacional a las Provincias” (ATN) y $ 440 millones al conjunto de las provincias según la ley de Coparticipación Federal.

Luego de esas detracciones, otro 20% para la Anses, el 10% hasta un tope de 650 millones de pesos a la provincia de Buenos Aires y su excedente se distribuye entre el resto de las provincias, el 2%al Fondo de ATN y el 4% por ciento a las Provincias, excepto la de Buenos Aires. El 64% que queda se distribuye según la ley de Coparticipación.

Pero en los últimos años, la preocupación no pasa tanto por encontrar la salida de ese laberinto, sino por la falta de adecuación del mínimo no imponible y de las escalas de la llamada “Cuarta Categoría”, es decir, las deducciones de Ganancias sobre los salarios. En una particular interpretación de la redistribución del ingreso, cada vez son más los trabajadores en relación de dependencia que se suman a tributar por un concepto tradicionalmente reservado para gerentes y ejecutivos.

Un reciente informe de la Asociación Argentina de presupuesto y Administración Financiera Pública da una pista para entender la razón de esta codicia recaudatoria: “los aumentos en el nivel general de precios (y de salarios) y la falta de actualización de los mínimos no imponibles de algunos tributos, permitieron a la Administración Pública Nacional obtener entre Ingresos Tributarios y Contribuciones a la Seguridad Social un excedente de $ 37.300 millones” sólo en 2014; una suma nada despreciable.

Proyecto para actualizarlo

La senadora radical y candidata a la vicegobernación de Mendoza, Laura Montero, presentó un proyecto de ley para actualizar el mínimo no imponible y las escalas de la alícuota del impuesto a las Ganancias, tributo cuestionado por el sindicalismo.
La finalidad del proyecto «es que se logren modificaciones sustanciales en dicha ley, a los efectos de evitar que el tributo alcance los ingresos de los asalariados», explicó Montero.

Montero incluyó en este proyecto un coeficiente basado en el salario mínimo vital y móvil con el cual se actualizarán en forma anual y de manera automática las deducciones, las escalas, tanto del impuesto a las Ganancias como del Monotributo.
losandes.com.ar

Un sindicalista afín a Cristina admite que «lo que pasa con Ganancias es injusto» y que el paro tendrá una gran adhesión

El titular de la Uocra, Gerardo Martínez, dijo que apoya el reclamo de los gremios que impulsaron la huelga de mañana, pero que no participará ya que apuesta al «diálogo» con el Gobierno

El jefe de la Uocra, Gerardo Martínez , uno de los sindicalistas preferidos de Cristina Kirchner, reconoció hoy que el impuesto a las ganancias «es injusto» y reconoció que es uno de los «temas pendientes» del Gobierno. A horas de que se inicie el paro convocado por los gremios en rechazo de la negativa de la Casa Rosada a discutir la suba del mínimo no imponible, el gremialista, que integra la CGT cercana a Balcarce 50, admitió que la huelga de mañana tendrá una «gran» adhesión.

Si bien sostuvo que comparte el reclamo de los sindicatos para que se introduzcan cambios en Ganancias, Martínez ratificó que la Uocra no participará de la medida de fuerza ya que no comparte «la metodología» y seguirá apostando al «diálogo» con el Gobierno.

«Los trabajadores constructores no nos vamos a sumar a esta medida de fuerza y, si no vamos a trabajar, es porque vamos a estar impedidos si no hay medios de transporte», resaltó en diálogo con radio América, según consignó la agencia DyN.

Los gremios del transporte impulsaron un paro nacional de 24 horas en reclamo de cambiar o eliminar el gravamen que se paga con los salarios. Además, exigen un aumento de emergencia para los jubilados y un sinceramiento del Gobierno sobre la inflación real.

«Es injusto lo que pasa con el impuesto a las ganancias», reconoció Martínez. «Dentro de los temas pendientes [con la Casa Rosada], el tema de Ganancias es una cuestión importante», agregó.

El titular de la Uocra, de buena sintonía con la Presidenta, admitió que es probable que la huelga, a la que adhieren las CGT opositoras, la CTA disidente y los bancarios, tendrá una gran adhesión.

«Esta medida de fuerza puede ser que tenga una gran relevancia, debido a que los medios de transporte en todo sentido se han adherido a esta medida y todos sabemos cuál es el nivel de injerencia que tienen los medios de transporte para que la gente pueda llegar a su lugar de trabajo», sostuvo.

Martínez integra la CGT cercana al Gobierno. Antonio Caló , que encabeza la central obrera, compartió los reclamos y dejó «en libertad de acción» a sus afiliados para adherir a la huelga…

Fuente: La Nación

A horas del inicio del paro, el Gobierno recibe a los empresarios del transporte

PARO NACIONAL

Los titulares de las cámaras patronales se reúnen con el jefe de Gabinete. Intentan frenar la medida de fuerza que ya sumó a la CGT de Moyano y a la CTA de Micheli.

El Gobierno nacional recibe esta mañana a los titulares de las cámaras del transporte, a horas del inicio de un paro convocado por los gremios del transporte y al que se han sumado la CGT Azopardo y la CTA opositora.

Aníbal Fernández recibe desde las 10 horas en la Jefatura de Gabinete a los empresarios, con los que conversará sobre la situación del sector y la discusión salarial en ese ramo. Hoy, Aníbal Fernández calificó de «político» al paro pero igualmente, analizará con los responsables de las cámaras del sector, posibles medidas para aplacar el alcance del paro.

Desde esta misma tarde, cuando empiece a oscurecer, se empezarán a sentir los primeros síntomas del paro de 24 horas convocado para mañana: habrá algunos vuelos que no podrán despegar por falta de tripulaciones, sobre todo en los servicios locales y regionales. Por eso, las aerolíneas ofrecieron cambiar la fecha de los pasajes ya emitidos para hoy, mañana y pasado, ya que no podrán garantizar la normalidad de los servicios. Además, la gente se apurará a regresar a sus casas para no quedarse sin colectivos o trenes que los lleven de regreso.

A partir de esta medianoche comienza el cuarto paro nacional convocado por gremios opositores a la gestión de Cristina. Los anteriores fueron en noviembre de 2012 y en abril y agosto del año pasado.

El reclamo principal es la modificación del Impuesto a las Ganancias que según cifras oficiales afecta a poco más de 1 millón de asalariados. Pero en la agenda sindical también se anotan las demandas de un aumento de emergencia a los jubilados, y medidas contra la inflación y la inseguridad, según expresó el camionero Hugo Moyano, al sumar a la CGT Azopardo la semana pasada y nacionalizar de esa manera la protesta.

Los gremios convocantes esperan lograr un alto acatamiento a partir de la adhesión decisiva de sindicatos como los colectiveros y los maquinistas de trenes de La Fraternidad. Desde la UTA ratificaron que no habrá colectivos de corta, media ni larga distancia. El paro afectará el transporte aéreo comercial, el de cargas, la actividad portuaria y marítima. Tampoco funcionarán los bancos por la adhesión del gremio La Bancaria y no habrá expendio de combustibles en las estaciones de servicio. Al paro adhirieron también la CTA Autónoma de Pablo Micheli, los estatales de ATE, municipales de la Ciudad y de Provincia, y varios sindicatos docentes, entre otros.

“Maldito impuesto al trabajo”, puede leerse en las calles en afiches que mandaron pegar los gremios. El Gobierno minimiza el reclamo y argumenta que sólo una pequeña parte de los asalariados tributa Ganancias. En números, un millón de trabajadores, algo más del 10 por ciento del total. Pero los gremios afirman que son 1,5 y hasta 2 millones los alcanzados por el impuesto. “El 80% de los trabajadores del transporte pagamos Ganancias”, afirma Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad.

Ante el argumento oficial de que solamente tributan los sueldos altos, Mario Calegari, de la UTA, sostiene: “Hay falta de conocimiento, en nuestro gremio hasta los viáticos están sujetos a Ganancias”.En tanto, en La Bancaria dicen que por la distorsión que genera el impuesto hay empleados jerárquicos que ganan menos que sus supervisados. En diciembre los gremios del transporte habían postergado este paro cuando Cristina Kirchner anunció que quedaba eximido de Ganancias el medio aguinaldo. Este año volvieron a la carga y el 19 de febrero, al lanzar la protesta, avisaron que era inamovible si no había cambios “de fondo”, no sólo subir el mínimo no imponible sino actualizar escalas y derogar la “tablita de Machinea”.

El reclamo por Ganancias se metió en la disputa electoral: Mauricio Macri, y también Sergio Massa, prometieron que de ser elegidos los trabajadores dejarán de pagar este impuesto, con el cual el Gobierno recaudó más de $ 111 mil millones en 2014.

El paro metió una cuña en la CGT oficialista de Antonio Caló, donde el viernes se debatió la posibilidad de darle “libertad de acción” a sus gremios adheridos. Se impuso la postura “dialoguista” con el Gobierno pero ya la UOM, significativamente, había decidido darle esa libertad a sus seccionales al considerar “legítimo” el reclamo por Ganancias. El gremio de la Alimentación de Rodolfo Daer se sumó al paro, y Luz y Fuerza haría su propia huelga el 8 de abril.

De una muy lejana perspectiva de arreglo (el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, escuchó las demandas de los gremios en la Casa Rosada) en las últimas horas se pasó a la esgrima verbal con el Gobierno.

El titular de la UTA, Roberto Fernández, denunció el viernes “aprietes y amenazas para romper el paro”, lo que se buscaría hoy en una reunión a la que fueron citados empresarios de colectivos en la Casa Rosada para discutir sobre los subsidios al sector.

Clarin.com

A horas del paro nacional, Kicillof insiste que no se modificará el piso de Ganancias

«Está muy bien en el nivel que está», dijo el ministro de Economía antes del paro del martes, donde los gremios de transporte reclaman por su actualización.

A horas del paro nacional convocado por el sindicalismo opositor, el ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó que el Gobierno no está pensando en modificar el piso del Impuesto a las Ganancias.

«El mínimo no imponible está muy bien en el nivel que está porque se ajustó muy fuerte hace dos años y después lo de las alícuotas se puede discutir», dijo el funcionario en diálogo con el diario Tiempo Argentino.

«Pero hay muchas formas de discutirlo porque creo que se basa en un engaño fomentado por un sector de la prensa que dice: ‘todos los trabajadores están mal porque se les cobra impuesto a las Ganancias’.Es más, ahora reconocen que bajó mucho la inflación y entonces el problema de las paritarias es el impuesto a las Ganancias», agregó.

La última vez que se modificó la escala fue el 27 de agosto del 2013. En términos reales, haytres escaladas de mínimo no imponible en la Argentina, aunque en términos generales no tributan el impuesto los que ganan menos de $15.000 brutos.

Infobae.com

«El paro no es político»

Para Aníbal Fernández el paro del martes «no es político», sino que busca «mejorar el nivel de ingreso para los trabajadores». Dijo que trata de «encontrar una salida, pero no puedo hacer magia».

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, evitó calificar de «político» el paro anunciado por los gremios del transporte para el próximo martes, al que se sumará la CGT de Hugo Moyano, y sostuvo que aunque trata de evitarlo, no puede «hacer magia».

Además, afirmó que «nadie puede negar que está de acuerdo con subir el mínimo no imponible» del Impuesto a las Ganancias, aunque reiteró que «hay que adaptarse a las posibilidades del momento».

«Sería injusto si diría que un trabajador reclama la suba del mínimo no imponible y lo calificara de político. Todo tiene que ver con la política, pero en este caso me quiero quedar con el pensamiento de que lo que se está buscando es mejorar el nivel de ingreso para los trabajadores, no mirarlo de otra manera», señaló el funcionario antes de ingresar a la Casa Rosada.

Fernández aseguró que mantiene diálogo con los gremios, y pese a que dijo que trata «por todos los medios de encontrar una salida», admitió: «No puedo hacer magia».

«Sigo hablando con ellos, aunque no nos reunamos. Trato por todos los medios encontrar una salida, pero si no se encuentra, no se encuentra. No puedo hacer magia», señaló.

Pese a afirmar que han buscado «alternativas» para evitar la medida de fuerza, el ministro afirmó que la posición de los gremios «parece irreductible». «La Presidenta, quien es la que realmente toma la decisión en este país de ese tipo de decisiones, tiene que bregar por todos, y a veces tiene que saber que estas cosas pueden suceder. Trabajamos para tratar de llegar a una situación positiva para todos, pero si no se puede, no tenemos forma de resolverlo», agregó.

Con respecto al tema del impuesto a las Ganancias, el principal reclamo de los gremios, el jefe de Gabinete admitió que todos están de acuerdo en modificar la base imponible, aunque dijo que «hay que adaptarse al momento».

