Se esperan vientos de hasta 90 kilómetros por hora y hay probabilidad de lluvias y lloviznas aisladas.
La alerta meteorológica por las fuertes ráfagas de viento sigue rigiendo para la ciudad y la provincia de Buenos Aires.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, hay vientos intensos del sudoeste con velocidades de entre 50 y 70 kilómetros por ahora, y ráfagas que llegan hasta 90.
La jornada, además, se presenta con cielo nublado, probabilidad de lluvias y lloviznas aisladas, mejorando con nubosidad variable, baja sensación térmica, con una temperatura mínima estimada en 6 grados y una máxima en 13.
Para mañana se espera cielo parcial a algo nublado, vientos leves o moderados del sector sur y temperaturas que oscilarán entre los 3 y 15 grados.
El jueves cielo parcial a algo nublado. Vientos leves o moderados del noreste y las temperaturas irán de los 5 a los 17 grados.
Para el viernes, en tanto, el SMN anticipa nubosidad variable. Vientos leves o moderados del sector norte, una temperatura mínima de 7 grados y una máxima de 19 grados.
Hay demoras en Aeroparque y Ezeiza por los fuertes vientos
Las condiciones climáticas afectaron a vuelos en ambas terminales. Fuentes aeroportuarias informaron que las ráfagas son variables, por lo que por momentos se pueden reanudar las operaciones.

Una veintena de vuelos sufrían demoras o debieron ser reprogramados esta mañana tanto en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery como en el aeropuerto internacional de Ezeiza debido al fuerte viento que desde ayer afecta a la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
En Aeroparque desde ayer a la tarde las operaciones sufrieron complicaciones ya que como consecuencia del temporal los aviones no podían aterrizar y algunos fueron desviados hacia Ezeiza, donde las condiciones eran un poco mejores, o hacia otros aeropuertos alternativos.
La continuidad del fenómeno meteorológico durante la madrugada de hoy afectó también alternativamente a los primeros servicios programados y aunque entre las 3 y las 5 de la madrugada algunos vuelos pudieron despegar, fueron pocos los aterrizajes, lo que incide directamente sobre la programación de los servicios posteriores.
Fuentes aeroportuarias informaron que las ráfagas son variables, por lo que por momentos se pueden reanudar las operaciones y por otros es necesario suspenderlas ante los riesgos que provocan los vientos cruzados que llegaron a superar los 30 kilómetros por hora.
El Servicio Meteorológico indicó que las condiciones se mantendrán así durante todo el día, por lo que las demoras y reprogramaciones continuarán a lo largo de la jornada.
Ante esta situación, las empresas aéreas recomiendan a sus pasajeros consultar las páginas web respectivas o comunicarse con los call center para verificar los horarios de sus vuelos.
Una situación similar se registraba esta mañana en Ezeiza, aunque las condiciones climáticas eran menos severas.
Aun así, al menos tres vuelos debieron ser desviados ante la imposibilidad de concretar un aterrizaje sin riesgo y una media docena de partidas debieron ser demoradas.
No obstante, las fuentes apuntaron que en Ezeiza las complicaciones no tendrán en lo que resta del día la envergadura de las que se registran en Aeroparque.
Un temporal agravó las inundaciones en la costa bonaerense
La lluvia y los fuertes vientos dejaron evacuados, rutas cortadas, cientos de escuelas sin clases y barrios anegados sin luz.

Un temporal de lluvia y fuertes vientos que afectó a la costa bonaerense y en menor medida al interior provincial, dejó un saldo de personas evacuadas, rutas cortadas, cientos de escuelas sin clases y barrios anegados sin luz. El fenómeno, que se inició el viernes por la noche, se profundizó entre el atardecer del domingo y ayer. Si bien no generó daños materiales significativos, en distritos como Necochea y Tres Arroyos, las precipitaciones llegaron antes de que los campos pudieran recuperarse de inundaciones recientes por lo que las pérdidas son sensibles.
