Paritarias: Daniel Scioli convocó a los docentes y en Chaco no empezarán las clases

scioli telamEl gobierno bonaerense se reunirá con los gremios el martes. En la provincia del norte anunciaron un paro po 72 horas. Nuevas críticas a la oferta que el Ejecutivo nacional realizó a los maestros

Crédito foto: Télam

Tras la falta de acuerdo en la reunión que el Gobierno nacional y los gremios docentes mantuvieron el pasado viernes, comienza una semana clave para las negociaciones paritarias en todo el país.

Por un lado, el gobierno bonaerense convocó a representantes docentes y de la administración pública para los días martes y miércoles.

Ambos encuentros tendrán lugar en la Subsecretaría de la Negociación Colectiva del Sector Público del Ministerio de Trabajo.

En Chaco, la Asociación de Trabajadores de la Educación (ATECH) y la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Educación (SITECH) resolvieron no iniciar el ciclo lectivo previsto para este miércoles, y convocaron a un paro por 72 horas.

La decisión de los dos gremios docentes mayoritarios de la provincia fue tomada por la «total falta de respuesta al reclamo salarial», según un comunicado difundido tras la realización de sus respectivas asambleas.

Según el Diario Norte, casi en simultáneo con la ratificación de la medida de fuerza, el ministro de Educación provincial, Sergio Soto, convocó a todos los sindicatos a una reunión prevista para el lunes.

El viernes, el gobernador en ejercicio, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, aseguró que «vamos a ofrecer unas buenas pautas salariales, con mucho sacrificio para la administración pública», aunque advirtió que «los incrementos no podrán ir todos al sueldo básico. Eso podrá ser posible cuando el país este en mejores condiciones».

Quienes sí aceptaron la propuesta de aumento fueron los empleados estatales de Santa Fe nucleados en la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

El arreglo establece para los meses de enero y febrero una suma fija no remunerativa y no bonificable de 1.650 pesos para las categorías 1 y 2 del escalafón. Esa cifra aumentará en forma progresiva y proporcional para las demás categorías del escalafón, a 3.525 pesos y, en forma proporcional, también alcanzará a los jubilados.

En marzo está previsto que los sueldos de las categorías iniciales aumenten un 23,05%, y un 18,11% la superior, mientras que en julio subirán un 7% (30 por ciento en total) y un 8% (26 por ciento en total) más respectivamente.

La paritaria del sector público santafesino es de sistema abierto, por lo que en cualquier momento del año puede ser convocada para discutir salarios.

Moyano, Yasky y Ctera volvieron a criticar la oferta del Gobierno a los docentes

Tras la propuesta del Gobierno, que el viernes ofreció una suba del 22 por ciento en tres cuotas (la última en noviembre) y una suma de 2.000 pesos de presentismo, también fraccionada en dos pagos, los gremios volvieron a rechazar la oferta.

El titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, aseguró que el aumento propuesto por el Ejecutivo «no fue una oferta justa, es una falta de respeto para los que forman a nuestros hijos». Además, opinó que si el Gobierno no reconsidera su posición, «evidentemente las clases no van a empezar», y reiteró que los docentes tienen «el apoyo» de su espacio.

Hugo Yasky también criticó la oferta del Gobierno, y la calificó de «insostenible».

«Es una señal muy mala –agregó- porque cuando uno tira tan abajo la postura para empezar a discutir está dando una señal de que va a haber una dureza e inflexibilidad en la discusión posterior».

El titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) consideró que este lunes será un día importante ya que, además de la continuidad de las negociaciones, se realizará un congreso del gremio Ctera. «Espero que el Gobierno tenga la lucidez y la sensibilidad de rescatar la paritaria docente de lo que sería su tercer fracaso», dijo.

Por su parte, la titular de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), Stella Maldonado, reiteró que «si el Gobierno vuelve a ofrecer lo mismo, rechazaremos y será motivo de acción directa».

Maldonado criticó a Jorge Capitanich, quien había dicho que, con el aumento que ofreció el Gobierno, el salario inicial se incrementará un 26,8 por ciento y no un 22 por ciento, ya que incluye 2.000 pesos de presentismo. «Los números se pueden manipular de muchas maneras: el presentismo no es salario», respondió la sindicalista.

Caló pidió «cordura» en las negociaciones

El titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, se mostró a favor de «poner cordura» en las paritarias y planteó «defender los precios» acordados entre el Gobierno y supermercadistas.

«Estamos en época de paritarias, vamos a ponerle cordura», dijo el dirigente sindical, quien advirtió que «cuando hay inflación, los primeros que perdemos somos los trabajadores».

Caló también elogió el programa Precios Cuidados, y aseguró que los sindicatos van a «defender los precios que dice la señora», en alusión a la Presidente.

El titular de la UOM advirtió que la CGT estará «codo a codo con los compañeros y asociaciones de consumidores para que los precios no suban más de lo que tengan que subir».

Fuente: Agencias – Infobae

Bolsillos Descuidados: La gente se prepara para una inflación del 41,3%

En febrero, la inflación esperada por la gente (medida por del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella) para 2014 subió 5% alcanzando un nuevo máximo histórico de 35%, según la mediana de las respuestas en el sondeo que realiza esa institución. Pero de acuerdo al promedio, la inflación esperada aumenta un 3,7% más ubicándose en 41,3% para los doce meses, el máximo registro histórico de esta serie.

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CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella dio a conocer los resultados de su encuesta de expectativas de inflación para 2014. En la misma advierten que las expectativas de inflación subieron al 35% en febrero, marcando un nuevo máximo histórico de la serie, pero en promedio los argentinos esperan una inflación del 41,3 % en estos 12 meses, indicando otro máximo histórico.

Según la media de las respuestas de los encuestados, el alza generalizada de precios proyectada subió cinco puntos hasta el 35 por ciento, también un máximo para esta serie.

“La inflación esperada por los sectores de bajos ingresos sube a 40 % de acuerdo a la media de las respuestas, mientras que para los ingresos altos sube a 35 por ciento. En el promedio de las respuestas, las expectativas se ubican en 42,3 y 39 % para los sectores de menor y mayor poder adquisitivo respectivamente”, precisó Guido Sandleris, director del CIF.

Cabe reseñar que la inflación minorista del 2013 fue de un 10,9 por ciento, según el cuestionado INDEC, organismo que presentó este mes un nuevo indicador para reemplazar el anterior, ampliamente desacreditado por sospechas de manipulación, y anunció una inflación para enero del 3,7 por ciento, la más alta desde mayo del 2002.

Según mediciones privadas, la inflación de enero promedió un 5,5 por ciento, y superará el 30 por ciento en el 2014.

Respecto al promedio, las expectativas de inflación suben 3,7 puntos porcentuales respecto a la medición de enero, ubicándose en 41,3%. De este modo, el promedio de las respuestas se encuentra en el nivel más alto desde el inicio de la serie en agosto de 2006. El desvío estándar1 sube 2,8 puntos porcentuales con respecto al mes anterior, situándose en 25,9%, precisó el CIF.

En la desagregación regional, de acuerdo al promedio de respuestas, la inflación esperada sube en la Capital Federal, en el Gran Buenos Aires y en el Interior del País.

Considerando la mediana de las respuestas, la inflación esperada aumenta significativamente (10 puntos porcentuales) en el Gran Buenos Aires respecto al mes anterior, ubicándose en 40%. En el interior del país se registra un incremento de 5 puntos porcentuales, por lo que las expectativas se sitúan en 35%. Por otro lado, en Capital Federal la inflación esperada cae 2,5 puntos porcentuales respecto a enero de acuerdo a la mediana y se ubica en 32,5%.

Considerando el promedio, la inflación esperada sube en las tres regiones respecto al mes anterior.

El incremento de mayor magnitud se observa en el Gran Buenos Aires (5,1 puntos porcentuales), donde la inflación esperada alcanza el nivel más alto de las tres regiones (42,7%). En el Interior del país las expectativas aumentaron 2,8 puntos porcentuales, situándose en 40,3%, mientras que en la Capital Federal, el incremento fue de 0.9 puntos porcentuales, ubicándose en 38,8%. En dos de las tres regiones, la inflación esperada para los próximos doce meses es superior al 40%.

De acuerdo al promedio de respuestas, los sectores de menores ingresos esperan una inflación de 42,3% y los sectores de mayores ingresos de 39%. La mediana es de 40% para los primeros y de 35% para los segundos.

De acuerdo a la mediana, la inflación esperada sube considerablemente para los sectores de bajos ingresos (10 puntos porcentuales) ubicándose en 40%. Del mismo modo, se observa una suba de 5 puntos porcentuales para sectores de ingresos altos, con lo que las expectativas llegan a 35% para dicho grupo.

Teniendo en cuenta el promedio de las respuestas, las expectativas registran subas en ambos sectores respecto a la medición de enero. Para el grupo de menor poder adquisitivo, la inflación esperada se ubica 42,3%, aumentando 4,5 puntos porcentuales. Para los grupos de ingresos altos las expectativas son de 39%, lo que implica un alza de 1,6 puntos porcentuales.

La inflación esperada por los estratos de ingresos bajos es superior a la esperada por los sectores de mayor poder adquisitivo, tanto en la mediana como en el promedio, concluye el sondeo de la Universidad Di Tella.

Aseguran que habrá recesión por subas de tasas, inflación y un Brasil pinchado

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Cada vez más economistas corrigen sus pronósticos para el 2014 a escenarios de caída del PBI, que eran escasos hace un mes y medio. Crédito corto y más caro golpea al consumo.

El despliegue de medidas económicas que el Gobierno exhibió en el último mes, como la devaluación, la semi-apertura del cepo cambiario, la suba de la tasa de interés junto con el pedido de liquidación de cosecha a las cerealeras y las ventas de dólares de los bancos, no alcanzaron para modificar lo que tanto se temía el año pasado: la Argentina está en recesión y se vienen meses más difíciles.

Un escenario de caída del PBI en 2014, formaba parte solamente de los pronósticos considerados más pesimistas.

Sin embargo, con tan solo un mes y medio de transcurrido 2014, las estimaciones de los economistas cambiaron hacia una mayor caída, en muchos casos de entre 2 y 3 por ciento.

Y no es que no valoren los esfuerzos del Banco Central por lograr una paz cambiaria, pero el cóctel de alta inflación, las restricciones a las importaciones, tasa de interés que creció pero sigue siendo negativa en términos reales, menor consumo y devaluación en Brasil, hicieron que os problemas de fondo como el creciente déficit fiscal financiado con emisión monetaria continúe allí donde estaba.

“A raíz de las medidas que estuvo implementando el Gobierno decidimos corregir nuestra estimación de diciembre para 2014 sobre el PBI y pasamos de una caída de 1% a una baja del producto de entre 2 y 3%”, señaló Daniel Artana, economista de FIEL.

Para el especialista, existen cuestiones externas y domésticas que explican la recesión que deberá enfrentar el país. “Una de las principales razones es el crecimiento de la economía de Brasil, que se espera que avance un 2% este año. Esto sumado a una devaluación importante del real hace que el panorama se vea más complejo para la economía local”, agregó Artana.

Tal como detalla la consultora Finsoport en su último informe, en Brasil el tipo de cambio se devaluó un 17% en el último año, la inflación se aceleró a un 6,5% a mediados de 2013 y descendió en los últimos meses y en entre enero y septiembre solo creció 2,4 por ciento.

En ese sentido, el economista Enrique Szewach, apuntó que, de continuar en las condiciones actuales, “vamos a un escenario recesivo de entre 2 y 3% de caída del PBI no sólo por los cambios en la economía del vecino país sino también por el control sobre las importaciones”.

De acuerdo con el analista, es preciso recordar que estas restricciones siempre afectan el nivel de actividad y por supuesto los efectos de estas decisiones siempre tardan un poco es materializarse, pero a la luz del accionar del equipo económico, decidió acentuar su estimación de baja del PBI en diciembre era de tan solo 1,5% negativo.

El cuco. El déficit fiscal, sobre el que el ministro de Economía Axel Kicillof, no considera necesario actuar según declaró la semana pasada, es “la madre de todos los problemas”, para el resto de los economistas.
Al respecto, Luis Palma Cané, de Fimades, apuntó que una economía “no llega a tener recesión de un día para el otro. Por eso ya estamos viviendo un escenario de caída del producto y esto tiene su origen en el déficit fiscal que es financiado con emisión monetaria”.

Para Palma Cané, la suba de tasas llegó tarde y es escasa, porque sigue estando por debajo de la inflación, “por lo que podemos decir que la corre de atrás”.