«Las posibilidades del momento son que cada vez que usted sube el mínimo no imponible pone un freno a aquellos que están por ingresar al trabajo registrado. Cada vez que se levanta el mínimo no imponible, levanta ese límite, y esa es una posición solidaria a la que nosotros no queremos resignarnos», afirmó.
lapoliticaonline.com

Kicillof minimiza el paro: «Se armó un fetiche con el impuesto a las Ganancias»

El ministro de Economía negó que el gravamen afecte a la mayoría de los trabajadores, al asegurar que abarca a menos del 10% de la masa asalariada.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, rechazó hoy el paro lanzado por varios gremios al asegurar que “se armó un fetiche con el impuesto a las Ganancias”, al asegurar que sólo entre un 8 y un 11% de los asalariados lo paga”.

“Es un impuesto progresivo que alcanza a los salarios más alto. Ahora el tema de las alícuotas es más complicado porque lo cambia el Congreso y es un tema sofisticado”, apuntó.

En diálogo con Radio Metro, consideró que «un paro no es ni bueno ni malo”.

“No parece un reclamo universal de los trabajadores, afecta a una porción reducida, que son los que más ganan. Es un problema de un grupo pequeño», subrayó.
cronista.com

La CGT de Moyano se sumó al paro de transportes del próximo martes

El titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, convocó a un paro nacional de 24 horas para el próximo martes, en todas las actividades, en reclamo de modificar el impuesto a las Ganancias, un aumento de emergencia a los jubilados, la inseguridad y la inflación.

El camionero reiteró que «el eje» del paro nacional, que coincidirá con el dispuesto por los gremios del transporte, «es Ganancias, pero también los demás reclamos como el aumento a jubilados, la seguridad y la inflación».

Paralelamente, la CGT de Moyano prepara un plan de lucha que incluiría un paro nacional de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo y para ello convocó al Comité Central Confederal para el próximo 15 de abril.

La decisión fue adoptada pasado este mediodía por un plenario de secretarios generales que sesionó en la sede sindical de Azopardo 802, de esta capital.

Del cónclave participaron además de Moyano, Guillermo Pereyra (petroleros), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Amadeo Genta (municipales), Gerónimo Venegas (UATRE), Omar Plaini (canillitas) Abel Frutos (panaderos), Jorge Pérez Tamayo (pilotos), Julio González Insfrán (capitanes y oficiales navales), Ricardo Epelbaun (señaleros) y Domingo Pereira (ceramistas) entre otros.

Al término de las deliberaciones, Moyano -en diálogo con la agencia DyN- marcó diferencias con el paro convocado por los gremios del transporte terrestre aéreo y marítimo para ese mismo día al señalar que «nosotros convocamos a un paro nacional de todos los gremios, mientras que el de los gremios del transporte, al que yo pertenezco, es un paro sectorial».

Reiteró que «los gremios del transporte al que pertenezco tienen sin duda alguna un valor estratégico muy importante pero esto que nosotros estamos convocando es un paro nacional que involucra a todas las actividades».
minutouno.com

Planifican un paro de transporte para el martes: adhieren subtes, colectivos y trenes

El motivo de la manifestación es evitar que el gobierno aplique el Impuesto a las Ganancias. El paro iba a ser solo de trenes y subtes, pero en la última hora se sumaron los colectivos.

El secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, confirmó hoy la adhesión del sindicato al paro convocado por los gremios del transporte contra el Impuesto a las Ganancias aplicado a los salarios.

Además, advirtió que «hay gremios» que «van a acompañar» a los sindicatos del transporte, luego de que la Asociación Bancaria asegurara que iba a plegarse a la huelga si la UTA ratificaba su posición. «La Unión Tranviarios Automotor se adhiere a la medida del 31 de marzo porque, lamentablemente, en el Gobierno no hemos encontrado ninguna solución; así que está confirmado», dijo Fernández en diálogo con radio Mitre.

Y amplió: «Acá hay gremios que nos van a acompañar también en una medida más que el Gobierno va a tener…es lamentable que pase pero no escucha».

«La inflación supera todo. Acá no hay credibilidad. La inflación es cada vez más grande. Cuando uno en su casa gasta más de lo que entra, acá están las consecuencias», concluyó.
diarioveloz.com

Guerra de promesas: cómo quiere alivianar la carga del Impuesto a las Ganancias cada candidato a Presidente

Los políticos que pelearán en las próximas elecciones ya dieron algunas señales de los cambios que realizarán en el impuestos, si son elegidos. Qué se puede esperar de Mauricio Macri, Sergio Massa y Daniel Scioli. La importancia de un tributo que cada vez es más relevante en la recaudación total

A poco más de medio año de las elecciones que definirán quién será el reemplazante de Cristina Kirchner, arrancó con todo la «guerra de promesas» de los precandidatos presidenciales.

Aquello que comenzó tibiamente al inicio de este año -con anuncios sin mayores precisiones- tomó un giro con las recientes declaraciones del actual jefe de Gobierno porteño y líder del PRO, Mauricio Macri, que garantizó que eliminará el cepo cambiario el primer día al frente de la Casa Rosada.

Estos comentarios motivaron que el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, saliera al cruce y pusiera en duda la posibilidad de llevar adelante una medida de ese talante en tan poco tiempo.

Por el contrario, advirtió que lo ideal es realizar las cosas de manera gradual. Incluso, reafirmó su posición de ser el continuador del Gobierno kirchnerista al señalar que el Ejecutivo «viene demostrando cómo se van normalizando algunas situaciones sin tener que estar en campaña en un año político«.

El mismo camino seguiría el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, respecto al cepo, aunque con la certeza de que se pueden levantar las restricciones en 100 días.

Más allá del mercado cambiario, también existen otras variables que preocupan al electorado que los precandidatos planean captar, como la inflación, los beneficios socialeso el empleo.

No obstante, existe un tema que hace rato que está en la agenda de la gente y sobre el cual ya hubo algunas señales de los políticos de varios sectores respecto a qué realizarán: el alivio en el Impuesto a las Ganancias.

Si bien hubo algunos cambios en las propuestas originales, los candidatos opositorescoincidieron en la necesidad de reducir la presión impositiva que recae sobre los bolsillos de los empleados en relación de dependencia.

La gran duda se genera si el candidato del Frente para la Victoria termina siendo Scioli, ya que no realizó ningún comentario sobre el tema, aunque su postura seguramente será la de defender la posición oficial de no realizar cambio alguno.

Las modificaciones que planean los opositores
Massa es, de los tres precandidatos a Presidente, el más activo respecto a la necesidad de un cambio en el gravamen -que, según el mismo ministro de Economía, Axel Kicillof, hace que unos 11 millones de dependientes paguen el tributo-.

Ya desde su candidatura a diputado en 2013, el ex intendente de Tigre reclamó el ajuste inminente del denominado mínimo no imponible de Ganancias y hasta presentó -a través de sus aliados- un proyecto de ley para introducir reformas.

En aquel momento, le sirvió para hacerse un lugar en el Congreso. En abril pasado, y ante la negativa del Ejecutivo, elevó una nueva iniciativa en la que apuntaba a liberar a aquellosempleados con sueldos inferiores a $19.590 brutos.

Al mismo tiempo, la propuesta determinó un piso de $12.164 para los dependientes solteros y de $17.615 para los casados con dos hijos. Además, incluía un ajuste automáticode las deducciones y cargas de familia en base a un coeficiente de variación salarial (RIPTE).

Los números no parecen acompañarlo en las últimas encuestas. Este, tal vez, fue el motivo por el cual salió a redoblar su apuesta. Tal es así, que el martes afirmó que «a partir de diciembre los trabajadores no pagarán más Impuesto a las Ganancias«.

Incluso, en su afán por estar presente en las redes sociales, terminó confundiendo los términos y reclamó al Gobierno a través de su cuenta de Twitter «la baja del mínimo no imponible», algo que invitó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a chicanearlo.

«Estás haciendo pis fuera del recipiente. Si baja el mínimo no imponible aumenta el universo de personas que paga el impuesto», fueron las palabras del funcionario kirchnerista.

Por su parte, y no muy alejado de la idea de reducir la presión que ejerce el gravamen sobre los ingresos de los empleados, Macri también tiene planeado elevar los valores de lasdeducciones y cargas de familia.

Al menos así lo manifestó públicamente cuando aseguró que «no va a haber más Impuesto a las Ganancias para los trabajadores», al tiempo que aclaró que este tributo «lo va a tener que pagar la gente que más plata gana».

«No puede ser que se haya transformado en un tributo que lo paga cualquier empleado, producto de la inflación», puntualizó el Jefe de Gobierno.

«Lo vamos a cambiar el primer día, porque eso deviene de la estafa que es la inflación: hoy cobramos un montón de billetes de 100 pesos que valen muchísimo menos que hace diez años, entonces no te pueden cobrar  Ganancias porque hoy los salarios tienen menor capacidad adquisitiva«, explicó.

En el mismo sentido, señaló que «la inflación es el impuesto más perverso que un gobierno le puede cobrar a su gente, porque es un monstruo que crece y devora a todos, primero a los que menos tienen».

En tanto, existe una propuesta del PRO en el Congreso, que fue presentada por Federico Pinedo y Federico Sturzenegger, y que pretende aumentar considerablemente el pisoen Ganancias.

En concreto, establece un incremento del 56% de las deducciones y cargas de familia, que dejaría el mínimo no imponible en $10.824 para empleados solteros y $14.971 para los casados con dos hijos.

Asimismo, la iniciativa apunta a descontar los intereses que se pagan por créditos hipotecarios (con un tope de $200.000) y propone una actualización automática cada seis meses, también en base al RIPTE.

Scioli: entre la espada y la pared
El precandidato que no la tiene tan fácil es Scioli. Ocurre que, en su afán de mostrarse como la continuidad del kirchnerismo en el Gobierno, no puede salir a criticar la posición tomada por Cristina.

No obstante, es claro que alguna modificación deberá introducir. Es que, tal como diera cuentaiProfesional en varias ocasiones, la última reforma importante tuvo un efecto de muy corto plazo.

Ya en 2014 se generaron un sinnúmero de desigualdades, tales como el hecho de que algunos dependientes paguen y otros no lo hagan pese a tener iguales ingresos. La clave para entender esta situación radica en el decreto 1242.

El mismo determina quién debe afrontar el gravamen en base a los ingresos percibidos entre enero y agosto de 2013. Atar la condición de «contribuyente» a un determinado período, hizo que algunos sigan disfrutando de la exención pese a recibir generosos incrementos, mientrasotros carguen con la cruz del impuesto aún cuando cobran menos que los beneficiados.

No sólo eso. De persistir esta posición, la situación podría ir empeorando. Con los próximos aumentos, muchos jefes ganarán menos que sus subordinados por culpa de Ganancias, generando una suerte de «solapamiento impositivo».

Asimismo, se dará el caso de una gran cantidad de empleados «primerizos» que quedarán en la órbita del gravamen. Esto es así porque la remuneración que hay que tener en cuenta como base (en caso de no haber recibido sueldos entre enero y agosto de 2013) es la primera. Y, debido a la inflación que empujó los incrementos salariales, cada vez es más fácil llegar a los $15.000 brutos.

Sin embargo -y más allá de la realidad de un impuesto que necesita ser ajustado-, la situación del actual gobernador bonaerense se complica un poco más, si se tiene en cuenta que hace apenas unos días recibió el apoyo de la CGT oficialista que conduce el metalúrgico Antonio Caló.

Es que el gremialista es, pese a su acercamiento con el Gobierno, uno de los que reclaman con mayor insistencia el aumento en el gravamen. Y, si el sindicato apoya la candidatura, probablemente también solicitará un guiño en este sentido, si Scioli se pone la banda presidencial.

Ganancias, un impuesto cada vez más importante
Más allá de las promesas que puedan realizarse en estos días, lo que no debería quedar fuera del análisis de los futuros candidatos a Presidente es la creciente importancia que tiene Ganancias en la recaudación total.

Esto no es un dato menor, si se tiene en cuenta que el impuesto terminó posicionándose como uno de los más importantes en la masa de ingresos fiscales. En efecto, mientras que los fondos crecieron en 2014 a un ritmo del 36%, el gravamen subió un 45 por ciento.

De esta manera, se transformó en el único gran tributo -junto con las retenciones a las exportaciones, que son menos importantes en volumen- que trepó a una velocidad incluso mayor que la inflación.

Esto explica en gran parte el motivo por el cual a Cristina no le agrada la idea de introducir un cambio. Más, si se tiene en cuenta que desde 2009 hasta el año pasado su «peso» se incrementó nada menos que en 4,6 puntos porcentuales en el total recaudado.

La propia Presidenta, al anunciar en diciembre pasado el alivio del medio aguinaldo para quienes tributan, recurrió a los números de la recaudación impositiva para justificar que, sin Ganancias, ocurriría un verdadero colapso en el financiamiento de varios rubros del gasto del Estado, incluyendo los programas de asistencia social.

Durante los dos primeros meses del año también tuvo un papel fundamental. Mientras que enenero representó un 22% del total recaudado, en febrero ese porcentaje se incrementó a un 23,6 por ciento.

