A los 21 años, le ganó el puesto a Ponzio y resultó decisivo para que el River de Gallardo elevase su rendimiento.
La única cruz que carga Matías Kranevitter está tatuada en su cuerpo. Se sometió a la aguja para cumplir con la promesa por el bautismo en Primera. “Fue uno de los días más esperados de mi vida”, cuenta el tucumano de 21 años y el rostro aglutinado de pecas. Esa marca que lleva en su piel es todo un testimonio de su fe, claro. También, una señal de agradecimiento por una chance que empezó a gestarse en Yerba Buena, donde el hijo mayor de una familia numerosa trabajó como caddie de golf para ayudar a su padre taxista. “Él confió en mí desde el primer momento y me apoyó mucho. Aunque veces, me enojo. Siempre dice que juego bien”, le dice a Clarín.
-Pero en estos últimos partidos, le tenés que dar la razón a tu papá.
-Me pone contento mi rendimiento, pero yo soy un granito de arena que suma. No me creo más que nadie. El equipo está en un buen nivel y eso ayuda a todos.
-River es distinto desde que vos jugás en la mitad de la cancha. No vas a decir que es una casualidad.
-Contra Gimnasia se jugó el primer partido, recién arrancábamos. No teníamos ritmo de competencia. Creo que, ahora mismo, venimos creciendo, ganamos partidos importantes y eso nos da confianza.
-Hay una notoria diferencia entre el River campeón que dirigía Ramón Díaz y el River de Marcelo Gallardo, más punzante y vertical. ¿Cuál es mejor?
-Aquel equipo no tiene discusión porque fue campeón. Pero también hay que decir que no están los mismos futbolistas. Si bien me tocó jugar con Ramón y ganar el título, muchos se fueron. En mi caso particular, trato de presionar siempre porque hay que recuperar la pelota y jugarla rápido.
-¿Te sentís cómodo como el dueño del círculo central?
-En el último tiempo me tocó ser el único cinco , no tengo problemas de jugar en doble cinco , yo me siento cómodo.
-¿Hablás con Ponzio? Es uno de los referentes y le ganaste el puesto. ¿Es incómoda la situación?
-Con Leo me llevo muy bien, me tocó compartir mucho con él, aprendí de sus enseñanzas, es muy humilde y ayuda a los chicos.
-¿Por qué terminás siempre convenciendo a los técnicos? En este campeonato, arrancaste de atrás y te adueñaste de la titularidad.
-El esfuerzo y levantarme todos los días con ganas son mis principales virtudes. Toda mi vida empecé de abajo y me fui ganando un lugar. Por suerte, ahora me toca estar y no quiero desaprovechar esta oportunidad.
-Muchos dicen que sos parecido a Mascherano. ¿Vos lo ves de esa manera?
-Yo soy muy chico. Me falta mucho para llegar a ser como Mascherano. Él hizo una carrera increíble; yo recién empiezo. Tengo que seguir creciendo para poder pegar el salto a Europa y jugar en la Selección.
-¿Se puede jugar mejor que el domingo?
-Venimos bien, nosotros trabajamos para jugar de esta manera desde la pretemporada. Y hay que seguir por este camino para lograr el bicampeonato.
-¿Podrán repetir el nivel ante Defensa y Justicia?
-Ojalá que vengan a jugarnos de igual a igual para que podamos explotar nuestro juego.
Fuente: Clarín