En la periferia de Mar del Plata, fueron evacuadas 50 personas, la mayoría niños, de Parque Hermoso, mientras que en Parque Palermo, varias familias dejaron sus casillas por su cuenta. Pese a que solo se podía acceder por camión, muchos no quisieron irse por temor a los robos. «Tuvimos que asistir con colchones, frazadas y pañales a unas 30 personas en sus viviendas por esa razón» admitió Martín Aiello, secretario de Desarrollo Social de General Pueyrredón. La situación se repitió en otros barrios marplatenses como La Herradura, Villa Evita, Newbery y Nuevo Golf. También en Las Dalias y Playa Serena, hubo familias evacuadas. Por la mañana, ya no se dictaban clases en unas 15 escuelas y el intendente Gustavo Pulti, tras reunirse con un comité de crisis, decidió suspender la actividad escolar en todos los niveles durante la tarde, debido a los inconvenientes que dejaron los más de 150 milímetros caídos. A las escuelas rurales no se podía llegar, debido al pésimo estado de los caminos. Por el alerta, desde Defensa Civil pidieron no circular si no era necesario, evitar la colocación de autos debajo de árboles y anoche cerraron algunos pasos costeros, por el anuncio de marejadas. Dos tramos de la ruta 11, Playa Escondida y arroyo El Durazno, fueron cortados. Hoy no habrá clases en todos los turnos en Mar del Plata.
En Necochea, no hubo evacuados, pero desde temprano se suspendieron las clases en todo el distrito. Los casi 200 milímetros caídos en menos de 4 días, anegaron varias casas que debieron ser protegidas con silos bolsa. «La negativa de la gente a abandonar sus casas nos exige un esfuerzo mayor para asistirlos, con ropa seca, alimentos y elementos para calefaccionarse» reconoció el jefe de Defensa Civil Juan Llorens El intendente interino José Luis Vidal convocó para hoy a los productores de la región cuyos campos ya estaban inundados antes de este temporal y anticipan serios quebrantos, en plena siembra. El desborde del arroyo La Ballenera obligó al corte de la ruta 88 y desde ayer a las cinco de la tarde, tampoco se podía avanzar por la 86. Vialidad Nacional mantenía cerrada la ruta 228 que une Necochea con Tres Arroyos y solo se podía circular hasta Energía. Por su parte, Vialidad Provincial cerró las rutas 75 que va a San Cayetano y pidió precaución para circular por la 72, en San Francisco Bellocq y la 73. Los fuertes vientos del sur impidieron las operaciones en el puerto de Quequén.
Por la misma razón, están sin movimientos desde el viernes los puertos de Ingeniero White y Galván, en Bahía Blanca. La bajante de las aguas de las sierras de Ventana, donde el fin de semana cayeron más de 100 milímetros, aumentó el caudal de ríos y arroyos y anegó tanto el club de Golf como el paso Vanoli. Las ráfagas de viento, que superaron los 70 kilómetros por hora, derribaron árboles, aunque sin provocar daños ni víctimas. Se voló el techo de la escuela 40 del barrio Saladero, donde no hubo clases, al igual que en otros dos colegios de la zona portuaria. La caída de postes y cables dejó a 10 barrios bahienses sin energía eléctrica.
En Tres Arroyos, los más afectados por el temporal con ráfagas que llegaron a los 100 kilómetros por hora, fueron los balnearios Claromecó, donde hubo evacuados y el viento derribó árboles del vivero y la villa y Reta, cuyas calles de tierra estaban intransitables. Un panorama similar se advertía en los balnearios Oriente y Marisol. En el sector urbano tresarroyense, donde volaron chapas y cayeron árboles, bomberos debieron rescatar a una mujer que quedó atrapada dentro de su camioneta, en el medio del agua. La localidad de Lin Calel, al sur del distrito, quedó aislada. La inactividad escolar por la tarde y noche fue total, al igual que en Patagones, en el sur provincial. Antes, ya se habían interrumpido las clases en Tandil, Balcarce y General Alvarado, entre otros distritos.
Anoche en todos los distritos costeros se mantenía el alerta ante el anuncio de un incremento en la intensidad del viento desde el mar.
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