Expectativas. De nuevo, todo se trata de un problema de expectativas. Después que el presidente del Banco Central Juan Carlos Fábrega, lograra mantener al dólar por debajo de los $8, “En la medida en que la gente piensa que el dólar va a subir, demora consumo o trata de ahorrar en dólares y en la medida en que se percibe que cae el salario real, más aún trata de adelantar la compra de algunos productos y elimina compras que no son de primera necesidad. Además, la suba de la tasa de interés también encarece el crédito por lo que el consumo se verá más restringido”, remarcó Szewach.

Así, los intentos de normalizar el mercado cambiario no podrá podrán resolver la tendencia a la baja de las reservas del Banco Central y queda abierto el interrogante sobre la necesidad de dólares después de que se liquide el grueso de la cosecha.

“Creo que la liquidación de la soja va a traer un alivio en el segundo trimestre del año, pero no sabemos qué viene después. Por fuera de eso, la Argentina no ha mostrado dinamismo en las exportaciones industriales y eso es producto también de un largo período de atraso cambiario que hizo que se vayan deteriorando”, apuntó Artana.

“Creemos que este comportamiento va a seguir así este año por lo que la exportación de granos solo puede atenuar la actual falta de dólares”. afirmó.

Por su parte, el economista Orlando Ferreres pronosticó que en febrero la inflación llegará a “un 3,8 %” y opinó que Gobierno esta aplicando “un plan de ajuste bastante ortodoxo”, porque se “impuso la realidad”.

Para Ferreres, la expectativa inflacionaria anual oscilaría entre “el 35 y 39%” y estimó que en los próximos meses habrá aumentos de algunos precios, ya que por ejemplo el “petróleo vale en dólares”.

“En febrero calculamos que la inflación estará en un 3,8 %. A pesar que no hubo este mes aumento en el transporte, sí se viene de una devaluación”, explicó.
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“La inflación tiene un solo origen que no está en el diagnóstico del gobierno”

M&S Consultores
Carlos Melconián, director de M&S Consultores, opinó sobre el reciente “sinceramiento” de la inflación que demostró el gobierno a través de la cifra difundida en el día de ayer, en el marco de las nuevas indicaciones propuestas por el Fondo Monetario para transparentar dicho índice.
“Hace 17 años que hago precios, pasaron presidentes y ministros de Economía, pero nunca intenté que un dato mío reemplace el oficial”, dijo el excandidato a ministro de Economía a “Políticamente Incorrecto”, el programa que conduce Christian Sanz por MDZ Radio.
“Un día detectamos que cuando nos daba 20% de inflación al año, al Indec les daba 8%. Ahora el Indec da muy parecido a lo que nosotros estábamos diciendo y sin embargo siguen descalificando”, criticó.
El consultor económico expresó que “en estos siete años hubo persecución, multa y denuncia penal, pero nunca nos dijeron qué estábamos haciendo mal, nosotros seguimos haciendo nuestro laburo mientras la realidad empieza a reencauzar las cosas”.
Melconián aseguró en este sentido: “Siempre pedimos que el gobierno reconozca, la pregunta es, una vez que reconozcan, ¿qué van a hacer? ¿Cómo vamos a hacer con la competitividad, el salario, el mínimo no imponible? Eso es un verdadero quilombo.
“De ayer, hoy lo único que hemos ganado es que gobierno y privado más o menos coincidimos en los números, y después Dios dirá”, agregó.
Con respecto a la inflación, el director de M&S Consultores manifestó que “la inflación tiene un origen multicausal, pero cuando hay siete años consecutivos de inflación en un mundo donde no hay inflación, eso ya dejó de ser multicausal”.
“Si durante seis años hubo una presión fiscal fenomenal y una gran recaudación y así y todo el gasto es superior y ese gasto no está financiado genuinamente, porque has descubierto la máquina de imprimir billetes, un elemento ya prehistórico y se hace uso intenso de eso y se tira sin respaldo, vas devaluando el valor de la moneda en el bolsillo del habitante”, explicó.
“En la Argentina hay cero origen multicausal de la inflación, tiene un solo origen que encima no está en el diagnóstico del gobierno”, dijo.
En referencia al control de precios que está llevando a cabo últimamente el gobierno nacional en compañía de las administraciones provinciales, Melconián apuntó: “Ellos pretenden que de repente 180 precios bajen de un día para el otro y seguir imprimiendo billetes. Esto es primer año de universidad”.
Con respecto a las acusaciones oficiales sobre especulaciones y desestabilizaciones de presuntos formadores de precios, el economista disparó: “Yo era formador de precios en la zapatería de mi casa, y tenía una zapatillas que las quería vender a 2 pesos, y vino el de la esquina a ponerla a 1,50 y me rompía el culo a pedazos”.
“Los que piensan en formadores de precios nunca tuvieron un puto negocio ni han sido comerciantes”, aseveró.
“Hacemos 10 años de una cosa, nos damos cuenta que está mal y hacemos 10 años de otra, después tiene razón The Economist”, agregó.
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Para todos, NADA: el fracaso de los planes K para frenar la inflación

cristinaLos programas que prometen productos “para todos” no impactaron en el consumo. La política de parches y sus consecuencias

Corría octubre del año 2011, Cristina se proclamaba “reina” por voto popular. Los papelitos caían sobre la hinchada K, que festejaba y ya pensaba en una presidenta eterna. Nadie lo imaginaba, pero faltaba poco para el comienzo de la debacle, el principio del fin del ciclo. Semanas después, el cepo al dólar desestabilizó los mercados financieros, los agujeros en las cuentas fiscales empezaron a notarse, y la escalada inflacionaria se instalaba, persistente, mes a mes, para no irse más de nuestra agenda de preocupaciones.

“El 2013 fue el año en el que se notó un mayor incremento de la inflación. Por algo hace un año contamos con tres congelamientos de precios consecutivos. De febrero a julio, mil productos fueron “congelados” en los supermercados, después pasamos a los 500 productos del segundo acuerdo, y ahora tenemos estos `precios cuidados´”. En pocas palabras, Carolina Suarez, del Centro de Educación al Consumidor (CEC), relató a Hoy la estrategia kirchnerista para frenar la suba de precios. En su afán de síntesis, sin embargo, se pierde la improvización, la incoherencia, la falta de articulación entre las distintas políticas económicas que explican el fracaso.

Se pierde a Guillermo Moreno y su patota entrando al Indec, al Mercado Central, a las consultoras. A manotazo limpio, resumen real de la política oficial: manotazos de ahogado. En ese contexto, y a partir de 2011 y 2012, comenzaron a implementarse los “Planes para todos”. Hubo variedad: desde “Milanesas para Todos” hasta merluza, pollo, carne, leche, televisores, ropa; siempre “para Todos”, aunque el que mejor resumiría esta estrategia es “Fruta para Todos”. “La verdad es que estos programas no han funcionado, han tenido un impacto insignificante”, comentó a Hoy Sandra González, presidenta de Adecua. Con ella coincidió Suarez: “La medida no es siquiera un paliativo. Si se hubiera dado con mayor asiduidad, o si hubiese tenido mayor presencia en todo el país, con productos de calidad, sería otra cosa”.

Este fracaso fue, de hecho, lo que nos trajo hasta aquí: “No termina siendo una solución que un camión se establezca en un lugar y brinde productos específicos para determinado número de ciudadanos, no es la solución porque no cubre las expectativas de todos los argentinos que consumen carne, leche, o lo que sea. Ni siquiera de la mayoría. Por eso ahora vemos un fuerte incremento en los precios de la cadena de consumo, que esplotó este año”, reflexionó Carolina Suarez.

Finalmente, la inflación estalló: 3,7% en enero y sigue subiendo: programas para pocos, para casi nadie.

Leche “no apta para consumo”

Lácteos para Todos: tristemente famoso porque sólo días atrás, un camión fue incautado por agentes municipales en Olavarría. ¿El motivo? Los productos que iban a ser ofrecidos a “precios populares” habían perdido la cadena de frío y estaban en mal estado. “No apto para el consumo humano”. Con este programa, el gobierno llegó a ofrecer el litro de leche a dos pesos. Hoy está a $9,53 en una de los principales supermercados de La Plata. Tanto aumenta todo que ni con dulce de leche podemos cortar la amargura: a comienzos de 2013, el kilo del “invento argentino” se ofrecía a $2,99 los 400 gramos, únicamente en los camiones de espendio. Hoy, un pote de 500 gramos cuesta más de 11 pesos.

Los cortes de carne, limitados

Carne para Todos: Fue el más reconocido y promocionado de los programas del gobierno, y el que más “relanzamientos” tuvo. Con el subsidio oficial, el kilo de asado llegó a estar, a comienzos de 2013, 10,50 pesos. Hoy, el mismo corte, y la misma cantidad, se consigue por $74, según el relevamiento que realizó nuestro diario por comercios de la región.

Un dato más: antes, el Kg de bola de lomo era ofrecido a poco más de $14. Hoy, saltó a $69. El resultado es siempre el mismo: al tener un alcance limitado, todos los productos que se venden por fuera suben estrepitosamente sus precios.

El salto de la merluza

A partir de subsidios a comerciantes y productores, el gobierno lanzó “Merluza para Todos” en 2012, con varios relanzamientos. Durante la última campaña, el kilo se ofrecía a 28 pesos. Hoy, menos de un año depsués de que finalice este acuerdo, el Kg. de merluza cuesta el doble: $55.

Fruta oficialista

Seguimos con las comparaciones. Mientras los precios subsidiados del programa “Fruta para Todos” ofrecían la bolsa de tres kilos a un promedio de $10; hoy, sólo el Kg. de banana cuesta 11,90 pesos; el Kg. de manzana, $20; y el Kg. de durazno, $31,99. El mensaje del gobierno es claro: al que le gusta el durazno, “que se banque la peluza”.

LCD para pocos

Capítulo aparte merece el programa que pretendió llevar televisores a los jubilados de hasta 75 años. El precio no era lo tentador, sino la forma de pago: se ofrecían en hasta 60 cuotas, un plan de pagos ilógico en el actual contexto, donde las tarjetas dejaron de vender productos (sobre todo los electrodomésticos) a 12 cuotas, ante el alza inflacionaria y las dificultades de financiamiento.

Así y todo, el programa tampoco funcionó: a pesar de su nombre, era restringido a los adultos mayores, e incluso tampoco llegó a ellos, pues la oferta de equipos resultó mínima y se esfumó en poco tiempo.

Fútbol: de la pasión a la propaganda

Como una muestra de las prioridades de la gestión K, basta decir que el presupuesto nacional destinado a la lucha contra el narcotráfico sólo fue del 8% de los recursos que se asignó al programa Fútbol para Todos, utilizado para la propagando oficialista.

Durante 2013, este plan tuvo una partida de 1.137 millones de pesos, mientras que la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) contó sólo con $ 90 millones. Esta comparación explica, en parte, cómo Argentina pasó de ser un país de paso para la droga, a un país de consumo y elaboración.

Sin embargo, los resultados no han hecho recapacitar a Cristina Kirchner, pues, escándalo mediante por la nueva realización del FPT, en 2014 se prevé que la televisación de los partidos del fútbol argentino gastará 1.511 millones de pesos. Así, el gobierno gasta grandes sumas para concretar su idea de utilizar la gran pasión de los argentinos, con fines políticos partidarios.

Fuente: http://diariohoy.net/

«Bienvenido la tasa de inflación, pero los técnicos del gobierno no genera confianza»

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El ex ministro de Economía Roberto Lavagna destacó hoy que con el nuevo índice de precios al consumidor el Gobierno haya reconocido que «la tasa de inflación es tres veces la que venía diciendo» la propia administración central, aunque advirtió que los «técnicos» que lo elaboran «no generan mucha confianza».

El ex funcionario argumentó que esos profesionales «son quienes hace siete años han venido mintiendo en materia de tasa de inflación».

«Es un paso adelante; bienvenido el reconocimiento de que la tasa de inflación es tres veces la que venía diciendo el Gobierno», enfatizó Lavagna al referirse a la nueva medición realizada por el INDEC, que dio un 3,7 por ciento para enero último, y fue presentada ayer por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y su equipo.

El ex jefe del Palacio de Hacienda añadió: «De todas maneras, hay que ser extremadamente prudente porque quienes ayer lo presentaron son quienes, hace siete años, han venido mintiendo en materia de tasa de inflación y, en consecuencia, no generan como técnicos mucha confianza».