Por este motivo, los candidatos deberán considerar una fuente alternativa de ingresos si es que quieren aliviar los bolsillos de los asalariados sin aumentar aún más el rojo fiscal.

Fuente:  iProfesional

El Gobierno anunció la posibilidad de cambios en Ganancias

Aníbal Fernández aseguró que la Presidenta «monitorea» la posibilidad de elevar el mínimo no imponible de ese tributo, pero evitó dar mayores precisiones.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró hoy que la presidente Cristina Kirchner «monitorea día a día» la posibilidad de modificar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, el principal reclamo de los gremios del Transporte con los que ayer estuvo reunido.

«Me he cansado de decir que la Presidenta monitorea día a día cuál es el momento en que menos daño provoca una decisión de esa característica», señaló Aníbal.

En su contacto habitual con la prensa antes de ingresar a la Casa de Gobierno, el funcionario afirmó que volverá a reunirse con los sindicatos, y dijo que «la razonabilidad tiene que primar» de cara al paro anunciado para el próximo 31 de marzo.
diarioveloz.com

Massa: «Exigimos al Gobierno que suspenda ya el cobro de Ganancias»

LA PELEA ELECTORAL. «Lo que el trabajador gana en paritarias lo pierde en la AFIP», aseguró el líder del Frente Renovador.

Con la Casa Rosada ignorando sus propuestas -y las de otros- para bajar el peso del impuesto a las Ganancias en los salarios, Sergio Massa decidió subir la puesta hoy y pidió directamente que lo den de baja. Ahora.

«Le exigimos al Gobierno nacional que suspenda ya el cobro del impuesto a las Ganancias. El trabajador lo que gana en paritarias lo pierde en la AFIP», dijo el líder del Frente Renovador y precandidato presidencial. En declaraciones a Cadena 3 de Córdoba, aseguró que «el trabajador, lo que gana en paritarias lo pierde en AFIP». Y prometió que, si gana, «en la Argentina que viene vamos a tener retenciones cero a las economías regionales, eliminación de los ROE (permisos de exportación) y libertad de comercialización. Menos impuestos al trabajo y a la producción y más impuestos a la timba».

Las declaraciones de Massa en torno a Ganancias se dan a 48 horas de una reunión que tendrá el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, con los gremios del transporte, que ya lanzaron un paro nacional para fin de mes en reclamo por el peso de este impuesto. En todo el sindicalismo hay un malestar creciente y cierta expectativa con que Cristina,justamente para quitarles argumentos a los candidatos opositores, impulse algún retoque o ley para actualizar el mínimo no imponible.

«Los conflictos gremiales de este momento son por culpa de Ganancias. Hay que cambiar el sistema: menos impuestos al trabajo y la producción, y más impuestos a la timba. La Argentina debe bajar la presión impositiva, el nivel de presión sobre el que produce y sí sobre el que timbea», concluyó Massa.

clarin.com

Ganancias: por ahora, el Ministro de Economía descartó cambios en el piso del impuesto

El ministro de Economía aseguró que el Gobierno tiene bajo «discusión permanentemente» el impacto del gravamen sobre los salarios, aunque no prevé realizar anuncios por ahora y criticó a los candidatos presidenciales de la oposición que prometen bajar la presión impositiva.
El Gobierno dice tener bajo «discusión permanentemente» el impacto del Impuesto a las Ganancias sobre los salarios, pero no prevé realizar anuncios por ahora, según aclaró este jueves el ministro de Economía, Axel Kicillof.

El funcionario cuestionó a los precandidatos presidenciales de la oposición que prometen bajar la presión impositiva y aumentar las jubilaciones y abrir el cepo al dólar, y les pidió explicar cómo lo harían en caso de gobernar, informó NA.

«Hay mucha irresponsabilidad. He escuchado a algunos candidatos decir que van a bajar las retenciones, subir las jubilaciones (82% móvil), reducir el Impuesto a las Ganancias y, si te descuidás, regalar plata desde un helicóptero», ironizó.

Además, aseguró que todos esos temas son «delicados y discusiones que hay que dar», y afirmó que el gravamen «a los altos ingresos no sólo es algo justo y progresivo, sino algo que se hace en muchísimos países a niveles mucho más altos» que aquí.

«Y estos candidatos han hablado de devaluar o de no devaluar. Ahora, con el tema de Brasil, hablan de atraso cambiario. Ya no sé si es oportunismo, populismo o una chantada directamente», sostuvo el ministro.

Según Kicillof, bajar los impuestos y sostener la Asignación Universal por Hijo o bajar las retenciones y subir las jubilaciones es algo que le gustaría hacer a cualquier ministro de economía, pero aclaró que hay gobernar un país «con equilibrio».

El funcionario sostuvo que «permanentemente se está dando la discusión» sobre el impacto de Ganancias en los salarios y recordó que la presidenta Cristina Kirchner subió en 2013 el mínimo no imponible por encima de los que reclamaban los sindicatos.

Por ello, el ministro les pidió a los precandidatos presidenciales que cuando digan que van a bajar un determinado tributo que también expresen cómo será el recorte de los gastos, a qué sector afectará esa medida.

«Es interesante analizar qué es lo que piensa hacer esta gente si llega a ser Gobierno. Y le pido a la gente que tome nota de eso», expresó.

El ministro aseguró que su gestión está focalizada en «los problemas urgentes» de la sociedad y da cuenta que «todavía hay mucha gente en condición de vulnerabilidad», por lo que cuestionó que la agenda de los medios de comunicación «muchas veces tienen que ver los problemas de los sectores con mayor poder adquisitivo».

Inflación
Además Kicillof habló sobre la inflación y sostuvo que bajó a un tercio desde comienzos del año pasado «para todo el mundo», y advirtió que «el debate económico está teñido de intereses políticos de tipos muy poderosos».

El ministro se refirió a los comicios que tendrán lugar sólo en unos meses y dijo: «No estoy como candidato ni soy parte de ninguna campaña, y tampoco estoy hablando para eso con nadie». Sn embargo reivindicó su pertenencia a la agrupación La Cámpora, el Frente para la Victoria y el kirchnerismo, y sostuvo: «Tengo tanto trabajo como Ministro de Economía que me dedico a esto».

Según Kicillof, la baja de la inflación «no es resultado del azar», sino que «se redujeron los precios de un montón de productos y se tomaron muchas medidas para controlar al sector privado, que tiene tendencia especulativa».

El titular del Palacio de Hacienda recordó que al lanzarse el Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu), en enero del año pasado, la inflación oficial fue «muy alta, de 3,7%», como consecuencia del impacto en la corrección cambiaria.
iprofesional.com

Kicillof rechazó cambios en Ganancias

Dijo que quienes la propuesta de bajar este impuesto es una chantada. Dijo que el año pasado hubo una desaceleración muy fuerte de los precios.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, cargó hoy contra los candidatos de la oposición que prometen una «baja en el Impuesto a las Ganancias», propuesta que consideró «oportunismo, populismo o chantada» si no explican, a la vez, «qué gastos van a recortar».

«El Impuesto a las Ganancias a los altos ingresos no es sólo algo justo y progresivo, sino que es algo que se hace en muchísimos países a niveles mucho más altos. Después hay una discusión a quiénes sí, a quiénes no, qué es un alto ingreso y qué no, una discusión que hay que dar y que es dinámica, porque la estructura salarial va cambiando», expresó el funcionario.

Recordó además que «la Presidenta en 2013 subió el mínimo no imponible arriba de lo que pedía por ejemplo Moyano en ese entonces, que pedía 12 mil y hoy está en 15 mil».

«Se carga las tintas sobre un determinado elemento de la recaudación olvidándose del uso que se le da. Cuando uno discute algún cambio en la estructura de los recursos, debe tener en cuenta que hay que ajustar los gastos. ¿Qué? ¿Van a pagarse, menos jubilaciones, habrá menos planes industriales? No puedo bajar un impuesto y dejar los gastos igual. Puedo discutir todo, pero que sea una discusión madura», pidió.

Kicillof volvió a desacreditar hoy los índices privados de inflación y, en tono coloquial, indagó: «Negro, ¿cómo la mediste?».

«Hubo una desaceleración muy fuerte de los precios en el año, muy fuerte. Para el Gobierno es una preocupación la dinámica de los precios», planteó el funcionario.

La inflación «bajó un tercio desde enero de 2014 para todo el mundo, hasta para el que miente», resumió y acusó a la oposción de difundir un «índice trucho» de inflación.
ellitoral.com

Fuerte castigo a la clase media

Por la falta de actualización de los límites impositivos, la presión fiscal del kirchnerismo sobre la clase media es creciente. Trabajadores en relación de dependencia que ganan más de $7.385 mensuales en bruto, con un patrimonio superior a $305.000, deben presentar la declaración del impuesto de Bienes personales.  En tanto, los que ganen más de $11.075 deben hacer una presentación simplificada de Ganancias. Fuerte polémica

La pérdida de objetivos del kirchnerismo, está provocando que ante la caída de niveles productivos, la oferta educativa se haya empobrecido y por consiguiente, se esté en un retroceso peligroso, donde la clase media tiende a dejar de existir, para dar paso a más pobres y marginados.

Esto queda marcado en la fuerte presión fiscal que atormenta a la ciudadanía. Por ejemplo, las autoridades gubernamentales determinaron que aquellos que superen los $11.075 brutos mensuales ($144.000 anuales), y en la medida en que esos ingresos sean provenientes exclusivamente del trabajo dependiente, deberán realizar una presentación simplificada en Ganancias.

En el caso de Bienes Personales, la situación es diferente, pero igualmente grave y regresiva. Ocurre que la falta de actualización de los límites a partir de los cuales se comienza a pagar el tributo abrirá una nueva polémica, producto de la conjunción de varios factores. En primer término, la actual normativa del fisco indica que aquellos que ganan a partir de $7.385 brutos al mes ($96.000 anuales) estarán obligados a presentar la declaración del impuesto. Pero sucede que esa remuneración no se actualiza desde el 2010. Vale decir que una mayor cantidad de personas ya supera el piso establecido. Esto, sin contar, los incrementos previstos para 2015.  Asimismo, desde 2007 tampoco se ha modificado el valor de $305.000 a partir del cual comienza a tributarse el gravamen. Esto hace que con sólo poseer una cochera, un inmueble y un auto, un asalariado se vea alcanzado por el gravamen.

Esta situación ocurre porque el gobierno tiene un Gasto absolutamente descontrolado que ha echado mano a todas las cajas posibles que tenía a su alcance, y ahora pasa que no tiene muchos recursos a los cuales echar mano, lo que tiene un doble impacto sobre las personas a las que se les cobra estos impuestos injustos.

Mariano Lamothe, profesor de la Universidad de San Andrés, sostiene en diálogo con Hoy que “todo esto tiene que ver con el tema del Gasto Público, donde no se ha solucionado el esquema de los subsidios, y buscar medidas alternativas que sirvan para financiar toda una estructura que depende de los ingresos públicos”.

Para el jefe de análisis económico de la consultora Abeceb.com, “la inflación destruyó cualquier clase de progresividad que hayan podido tener los impuestos y se pasó a un sistema altamente regresivo. La idea del gobierno es pagar el costo político de mantener el Impuesto a las Ganancias y no el de los subsidios, lo que va empeorando toda la situación”.

Con respecto a la Clase Media, el gobierno supone que su núcleo de votantes está en las clases bajas, que ha crecido exponencialmente en esta última década –sin mejorar su situación personal-, con lo que políticamente es menos caro afectar a la Clase Media que ha descendido en el país.

“Esto ya es un tema político de no querer pagar costos políticos y nada tiene que ver con una política económica, tiene que ver con no querer pagar los costos políticos que significaría un ajuste, reducir los subsidios, reconociendo el nivel de inflación que hay en el país, y eso el gobierno no lo hace porque no le conviene políticamente”, resaltó Lamothe.

La Argentina tiene una presión impositiva similar a la de los países nórdicos, con la diferencia que allí hay un retorno de presión impositiva en materia de Salud, Educación, Vivienda, en todo lo que tiene que producir el Estado, donde todo aquello que cobra el Estado tiene un retorno palpable de máximo nivel, acá sucede todo lo contrario, el Argentina el 97% del Gasto Público es para pagar salarios, de ahí su enrome improductividad.

A lo largo de la mal llamada década ganada, el Gasto Público ha crecido en forma exorbitante para financiar todo un accionar político del kirchnerismo que le ha permitido granjearse el favor de determinados sectores sociales, pero que ha endeudado al país, y con un perdedor por excelencia, la deteriorada clase media nacional.

diariohoy.net

 

Telefónicas: escandalosas ganancias, inversiones nulas

Durante el 2014 las telefónicas obtuvieron exorbitantes ganancias en el país. Este año ya aplicaron importantes aumentos en las tarifas, pero las inversiones y la calidad del servicio brillan por su ausencia. Un gobierno que avala el manejo monopólico de las telecomunicaciones

Como suele suceder desde que asumió el poder, el kirchnerismo dice una cosa y hace otra totalmente opuesta. Mientras en el discurso se ufana de luchar contra los monopolios en el país, la realidad muestra que lo único que ha hecho es crear las condiciones necesarias para la formación de mercados sin competencia en la Argentina: el de la telefonía es uno de ellos.