«Es más, estos mismos técnicos forman parte del equipo que sigue falseando otras estadísticas, por ejemplo, la del nivel de producción o del nivel de actividad económica, la del Producto Bruto (Interno -PBI), que están siendo fuertemente sobreestimadas», concluyó en diálogo con radio Mitre.
diariohoy.net

Por primera vez, el Gobierno reconoció que la inflación argentina es muy alta

infSegún la flamante medición, los precios subieron 3,7% en enero; Kicillof presentó un nuevo índice para medir el costo de vida junto a Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, los encargados de liderar la intervención de Guillermo Moreno en el Indec

spués de siete años, el Gobierno reconoció ayer que la Argentina tiene una inflación muy alta. Lo hizo al presentar el nuevo índice de precios al consumidor nacional urbano (IPC-NU), que elaboró bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según el indicador, los precios subieron en enero 3,7% respecto de diciembre, la mayor suba mensual en 12 años.

«Es un número creíble, incluso para los privados», dijo Ramiro Castiñeira, de Econométrica. «Es un primer aporte para recomponer la confianza en las estadísticas públicas. Porque la confianza se destruye de un solo golpe y se construye con el tiempo», agregó.

La presentación del indicador, que a diferencia del IPC anterior, tiene cobertura en todo el país, corrió por cuenta del ministro de Economía, Axel Kicillof, y, curiosamente, de las dos personas que fueron las encargadas de la intervención del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) desde enero de 2007: Ana María Edwin y Norberto Itzcovich. Una señal contradictoria considerando que quienes administran el nuevo indicador deberán dar garantías de que todos los meses seguirán publicando un número real, no importa cuál sea.

«Era imperioso actualizar el índice de precios por los cambios de estructura productiva, los cambios en regiones, de poder adquisitivo de los salarios y en estructura de consumo», esgrimió Kicillof, que recordó que el índice anterior estaba hecho sobre la base de una encuesta de gastos de 2004 (el nuevo se basa en 2012-2013). Y aclaró: «El IPC-NU no es un índice que continúe al anterior».

El ministro reconoció que los índices de precios se habían transformado en una «cuestión de polémica», pero no por la manipulación de las cifras oficiales, que hasta él había cuestionado desde el Cenda, el think tank que había creado cuando trabajaba como economista en el sector privado, sino por las consultoras que presentaban índices con «un fuerte contenido político» y con «escasísimo rigor».

Francisco Gismondi, de la consultora Empiria, señaló, no obstante, que la variación del IPC-NU es apenas un punto más baja que la publicada por el Congreso. «Las consultoras tenían la metodología del Indec, que contemplaba el área metropolitana, y ahí el aumento del transporte pesó mucho en enero. Si se diluye la incidencia de los colectivos, que no aumentaron en todos los distritos, da un número de inflación muy similar», explicó. Para el Congreso, la inflación había sido de 4,6%, y para la ciudad de Buenos Aires, 4,8 por ciento.

El IPC-NU toma como base 100 el último trimestre de 2013 y contempla a todos aquellos que viven en localidades de 5000 habitantes o más (el 86,7% de la población). Para ponderar el consumo de los distintos bienes, tomó como base la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGH) realizada entre 2012-2013. El IPC-NU surge, a su vez, de un relevamiento mensual de unos 230.000 precios en más de 13.000 locales en todo el país, y se conocerá entre 8 y 10 días hábiles después de vencido el mes.

En enero, según el IPC-NU, el rubro de alimentos y bebidas subió 3,3% con respecto a diciembre de 2013, mientras que el de indumentaria aumentó 0,8%; vivienda y servicios, 2,2%; equipamiento y mantenimiento del hogar, 4,3%; atención médica y gastos para la salud, 5,9%; transporte y comunicaciones, 5,4%, y esparcimiento, 4,8 por ciento.

Más abrupta fue la suba de los precios mayoristas. En enero, el índice de precios internos al por mayor (IPIM) avanzó 4,9%, mientras que los productos nacionales subieron 4,8% y los importados, 6,1 por ciento.

«[El IPC-NU] está dentro del rango máximo que uno podría esperar como creíble», opinó, por su parte, Maximiliano Castillo, director de ACM. «Lo que vimos como no tan bueno es que se siguió insistiendo en que la inflación es producto de actitudes especulativas. Todo ese argumento ya se demostró que no resuelve los problemas.»

Al igual que la presidenta Cristina Kirchner, un día antes, Kicillof dijo ayer que el Gobierno había sido «víctima de una campaña fuerte, furiosa», en la que empresarios habían aprovechado para hacerse de «ganancias extraordinarias que no tienen justificación».

En ningún momento explicó cómo la inflación llegó a transformarse, ahora oficialmente, en una de las más altas de la región ni qué planeaba hacer para morigerarla. Tampoco qué va a hacer el Gobierno con el resto de los indicadores cuestionados, como el PBI, o incluso con la proyección de 10,4% de inflación que incluyó para todo el año en el presupuesto nacional 2014, ya muy lejana, aun, a la del Indec…

Fuente: La Nación

A poco de conocerse el nuevo índice de inflación, Moreno se va a Italia

morenoFinalmente, el secretario de Comercio viaja para ser agregado económico en la embajada argentina. Ayer, Kicillof anunció el IPCu que reconoció una inflación del 3,7% para enero.

Finalmente, Mario Guillermo Moreno se va a Italia.

El ex secretario de Comercio trató de resistir su nueva función en Europa, lejos del día a día de la política nacional. Pero este sábado, viajará para asumir como agregado económico en la embajada argentina en Italia.

Tendrá como consuelo estar cerca del Papa Francisco, a quien defendió desde el primer día. Moreno tiene diálogo con Francisco y lo ayudará su ubicación frente a la basílica Santa Maria Maggiore.

El ex secretario de Comercio no dejará, a pesar de la distancia, de seguir atento a los avatares de la economía argentina. Pero la paradoja de la reserva de su boleto de avión quedó cercana al anuncio de su enemigo político, Axel Kicillof, de un nuevo índice que reniega de los anteriores números del INDEC.

Ese organismo, destruido por Moreno, ahora instrumentó el IPCu, que determinó un 3,7% para el mes de enero.

El sinceramiento de la inflación, determinada por el nuevo ministro de Economía, es un golpe al disciplinamiento oficial a la mano dura del polémico secretario.

Los diputados Graciela Ocaña, Alfonso Prat Gay y Patricia Bullrich habían impugnado la partida del ex funcionario, a quien denunciaron por diferentes aspectos de su gestión.

Pero ahora, la vida de Moreno seguirá en el departamento ubicado por Marta Casacales, su fiel esposa, en la bulliciosa Roma.

Cerca del Papa y lejos de la gestión K, Moreno exportará desde mañana su estilo de luchador incansable por el “modelo”.

Fuente: Clarín

“Créase o no: nuevo índice de inflación en Argentina”, el irónico título del Washington Post

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El nuevo índice para medir la inflación, que presentó hoy el ministro de Economía, Axel Kicillof, ya genera repercusiones a nivel internacional. El diario The Washington Post decidió abordar el tema con un título más que irónico: “Créase o no: nuevo índice de inflación en Argentina”, escribió el sitio web del diario de Estados Unidos.

“¿Creer o no? Esa es la pregunta del día en Argentina, donde la credibilidad de un nuevo índice de precios al consumidor revelada hoy es la llave para contener la inflación y atraer inversiones de un mundo que ha perdido confianza en los número del Gobierno”, comienza diciendo la crónica de los anuncios en el ministro de Economía.

Tomando la inflación oficial de enero, que fue del 3,7%, el Washinton Post realiza una proyección de un incremento de precios anual de 44%, es decir casi cuatro veces lo que se informaba en los años previos, en los que el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, controlaba “a su manera” las estadísticas del país.

“Desde enero de 2007, el Gobierno sistemáticamente desestimó la inflación e infló el crecimiento económico, dicen los críticos. Inclusive aliados del gobierno abandonaron las cifras oficiales”, sostiene el medio, que cita a especialistas analizando la manipulación de las cifras de inflación en el país.

Entre ellos, habla Alberto Bernal, jefe de investigaciones de Bulltick Capital Markets en Miami. “El punto es que el índice necesita ser creíble. Si nadie sabe bien que demonios está siendo calculado sería la cosa más estúpida. Todo el esfuerzo del FMI sería en vano”, advirtió.

“Persuadir al FMI de aceptar que acepte sus estadísticas económicas es un paso esencial para resolver las deudas del país, incluyendo 10 mil millones de deuda con el Club de París”, concluyó el diario.
clarin.com

Blanqueo de la inflación: verdades y mentiras de un anuncio esperado

Kicillof
El debut del nuevo índice dejó varios puntos destacables. Las contradicciones de Kicillof y las consecuencias del sinceramiento.

Con dardos hacia los “formadores de precio”, el ministro de Economía, Axel Kicillof, presentó hoy el nuevo Índice Oficial de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNU) que debutó con una medición del 3,7%.
Al igual que en sus últimas apariciones, el titular de la cartera económica criticó a las consultoras que elaboraban índices propios de inflación, a quienes culpó -junto a los medios que “hostigan” y a los comerciantes que “especulan”- de la inflación.
Al criticar a quienes emiten sus propios índices de inflación, el ministro también estaba cuestionando al Axel Kicillof previo al kirchnerismo, cuando desde el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino -CENDA- daba a conocer su propio índice de precios, muy diferente al del gobierno, como así también brindaba su opinión sin ahorrar críticas hacia las políticas económicas del kirchnerismo.
Por otro lado, la sola idea de criticar a todos los que “empujaron” a la inflación, delata que el mismo gobierno la ocultó durante años -siete, para ser más exactos-, período durante el cual negaron sistemáticamente que la inflación fuera otra. Curiosamente, esas críticas colisionan con la idea de presentar un índice que blanquee una inflación más cercana a las cifras criticadas hoy por Kicillof, que a las que criticaba antes, cuando le molestaban los “dibujos” de Guillermo Moreno.
De lo único que no acusó Kicillof a los demás, es de la emisión de moneda, uno de los grandes factores que influyen en la inflación y de la cual el único responsable es el Gobierno Nacional.
Dirigentes del arco opositor se manifestaron satisfechos por la novedad, incluso Miguel Peirano celebró que “se reconozca la realidad”. Peirano, que fue el último ministro de Economía de Néstor Kirchner, cuando el Indec ya estaba intervenido, también destacó que ahora es necesario abordar el problema, en sintonía con la mayoría de los economistas de los distintos espacios.
La problemática radica en varios frentes que el Gobierno se negó a afrontar por años y que, con el blanqueo inflacionario, no le quedará otra que abordar: paritarias y deudas.
Un reconocimiento inflacionario -suponiendo que este índice es el que corresponde, a pesar de desconocerse el listado de productos relevados- complica cualquier referencia de tasas de interés, sea en materia de deudas, créditos o plazos fijos.
Incluso a nivel gubernamental, el hecho de sincerar la inflación era un requisito harto requerido por los organismo de financiamiento internacionales. Y si bien es cierto que al gobierno le gusta remarcara que es libre del Fondo Monetario Internacional, el FMI se cuela en el momento menos indicado, como en la negociación por la deuda con el Club de París. El FMI tomó nota y dijo que “evaluará” la nueva metodología.
En materia salarial, la cuestión pasa por otro lado: si por años hubo aumentos que duplicaron a la inflación oficial, todo hace pensar que los gremios se verán tentados a reconsiderar las cifras del reclamo, y está vez tendrán datos oficiales para pelearlo.
fortunaweb.com.ar

Lousteau: «Estamos conviviendo con una inflación del 40 o 50%»

Lousteau
El economista y Diputado Nacional, Martín Lousteau (SUMA+/UNEN), analizó la situación económica y señaló que «el gobierno no tiene un plan anti-inflacionario» a la vez que advirtió que “estamos conviviendo con una inflación del 40 ó 50 por ciento”.

El economista, ex titular del Palacio de Hacienda y ahora Diputado Nacional, Martín Lousteau (SUMA+ / UNEN), analizó la situación económica al señalar este jueves (13/02) a través de un comunicado de prensa que «el gobierno no tiene un plan anti-inflacionario».

«El gobierno no tiene un plan antiinflacionario. Si se analiza el período diciembre, enero, febrero y marzo, estamos conviviendo con una inflación del 40 ó 50 por ciento. Tenemos casi medio año de inflación galopante, producto de un gasto muy grande, una desmedida emisión de billetes, y un mal manejo de la cuestión cambiaria», dijo el economista.

«Los acuerdos de precios sirven durante un período muy corto, siempre y cuando sea el puntapié inicial para que se empiece a trabajar en bajar la inflación. Hoy la economía está congelada producto de la inflación y el gobierno está tomando medidas que sin tener un plan generan solo aumenta la incertidumbre en la población», añadió el Diputado Nacional.

«Si no resolvemos la cuestión de fondo que es la inflación, si no anunciamos cómo se va a combatirla porque afecta a todas las áreas de la economía, y si no decimos cuáles son las metas específicas, vamos recaer en una situación grave. Ahora solo están poniendo parches», finalizó Lousteau.
urgente24.com

Cristina criticó a los supermercados: «Si sigue la especulación es todo como un efecto dominó»

crisitna
La Presidenta acusó a los mercados financieros y a los medios de realizar un «intento de desestabilización».

«Un intento de desestabilización». Cristina Kirchner volvió a criticar ayer a los mercados financieros de «querer volar por los aires al Gobierno» y acusó a los medios de comunicación de «hacerles el juego». En un acto realizado en Casa Rosada, la Presidenta también volvió a defender el programa de Precios Cuidados y pidió «que los argentinos defiendan su bolsillo».

Cristina Kirchner citó las declaraciones del economista Miguel Bein, que argumentó que la disparada del dólar se debió a un «intento de desestabilización». «Se agradece el aporte a la comprensión (de Bein), a la racionalidad y al manejo de los mercados y de los grandes medios que hacían el juego a Cavallo y a todo este intento. No sólo los mercados financieros intentaron desestabilizar, sino que fueron acompañados por algunos medios hegemónicos que hace tiempo me quieren volar por los aires», dijo la mandataria.

Después aludió al programa Precios Cuidados, que impulsa el Gobierno para frenar la inflación. «Ahora van por el tema de los precios. Quiero felicitar al pueblo argentino que se está defendiendo de todos los que juegan con su bolsillo». Y advirtió: «Hay que cuidarse de los formadores de precios y toda la cadena de distribución y mayoreo».

Y acusó a empresarios por el incremento del precio de la yerba y afirmó que «están especulando» porque «no hay nada más argentino que la yerba». «Mienten», aseguró la mandataria y se preguntó «¿cuál es el motivo para que aumente la yerba? Esto se llama especulación, lisa y llana». Además, señaló que las denuncias sobre irregularidades en los precios cuidados se registraron, en más de un 80 por ciento, en la ciudad y la provincia de Buenos Aires.

No fue la única crítica que lanzó contra los medios. «Antes que nada, un poquito de disculpas por la cadena nacional. Hace a la democracia y a la libertad de información. Queremos que se enteren que las cosas que hoy han pasado en la Argentina. Si no utilizamos este medio, esto no sale en ningún lado, sino parece que nos estamos rascando», dijo.

Por último, atacó directamente a LA NACION. «Le pido a la Justicia que le haga un favor al país. Que LA NACION pague los 330 millones de pesos que debe de impuestos que no pagó», aseguró.

LA NACION ya le explicó a sus lectores que bajo ningún concepto registra aportes previsionales impagos, pues éstos siempre se han abonado en tiempo y forma. Lo que existe es una controversia judicial con el Estado nacional, iniciada contra éste por una treintena de medios de comunicación de la Capital y del interior -diarios, revistas y radios- entre los que se encuentra LA NACION. La demanda de esos medios tiene origen en los llamados «planes de competitividad», que el propio Estado había diseñado para que el incremento de cargas impositivas no restara capacidad competitiva a las empresas periodísticas.

Entendiendo la gravedad que representaba el aumento de la presión impositiva para los medios, el Estado se comprometió entonces formalmente, mediante el decreto 746/03, a renovar ese esquema o a buscar un mecanismo sustituto a su vencimiento. En julio de 2003, venció el último plazo del régimen de competitividad, y el Estado no cumplió el compromiso de generar un régimen alternativo.

Ante esa situación, asociaciones que agrupan a los medios (televisión, radio y prensa) recurrieron a la Justicia, pidiendo que se mantuviera la situación existente o se fijara una alícuota reducida. La Justicia determinó, por una medida cautelar, que mientras se sustanciara la causa judicial de fondo iniciada contra el Estado correspondía que los medios litigantes siguieran computando los pagos efectuados por los aportes previsionales de la misma manera que lo habían hecho hasta entonces con los planes de competitividad.
lanacion.com

Bein auguró para este año una inflación del 33% y un dólar a $9,30

miguel-bein

El economista proyectó además “una probable evolución de aumentos de salarios del 28%”. Y resaltó que el Gobierno empezó a dar señales de tener la situación del dólar bajo control.

El economista Miguel Bein estimó para este año una inflación promedio en 33%. Proyectó un dólar estable a $9,30 y una probable evolución del aumento de salarios por paritarias del 28%.

En diálogo con radio Del Plata, Bein dijo que si bien “una inflación del 33% es alta, puede ser estable y permitir el desarrollo de una economía razonablemente tranquila”. Aunque aclaró que este año va a ser una economía planchada. «Van a crecer la agricultura y la construcción, pero va a haber retrocesos en sectores como el automotor, la electrónica y el consumo prescindible”.

El economista vaticinó que el tipo de cambio para fin de año podría tener un aumento de un 15 por ciento o más. “Estimamos un dólar a $9, 30 que crecerá a partir de ahora a un ritmo de devaluación suave”.

En tanto detalló que “una probable evolución de aumento de salarios podría ser del 28% en general», y que «algunos sectores conseguirán más y otros menos”.

Bein denunció que hubo un intento de desestabilización financiera pero explicó que desde la semana pasada fueron apareciendo «señales muy importantes de que el Gobierno empezaba a tener la situación del dólar bajo control”. Y resaltó que “por el bien de la Argentina, afortunadamente se terminó la suba de la divisa norteamericana en el mercado paralelo y la caídas de las reservas del Banco Central (BCRA)”.

“Obviamente lo que deja ahora esto es otros temas, otra agenda como la cuestión de los precios y las paritarias”, advirtió.
cronista.com

Un sondeo de la UCA indica que el 84% de los argentinos duda se pueda frenar la inflación

untitledUno de cada dos ciudadanos cree que la economía está «mal o muy mal» y tres de cada cuatro opina que en los próximos seis meses la situación seguirá igual o empeorará

Por: EFE

El 84% de los argentinos duda que el Gobierno consiga frenar la escalada inflacionaria en los próximos meses, ya que considera que los precios seguirán aumentando durante todo 2014, frente al 77 % que opinaba igual hace un año, según un sondeo.

El último Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) de la Universidad Católica Argentina (UCA) y TNS-Gallup, realizado tras la brusca devaluación del peso en la segunda mitad de enero, reveló un aumento generalizado del pesimismo sobre la situación económica.

Uno de cada dos argentinos cree que la economía argentina está «mal o muy mal» y tres de cada cuatro opina que en los próximos seis meses la situación seguirá igual o empeorará, de acuerdo al sondeo publicado por La Nación.

Los datos suponen un retroceso del 10,3% sobre la percepción del contexto económico actual y del 10,5 % sobre las expectativas futuras respecto a los datos de enero de 2013.

Además, muestran una caída de más del 20% desde el récord de optimismo registrado en octubre de 2011, en coincidencia con las elecciones presidenciales en las que Cristina Fernández fue reelegida con el 54% de los votos.

El pesimismo es especialmente elevado entre los adultos mayores, donde llega al 55%, y también entre los sectores con mayor educación, del 55% entre los universitarios y del 54% entre los que completaron sus estudios secundarios.

La encuesta se realizó a 1.012 personas de 18 y más años en todo el territorio nacional entre el 17 y el 25 de enero.

Esas fechas coincidieron con la devaluación más brusca del peso en una década, que cerró enero con un retroceso de más del 22% frente al dólar y aumentó la amenaza inflacionaria.

 

Fuente: http://elsolonline.com/noticias/ver/1402/

Massa atacó al Gobierno por la inflación y dijo que Precios Cuidados «no funciona

massa
El líder del Frente Renovador recorrió almacenes del conurbano y aseguró que la suba de precios «sigue sin control»; cuestionó el acuerdo de precios oficial
Cuando culmina la primera semana de febrero con importantes subas de precios, mientras el Gobierno intenta ajustar cada día su estrategia de Precios Cuidados, el diputado Sergio Massa atacó la política oficial y vaticinó que la inflación «sigue sin control» en el país.

Tras una recorrida por almacenes del conurbano, según informaron desde el Frente Renovador, Massa apuntó: «La realidad es que los distribuidores no entregan productos de precios cuidados, y encima los precios siguen subiendo».

Y denunció: «El control o cuidado de precios, como se llama ahora, no funciona». Massa señaló la necesidad de «poner el acento en las tres I: inflación, inseguridad e inversión» porque, dijo, «la clase media y los laburantes miran una pelea de declaraciones y carteles, mientras la plata se le va como agua entre los dedos».

El líder del Frente Renovador recorrió comercios del partido de San Martín, acompañado por el jefe comunal del distrito, Gabriel Katopodis. «Acá está la verdad de los precios, no es lo que sale en Internet o lo que dicen las peleas entre empresarios y políticos, la verdad de los precios esta acá en la calle, y lo que vemos es que la inflación está desbordada», insistió.

Durante enero, y tras la devaluación del peso, la suba de precios se aceleró. En una recorrida por supermercados en la que se comparó los valores de hace quince días con los de ayer, LA NACION pudo comprobar que la canasta de alimentos y productos de higiene y limpieza aumentó en promedio 15%. Además, la brecha entre el valor de los Precios Cuidados y el resto es cada vez más amplia.

La carne fue uno de los rubros que más aumentó. A pesar de que el Gobierno lo desmintió, los incrementos son muy notorios y fluctuaron entre 10 y 30%. Los casos más emblemáticos fueron los de la carne picada especial y la nalga para milanesa, que se incrementaron en un 32 por ciento. En el sector de las frutas y verduras también se vieron aumentos que oscilaron entre 20 y 25%. La mayor suba fue la de la cebolla blanca, que pasó de valer 7 a 16 pesos el kilo. Llamativo es el caso del tomate que, tras el fallido episodio a principios de enero, cuando el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció su importación, descendió de precio de 15 a 12 pesos por kilo.

Ante el actual panorama, la inflación del año rondaría el 40 por ciento si el Gobierno persiste en sus medidas, vaticinaron hoy algunos economistas.

El director de la Unión de Consumidores de Argentina, Fernando Blanco Muiño, alertó que «la economía viene con una inercia inflacionaria muy importante», por lo que estimó que «la suba de precios se va a confirmar día a día». Según Blanco Muiño, en un estudio que realizaron sobre una canasta básica de 35 artículos, en enero ultimo dio «un 2,8 por ciento de aumento». También, pronosticó que en febrero los precios se verán «impactados fuertemente debido a los aumentos en las naftas y en los peajes, ya que tienen inferencias en los fletes».

En esa sintonía, el economista Luis Palma Cané estimó que la inflación en 2014 «va camino al 40 por ciento cómodamente» si el Gobierno se enfrasca en su postura económica y advirtió que los precios «van a seguir subiendo»..
compactopolitico.com

Ahora, el Wall Street Journal alerta por “el fantasma de la híperinflación”

WSJ
El diario estadounidense volvió a referirse a la situación económica argentina y otra vez la comparó con Venezuela. “Son casos anómalos”, señaló en una nota.

El renombrado diario económico mundial The Wall Street Journal puso hoy nuevamente la lupa sobre la Argentina y Venezuela y alertó por la resurrección de una alza hiperinflacionaria en los precios, a raíz de la fuerte depreciación de la moneda que sufrieron ambos países.
El artítculo, titulado como «Argentina y Venezuela reviven el fantasma de la hiperinflación», detalló cómo las devaluaciones del tipo de cambio están afectando a las economías, y las comparó con los procesos hiperinflacionarios del pasado. En Venezuela, el alza en los productos alcanzó el 56,2% en 2013, mientras que en la administración de Cristina Kirchner señalan que la cifra llega cerca de 28%, de acuerdo a los cálculos sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) privados, según señala el sitio Infobae.

«Cuando la inflación se disparó en América Latina en décadas previas —en 1989 alcanzó una tasa de 5.000% en Argentina— muchos de los socios comerciales del país también registraban rápidos aumentos de precios. Pero eso ha cambiado, lo que convierte aArgentina y Venezuela en casos anómalos en una región que, de todos modos, acusará recibos de sus problemas», sostiene la publicación firmada por los periodistas Tao Turner, John Lyons, Juan Forero, y Ezequiel Minaya.