Durante el 2014, las telefónicas obtuvieron en la Argentina ganancias superiores al 40%, cuando en Brasil tuvieron un lucro del 23%, en Uruguay del 20%, y en los Estados Unidos la utilidad de las empresas de telefonía llegaron al 6%. Pero en nuestro país hay un preponderante a tener en cuenta, el estado monopólico que tiene el servicio, que en los demás países no existe.

Pese a sus exorbitantes ganancias, la red de telefonía celular está colapsada y la calidad del servicio viene en picada. A eso se le suma una tarifa que, en lo que va del año, ya registró importantes subas. Movistar y Claro subieron entre 5 y 20% los valores, y Personal lo hará en el presente mes.

«Estoy absolutamente convencida que en Argentina no vamos a permitir la constitución de ningún monopolio”, dijo la presidenta Cristina Fernández en el año 2010, pero si se toma 5 años después las acciones hechas desde el Ejecutivo para hacer realidad esas palabras, vemos que son muy pocas y que el control es virtualmente inexistente.

En estos años se declaró que la adquisición de Telecom Italia por Telefónica de España no afecta la competencia en el mercado argentino, o por ejemplo con la nueva ley de Telecomunicaciones, se permite que Telefónica sume servicios móviles de 3G y 4G obteniendo un mayor porcentaje del mercado en telefonía móvil y acceso a Internet, además de poder participar en la televisión por cable.

La ficción del relato K habla de controles a los privados, pero la verdad hace que a los amigos no se los revisa, sino que por el contrario, se les aumenta su poder. “Yo le asigno toda la responsabilidad al gobierno nacional por no haber sabido controlar a las empresas de telecomunicaciones. Hoy en la Argentina después de 10 años de falta de inversión, de falta de control y de una política que responde a los subsidios, es muy difícil que los servicios se presten con calidad”, señala a Hoy la presidenta de la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia), Silvana Giúdici.

Para la ex diputada nacional, “durante estos 10 años, las empresas de telecomunicaciones invirtieron 22.000 millones de pesos, Telefónica en España, en el año de la peor crisis que fue el 2013, el sector de las telecomunicaciones invirtió 2.000 millones de dólares, entonces evidentemente queda en evidencia que en España han invertido en 1 año lo que aquí han invertido en 10 años y esto es responsabilidad de un gobierno que no controló”.

En los países vecinos hay una visión de largo plazo y las reglas de juego son claras, para que las empresas no se tengan que poner a definir en qué invertir, sino invertir en la infraestructura necesaria que se necesita en el país de acuerdo a la visión estratégica que se tiene desde las cabezas nacionales. Eso no ha sucedido aquí porque no se ve la situación de esa manera, sino que se mira para privilegiar a algunos empresarios amigos del poder.

“No se puede poner en el capital privado la obligación de elegir, para eso está el gobierno, que es el que debe definir cuáles son las pautas de inversión y cuáles son los controles. Lo que hay que hacer es fijar un nuevo marco regulatorio dentro del ámbito de las telecomunicaciones como de la prestación de servicio audiovisual, para que la infraestructura de redes de nuestro país pueda ser competitiva con cualquier país de la región”, resaltó Giúdici.

El caos regulatorio que ha sido la Argentina durante la mal llamada década ganada, ha permitido la formación de monopolios que se llevan suculentas ganancias con escasas inversiones, lo que repercute en un pésimo servicio para los usuarios, tal como sucede con las empresas telefónicas.

La falta de pautas claras y la nula introducción de tecnología que sirva para mejorar el servicio, ha llevado a la Argentina a una encrucijada comunicacional, donde el kirchnerismo ha sido cómplice de esa inacción por la escasez de controles y por hacer la vista gorda ante la formación de monopolios que han desvirtuado la competencia empresarial en el país.

Las tarifas más caras del mundo

A los fuertes problemas de inversión en infraestructura que tienen las empresas telefónicas en el país, se le suma el agravante de que la Argentina tiene una de las tarifas de celulares más caras del mundo, despertando la queja de los usuarios.
En el último reporte Global de Tecnologías de la Información del Foro Económico Mundial, el mismo posiciona a nuestro país en el puesto 141 de 145 países donde el costo promedio del minuto de comunicación celular es más caro.

La Argentina sólo tiene por delante a Bulgaria, Chad y Nicaragua, quedando muy por detrás de la enorme mayoría de los países de la región. Lo más resaltable es que buena parte de esa tarifa se la lleva el propio Estado a través de distinta clase de gravámenes, lo que hace aumentar sus precios a grandes niveles, perjudicando el malogrado bolsillo de los argentinos.

Mientras en los países avanzados se tiende a un mayor control sobre el precio y el servicio que brindas las empresas telefónicas, en la Argentina este control ha sido nulo debido a causas políticas que han servido para el beneficio propio del kirchnerismo en detrimento de una sociedad que paga altos precios sin que le den nada a cambio.
diariohoy.net

Cristina no puede vivir sin él: Ganancias es el impuesto que más crece en recesión y ya es el 23% de la «caja»

Las cifras de recaudación difundidas por la AFIP dejan en claro por qué el Gobierno no quiere prescindir del tributo más odiado por la ciudadanía. Es el único que crece fuerte, incluso cuando hay alta inflación y recesión económica. Cómo ha sido su evolución en los últimos cinco años

s números de la recaudación impositiva anual que difundió ayer el Gobierno terminaron por confirmar lo que todos los analistas sospechaban y de lo que ya diera cuenta iProfesional.
Ganancias se ha transformado en un gran pilar de los ingresos públicos y, aun en un contexto recesivo, su importancia aumenta frente a la de los demás impuestos.
Los números son de una expresividad que exime de mayores comentarios: mientras que la recaudación total de la AFIP creció en el año a un ritmo del 36%, Ganancias subió un 45 por ciento.
De esta manera, se ha transformado en el único gran tributo -junto con las retenciones a la exportación, pero que es menos importante en volumen- que trepa a una velocidad incluso mayor que la inflación.
Así se entiende mejor esa obstinación de Cristina Kirchner por sostenerlo y por estar dispuesta a pagar un fuerte costo político.
Este tributo ya dejó muy atrás a otros grandes rubros, como el IVA o la Seguridad Social, cuya performance estuvo muy por debajo del índice de precios, con crecimientos del 33% y 29% respectivamente.
Los números llaman aun más la atención si se toma en consideración solamente el resultado de diciembre: frente a un incremento del 42% que la AFIP celebró como un récord, Ganancias tuvo un variación del 53%, contra un 36% del IVA.
Lo que, en definitiva, dicen estos números, es que el impuesto a la renta no sólo crece a un ritmo fuerte, sino que lo hace por encima de la inflación que -según la estimación de los consultores privados- cerró en torno del 40%.
No sólo eso, es el único cuyo ingreso real no disminuye aun en un contexto recesivo.
En términos de peso relativo respecto de la recaudación total, ahora representa un 22,8% de lo que ingresa a las arcas fiscales, mientras que un año atrás esa porción de la «torta» era del 21,4%.
De hecho, su protagonismo no ha cesado de verificarse en forma sistemática en los últimos seis años: desde 2009 hasta ahora su «peso» se incrementado nada menos que en 4,6 puntos porcentuales

La propia Presidenta, al anunciar en diciembre pasado el alivio del medio aguinaldo para quienes tributan, recurrió a los números de la recaudación impositiva para justificar que, sin Ganancias, ocurriría un verdadero colapso en el financiamiento de varios rubros del gasto del Estado, incluyendo los programas de asistencia social.
Un impuesto a contramano
Un informe elaborado por la consultora Economía & Regiones destaca que representa la tercera parte de la mejora que se observó en la recaudación.
Y es uno de los argumentos fundamentales que explican el repunte en los ingresos que se ha venido observando desde septiembre.
Hace un año el Ejecutivo, cediendo a las fuertes presiones políticas, tomó la decisión de exonerar del tributo a quienes tuviesen ingresos inferiores a $15.000. Es por eso que en la comparación interanual de la recaudación el crecimiento luce explosivo.
Pero el dato que más sorprende es que crece en un contexto de caída real de los ingresos impositivos. Según E&R, ya se acumulan 10 meses consecutivos en el que el dinero que entra a la caja de la AFIP pierde contra la inflación.
En ese marco, resulta entendible que el Gobierno se aferre a este tributo como un náufrago a su tabla. A fin de cuentas, las autoridades de AFIP no podrían jactarse de terminar el año con un exceso de cumplimiento.
Como dijo Angel Toninelli, titular de la DGI: «Estamos cumpliendo con holgura las metas de recaudación fijadas en el Presupuesto nacional y vamos a terminar el año un 6% o 7% por encima, algo así como $70.000 millones de exceso».
Efectivamente así ocurrió, si bien no todos los tributos se comportaron de la misma manera: Ganancias tuvo un «sobre cumplimiento» del 17% respecto del presupuesto, mientras que el IVA no justificó tanto festejo, al ubicarse en un nivel 3% superior de la meta pautada.
Un ingreso clave
¿Sería posible este exceso de cumplimiento del objetivo si el Gobierno no hubiese mostrado su rigidez en Ganancias?
Seguramente no. Se confirmó que en 2014 este rubro significó casi un 23% del total recaudado por la AFIP, lo cual ratifica que su incidencia mantiene su tendencia creciente.
En sentido inverso, otros tributos como el IVA o el impuesto al cheque han tenido una importancia relativa descendente

Si se miran las variaciones porcentuales podría acaso parecer que las mismas son menores.
Pero no es así: cada punto en el ingreso total representa un plus a la caja de $12.000 millones anuales.
Queda entonces más claro el empecinamiento oficial por sostener este impopular impuesto a la renta.
Pero eso no es todo: cuando se analiza la evolución de su composición interna, se llega a otra conclusión más inquietante: la proporción que corresponde a los asalariados está creciendo en importancia respecto de la que pagan las empresas.
En 2007, cuando Cristina Kirchner asumió la presidencia, el rubro de la cuarta categoría -es decir, la parte abonada por personas físicas- representaba un 30% del total de este impuesto. Hoy esa cifra subió hasta significar un 45%.
La explicación a este cambio reside en que mientras la mayoría de los tributos está ligado al nivel de actividad económica -es decir, crecen cuando la producción está «a full» y disminuyen en los períodos recesivos-, con Ganancias eso no ocurre.
Aquí es donde entra su componente «perverso»: tiende a mantenerse siempre al alza porque su recaudación depende, básicamente, de la inflación. A mayor nivel, más se recauda, independientemente de si el salario real crece o disminuye.
«Esto ocurre porque, al dejar inamovible el piso del impuesto y no actualizarlo por índice de precios, entonces aumenta la base imponible. No solamente hay gente que antes no tributaba y ha empezado a hacerlo sino que, además, los que ya estaban alcanzados suben de categoría; entonces el que antes pagaba 20% pasa a tributar el 35%», argumenta Diego Giacomini, economista jefe de Economía & Regiones.
Cada vez más «ricos» que aportan

En todo caso, lo que aparece como consecuencia de esta situación es que cada vez son más los asalariados de ingresos medios que están alcanzados por un impuesto originalmente pensado sólo para una élite de altos ingresos.
Un estudio de la Fundación Mediterránea detalla cómo este fenómeno se ha agravado en el tiempo.
«Los empleados solteros que hoy obtienen ingresos brutos por $21.000 mensuales vuelcan casi 10% de sus ingresos a pagar Ganancias, cuando en 2006 destinaban un 5,3% y un 0,8% en 1998», señala.
«Para el caso de un salario bruto actual de $30.000, se lleva un 17%, cuando en 1998 sólo era de un 2,5%», agrega.
En tanto, un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal explica con más casos concretos cómo este gravamen ha tenido una incidencia central en la pérdida de poder adquisitivo.
En el caso de un dependiente con sueldo mensual bruto de $16.000 en 2013 -y que recibiera un incremento del 30% en 2014- la erosión de su poder de compra, luego del pago del tributo, sería del 9,6%.
Tres cuartas partes de esa pérdida se explica por la inflación y el resto por Ganancias, señalan los investigadores de Iaraf.
«El monto adicional anual que deberían recibir los trabajadores para mantener el poder adquisitivo de ese salario de 2013, va desde los $19.500 en el caso del tramo de menor ingreso (con un incremento remunerativo del 32%), hasta casi $42.000 en la situación del ingreso más elevado considerado (con una suba del 28% en 2014)», remarcan desde la consultora.
Con estos números, se hace difícil sostener el argumento oficial respecto de que los sueldos muy altos son los que sufren la mayor carga de este tributo.
En palabras de Nadin Argañaraz, director del Iaraf, lo que se está constatando es una pérdida de progresividad: «Más cambio de peso relativo para los que menos ganan».
Sin embargo, el discurso político lo sigue justificando en esos términos.
Como dijo recientemente el ministro Kicillof: «Tenemos 11 millones de trabajadores; de ellos sólo pagan Ganancias un millón. Es un impuesto a los altos ingresos. A nadie suele gustarle pagar impuestos, pero es una contribución solidaria de los trabajadores que más ganan al Estado».
Desafiando al efecto Olivera-Tanzi
Lo que ha quedado en evidencia, a esta altura, es que Ganancias tiene una importancia vital para el Gobierno en esta etapa de recesión con alta inflación.
No solamente crece cuando los demás bajan, sino que es el que mejor performance muestra en estas aguas turbulentas.
La expectativa es que, a mayor índice inflacionario, más elevada sea su recaudación, porque depende de los ingresos nominales y no de los reales.
Es una forma extraña de eludir el famoso y temido «efecto Olivera-Tanzi».
Materia obligada para los estudiantes de economía en todo el mundo, el mismo fue descripto por primera vez por un argentino, Julio Olivera, quien -sobre la base de la experiencia de una economía con inflación crónica- explicó que cuando los precios suben, la recaudación cae en términos reales.
Ocurre que, en el lapso que transcurre desde el momento en que el Estado registra el ingreso tributario hasta que efectivamente se hace del dinero, la inflación erosionó el valor real de lo recaudado.
Este estudio fue usado muchas veces como justificación de las políticas de shock que buscaban disminuir la inflación de manera rápida y brusca: se explicaba que la ventaja era que podía incrementarse la recaudación real del fisco sin necesidad de tener que elevar los gravámenes.
En la Argentina de hoy, está claro que nadie -ni el Gobierno, ni la oposición- se plantea un shock para bajar la inflación.
Pero el Ejecutivo encontró el antídoto al efecto Olivera-Tanzi: Ganancias crece frente a la inflación, y no sólo en términos nominales sino reales. Más aun: lo hace con independencia de si la economía está creciendo o en recesión.
Hay un costo, claro, bastante visible, como se puede apreciar en el auge de la conflictividad sindical, que está alcanzando incluso a las facciones de la CGT cercanas al Gobierno.
Pero el Ejecutivo ha dejado en claro que considera este enojo un daño colateral ante la consecución de un logro mayor: mantener una recaudación relativamente estable aun en un contexto de inflación con recesión.
En definitiva, una demostración de la creatividad del modelo K, que encontró la forma de atenuar un efecto que en el resto de los países se mira con temor.

Fuente: iProfesional

Advierten que los fondos que empleados reciben de gremios no quedan eximidos del pago de Ganancias

Especialistas aseguran que para librar del pago del gravamen a los dependientes es necesario cambiar la ley. Además, los expertos explicaron que los agentes fiscales podrían considerar la operatoria como una elusión y cargar contra las empresas y los sindicatos

El Impuesto a las Ganancias se posiciona como uno de los principales focos de conflicto que debe enfrentar el Gobierno, que genera reclamos tanto de sindicatos opositores como de aquellos afines al kirchnerismo.
Pese a que el año pasado la presidenta Cristina Kirchner decidió aumentar considerablemente las deducciones para los empleados en relación de dependencia, los cambios introducidos terminaron generando graves inequidades, con fuertes implicancias en la actualidad.
Según diera cuenta iProfesional, tal como quedó redactada la norma, el pago del gravamen se terminó convirtiendo en una lotería. Esto es así, debido a que ató la condición de ser «contribuyente» con los sueldos obtenidos entre enero y agosto de 2013.
De esta manera, quienes tuvieron ingresos menores a $15.000 brutos quedaron excluidos de Ganancias. Sin embargo, aquellos que superaron ese importe cargan con el «estigma» de tener que afrontar el impuesto sin importar que, por ejemplo, cobren mucho menos en el futuro.
El problema es que el denominado mínimo no imponible y las escalas del gravamen quedaron intactas durante este año, por lo que quienes sufren las retenciones deben destinar un porcentaje cada vez mayor de su sueldo a Ganancias.
Según el nivel salarial, el tributo puede representar una pérdida del 12% al 25% de los ingresos, situación en la que se encuentran un poco más de un millón de trabajadores en relación de dependencia

Esto hace que hoy sea difícil encontrar a algún empleado sobre el que no recaiga la alícuota más alta fijada por la normativa. Así, muchos trabajadores terminan pagando las mismas tasas establecidas para las empresas.

En medio de un ambiente tenso, que obligó a la mandataria a calmar un poco las aguas con la liberación del pago de la segunda cuota del aguinaldo, varios sindicatos decidieron tomar medidas.

En concreto, algunos gremios pusieron en marcha convenios que les permiten evitar que sus empleados tengan que lidiar con el impuesto, mediante el giro de fondos de las firmas a las asociaciones sindicales, para que luego éstas repartan el dinero entre sus miembros.

Estas medidas son consecuencia de la estrategia del Gobierno, que intenta trasladar el «problema» al sector privado. Ocurre que, ante la imposibilidad del Ejecutivo de modificar el gravamen por el peso que tiene en la recaudación, las compañías son las que se ven obligadas a descomprimir la situación, ya sea a través de bonos o con la reapertura de paritarias.

No obstante, estas maniobras son un tanto arriesgadas. Al menos así lo manifestaron los especialistas consultados por iProfesional, quienes coincidieron en que nada libra a los empleados de su obligación impositiva, ya que la única manera de evitar el pago es modificar la Ley de Ganancias.

Algunos, hasta advirtieron que si se demuestra que los convenios fueron realizados con la intención de evadir el tributo, no sólo los dependientes quedarían obligados, sino las empresas y las agrupaciones podrían sufrir las consecuencias.

La maniobra y sus consecuencias
Iván Sasovsky, titular de Sasovsky & Asociados, recordó que el mecanismo utilizado por varias empresas para evitar que los empleados terminen tributando en cabeza propia, se sustenta en la exención que gozan los sindicatos y las mutuales.

El especialista explicó que «el tratamiento difiere si la entidad que recibe el aporte es una asociación gremial o una entidad mutualista, dado que sólo en éste último caso el beneficio recibido por los empleados está libre del Impuesto a las Ganancias».

Uno de los acuerdos que se dieron a conocer en diversos medios, fue el de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que habría recibido unos $12,5 millones de Aerolíneas Argentinas y que luego repartió la suma entre sus afiliados.

En este caso, según explicó el especialista, la empresa no tiene la obligación de realizar la retención pertinente debido a que se desapoderó de los fondos -al aportárselo a APLA- y la asociación tampoco debe hacerlo por su condición de exenta.

Incluso, el experto aseguró que la compañía podría deducir los importes otorgados (siempre que no revistan la característica de donación prevista en el inciso «c» del artículo 81 de la Ley del gravamen).

Sin embargo, Sasovsky remarcó que «el empleado, al percibir los respectivos beneficios de la asociación gremial, debe presentar una declaración jurada de Ganancias incluyendo esos importes».
Dicho de otra manera, el organismo de recaudación podría ir contra aquellos dependientes que recibieron estos fondos desde el sindicato y que no los declararon a través de una declaración jurada.

El experto recalcó que «esta forma de encubrir aumentos, sólo profundiza la injusticia respecto a la aplicación de los impuestos en la sociedad y la confusión que se genera por no mantener un sistema tributario sensato que alcance a la verdadera manifestación de capacidad contributiva».

Por su parte, Mario Buedo, titular del estudio Montero & Asociados, explicó que en caso que las firmas, estatales o privadas, decida realizar aportes a los sindicatos para que éstos a su vez lo repartan como bonificación extraordinaria a sus afiliados bajo una figura que supuestamente no estaría alcanzada puede ser vista como una «triangulación para esquivar el pago del impuesto».

«Admitir el procedimiento, aunque lo realicen empresas del Estado, sería contradictorio con las expresiones y acciones de la AFIP, que buscar eliminar la triangulación que realizan las empresas privadas para bajar la carga tributaria», precisó.

Los defensores de estos acuerdos coinciden en que si los montos son recibidos por única vez por parte de la asociación gremial, no estarían alcanzados por el impuesto debido a que no cumplen con el requisito que fija la ley respecto a la periodicidad.

Sin embargo, Sasovsky resaltó que «no es el problema en estos casos», ya que se trata de la permanencia de la fuente productora. «Si el empleado sigue perteneciendo a la asociación, entonces la fuente productora de esa renta permanece», añadió.

«Imaginen el caso de una persona que por única vez cobra un premio o gratificación por su trabajo en relación de dependencia, el mismo estará gravado independientemente que eso se vuelva a repetir, pues existe la potencialidad de volver a repetirse», aclaró.

Distinto es el caso de aquellos asalariados cuyos empleadores se hacen cargo del impuesto a través del depósito de un excedente para compensar el tributo, tal como el caso de los que se encuentran amparados por el acuerdo logrado por el sindicato de choferes de Chubut (que favorece a 2.000 camioneros que trabajan en el transporte de crudo en la zona del golfo San Jorge).

En este caso puntual, según los trascendidos del acuerdo, las petroleras primero practican el descuento correspondiente al pago de Ganancias por el equivalente a 90 horas extra trabajadas y luego le redepositan los fondos correspondientes al gravamen.

Según informó a este medio un especialista que prefirió el off the record, algunas empresas del sector extienden el «régimen de San Jorge» a todos sus dependientes, aun cuando sean prestadoras de servicios y no explotadoras de crudo.

En tanto, indicó que algo parecido hicieron algunos bancos provinciales, que depositan en las cuentas de sus empleados el importe neto de impuestos y luego les acreditan el importe de la retención del gravamen.

Así, a diferencia de la utilización de los gremios para evitar el pago, en estos casos no habría problema, siempre que se tenga en cuenta al grossing up en el momento del depósito de los fondos, ya que el impuesto sería ingresado en su totalidad.

Es decir, partiendo de la idea de que todo ingreso está alcanzado, para que al trabajador reciba por ejemplo $1.000 netos, la compañía debería depositar esa cifra más otra igual al monto que, luego, debe retener en concepto del tributo.

Ahora bien, si por el contrario las empresas realizan el descuento pero después le devuelven los fondos al trabajador sin realizar un nuevo aporte a las arcas del Estado, entonces ahí sí habría una evasión.

En definitiva, tal como coincidieron los especialistas consultados, para que los empleados queden liberados del pago sólo cabe una posibilidad: que se modifique la Ley del Impuesto a las Ganancias.

Empresas, empleados y sindicatos en la mira
Los especialistas consultados advirtieron que los dependientes no son los únicos a los que podría perseguir la AFIP por el pago de Ganancias. Por el contrario, destacaron que las empresas y las asociaciones sindicales también podrían quedar en la mira.

Al menos así lo confirmó Fernanda Laiún, socia del estudio Laiún, Fernández Sabella y Smudt, que explicó que esto es así si se demuestra que la maniobra utilizada tuvo como objetivo final evitar el pago del gravamen.

«Técnicamente, si se pudiera probar que se trata de una maniobra elusiva por la cual se pagó una remuneración más alta a un empleado en relación de dependencia, los montos asignados estarían alcanzados por el impuesto y la deuda sería tanto de la empresa, por omitir actuar como agente de retención, como de los empleados, por no pagar por ese importe», puntualizó.

Para la especialista, en el caso de una transferencia a través de la mutual, la cuestión radica en determinar el concepto por el cual ésta institución recibe los fondos y, al mismo tiempo, qué es lo que fundamenta la transmisión inmediata a los afiliados.

En este sentido, explicó que todo esto hay que analizarlo bajo la luz del concepto de realidad económica, es decir, para qué se hizo la transferencia del dinero que luego se les depositó a los empleados beneficiados.

«Para definir la gravabilidad de ese concepto deberíamos conocer la norma que regula el pago, es decir, puede ser que la mutual tenga un estatuto que haga que los resultados no utilizados en el desarrollo de las funciones que le son propios (promover la educación, salud, cultura de los afiliados) se reparta entre todos, o que exista algún otro mecanismo previsto de reparto», resaltó.

Y remarcó: «Lo cierto es que si cobró sin motivo y repartió sin justificativo de fondo, se parece bastante a una maniobra de elusión».

Por este motivo, lo fundamental es la prueba. «Cuanto mejor documentado, más difícil para la AFIP probar que hubo connivencia entre la empresa, la mutual y los empleados para evadir el pago del impuesto», concluyó.

Fuente: iProfesional

Para Caló, la eximición de Ganancias «era lo que los trabajadores estábamos solicitando»

El secretario general de la CGT reiteró hoy su satisfacción por el anuncio sobre la eximición del pago del Impuesto a las Ganancias sobre el aguinaldo de fin de año para los trabajadores que cobran menos de 35 mil pesos.

“Era lo que los trabajadores estábamos solicitando”, dijo el sindicalista en declaraciones a radio La Red, y agregó que el año próximo trabajarán “en otras” cuestiones.