El matutino advierte que la disparada de los precios puede desencadenar una recesión y un efecto rebote en otras naciones latinoamericanas, como Brasil y Uruguay, debido a los estrechos lazos comerciales que mantienen con Argentina.

A continuación, el artículo completo:

«BUENOS AIRES—Carlos Bianchi, el director de una funeraria en esta ciudad, no sabe cuánto cobrar por sus ataúdes, lo que ilustra los problemas económicos que asedian a Argentina y Venezuela.

La devaluación que el gobierno argentino realizó el mes pasado, uno de los factores que desataron una venta generalizada de divisas de los mercados emergentes, también contribuyó a que los precios se dispararan en el país.

Lo que complica los cálculos de Bianchi es que tiene que usar una moneda inestable y que se sigue depreciando, el peso, para comprar las partes importadas de sus productos.

«Tengo que decirles a los clientes que les puedo dar un ataúd hoy, pero tendrán que pagarlo después, a quién sabe qué precio», dice, cigarrillo en mano. «Nadie quiere hacer eso».

Argentina y Venezuela enfrentan un alza de la inflación y una posible recesión, lo que amenaza con generar nuevos vientos en contra en los precisos momentos en que América Latina se ha visto afectada por la desaceleración de la economía china y el pesimismo de los inversionistas acerca de los mercados emergentes.

Venezuela registró una inflación de 56,2% en 2013, una de las tasas más altas del mundo. Economistas independientes dicen que los precios en Argentina aumentaron cerca de 28% el año pasado. Para este año prevén una cifra más alta, debido a la devaluación del peso.

Venezuela, mientras tanto, parece encaminada hacia una recesión a medida que los estrictos controles de precios y la escasez de importaciones, ante la ausencia de moneda dura, paralizan la actividad económica. El banco central canceló el miércoles una subasta de dólares haciendo mención a ciertas «anomalías» que no explicó, lo que ejerce mayor presión sobre las importaciones.

Bank of America BAC +0.31% Merrill Lynch pronostica una contracción de 3% en Argentina, en momentos en que se reduce la inversión y los consumidores gastan menos debido al alza en las tasas de interés y la disminución del poder adquisitivo.

Alberto Príncipe, de 71 años, propietario de un concesionario de Hyundai en un elegante barrio cerca de un campo de polo, lamenta que la historia de los ciclos de auge y caída se repita.

«Nuestros ciclos son casi bíblicos», lamenta. «Pero el simple hecho de que uno se acostumbre a la inflación no significa que es más fácil de abordar», dice. Las ventas de automóviles han sido buenas en los últimos años, reconoce, pero los nuevos impuestos y la devaluación son «letales», añade. Una camioneta todoterreno Santa Fe Premium, que hace un año costaba US$63.000, ahora vale US$100.000, explica. «El mercado se ha cerrado por completo», asevera.

Muchos economistas señalan que el decepcionante desempeño de Argentina y Venezuela es una reprimenda a la fuerte intervención estatal, controles de precios y la nacionalización de empresas que han marcado sus políticas durante más de una década. Ambos países ahora se arriesgan a revivir el tipo de inflación desbocada que caracterizó a América Latina durante la «década perdida» de los 80, pero que la mayoría de los expertos creía controlada para siempre. «Hay un riesgo de hiperinflación, de que los precios realmente comiencen a acelerarse enormemente», afirma Claudio Loser, economista argentino que trabajó en el FMI. «No digo que habrá hiperinflación, pero es un escenario muy factible. En Venezuela, ya está sucediendo».

Cuando la inflación se disparó en América Latina en décadas previas —en 1989 alcanzó una tasa de 5.000% en Argentina— muchos de los socios comerciales del país también registraban rápidos aumentos de precios. Pero eso ha cambiado, lo que convierte a Argentina y Venezuela en casos anómalos en una región que, de todos modos, acusará recibos de sus problemas.

Uno de los países afectados sería Brasil, que exportaría menos vehículos, autopartes, alimentos y bienes manufacturados a Argentina, uno de sus principales socios comerciales, lo que podría acentuar la desaceleración que ya está en curso.

Uruguay, cuya economía depende más de Argentina, está preocupado por una corrida contra los bancos de su vecino y una disminución del turismo.

A su vez, Venezuela, dicen economistas, ha empezado a hacer cesaciones de pagos selectivas: no ha pagado a aerolíneas europeas, empresas estadounidenses de servicios petroleros y exportadores de alimentos colombianos, entre otros, conforme lucha por conservar sus decrecientes reservas.

En Argentina, mucha gente ya cree que se aproxima una ola de inflación galopante y las tiendas ya empezaron a subir los precios para adelantarse a la devaluación del peso.

«Aumentamos los precios 15% en general tras la devaluación», afirma René Poirier, un vendedor de electrodomésticos en un suburbio de Buenos Aires. «Si no subís los precios, podés quedar atrapado y perder dinero», dijo rodeado de lavadoras y refrigeradores.

Los economistas señalan que se puede combatir la inflación en Argentina y Venezuela eliminando los subsidios y los controles de precios y de divisas.

No obstante, observadores indican que tanto la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, como el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, tienen un interés político en oponerse a las estrategias económicas ortodoxas que respalda Estados Unidos, como el libre comercio.

El jefe de gabinete de Kirchner, Jorge Capitanich, culpó a los empresarios por el aumento de precios. «Vemos un ardid impulsado por comerciantes y empresarios inescrupulosos, que pretenden afectar el poder adquisitivo de las familias y consumidores», dijo a la prensa».
Lapoliticaonline.com

Por la devaluación y la inflación, varias provincias comenzaron a realizar fuertes ajustes

GOBERNADORES
En Corrientes, Río Negro, Neuquén, Catamarca, Mendoza y Córdoba se paró la obra pública. Además, congelaron salarios, interrumpieron el ingreso de personal y hay demoras con los pagos. Colombi insiste con las cuasimonedas.

El 27 de diciembre, la Nación suscribió un acuerdo con 18 provincias para refinanciar sus deudas el cual les traerá «un alivio significativo en las cuentas públicas provinciales», según destacó ese día el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Ocurre que los convenios rubricados implican un «ahorro neto para las jurisdicciones provinciales mediante compensaciones por 11 mil millones de pesos», precisó el funcionario.

Sin embargo, el rápido encarecimiento del costo de vida que no cesa -sumado a la devaluación del 20% que convalidó el Gobierno hace 11 días y la cercanía de las paritarias- obligó a varias provincias a reacomodar sus números y planificar ajustes.

En regiones kirchneristas, o aliadas al Ejecutivo, como Río Negro, Catamarca, Neuquén y Mendoza iniciaron el año con anuncios públicos de recortes en sus gastos. Otras jurisdicciones, como Santa Fe, no retocarían en principio su presupuesto, pero se aseguraron un aumento del impuesto inmobiliario.

En Córdoba, luego de la protesta policial de diciembre pasado, que obligó al gobernador José Manuel de la Sota a otorgar enormes aumentos a los agentes, fuentes oficiales anticiparon que habrá una reducción en la obra pública, consigna el diario La Nación.

Por su parte, ayer, el gobernador de Corrientes, el radical Ricardo Colombi, volvió a agitar el fantasma de que las provincias emitan cuasimonedas. «Es una posibilidad la emisión de bonos. Si la Nación sigue tensando la cuerda no nos queda otro camino», sostuvo el mandatario, que indicó que «varios gobernadores» coinciden con él, «pero no pueden decirlo».

En Mendoza, el gobernador oficialista Francisco «Paco» Pérez aún no cuenta con el presupuesto provincial de este año por hallarse frenado en la Legislatura. La UCR objetó el pedido de endeudamiento por 1780 millones de pesos y reclamó una reducción del gasto público.

El mes pasado, Pérez emitió un decreto que congela la planta de personal y acelera las jubilaciones de empleados que estén en edad de retirarse; también elimina el otorgamiento de cualquier tipo de adicionales al sueldo.

De forma similar, la también kirchnerista Lucía Corpacci, gobernadora de Catamarca, dispuso en enero un paquete de medidas de ajuste del gasto provincial, entre ellas el congelamiento de los salarios de todos los ministros y secretarios de Estado; un pedido para que se achique la cantidad de cargos políticos y dispuso un tope en la utilización de los teléfonos corporativos.

El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag (Movimiento Popular Neuquino), aliado al Gobierno, anunció en diciembre último la suspensión por un año de designaciones de personal en los organismos y empresas del Estado. «Resulta conveniente mantener las medidas de austeridad, racionalidad y lineamientos de gestión destinados a una mejor aplicación del gasto público», justificó.

Mientras tanto, en Río Negro, el gobernador kirchnerista Alberto Weretilneck anunciará hoy un paquete de medidas para reducir el gasto: achique de la planta de funcionarios a la mitad y la baja del 15% de sus sueldos junto con una reestructuración presupuestaria con la quita de un 25% en todas las áreas (sobre todo en la obra pública), excepto en la masa salarial de los estatales.

«No queremos agravar la situación financiera, por eso tomamos estas medidas correctivas para impedir la cesación de pagos o atrasos en los sueldos», explicó Weretilneck al matutino y añadió que existen «algunas demoras en los pagos a proveedores de servicios sanitarios y obra pública».

infobae.com

Aumentos de hasta el 15% en las góndolas tras la devaluación

inflacion

Un relevamiento privado reveló que en los últimos 10 días ya se registraron incrementos en artículos para el hogar. Los productos electrónicos lideran las subas, aunque también hubo aumentos en muebles y materiales para la construcción.

De acuerdo con el informe semanal que elabora la consultora Elypsis, se registraron aumentos en los precios de artículos para el hogar en los últimos diez días, con un incremento del 15 por ciento. La reciente suba en la cotización del dólar disparó los precios en algunos rubros. «Las categorías con niveles altos de importación o con muchos insumos importados son las que lideran las subas de los últimos días», explicó Luciano Cohan, economista jefe de la consultora, reseñado por La Nación.

Según el relevamiento de Elypsis, que mide los precios de más de 150.000 artículos en supermercados y casas de electrodomésticos, en menos de dos semanas, el rubro de electrónica y artefactos para el hogar tuvo subas en promedio del 15 por ciento. Los rubros muebles y accesorios decorativos acumuló un alza de 10%, seguido por batería de cocina con un 7,8%, herramientas con el 6,7% y materiales para la construcción con el 4,7 por ciento.

En el caso de los productos electrónicos, los aumentos estuvieron acompañados desde la semana pasada con un freno a las ventas, lo que generó incertidumbre. Incluso, el viernes pasado las páginas web de la mayoría de las casas del rubro estuvieron caídas o no publicaban los precios.

De acuerdo con el matutino porteño, ayer las principales casas de electrodomésticos, como Frávega, Garbarino, Musimundo y Ribeiro, fueron convocadas por el secretario de Comercio, Augusto Costa, y se comprometieron ante el funcionario a actuar de manera «responsable» en materia de precios y disponibilidad de artículos. Además, ratificaron los panes para pagar en cuotas. Por el momento, productos de consumo más sensible como alimentos o bebidas no sufrieron modificaciones sustanciales y mantienen el ritmo de aumento que tenían antes de la disparada del dólar, que ronda el 0,6% semanal.

De acuerdo con la consultora, los aumentos generalizados se reflejaron en una inflación récord para el mes de enero. Según las estimaciones, el primer mes del año está cerrando con un incremento cercano a 6%, con un importante arrastre para febrero. «Como muchos de los aumentos de precios se registraron en los últimos días de enero, estamos evaluando un efecto arrastre para febrero de al menos dos puntos», advirtió Cohan.
infobae.com

Por la inflación, aumentan los peajes porteños desde el sábado

peajeLa suba será de un 25% promedio y regirá para las autopistas 25 de Mayo, Perito Moreno, Illia y bajada Alberti. Seguirá el descuento del 20% para los usuarios del telepeaje. Ayer fue publicado en el Boletín Oficial.

Desde el sábado, los automovilistas volverán a percibir un aumento en los peajes de las autopistas porteñas que promediará el 25 por ciento. Según se publicó en el Boletín Oficial, el nuevo cuadro tarifario regirá en la 25 de Mayo, Perito Moreno, Illia y Alberti para hacer frente a la inflación. De todos modos, se mantendrá el descuento del 20% para los usuarios de AUPASS.

En las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno, los conductores pagarán $13 en horario no pico y $17 en el horario pico, que es de lunes a viernes de 7 a 10 hacia el Centro porteño y de 17 a 20 rumbo a la Provincia. Antes se pagaba $11 y $14, respectivamente.