“Lo que hay que hacer es corregir las escalas”, puntualizó; y recordó que desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) presentaron un proyecto en la Cámara de Diputados en ese sentido.

Por otra parte, Caló afirmó además que “en algunos casos, la inflación le ganó a las paritarias”, no obstante aseveró que “la inflación es del 31 ó 32%, no del 40%”, como sostienen otros sectores.

En este sentido, consideró que “no se puede hablar levemente de la inflación” y pidió “ser responsables”.

Sobre el bono de fin de año para los trabajadores de la UOM, manifestó que es un tema que están “conversando” con la patronal, a la que le solicitan una suma adicional de “3.000 pesos”.

También se mostró optimista respecto a la posibilidad de la reunificación de la CGT, “Todo llega. Yo no tengo problemas personales. Soy un hombre dialoguista”, finalizó Caló.
telam.com

El aguinaldo para sueldos de hasta $35.000, exento de Ganancias

Lo dijo ayer la presidenta Cristina Fernández quien agregó que se beneficia a unos 800.000 trabajadores aunque no se modificarán las escalas. Dudas por los paros anunciados.

La presidenta Cristina Fernández anunció ayer que los trabajadores con ingresos que no superen los 35.000 pesos mensuales quedan exceptuados del pago del impuesto a las Ganancias sobre el medio aguinaldo que cobrarán en diciembre.

La mandataria realizó el anuncio durante su discurso de cierre de una reunión de la Unión Industrial Argentina (UIA) que se realizó en la localidad bonaerense de Pilar.

La jefa de Estado precisó que sobre el total de asalariados registrados, aproximadamente 1.053.000 están alcanzados por este gravamen, lo que equivale a entre un 10 al 11 por ciento del total.

En consecuencia, indicó que la medida que anunció beneficia a 784.739 trabajadores y remarcó que como efecto adicional «beneficiará el consumo».

El secretario de la CGT oficialista, Antonio Caló, presente en la Conferencia Industrial, celebró el anuncio y señaló que «esto descomprime un poco la situación del mal llamado impuesto a las Ganancias».

«Después, el año que viene tenemos que discutir sobre la tablita del impuesto, porque está distorsionada», añadió el sindicalista. Asimismo, adelantó que mañana la CGT oficialista se reunirá para analizar el anuncio.

Ayer, en medio de un creciente reclamo gremial y casi en simultáneo con el discurso de la mandataria, la CGT opositora había lanzado la convocatoria a un paro de 24 horas para la semana próxima. Por la mañana, los gremios del Transporte también habían hecho sentir su disconformidad con la negativa oficial de tocar Ganancias y habían dispuesto parar durante la primera quincena de diciembre. Del mismo modo, los bancarios habían anunciado un paro para el 11 y 12 de diciembre ya que, a pesar de haber conseguido un bono de $ 7.500, estaban en disconformidad con la no actualización del piso de Ganancias.

Al cierre de esta edición, no había confirmaciones acerca de la especulación de que las medidas de fuerza podrían quedar sin efecto luego del anuncio de la presidenta.

«El impuesto es cada vez más progresivo»

Cristina Fernández rechazó las afirmaciones acerca de la disminución del poder adquisitivo producto de la inflación, al sentenciar que «claramente los salarios siguen ganando a los precios en la República Argentina».

Por la mañana el ministro de Economía, Axel Kicillof, había asegurado ante el mismo público que «la economía «no está en recesión sino que tiene problemas puntuales», que «no hay gasto público descontrolado» y que la inflación está en «desaceleración, alrededor del 24 por ciento».

Durante su exposición la Presidenta afirmó que «somos el país donde los trabajadores de mayores ingresos son los que menos pagan en cuanto al impuesto a las ganancias» de la región.

Asimismo, Fernández de Kirchner cuestionó «a aquellos que hablan de reducir el impuesto a las Ganancias» y señaló que ese gravamen se distribuye «el 20 por ciento para los jubilados, 34 por ciento al Tesoro nacional y el 46 por ciento a las provincias» a través de la coparticipación federal.

La presidenta afirmó que el impuesto a las Ganancias es «cada vez más progresivo» y recordó que en los ’90 era el 14 por ciento de la recaudación y hoy representa el 20,8 por ciento de los ingresos tributarios.

Al rechazar las críticas por la política tributaria, la President insistió en que «es grave crear falsas expectativas porque la economía no es una ciencia exacta».

«Las teorías económicas han cambiado mil veces”

Asimismo, señaló que «no creo que pueda haber una teoría económica aplicable, porque la teoría es una cuestión de números. La economía nunca es teoría porque nunca puede ser precisión». «Las teorías económicas han cambiado mil veces. No hay una teoría que pueda explicar cómo va a ser la actividad económica» sostuvo la mandataria que inmediatamente consideró que «la economía es una ciencia social que se basa en las expectativas de la sociedad

Antes de esta vez, en dos ocasiones Cristina Fernández anunció que el pago del medio aguinaldo quedaba excluido de tributar Ganancias. La primera fue para el medio aguinaldo correspondiente a la segunda mitad de 2012. Luego hizo lo mismo con el primero de 2013.

Pero, más allá de esta exención particular, tanto la mandataria como su ministro de Economía, Axel Kicillof, dijeron que este año el impuesto «no se toca». En tanto, no hacen comentario alguno sobre la renta financiera, que sigue exenta de Ganancias.

 

aguinaldo

El Gobierno avisa que no está prevista una modificación general de Ganancias

LA PUJA SALARIAL.

Lo señaló el ministro Tomada, tras el anuncio de Cristina sobre la exención con el medio aguinaldo.

Acaso para evitar expectativas desmedidas, a horas de que la presidenta Cristina Kirchner anunciara que el medio aguinaldo de fin de año no pagará impuesto a las Ganancias, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aclaró que «la modificación (general) del impuesto todavía no es un tema».

Así, Tomada les puso límite a los reclamos de los gremialistas, que si bien saludaron positivamente el anuncio de la mandataria, mantuvieron su protesta por un gravamen que, al no modificar varias de sus escalas, carcome cada vez porciones mayores de los salarios.

«Los trabajadores que pagan el impuesto a las ganancias son el 10 por ciento del total de los trabajadores registrados, a un millón de trabajadores aproximadamente», aseguró Tomada, repitiendo el argumento de Cristina, el ministro de Economiá, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. A propósito del chaqueño, que varias veces había descartado cualquier cambio en el impuesto y otra vez quedó desautorizado con el anuncio presidencial, esta mañana dio otra muestra de fidelidad. Cero rencor: «Esta decisión de la Presidenta se inscribe no en una presión gremial, sino en un análisis meticuloso de las variables, porque no hay ninguna duda que fue este proyecto que ha revitalizado la protección de los derechos del trabajador».

Sobre un posible cambio más amplio en las escalas de Ganancias, Tomada señaló: «Futurología no hago ni voy a hacer, nosotros tenemos una conducta que hacemos, estudiamos, se toman las decisiones y después se hace la difusión. Todavía ese no es un tema, recién se acaba de tomar esta decisión, veremos qué pasa de ahora en adelante y cuáles son las circunstancias»

«El 90% de los trabajadores quieren pagar ganancias», agregó el ministro de Trabajo, en relación a los empleados de sueldos más bajos, quienes no tributan el impuesto. Por último, se guardó un reclamo: «Espero que levanten el paro pero es una decisión que les corresponde a las distintas agrupaciones del sindicalismo argentino y veremos qué decisiones toman». Se refería a las medidas de fuerza anunciadas antes de que hable Cristina en la UIA. Los sindicatos, esta vez, le darían el gusto a Tomada.
clarin.com

Ganancias se quedará hasta con el 77% de algunos aguinaldos

Para niveles salariales medios- de entre $ 16.000 y $ 27.000 de sueldos netos , el impuesto absorbe entre una tercera parte y hasta el 77% del medio aguinaldo.

Varios dirigentes políticos y gremieales vienen insistiendo con la necesidad de elevar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias. Pero hay algo que se reclama en forma acelerada y ya lo han hecho tanto los senadores nacionales por Mendoza Laura Montero como Ernesto Sanz, con sendos proyectos, como el diputado Sergio Massa: que no se cobre Ganancias en los aguinaldos.

Y es porque para niveles salariales medios- de entre $ 16.000 y $ 27.000 de sueldos netos (después de los descuentos de jubilación y obra social), el impuesto a las Ganancias absorbe entre una tercera parte y hasta el 77% del medio aguinaldo. Así lo analizó el periodista especializado Ismael Bermúdez en Clarín.

Según Bermúdez, para un trabajador casado con 2 hijos que cobra $ 17.000 de sueldo, el descuento de Ganancias se llevará el 32,8% del medio aguinaldo neto. Y un trabajador soltero con ingresos por $ 27.000, Ganancias se llevará el 76,8% del medio aguinaldo, de acuerdo a los cálculos del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal). El descuento por Ganancias será mayor si percibe una bonificación extra o gana más.

Con estos números, y al analizar lo que pasó durante todo el año el trabajador verá otra desagradable sorpresa. Por ejemplo un trabajador soltero con un sueldo neto de $ 16.000, habrá tenido retenciones por Ganancias por $ 22.200: la pérdida equivale a casi un sueldo y medio. Y si cobró $ 20.000, Ganancias “muerde” dos sueldos al año.
mdzol.com

«Cobrar Ganancias es filosófico»

Jorge Capitanich realizó una insólita defensa del cobro del impuesto a las Ganancias. Afirmó que es «filosófica e ideológicamente necesario» aplicarlo. Kicillof había dicho que el pago es «solidario».

 

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió hoy a rechazar la posibilidad de exceptuar del medio aguinaldo de diciembre el cobro del Impuesto a las Ganancias, al considerar que el gravamen es «necesario filosófica e ideológicamente».

«Cerca de 10 millones de trabajadores o personas físicas están excluidas», subrayó Capitanich y calculó: «En la comparación 2002-2014, a excepción de algún período que implicó afectar a cerca del 30 por ciento de las personas físicas, ahora es equivalente al 10,4».

En su habitual conferencia en Casa de Gobierno, el funcionario sostuvo que el cobro del Impuesto a las Ganancias es «filosófica e ideológicamente necesario», dado que, subrayó, «grava la manifestación de capacidad contributiva, que implica que quien más gana debe ser quien más solidariamente contribuya».

El ministro sentenció que hay un «enfoque redistributivo» en ese gravamen, y recordó que «cerca de diez millones de trabajadores están excluidos de este impuesto» que representa una recaudación de «55 mil millones de pesos».

«Desde el punto de vista conceptual, ideológico y filosófico, nosotros entendemos que es necesario» cobrar Ganancias, recalcó Capitanich, quien apuntó además que «los que no pagaban ganancias en el último cuatrimestre del año, siguen no alcanzados por el impuesto».

Sin embargo, reconoció que «hay una mayor intensidad en el reclamo de los que hoy están alcanzados por el impuesto» pero advirtió que «la posición del Gobierno es lo que ha manifestado el ministro (de Economía) Axel Kicillof» de que el tributo es una contribución solidaria «de los que más ganan».

Por último, en dirección a los sindicatos, señaló que el reclamo «no representa a la mayoría de los trabajadores, sino al núcleo que tiene mayores ingresos».

lapoliticaonline.com

EL DETERIORO SALARIAL

Cuánto descontarán de Ganancias en el aguinaldo, según el sueldo.
Se llevará hasta 77% de la paga extra de diciembre porque Cristina se negó a eximirla.

sueldo

De no mediar un cambio, este mes los trabajadores alcanzados por Ganancias verán en sus recibos que una parte sustancial del medio aguinaldo no irá a sus bolsillos sino a las arcas del Gobierno.

Para niveles salariales medios- de entre $ 16.000 y $ 27.000 de sueldos netos (después de los descuentos de jubilación y obra social), el impuesto a las Ganancias absorbe entre una tercera parte y hasta el 77% del medio aguinaldo.

En lugar de un bono de fin de año para compensar la mayor inflación, ese segmento de trabajadores tiene una doble poda: por inflación y por ganancias, que no son reales sino nominales o ficticias, por la mayor inflación.

Eso pasa porque al cobrar el medio aguinaldo aumenta la presión del impuesto y en muchos casos hasta se produce un salto en la escala del impuesto y el trabajador pasa a pagar una tasa más alta que la que ya estaba tributando.

Esta “evaporación” del medio aguinaldo y de la fuerte confiscación del salario que produce Ganancias se debe a que el Gobierno no ajustó este año el mínimo no imponible y, como viene pasando desde el año 2000 –hace 14 años–no actualizó las escalas salariales sobre las que se aplican las tasas del impuesto.

Así, para un trabajador casado con 2 hijos que cobra $ 17.000 de sueldo, el descuento de Ganancias se llevará el 32,8% del medio aguinaldo neto. Y un trabajador soltero con ingresos por $ 27.000, Ganancias se llevará el 76,8% del medio aguinaldo, de acuerdo a los cálculos del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal). El descuento por Ganancias será mayor si percibe una bonificación extra o gana más.

sueldo

Con estos números, y al analizar lo que pasó durante todo el año el trabajador verá otra desagradable sorpresa. Por ejemplo un trabajador soltero con un sueldo neto de $ 16.000, habrá tenido retenciones por Ganancias por $ 22.200: la pérdida equivale a casi un sueldo y medio. Y si cobró $ 20.000, Ganancias “muerde” dos sueldos al año.

Sin embargo, el Gobierno está empecinado en no actualizar las bases imponibles de Ganancias porque eso le permite contar con una recaudación extra -especulando a su favor con la alta inflación -en detrimento de más de un millón de asalariados de sueldos medios y altos. Y también de otro medio millón de autónomos que tienen un mínimo no imponible más bajo.

Si el Gobierno hubiera actualizado los valores de Ganancias a los niveles de 1999, hoy el minino no imponible de un casado con 2 hijos debería ser de $ 25.000. Y está en $ 9.020 -menos de la mitad- para los que ganan entre $ 15.000 y $ 25.000 y de apenas $ 7.517 para los que perciben más de $ 25.000.

En dos ocasiones, Cristina Kirchner anunció que el pago del medio aguinaldo quedaba excluido de tributar ganancias. La primera vez fue para el medio aguinaldo correspondiente a la segunda mitad de 2012. Luego hizo lo mismo con el primero de 2013.

Esta vez, acosado por el creciente déficit fiscal, en varias ocasiones, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, dijeron que este año el impuesto “no se toca”. En tanto, no hacen comentario alguno sobre la renta financiera, que sigue exenta de Ganancias.
ieco.clarin.com

Ganancias absorberá hasta 77% del aguinaldo

Es porque el Gobierno se niega a eximir esa remuneración extra del pago del impuesto, pese al pedido de los gremios.

Los trabajadores alcanzados por Ganancias deberán destinar una parte sustancial del medio aguinaldo de diciembre al pago de ese impuesto, de no haber un cambio en estos días.

Concretamente, en un sueldo medio (de entre $16.000 y $27.000 netos, es decir, después de los descuentos de jubilación y obra social), el Impuesto a las Ganancias absorberá entre una tercera parte y hasta el 77 por ciento del medio aguinaldo.

En consecuencia, ese segmento de trabajadores sufrirá un recorte doble: por la acelerada inflación y por Ganancias, que no son reales sino ficticias, dado el aumento de los precios.

Este fenómeno se debe a que el medio aguinaldo agrega una presión extra del impuesto, lo que en muchos casos se traduce en un salto en la escala del tributo. Por tanto, el trabajador termina pagando una tasa más alta que la que ya abonaba.

Así, el medio aguinaldo se “evapora” y el salario queda fuertemente confiscado, ya que el Gobierno no ajustó este año el mínimo no imponible.

Entonces, para un trabajador casado con dos hijos que cobra $17.000 de sueldo, el descuento de Ganancias se lleva el 32,8% del medio aguinaldo neto. Y, el caso más extremo, para un soltero con ingresos por $27.000, Ganancias se lleva el 76,8% del medio aguinaldo, según los cálculos del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal).

Fuente: La Razón

Terminó el paro: lentamente se reanudarán los servicios

Arracó el paro de los principales gremios del transporte, que se sentirá hasta el mediodía. «Las personas que entren a trabajar de 7 a 9 van a tener problemas con el transporte», aseguró Juan Carlos Schmid del Gremio de Dragado y Balizamiento, uno de los principales dirigentes gremiales crecanos a Hugo Moyano.

La protesta se decidió como respuesta del sector gremial a la negativa de la presidenta a aumentar el mínimo no imponible de ganancias o dar un bono de fin de año. La medida gremial fue pautada desde las 4 hasta las 7 de la mañana en colectivos, micros de media y larga distancia, trenes, aviones y barcos; en total, son unos 20 sindicatos.

La realización de asambleas en los diferentes gremios complicará el arranque de las actividades. En esos plenarios, se discutirá sobre el motivo del reclamo que es el de un plus salarial de $ 4000 por la inflación y un cambio en el Impuesto a las Ganancias.
diariohoy.net

Qué servicios no funcionarán por el paro de mañana

Los gremios del transporte realizarán mañana un paro parcial de tres horas entre las 4 y las 7. Reclaman un bono de fin de año y la excepción del impuesto a las ganancias sobre el medio aguinaldo de fin de año.

 

Los gremios del transporte realizarán mañana un paro parcial de tres horas durante la madrugada: entre las 4 y las 7 los sindicatos harán asambleas simultáneas para reclamar un bono de fin de año y la excepción del impuesto a las ganancias sobre el medio aguinaldo de fin de año.

Esta medida de fuerza, a la que se adherirán 25 de los de los 36 sindicatos del sector, alterará el normal funcionamiento de muchos servicios durante el resto del día. Recién al mediodía podrán restituirse por completo los servicios.

Colectivos:
Por la adhesión de la UTA, no habrá colectivos urbanos ni ómnibus de larga distancia.

Trenes:
Se adhieren a la medida de fuerza el gremio de La Fraternidad y la disidencia de la Unión Ferroviaria. Además, habrá asambleas en todas las líneas de trenes que conectan la Capital con el conurbano.

Subtes:
Por ahora, no se unen al paro. Sin embargo la línea B, manejada por el delegado gremial Claudio Dellecarbonara, del Frente de Izquierda, podría sumarse a la protesta.

Vuelos:
Se verán afectados los vuelos internacionales y de cabotaje, ya que los gremios aeroportuarios paralizarán sus tareas y ya avisaron a las aerolíneas que reprogramen el cronograma de vuelos.

Puertos:
Las asambleas se realizarán de 5 a 8 por lo que se verá afectada la jornada completa de las cargas destinadas al comercio exterior.

infonews.com

 

El kirchnerismo rechazó bonos de fin de año y modificaciones en Ganancias

Las iniciativas corresponden al Frente de Izquierda, en línea con el reclamo de las centrales sindicales.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria rechazó el tratamiento de dos proyectos de ley para aumentar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y otorgar un bono de fin de año a trabajadores, impulsados por el Frente de Izquierda para paliar la aceleración de la inflación.

Fue un pedido del diputado nacional Nicolás del Caño (PTS) y de Néstor Pitrola (PO), en el marco de la sesión ordinaria de la Cámara baja.

La izquierda propone un bono de fin de año no menor a 4.000 pesos a todos los trabajadores, en línea con el reclamo de las centrales sindicales oficialistas y opositoras. Según el proyecto, los bonos deberán ser financiados con un impuesto a la renta financiera.

Sin embargo, el oficialismo impuso su mayoría y rechazó el tratamiento de los proyectos en una votación sobre tablas. Lo hizo sin dar explicaciones, si bien ya se conoce la negativa del Poder Ejecutivo al reclamo sindical.
parlamentario.com

Los bancos no atenderán al público ni hoy ni mañana por paro nacional

Los bancos mantendrán sus puertas cerradas este miércoles y jueves debido al paro impulsado por la Asociación Bancaria (AB) en reclamo de una «reparación» salarial para compensar «la pérdida del poder adquisitivo por la falta de actualización» del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.

El secretario de Prensa de la Asociación Bancaria (AB), Eduardo Berrozpe, señaló el lunes que «no prosperaron las conversaciones con las entidades financieras», indicó que solo presentó «una propuesta unilateral un banco y fue absolutamente insuficiente» y reclamó «un acuerdo con la totalidad de las cámaras» patronales, por lo que ratificó el paro nacional del gremio por 48 horas, el miércoles y jueves próximo.
Nota Relacionada: El miércoles no habrá atención en los bancos
La medida de fuerza se realizará sin atención al público, durante toda la jornada laboral y con movilizaciones en las 53 filiales.
Berrozpe además se preguntó «¿cuándo se abona ganancias?» y explicó que «el asalariado lo hace en el preciso momento de percibir su haber. El empresario que retira una suma con los mismos fines lo puede pagar hasta dos años después».
«Durante el primer año retira ese monto para gastos mensuales; en el segundo lo homologa como honorarios o dividendos y, recién en el tercero y al presentar la declaración jurada del período anterior, nace la obligación de cancelar el saldo de ese impuesto», explicó.
El sindicalista preguntó «¿quién define el ingreso a percibir?» y explicó de manera inmediata que «el empresario lo hace de forma unilateral en función de lo que necesite y pueda, según el estado de su compañía, y utiliza la estrategia fiscal más conveniente».
«En cambio, el trabajador percibe lo que dicta en el mejor de los casos el acuerdo paritario logrado. De lo contrario, lo que determine de manera unilateral su empleador. Eso hace que el patrón pueda incluir en su retiro el efecto de ganancias», añadió.
Berrozpe ratificó que a excepción de una sola entidad financiera, que presentó «una propuesta irrisoria y ridícula de ‘compensación’ por la aplicación del tributo, no hubo respuestas de las cámaras empresarias», por lo que ratificó la huelga.
Berrozpe reclamó en ese sentido «la actualización del mínimo no imponible de forma anual y por el índice de precios al por mayor».
«Usan a los trabajadores para tapar agujeros debido a la evasión y elusión impositiva empresaria. Una sola compañía, Procter y Gamble, evadió 1.380 millones de pesos», aseguró el dirigente.
La Bancaria también exige «el cese de la política de tercerizaciones en bancos públicos y privados y del incumplimiento recurrente y constante de los acuerdos ya firmados».
También reclama «una profunda reforma tributaria y financiera», en tanto Berrozpe aseguró que durante las jornadas de protesta habrá movilizaciones en todas las seccionales del sindicato, incluyendo la city porteña.
minutouno.com

SirCreb, una estafa legalizada

LA APLICACIÓN «ABUSIVA» DE RETENCIONES Y PERCEPCIONES

En los últimos años se evidenció una creciente presión tributaria que no sólo nace del Gobierno nacional, sino que también está enraizado en las distintas provincias y municipios del país, que buscan obtener fondos por todos los medios posibles.

Un reciente estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) demuestra que el «día libre de impuestos» (aquel que establece cuánto tiempo tiene que «trabajar» una persona para el Estado nacional, provincial y municipal para pagar sus impuestos) se aleja cada vez más año tras año.

Así, mientras que en el 2002 se necesitaban destinar el fruto de poco menos de dos meses de labores para hacer frente a toda la carga tributaria, hoy en día ese período se «extendió» hasta los lejanos siete meses.

En el caso de las empresas, la cosa no cambia demasiado. En efecto, al Impuesto al Valor Agregado (IVA), Ganancias, Impuestos Internos y Ganancia Mínima Presunta (por mencionar una parte) en la esfera nacional se le suman las tasas y gravámenes municipales y provinciales. Y entre ellos, sobresale uno que genera más de un dolor de cabezas: Ingresos Brutos.

Lo que más desvelo produce entre los contribuyentes es el uso de una herramienta para cobrar este gravamen y que está ganando cada vez más terreno entre las distintas jurisdicciones: los regímenes de retención y percepción.

Ocurre que, tal como dieron cuenta a iProfesional distintos sectores empresarios, los organismos de recaudación locales utilizan cada vez más estos mecanismos para asegurarse de fondos pese a que, en muchos casos, comienzan a generarse saldos a favor.

Incluso, se evidencian situaciones en los que tramitar una devolución de los mismos se convierte en una «misión imposible» ya que muchos no instrumentaron cómo devolver los montos que cobraron de más.

Lo preocupante, más allá del impacto financiero negativo que puede genera en las empresas y particulares, es que ante un escenario recesivo puede terminar afectando seriamente a las economías provinciales y municipales.

Una presión que sube

Desde la Cámara Argentina de Comercio (CAC) destacaron que «cada vez son mayores los regímenes de retención, percepción y recaudaciones bancarias, establecidos por los distintos fiscos locales».

En este sentido, indicaron que «esta proliferación constituyen una verdadera carga pública, generalmente establecida por simples normas administrativas que generan importantes costos de gestión a las empresas, además de los riesgos de importantes sanciones ante cualquier error u omisión».

Asimismo, destacaron que «la falta de algún grado de armonización entre las distintas jurisdicciones aumenta los costos y riesgos aportando buena parte de la complejidad de nuestro sistema tributario».

Del mismo modo se manifestaron entidades empresarias Pyme, que confirmaron a iProfesional que existe una tendencia por imponer estos mecanismos que va en aumento.

En tanto, desde el IARAF, Andrés Mir explicó que «el principal problema se encuentra a nivel de Ingresos Brutos en donde cada provincia establece regímenes que en general no están coordinados y eso implica que una misma operación puede quedar alcanzada por diferentes provincias».

Según sostuvo el especialista, esto termina generando «saldos a favor porque superan recurrentemente el impuesto determinado», aunque aclaró que el único que está más o menos coordinado es el de recaudaciones bancarias para contribuyentes de Convenio Multilateral.