A su vez, en la autovía Illia la suba será del 28%. Los automovilistas pagarán $7 en lugar de $5,50 en el horario más congestionado y $4,50 en horario no pico (antes era $3,50).

El nuevo cuadro tarifario responde a la necesidad de combatir la inflación. “La operación, el mantenimiento de la red y la administración de la concesión no pueden dejar de atenderse a pesar del impacto de la inflación sobre los factores de costo”, se indicó en el decreto. “Los costos de la construcción, como así también de los servicios, han sufrido incrementos compatibles con la modificación tarifaria propuesta”, agregó.

Fuente: La Razón

El kirchnerismo empieza a mostrar sus fisuras

cristina

Cristina Kirchner habla, pero en verdad no dice nada acerca de los problemas que inquietan a la ciudadanía. Anuncia apenas un plan que parece extemporáneo y contradictorio, destinado a jóvenes que no estudian ni trabajan.

¿Y la inflación, la inseguridad, el dólar? De eso no se habla.

La gran “promesa blanca” que parecía ser Jorge Capitanich se esfumó luego de ser desautorizado en media docena de oportunidades. Lo mismo le sucedió al mandamás de la AFIP, el enriquecido Ricardo Echegaray, quien fue desmentido en menos de 24 horas por el imberbe ministro de Economía, Axel Kicillof, respecto a un eventual cambio en el impuesto a los bienes personales.

Todos se mueven al ritmo de una espiral que ni ellos mismos entienden. Un día dicen una cosa, y al otro lo contrario. Con una liviandad que abruma y preocupa.

A su vez, niegan los principales problemas de la Argentina, como la inflación y la inseguridad. ¿Cómo curar una patología si se niegan sus síntomas? Peor aún: ¿Cómo combatir una enfermedad si se niega su existencia?

El gobierno de los Kirchner tuvo siempre esa lógica perversa de negación. Como si las cosas se resolvieran por sí solas con el pasar del tiempo. Pero no, en lugar de curarse, la bacteria se expande si no se le aplica un oportuno antibiótico.

Durante más de diez años, el kirchnerismo se dedicó a saquear las arcas públicas y usurpar los negocios privados más rentables del país. Todo ello embanderado en una falsa bandera de derechos humanos y progresismo partidario.

De esa manera, el patrimonio de Cristina logró escalar 3.540% en solo nueve años.

La ciudadanía supo mirar para otro lado, gracias a que la economía marchaba más o menos de manera ordenada.

Sin embargo, en estos días de desazón financiera, creciente inseguridad e inflación imparable, la misma sociedad se muestra intolerante frente a la corrupción.

Es un síntoma que empeorará en febrero, de cara a las negociaciones paritarias y terminará de estallar un mes más tarde, cuando se acaben las siempre complacientes vacaciones.

Los días que vienen no serán nada gratos. Por lo pronto, los grupos que otrora supieron organizar marchas y cacerolazos han comenzado a agruparse nuevamente en vista de los “idus de marzo”.

Ciertamente, no se trata de una postal nueva. No obstante, no deja de preocupar.

periodicotribuna.com.ar

Lo que Cristina no dijo: problemas sin resolver y la devaluación cada vez más presente

cristina volvioLa presidenta reapareció ayer en un acto oficial después de 40 días de ausencia, con más penas que glorias. No se hicieron comentarios al respecto de la inflación, del dólar, de las reservas del BCRA, de la falta de servicios esenciales… básicamente, no se habló de nada de lo que le preocupa al país.

Finalmente Cristina Kirchner reapareció ayer en público y trajo consigo el anuncio de la implementación del «Plan Progresar», destinado a jóvenes de entre 18 y 24 años que no trabajan ni asisten a la universidad. Sin más ni menos… todo giró en torno a ella y a la mística del modelo.
«En una década no se puede hacer todo». «Se van a necesitar muchas décadas para recuperar tanto daño social, tanta desesperanza» afirmaba la presidenta con elocuencia, palabras hermosas pero vacías para un país preocupado por los salarios licuados por la inflación o la crisis energética que castiga hace más de un mes.

«Los diarios decían ‘reaparece’, y ¿qué es lo contrario? Lo contrario es ‘desaparecer’. Es un acto fallido, está muy vinculado a las desapariciones», agregó trayendo el fantasma de la década del ’70, un sinsentido colosal que sólo lleva a pensar ¿quién le escribe los discursos?

«Reaparece» es «volver a aparecer», según el diccionario de la RAE,  así que me pregunto qué otra palabra preferiría la presidenta que los diarios utilicen para describir la situación, sin que ella se sienta asolada por el fantasma de la dictadura.
«Querían crear una sensación de que yo ya no podía más, y es cierto que tuve algunas dificultades, pero me gustaría ver a algunos, si tuvieran esas dificultades, si podrían gobernar a los 40 millones de argentinos» dijo mientras recibía los vítores de su séquito que, por algún motivo, no parecen tener las mismas inquietudes que el resto de los argentinos.
¿Qué es lo que Cristina no dijo? ¿Qué es lo que los argentinos esperan escuchar? La crisis energética que sigue sin resolverse es un buen ejemplo, ya que a un mes después todavía continúan pasándose facturas entre empresas y el Gobierno sin ofrecer, aunque sea, una solución.
Pero hoy por hoy la disparada del dólar y las caídas furiosas de la reservas del Banco Nación son el centro de la escena ya que preocupa una posible devaluación y nuevas alzas en el índice de inflación. Desde hace semanas que el dólar se negocia al alza, alcanzado ayer su mayor valor en 12 años: el oficial sube dos centavos y se vende a $7,16 en la City mientras que el libre superó la barrera de los 12 pesos.

bcraPero no fue la presidenta la que salió a despejar los temores de la devaluación (ella sólo hizo comentarios erráticos sobre los supuestos «titulares golpistas»), sino que fue el jefe de Gabinete en su conferencia de prensa de esta mañana.

Allí, Capitanich afirmó que la suba del dólar «no es una devaluación inducida por el Estado» y que la decisión del Banco Central de no intervenir «es un acto de administración» del tipo de cambio, de modo que la suba es un resultado de la libre dinámica entre la oferta y la demanda.

Pero la realidad es que el BCRA no para de perder reservas de hecho ayer cerraron en u$s 29.443 millones después de una caída de u$s80 millones por pagos de obligaciones varias. Es decir que en tan apretada situación el Nación no puede sacrificar más de sus arcas para controlar el dólar y no le queda otra que correrse del mercado. Capitanich lo negó, pero la realidad es que a Cristina la acecha más el fantasma de la devaluación que el de la dictadura. La pregunta es si alguien se lo habrá explicado.

En sólo 100 días, la inflación se comió 20% de los salarios

naftaLa pérdida del poder adquisitivo también se sintió en las jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo. Lo que más afectó a estos sectores fueron las subas en alimentos, combustibles y transportes.

La inflación parece haber quedado lejos del control oficial. Y en tan solo semanas se “comió” una buena porción del poder de compra de trabajadores, jubilados y beneficiarios de planes sociales: en los últimos 100 días, estos sectores perdieron entre el 15% y el 20% de sus ingresos.

Los precios de los alimentos –que componen la canasta de las familias– subieron más del 20% entre octubre de 2013 y la primera quincena de enero. Los combustibles aumentaron también más del 20%. El boleto de colectivo en la región metropolitana también fue “ajustado” desde comienzos de mes un 66 por ciento.

Y el dólar en todas sus versiones (oficial, tarjeta, bolsa, blue) se disparó, sin que exista certidumbre sobre cuál será el techo de la cotización. Este es otro factor que tiene un alto impacto sobre las expectativas inflacionarias y realimenta el proceso de remarcación de precios.

Según los gremios de la alimentación nucleados en la Confederación del sector (CASIA) “en los últimos dos meses del 2013, particularmente después de las elecciones legislativas, los precios aumentaron más del doble del promedio que venían registrando durante el año, en especial los precios de alimentos y bebidas”. Y precisan las siguientes cifras: 5,93% en noviembre y 4,42% en diciembre.

La consultora ACM dice que “la aceleración en el ritmo de inflación que se viene observando desde la segunda mitad de 2013” lleva a que “las perspectivas no sean alentadoras y enero registraría un incremento entre 4,5%-5%”. Y concluye que “ 2014 se perfila para un crecimiento de los precios minoristas más cercano a 35% anual, aún en un escenario optimista”.

Los gremios calculan que entre el 50 y 60% del gasto de las familias de asalariados se va en alimentos y otro 10% en transporte. Entre los jubilados que ganan el haber mínimo (y que representan casi 75% del total) los alimentos se llevan hasta el 70 por ciento de sus ingresos mensuales. Y en el caso de las personas que cobran la Asignación Universal por Hijo llega hasta el 100%.

En todos estos meses, los 7 millones de jubilados, pensionados y beneficiarios de pensiones no contributivas no tuvieron ninguna compensación y siguieron con el mismo nivel ingreso que tenían tras el reajuste de septiembre.

Las familias de los 3,5 millones de hijos beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo continuaron cobrando desde junio el 80% de los $ 460 por cada chico y ahora luego de entregar los certificados de salud y escolar deberían percibir la diferencia acumulada.

La inmensa mayoría de los trabajadores recibieron durante 2013 aumentos salariales fraccionados, en su mayor parte con el cobro de la última cuota durante agosto y septiembre, antes que la inflación pegara un nuevo envión. Muy pocos obtuvieron algún plus o bono de fin de año.

Tampoco está previsto que todos estos sectores tengan en los próximos días algún incremento en sus ingresos. El próximo ajuste de los jubilados, pensionados y pensiones no contributivas es recién en marzo. La mayoría de las paritarias también arranca entre marzo y abril. Y la AUH no tiene calendario de actualización, sino que depende de la decisión de los funcionarios.

Así, la inflación está achicando el ingreso de las familias con un agravante: aunque más adelante estos sectores obtengan algún aumento, no recuperarán la pérdida sufrida en estos meses. Y queda la incógnita de cuánto será el incremento de los haberes porque con el falso argumento de los “precios cuidados”, el Gobierno y círculos empresarios quieren fijar un techo de entre el 18 y 20%.

Fuente: Clarín

La inflación de 2013 fue del 28,4%, según el Congreso

inflacionDiputados de diversos sectores de la oposición revelaron ayer que la inflación de 2013 fue del 28,4%. Y destacaron que diciembre -con 3,38%- tuvo la suba de precios “más alta para ese mes de los últimos 22 años”. El dato surge de un promedio de los índices de precios al consumidor (IPC) realizado por consultoras privadas.

En un acto realizado en el Congreso, Legisladores del PRO, Unión por Todos, la UCR y el PJ disidente advirtieron que el mes pasado los precios se dispararon 3,38%, casi un punto más que en noviembre (2,4%). De este modo, según indicaron, se produjo el salto más pronunciado desde la hiperinflación del 90’. A su vez, el acumulado interanual 2012-2013, según el índice de precios que mide la variación de los precios de productos de la canasta básica, trepó 28,38%, el más alto de la década kirchnerista. En el período 2011-2012, la inflación había alcanzado el 25,6%.

Desde la oposición alertaron sobre un panorama más complicado para 2014. Según el ex presidente del Banco Ciudad Federico Sturzenegger, “va a ser todavía más grave”. En esa línea, el flamante diputado del PRO aseguró que el acuerdo de precios impulsado por el Gobierno “fracasó antes de empezar”. A su vez, Federico Pinedo, titular de la bancada macrista, asintió: “No sirve de nada controlar los precios si todos los días se continúa devaluando la moneda mediante la impresión de billetes: el dinero vale cada vez menos”.

Por su parte, Patricia Bullrich (Unión por Todos) apuntó que “cuando el Gobierno miente, es todo el país el que pierde confianza a nivel internacional”.

Del encuentro también participaron los diputados del PRO Cornelia Schmidt Liermann y Eduardo Cáceres (San Juan); las radicales Patricia Giménez y Patricia de Ferrari y el peronista disidente Carlos Brown, quienes instaron al Gobierno a admitir seriamente el problema inflacionario para, de esa manera, encontrarle una solución. “Ahora que está terminado el índice de Guillermo Moreno, esperamos que la brecha entre los números oficiales y las mediciones privadas sea cada vez más corta: ojalá estamos verdaderamente ante un nuevo INDEC”, señaló el grupo de legisladores.

Asimismo, adelantaron que continuarán confeccionando el IPC, a pesar de que las consultoras privadas, ya sin las amenazas del ex secretario de Comercio Interior, volvieron a publicar sus mediciones luego de dos años.