No obstante, destacó que «los otros son independientes y, por la falta de actualización de los parámetros de ventas a partir de los cuales un contribuyente pasa a ser agente de retención o percepción, el universo de operaciones alcanzadas por los mismos ha aumentado exponencialmente».

Los problemas que se generan

Los especialistas consultados por este medio, explicaron que los excesos que provocan la aplicación de mecanismos de ingreso anticipado de Ingresos Brutos se manifiestan de diversas maneras y complican la actividad comercial de los contribuyentes.

En este sentido, José Luis Arnoletto, presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba, destacó que «la cantidad de regímenes de retención, percepción, recaudación y pagos a cuenta hace que muchas empresas tengan sistemáticos saldos a favor».

Esto, según explicó el experto, obliga a las compañías «a presentar continuos trámites de solicitud de no retención o no percepción y que, por distintas vías, son trabados y demorados por los organismos fiscales».

Y aclaró: «Es muy grave la situación de los reintegros de IVA a exportadores, los saldos a favor de productores agropecuarios y las situaciones en donde fiscos provinciales aplican retenciones a contribuyentes de otras provincias».

En este sentido, desde la CAC resaltaron que «la acumulación de saldos a favor y las trabas impuestas para su recupero (como en el caso de Buenos Aires) o la inexistencia de mecanismos para ello (como sucede en la Capital Federal) violan el principio constitucional de legalidad».

Asimismo, indicaron que atenta contra «la institución de la reserva de ley que obliga a regular la materia concreta con normas que posean rango de ley, particularmente aquellas que tienen que ver con la intervención del poder público en la esfera de derechos del individuo, toda vez que en estos casos se estaría estableciendo un nuevo impuesto por la autoridad administrativa».

«Esta situación absorbe buena parte del capital de giro de las empresas, en particular las Pyme, dificultando su desempeño financiero, en un contexto complejo como el actual», concluyeron desde la Cámara.

Sin embargo, la problemática no es sólo a nivel empresarial. Algunos especialistas destacaron que esto también puede convertirse en un «arma de doble filo» para las mismas administraciones provinciales que los aplican.

Esto se visualiza desde dos aspectos. Por un lado, por el aumento de reclamos judiciales que generan estos abusos. Por el otro, por las consecuencias que puede provocar una recesión económica que se ve traducida en una disminución de las ventas y, por lo tanto, de operaciones gravadas.

Al respecto, Arnoletto sostuvo que «hay situaciones litigiosas y dudosas que pueden ocasionarles daño futuro a los gobiernos, pues suelen demorar años y las sentencias llegan cuando son otras las autoridades al mando».

Asimismo, destacó que «una baja en los niveles de actividad pueden implicar que los contribuyentes más despiertos’ soliciten exclusiones de los regímenes de retención o detengan pagos de anticipos, y los más lentos les queden saldos a favor que intentarán compensar con otros tributos, generando menores ingresos a los fiscos».

En este sentido, Mir agregó que la misma devolución de esos importes que fueron ingresados de más puede generar inconvenientes a las economías provinciales, al afirmar que si se ven obligados a devolverlos van a sufrir un deterioro en sus cuentas fiscales por dos lados:

Pasarán a recaudar menos porque no puedan efectuar más esas retenciones o percepciones excesivas.

Tendrán que destinar parte de lo recaudado a devolver los saldos a favor.

Por su parte, Iván Sasovsky, titular de Sasovsky & Asociados, explicó que «por cada tributo, hoy en día, se utilizan mecanismos propios de recaudación por pagos a cuenta en todos los estratos estatales de forma transversal, generándose muchas veces la imposibilidad real de utilización de dichos pagos».

«Así, la naturaleza entendida desde un principio netamente de forma, pasa a convertirse en una cuestión de fondo: todo ingreso a cuenta remanente y sin la posibilidad de cómputo o recupero por parte del contribuyente muta para convertirse en un tributo nuevo en términos materiales y, por lo tanto, en un pago sin causa bajo los términos netamente jurídicos», destacó.

Por qué se generan saldos a favor

Un viejo dicho dice que para muestras basta un botón. En este caso, los especialistas consultados por iProfesional dieron cuenta de dos ejemplos de cómo se pueden generar saldos a favor por culpa de la falta de coordinación.

Desde la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), dieron cuenta de qué sucede con aquellos empresarios que fueron incluidos en el Padrón de Riesgo Fiscal de la Ciudad.

Explicaron que las ventas que se realizan con tarjetas, sufren una primera retención del 4,5% en Ingresos Brutos al momento de la liquidación.

Una vez que los fondos son depositados por la empresa emisora del plástico en la cuenta del contribuyente, es el banco el que retiene otro 5% a través del SIRCREB (que es el sistema bancario de retención del gravamen).

Por último, explicaron que quienes les venden los productos que los miembros del sector después comercializan también les realiza una percepción al momento del pago (generalmente un 6%).

Suponiendo que sólo una cuarta parte de esas compras forman parte del costo total del servicio prestado, podría afirmarse que al menos un 1,5% del tributo percibido se aplicaría a dicha operación.

«De este modo, el monto final retenido y percibido a cuenta de Ingresos Brutos es de un 11% (4,5% + 5% + 1,5%), cuando la alícuota del gravamen para esta actividad es el 3%», resaltaron.

«Como resultado de esta operatoria se están generando importantes saldos a favor cuya devolución no prevé la reglamentación», agregaron desde Fehgra.

Y concluyeron: «También, a modo de aclaración, se deben considerar los demás descuentos que se efectúan como la comisión por el servicio en tarjetas de crédito (3%) y en las de débito (1,5%), y las retenciones de Ganancias e IVA».

Pero no es el único caso que ejemplifica el inconveniente que se genera. Mir supuso el caso de un fabricante de electrodomésticos que es nombrado agente de percepción de varias provincias.

En estos supuestos, cuando le vende a un comerciante inscripto en convenio debe percibirle un porcentaje por cada una de las jurisdicciones de la cual es agente y en las que el comprador está inscripto (o haya sido dado de alta de oficio) y dicho porcentaje se aplica sobre el total de la operación.

«En consecuencia si el comprador es una cadena nacional (como Walmart o Carrefour) se le aplica el porcentaje pleno de percepción de cada provincia sobre el total de la compra y no sobre la parte de la misma que se destina a cada sucursal de cada jurisdicción, lo que puede generar saldos a favor recurrentes», resaltó.

Sasovsky sostuvo que «el concepto de retener para recaudar ha tenido un éxito evidente en los sistemas tributarios en donde se ha aplicado, no siendo la Argentina una excepción. Su proliferación ha sido consecuente, sistemática y, en algunos casos, desmedida».

Y explicó que «como características principales de los regímenes de retención, se pueden identificar las siguientes»:

Control por oposición de los ingresos que deben declarar los beneficiarios.

Recaudación del impuesto en forma anticipada.

Existencia de varios responsables solidarios por la misma deuda.

«Estas características consolidan un método infalible de recaudación fiscal», sostuvo Sasovsky, aunque, sin embargo, concluyó: «Su existencia debe basarse y responder a las potestades y limitaciones que le son aplicables al Estado para la aplicación de tributos» (Iprofesional).
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Coaccionada por las investigaciones de Singer, CFK se prepara para negociar

El paquete para la campaña electoral incluiría devaluación, congelamiento de alquileres, precios máximos y aumento del mínimo no imponible de Ganancias.

En el inicio de una operación de blanqueo que preludia la reapertura de las negociaciones con los holdouts, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich admitió ayer en la Cámara de Diputados que la Ley de Pago Soberano fracasó.

“No hemos tenido adhesión”, sostuvo el funcionario respecto a la reacción de los bonistas, tras haber depositado el 30 de septiembre los fondos del vencimiento de los bonos PAR, por un total de 161 millones de dólares.

En su informe al Congreso, que realizaba esta tarde en la Cámara de Diputados, Capitanich confirmó que ese día se hizo el depósito previsto por la norma aprobada por el Congreso en Nación Fideicomisos, para sortear las trabas impuestas por el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa. Lo que no dijo el Jefe de Gabinete es que el ministro de economía Axel Kicillof, pese a estar expresamente facultado para ello por la ley 26.986, no removió como agente fiduciario al BoNY, luego confirmado por el juez Thomas Griesa. Esta actitud del ministro, sumadas a sus continuas referencias confusas a la posibilidad de una negociación, indicaría que la presidente dejó desde que se inició el default una puerta abierta para la negociación.

Lo que sin duda no previó el gobierno, fue la intensidad de la investigación de la ruta del dinero K por parte del equipo de Paul Singer. Esta presión, sin duda exitosa, hizo que ayer por ejemplo NML, el holdout liderado por Paul Singer solicitó que Guido Forcieri, procesado junto a Boudou por el caso Ciccone y ex representante argentino ante el Banco Mundial, no se vaya de EEUU hasta que no informe dónde hay “activos para embargar”.

Sin duda alguna, la presidente fue girando en la ultima quincena hacia el aceleramiento de las condiciones para una negociación, a medida que su tensión aumentaba, como lo prueba su internación que no sería ajena al stress que le provocarían las pesquisas de Singer sobre los fondos de Lázaro Báez y la posibilidad de que avance una causa por lavado de dinero en Nevada, donde las influencias de La Cámpora sobre los jueces son inexistentes. La empresa británica especializada en espionaje bancario contratada por Singer habría logrado resultados que prácticamente obligarían a la presidente a negociar, para evitarse un escándalo internacional que, cuando deje de ser presidente, podría colocarla en la incómoda posición de imputada, pero ante la justicia de los EE.UU. Según trascendió, la discreta empresa inglesa proporciona a sus clientes información bancaria secreta sobre las cuentas de terceros pero su sistema tendría un límite y es que 24 horas después de obtenida la información, los sistemas del banco hackeado detectan que han sido violados y empiezan a tomarse entonces contramedidas. Por este motivo, las pruebas que estaría consiguiendo Singer servirían judicialmente de un modo parcial, ya que cualquier acción legal se vería dificultada por las contramedidas que tomen los investigados. Así las cosas, Patria o Buitres pronto pasaría a la historia, como la gesta del kirchnerismo contra REPSOL y tantos otros shows populistas que terminaron en la nada.

Un plan para las urnas

La evidencia del giro que empezó el gobierno se cristalizó en un desplome del “blue”. Esta baja no obedece a los mayores controles sobre las “cuevas” ya que si por las inspecciones se reduce la oferta, el precio del dólar debería subir y no bajar.

Cada vez parece más factible un arreglo con los holdouts en el marco de un plan para llegar a las elecciones manteniendo un cierto caudal de votos. Un punto central es que por el stock de Letras, el BCRA tiene pérdidas que superan los $ 50.000 millones, ya que un monto apenas menor que ese stock, la entidad lo presta como Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional ¡a tasa 0%! y, además, el Gobierno no lo devuelve sino que a cada vencimiento lo renueva compulsivamente. Para compensar esa pérdida y generar “utilidades” el BCRA está obligado a hacer una devaluación consistente antes del 31/12, o sea cuando cierra el ejercicio anual. De este modo podría darle al Gobierno bastante dinero para la campaña electoral.

Si el BCRA lleva el dólar oficial, digamos, a $12 es lógico que el blue se desinfle (Quizás por eso el desinterés de grandes operadores en sostenerlo y de otros operadores, que estarían enterados, de liquidar posiciones en dólares). Para mantener una brecha pequeña entre el oficial y el paralelo, el BCRA tendría que liberar el tipo de cambio. Para sostener en tipo de cambio libre contaría con el ingreso de las exportaciones de la soja retenida por los productores agropecuarios, la cosecha fina, que liquida en el verano y la cosecha gruesa, que liquida a partir de marzo de 2015.

Esta pseudo tranquilidad del tipo de cambio y la expansión monetaria generada por la emisión de pesos para comprar divisas morigeraría el sabor del sapo que debe tragarse el Gobierno al tener que derogar en extraordinarias tres leyes para sentarse a negociar con Singer.

Obviamente, para que esta devaluación no tenga el mismo final que la que implementó Juan Carlos Fábrega, el Gobierno debería tomar un conjunto de medidas para atenuar el traslado a precios. Entre ellas podrían haber un corralón a las Letras de BCRA dándole a los tenedores un bono a uno o dos años, negociable en Bolsa, a una tasa mejor que las Letras. Con esto el Banco evitaría tener que emitir para devolverlas.

El paquete en cuestión incluiría la fijación de precios máximos a un conjunto de artículos de primera necesidad, el congelamiento de los alquileres destinados a vivienda, un aumento de emergencia para jubilados y pensionados, un aumento sustancial en el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias para la 4 categoría y otro en el porcentaje de coparticipación impositiva para mejorar los ingresos de las Provincias.

Es probable que Singer aceptaría u$s 500 millones cash y el resto en BONAR 2017, ya que con el levantamiento del cepo cambiario la paridad de esos bonos subiría y podría liquidarlos cash a más del 90%.

Carlos Tórtora/informadorpublico.com