Fuente: Clarín

Las subas en transportes y alimentos dispararon la inflación y complican inicio de paritarias

subasSegún una consultora privada, en las últimas cuatro semanas, el aumento de precios acumulado fue de 5%. El incremento de 66% del boleto de colectivos en Capital explica tres de los cinco puntos. La escalada se produjo entre la salida de Moreno y el lanzamiento del nuevo acuerdo con supermercados

Mientras el Gobierno intenta contener los reclamos gremiales de aumentos que se discutirán en paritarias y situarlos cerca del 18%, la suba del boleto del transporte y los alimentos en las últimas semanas complican el inicio de la negociación salarial y ya parece quedar desactualizado hasta el 35% que los sindicatos adelantaron que pedirán cuando discutan sus sueldos con los empresarios.
Es que según dato de una consultora privada, en las últimas cuatro semanas el costo de vida acumuló una suba de 5%, lo que en términos anualizados implicaría una tasa superior al 60 por ciento.
El aumento de 66% dispuesto en el boleto de colectivos en la ciudad de Buenos Aires explica tres de los cinco puntos de la inflación, pero en la consultora Elypsis, que realizó la medición, destacan que también se registraron fuertes subas en alimentos, materiales para la construcción y productos textiles.
«En el caso de los colectivos, se trata de un aumento puntual y que posiblemente no se repita en el año, pero si se saca al transporte de la medición, la inflación igualmente muestra una suba en términos anualizados del 43%, lo que también implica una aceleración frente a los índices de los últimos años», señaló al diario La Nación, el economista jefe de Elypsis, Luciano Cohan.
En la consultora liderada por Eduardo Levy Yeyati, precisan que el punto de quiebre para la aceleración de la inflación se produjo en la segunda quincena de noviembre, coincidiendo prácticamente con el anuncio de la salida del Gobierno de Guillermo Moreno.
«Hasta mediados de noviembre, los precios venían subiendo a una tasa del 0,4% o 0,5% semanal y en ese momento pegaron un salto al 0,7/0,8 por ciento. La aceleración se puede explicar tanto por un efecto colchón por parte de las empresas que decidieron anticiparse con los aumentos antes de que se pusiera en marcha el nuevo congelamiento, o por una inflación reprimida, que venía sosteniendo artificialmente Moreno», señaló el economista.
Según el relevamiento privado, que coincide con el de otras consultoras, en las últimas cuatro semanas los incrementos fueron liderados por las frutas, que sufrieron un impacto adicional por temas estacionales y por la ola de calor. En promedio, esta categoría acumuló una suba de 12%, lo que abre un interrogante acerca de cómo hará el Gobierno para garantizar la continuidad en el tiempo del programa Precios Cuidados.
Las frutas y verduras representan un poco más de 5% de la canasta de Precios Cuidados y su evolución ya despertó la preocupación de las empresas que aceptaron sumarse al acuerdo de precios oficial, más allá del fallido anuncio del jefe de Gabinete acerca de un proyecto para importar tomates de Brasil, que finalmente quedó archivado.
«El problema con las frutas y las verduras es que, a diferencia de los alimentos envasados, las bebidas o los artículos de limpieza, no hay ninguna empresa productora que se haya comprometido a cumplir con el acuerdo en materia de precios y aprovisionamiento», explicó al matutino el director de una cadena de supermercados.
La participación de los supermercados en la venta de frutas y verduras igualmente es relativamente baja y en promedio no supera al 10%, cuando en otros rubros como alimentos envasados o bebidas ronda el 40 por ciento.
Detrás de las frutas, la segunda categoría que lidera los aumentos son los materiales para la reparación de las viviendas, que acumularon un alza en cuatro semanas de 7,9%, seguidos de cerca por los muebles y accesorios decorativos, con un alza de 6,1%; equipos de audio y televisión, 5%; textiles para el hogar, 4,9%, y baterías de cocina, cubiertos y vajillas, 4,8 por ciento. «Se nota un cierto efecto contagio aun en rubros que no están ligados a los acuerdos de precios y los congelamientos», señaló Cohan.
De las pocas buenas noticias que muestra el relevamiento de Elypsis es que las carnes tuvieron en la últimas cuatro semanas una suba de sólo 0,5%, mientras que apenas un escalón por encima se ubicaron los panificados y los cereales, con 1,6 por ciento, detalla el matutino.

Fuente: iPRofesional

El modelo (inflacionario) en una nueva etapa: las subas de salarios son menores a las subas de precios

inflacionEn el día de publicación del contrato de acuerdo de precios entre el Gobierno y los supermercadistas, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino difundió un duro informe so el ciclo inflacionario en argentina durante la década K. Allí se propone que la inflación acelerada podría estar precipitando la caída del modelo que se apoya en un ciclo de expansión basado en el estímulo al consumo. Además, se destaca que hemos llegado a un punto en dónde las subas salariales no llegan a cubrir los aumentos de precios, lo que dificulta aún más la situación del consumidor medio y nos hunde rápidamente en el abismo.

La inflación sigue siendo la principal preocupación de los argentinos, ya que absorbe constantemente los aumentos salariales que logran sacarse a regañadientes. Y lamentablemente, las estrategias de contención elaboradas por el Estado no apuntan a resolver el problema de raíz. Muy por el contrario, son la causa de un problema que ya está escapando de las manos del Gobierno Nacional.

El último informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) hace hincapié en esta situación y afirma que «se llega fatalmente a una instancia en la cual se acelera la inflación y se detiene el crecimiento del empleo y los salarios reales. Ciclos de este tipo han ocurrido muchas veces en la historia argentina. La particularidad de los últimos años es que fue más largo. En parte, por la profundidad de la crisis del año 2002 que llevó a que recién en el año 2008 se recuperara el nivel de salario real prevaleciente antes de la crisis.»

IDESA informe

El informe sugiere que la «década ganada» siempre formó parte (y generó) de un ciclo de inflación creciente que tuvo diferentes etapas, pero siempre lograba ocultarse la verdadera natualeza del problema en la medida de que los aumentos de salario y crecimiento del índice de empleo estaban por encima de las tasas de aumentos de precios. Pero esta situación llegó a su fin de 2013 y se acabaron las posibilades de maquillaje:

> Entre los años 2003 y 2008, el empleo privado formal creció al 9% y el salario nominal al 20% promedio anual, mientras la tasa de inflación era de 14% promedio anual.

> Entre los años 2008 y 2011, el empleo privado formal creció al 2%, el salario nominal al 27%, mientras la tasa de inflación ascendió al 22% promedio anual.

> En el año 2013, el empleo privado formal creció apenas 1% mientras que la tasa de inflación igualó el crecimiento de los salarios en el entorno del 27%.

A partir de estos datos IDESA reconstruye un ciclo que se inicia a la salida de la crisis en 2002 y que consta de tres etapas que conforman un círculo de inflación creciente: un primer período con altos índices inflacionarios pero que lograban ocultarse tras los aumentos nominales de salario y el crecimiento en el empleo. Es decir, que los buenos años K también fueron una sensación de bienestar, en términos comparativos.

Luego se pasa a una segunda etapa de incremento inflacionario esta vez acompañada de menores acrecentamientos salariales y subas en el nivel de empleo. Finalmente, una tercera etapa que estaríamos inaugurando ahora, precisamente, dónde se observa un estancamiento del empleo y un aumento de la inflación superior a las subas nominales de salarios.

Desde IDESA también advierten sobre las recetas K para detener el círculo inflacionario, tales como los acuerdos de precios, ya que no afectan a las causas de la inflación en sí misma, sólo maquillan temporalmente la situación. En contrapartida proponen tres medidas fundamentales para atacar al problema de raíz:

En primera instancia «promover el crecimiento económico basado exclusivamente en estímulos al consumo sin atender la inversión es un proceso no sustentable. Por eso se llega fatalmente a una instancia en la cual se acelera la inflación y se detiene el crecimiento del empleo y los salarios reales. Ciclos de este tipo han ocurrido muchas veces en la historia argentina. La particularidad de los últimos años es que fue más largo. En parte, por la profundidad de la crisis del año 2002 que llevó a que recién en el año 2008 se recuperara el nivel de salario real prevaleciente antes de la crisis. Por otra parte, debido al inédito contexto internacional favorable. Los términos del intercambio, o sea la relación de precios de exportaciones versus precios de las importaciones, son un 30% superior en el año 2012 respecto al año 2003. A esto se suma las históricamente bajas tasas de interés internacionales».

Luego continúan, «llegada la instancia en que la aceleración inflacionaria diluye los aumentos nominales de salario y se estanca la creación de empleos no hay margen para “profundizar el modelo”. Las propias autoridades, más allá del discurso, lo reconocen implícitamente cuando en total oposición a lo que fueron las políticas de la década pasada proponen para el año 2014 que en la negociación colectiva se fijen aumentos de salarios inferiores a la tasa de inflación».

Y finalmente destacan que «una alternativa más promisoria es reconocer el “agotamiento del modelo” y cambiar de estrategia promoviendo aumentos de empleos y salario reales basados en la elevación de la productividad. Esto exige atacar el principal factor generador de inflación que es el enorme desequilibrio fiscal que obliga a la masiva emisión monetaria sin respaldo. En paralelo, entablar un camino de reconstrucción institucional tendiente a recuperar la inversión genuina y la generación de empleos privados productivos».

Accedé al informe completo de IDESA aquí

Lo que dejó el 2013: una inflación que se acerca al 28%

alimentosA pesar del acuerdo de precios y de la «vigilancia militante», el coste de vida anual llegó a tocar aumentos de hasta un 28 por ciento luego de la suba en el precio de los alimentos durante diciembre.

Ya lo dijimos y seguimos insistiendo, controlar la inflación demanda medidas económicas estructurales y modificar las recetas que se están aplicando en pos del «modelo» caprichoso K. Las únicas respuestas ofrecidas son prácticamente insultos a la ciudadanía: El mágico acuerdo de precios, importación de tomates brasileros o, la más hilarante de todas, «la inflación no es tan grande y la poca que hay es culpa de los empresarios gorilas».

No obstante, los argumentos K que niegan la inflación e intentan desviar la atención se caen por sí solos ante el peso de la propia realidad: el coste de vida aumenta día a día y mucho. De hecho, el aumento correspondiente al 2013 es el más alto registrado durante la «Década Ganada».

En efecto, de acuerdo a M&S Consultores, que dirigen Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo, la inflación en 2013 cerró en 28,8% con un alza de 4,1% en diciembre. Esta última suba corresponde al alza en el precio de los alimentos, que se disparó luego de la salida del secretario de Comercio Guillermo Moreno. Aunque es sumamente probable que las cifras difundidas por las consultoras privadas sean negadas, por supuesto.

El informe, publicado por los diarios ‘La Nación’ y ‘El Cronista’ indica que en los últimos dos meses del año pasado, los precios se recalentaron. Se insinuó en noviembre y se evidenció claramente en diciembre. En el marco de una suba generalizada de precios, en noviembre se despertó la carne y se dispararon los servicios: restaurantes, rotiserías, peluquerías».

Otros productos que se dispararon durante el mes de diciembre fueron «la harina y pastas (15 y 12% respectivamente), el azúcar (10%) y los artículos de tocador (11%), pero se observaron aumentos elevados en casi todos los alimentos y bebidas como el pan (5%), carnes (casi 9%) y lácteos (6%)», mientras que los aumentos en útiles escolares castigaron el bolsillo de los padres durante todo el año.

El informe tampoco olvida lo que señalamos en Seprín ayer: el aumento en transporte, combustibles y peajes, que de momento se siente fuertemente para los turistas pero, sin duda, afecta al conjunto de la economía por lo que proyectan «un incremento de precios para el IPC Capital y Gran Buenos Aires de 4,5%» para enero. Aunque cabe destacar que la consultora no espera un nuevo disparo de los precios en las góndolas gracias al acuerdo de precios que el Gobierno firmó con supermercadistas y productores.

Una medición similar fue realizada por la ex directora del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, Graciela Bevacqua, cuya consultora consideró que el coste del precio de vida 2013 se disparó luego del mes de diciembre, cerrando en un alza anual del 27,4 por ciento.

De acuerdo a los datos revelados por la consultora y publicados por «El Cronista», En el último mes del año, hubo una suba de 2,9% en el nivel general y un incremento de 3,9% en alimentos. En tanto, para ‘Fiel’ la suba de precios en 2013 fue de 26% mientras que para Inflación Verdadera el último dato marca un alza de 23,2% anual.

Y finalmente, según Consumidores Libres, de Héctor Polino, el producto que encabeza la lista de aumentos es la harina 0000 con un incremento de 102,66%, situación muy preocupante ya que impacta directamente en el precio del kilo de pan común, que se ubicó en el segundo puesto con un aumento del 70,49%. En el tercer lugar aparece la yerba, con una suba del 69,93%. Es decir que los principales productos de consumo para los argentinos fueron los más afectados.

En definitiva, fue un cierre de año catastrófico, que deja un 28 por ciento de inflación, en el marco de políticas no estructurales que apunten a controlar la inflación. Mientras tanto, las negociaciones de paritarias para el 2014 prevé aumentos salariales que rondan el 25 por cierto, de acuerdo a las aspiraciones del Gobierno, es decir, por debajo de piso inflacionario.

En otros medios: Un fuerte aumento en los alimentos impulsó la inflación de 2013 a cerca del 28%

alimentosLejos, muy lejos del 10,5% que informaría el Indec la próxima semana como dato de la inflación de 2013, el índice de precios al consumidor habría registrado el año pasado un aumento promedio de 28% y de más de 30% en el caso de los alimentos, según economistas consultados por La Nación.

Mientras tanto, el Gobierno aparece desorientado en torno de las medidas necesarias para bajar los precios: en sólo 48 horas se contradijo en torno de la necesidad o no de importar un producto como el tomate que, según sus productores, no registra faltantes.

La ex directora del IPC del Indec hasta el comienzo de la manipulación de las estadísticas públicas en 2007, Graciela Bevacqua, estimó que la suba de precios fue de 27,4% en 2013, con sendos incrementos de 33% en alimentos y bebidas, y en transporte y comunicaciones.

Esto derivó en incrementos en la canasta básica alimentaria de 43% y de 45% en la canasta básica total, según la especialista. En particular, su cálculo de diciembre último fue de 2,9% a nivel general; 3,9% en alimentos; 2% en transporte; 4,9% en esparcimiento; 3,6% en equipamiento del hogar y 3,2% en atención médica. Dado estos aumentos, indicó Bevacqua, la Asignación Universal por Hijo perdió 21% de poder de compra respecto de su lanzamiento.

En el sector formal, el panorama no fue mejor. Como lo señala un informe del Banco Ciudad, la pérdida del salario real fue de 2% en 2013, «en lo que sería su segunda y más pronunciada contracción desde 2007, luego de las alzas registradas entre 2008 y 2011».

Para el Ciudad, el aumento de precios superó el 3% el mes pasado. Al respecto, la entidad que preside Rogelio Frigerio sostuvo que «lo más preocupante de esta situación es que se acumularían dos años consecutivos de deterioro, que podrían ampliarse a tres en 2014». «Este comportamiento de los salarios reales atenta contra el avance del consumo», concluyó el paper.

Otros consultores vieron una importante dispersión en cuanto a la inflación de 2013: el Estudio Bein y Analytica la estimaron en 25%, mientras que Melconian & Santangelo calcularon 28,7% y Finsoport, de Jorge Todesca, 30,1%.

Sin embargo, todos coinciden en que este año todas esas cifras serán superadas por el efecto de la mayor devaluación, en un contexto de «ajuste desordenado» por la falta de un plan integral para atacar la inflación real, más allá de lo que reconozca el Gobierno en el nuevo IPC.

Fuente: TN

Por la inflación, los gremios postergan paritarias y arreglan pago de “sumas puente”

paritariasEl sindicato de Petróleo y Gas de Río Negro, Neuquén y La Pampa firmó un anticipo de suba salarial no remunerativa del 13% hasta marzo y marcó un antecedente para otras organizaciones obreras. Ya siguen sus pasos los bancarios, los aceiteros y los conductores de micros nucleados en la UTA

Por la inflación y la incertidumbre económica, los sindicatos buscan postergar las paritarias. Es que saben que el que firme primero, pierde. Así, los gremios cuyos acuerdos pactados el año pasado vencen en marzo, están negociando «sumas puente».
El puntapié inicial lo dio el Sindicato Privado de Petróleo y Gas de Río Negro, Neuquén y La Pampa, encabezado por el moyanista Guillermo Pereyra, que firmó el miércoles un «acuerdo transitorio» del 13%, no remunerativo, hasta marzo, oportunidad en que se sentará con los empresarios del sector para definir el aumento para todo 2014.
Los trabajadores del sector recibirán una suma fija de $6.600, que se pagará en dos cuotas, la mitad del monto se abonará en enero y la otra en febrero, precisó el portal Neuquén al Instante. En marzo, se volverán a sentar con los empresarios para definir el ajuste salarial para todo 2014.
En ese mismo camino ya están negociando la Asociación Bancaria, la Federación de Trabajadores Aceiteros y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), entre otros.
«No se puede firmar las paritarias por el 50%, o mucho más, que lograron los policías ni por el 18 o 20% que sugiere el Gobierno», sostuvo Sergio Palazzo, líder del sindicato La Bancaria, en declaraciones a Clarín.
El dirigente busca negociar un adelanto que le permita llegar a marzo, cuando estiman se empezará a clarificar el porcentaje de referencia por el cual se pactarán las paritarias 2014. Esta modalidad, de hecho, es algo que los bancarios vienen implementando desde hace seis años. El aumento para este año que reclamarán sería del 25 por ciento.
En el caso de los aceiteros, como su convenio venció el 31 de diciembre, el gremio -conducido por Daniel Yofra- ya reclamó un aumento que oscila entre el 29,5 y el 35 por ciento.
La parte empresarial propuso un «acuerdo puente» hasta fines de abril, consistente en una suma fija de $1.250 mensuales, iguales para todas las categorías, a cuenta del salario que se pacte después, lo que implica entre un 15,6% y un 16,5% de aumento, según la categoría de cada trabajador, precisó el matutino.
Además, ofreció $6.960 en concepto de premio. En plenarios y asambleas, los trabajadores rechazaron la oferta y exigieron no menos de un 30% en concepto de «acuerdo puente», pero el Sindicato Aceitero San Lorenzo, que no está adherido a la federación, aceptó la propuesta patronal. Mañana habrá una reunión decisiva de ambas partes en dependencias del Ministerio de Trabajo.

Fuente: iPRofesional

El acuerdo de precios: ¿es lo mejor que el kirchnerismo puede hacer contra la inflación?

Axel KiciloffLa políticas de control de precios parecen ser las únicas estrategias que el Gobierno puedo ejecutar en pos de controlar la inflación, como si esta fuera el resultado del capricho de empresarios, comerciantes y consumidores, y no consecuencia directa de «modelo» económico K. La experiencia reciente indica que no es una medida que funciona o alivia al bolsillo del Argentino, simplemente es una pantomima para que el portavoz de turno tenga algunos argumentos tranquilizadores y distractores.

Imagen: Julio de Vido y Axel Kicillof /NESTOR SIEIRA (www.clarín.com)

Las políticas como acuerdos o controles de precio no funcionaron nunca ni lo harán en el 2014. La razón es simple, la causa de la inflación responde a políticas económicas estructurales, no a los «empresarios gorilas» que el Gobierno Nacional demoniza. No obstante, esa medida pantalla es la única estrategia oficial para detener el aumento desmedido de precios.

En principio, ya se arrancó trastabillando debido al notable desabastecimiento registrado, situación que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se apresuró desmentir en su conferencia de prensa de esta mañana, dónde consideró que el programa «arrancó razonablemente bien» aunque aún «se necesita mayor señalización, divulgación y fiscalización». Y agregó que «en el transcurso de la semana se garantizará el abastecimiento» de los productos ausentes.

En cuanto a las verdaderas causas de la inflación, sin duda no serán admitidas por el kirchnerismo, ni mucho menos resueltas. Pero la imposibilidad de controlar los precios, la completa incapacidad de las compañías energéticas para garantizar el suministro de luz en Buenos Aires y Capital Federal, y la drástica caída de las reservas son las pruebas innegables de que el barco se hunde… con todos nosotros a bordo.

Y el negacionismo compulsivo del kirchnerismo es cada vez más peligroso, en la medida en que todos los ciudadanos somos rehenes en esta cruzada para defender un modelo condenado al fracaso. Es cierto que se registra un considerable aumento del consumo público, pero a costa de no realizar inversiones estratégicas en sectores claves para una economía próspera, como por ejemplo, energía y transporte.

Además, dicho aumento del consumo se basa fuertemente en subsidios económicos y crecimiento empleo público, es decir, no a partir de actividades económicas sustentables. Además, el aumento del gasto público no apunta a alimentarse a sí mismo, sino que crece en detrimento de la capacidad exportadora del país, genera inflación y se mantiene bajo un tipo de cambio irreal.

La respuesta ante estos descalabros económicos, lamentablemte, no es esperanzadora: la pérdida de reservas se combate con nuevas trabas a las compras en el exterior, para la inflación el acuerdo de precios, para el crecimiento desdemedido del gasto público más presión impositiva y así sucesivamente. Es decir, que el modelo implosiona a pesar de los intentos de mantenerlo funcionando. El anuncio de la modificación del impuesto a los bienes personales no es más que otro intento para aumentar la recaudación y paliar el vaciamiento de las arcas. El resultado es previsible.

La vuelta acelerada de Cristina también da un indicio de que las cosas se deterioran a paso acelerado. De momento los anuncios de medidas sólo apuntan a más control sobre los actores económicos y mayor presión impositiva. ¿Llegará en algún momento el temido ajuste? sin duda el kirchnerismo se resiste a plantear esta posibilidad, pero la realidad es que crearon un sistema económico insostenible y todo parece derivar es ello.

Alertan que la inflación del mes de enero será la más alta de las últimas dos décadas

INFLACION
Con los ajustes tarifarios y las subas en combustibles, el piso ya está en el 3,5%. Desde 1991 la inflación para ese mes no superaba los tres puntos.

De la mano de los aumentos del 66% en el boleto del colectivo, del 12% en los pasajes de avión de cabotaje, del 35% en los peajes a la costa atlántica y de entre el 7 y 10% de los combustibles, la inflación de enero en Capital y el Gran Buenos Aires apunta a ser, como mínimo, del 3,5%.
Sería la inflación mensual, para enero, más alta desde 1991, cuando todavía no regía la convertibilidad, que arrancó tres meses después, según proyecciones de Graciela Bevaqua, ex directora del área precios el INDEC.
A una cifra similar arribó el economista Nicolás Dujovne. Por su lado, Carlos Melconián estimó que en diciembre los precios subieron 4%, y quedaría un «efecto arrastre» alto para enero.
Sin embargo, todavía quedan por sumar los restantes aumentos, en especial en los alimentos y los vinculados al turismo que tienen mayores subas durante los meses de verano.
También el rubro funcionamiento y mantenimiento de autos pegaría un salto por los ajustes en las cuotas del seguro y en las reparaciones de los vehículos. Y las subas del 8/9% en las cuotas de las prepagas, que se repartieron entre diciembre y enero.
De las cifras del INDEC se desprende que el aumento del 66% en el transporte público automotor de pasajeros tiene una incidencia de casi 3 puntos en el IPC de Capital y GBA. Se calcula que el incremento en los combustibles, más las subas en la tarifa de los peajes y del transporte público de turismo agregarían otros 0,5 puntos, según consignó el diario Clarín.
Además, está la incidencia del mayor ritmo de devaluación oficial del peso que impacta sobre los bienes e insumos importados y también sobre los precios internos de los alimentos que exporta la Argentina.
Con todo, la clave pasa por los alimentos y bebidas, el rubro que más pesa en el Índice de Precios, en especial entre los asalariados y sectores de menores recursos. Eso dependerá de lo que pase con el acuerdo de precios pero solo en forma parcial. En ese acuerdo solamente hay unos 200 artículos que se venden en los grandes supermercados.
Si bien aún no se conoce el IPC de diciembre, se calcula que bien medido no será inferior al 3% por lo que estima que 2013 habría cerrado con un alza promedio de entre el 29 y 32%, según las distintas mediciones no oficiales.
De modo que 2014 arranca con una inflación en ascenso con una suba interanual no menor al 50% respecto del 2,6% del IPC de igual mes de 2013, según Clarín.
Hacia delante hay en carpeta nuevos aumentos, como el del subte, la suba del dólar oficial, la mayor frecuencia en los ajustes de precios de los combustibles y el impacto sobre los costos de producción y comercialización de los aumentos salariales que se acuerden en las paritarias. Si 2013 concluyó con un 29/32%, la proyección de este año se acerca al 40%.
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