Lo que dejó el 2013: una inflación que se acerca al 28%

alimentosA pesar del acuerdo de precios y de la «vigilancia militante», el coste de vida anual llegó a tocar aumentos de hasta un 28 por ciento luego de la suba en el precio de los alimentos durante diciembre.

Ya lo dijimos y seguimos insistiendo, controlar la inflación demanda medidas económicas estructurales y modificar las recetas que se están aplicando en pos del «modelo» caprichoso K. Las únicas respuestas ofrecidas son prácticamente insultos a la ciudadanía: El mágico acuerdo de precios, importación de tomates brasileros o, la más hilarante de todas, «la inflación no es tan grande y la poca que hay es culpa de los empresarios gorilas».

No obstante, los argumentos K que niegan la inflación e intentan desviar la atención se caen por sí solos ante el peso de la propia realidad: el coste de vida aumenta día a día y mucho. De hecho, el aumento correspondiente al 2013 es el más alto registrado durante la «Década Ganada».

En efecto, de acuerdo a M&S Consultores, que dirigen Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo, la inflación en 2013 cerró en 28,8% con un alza de 4,1% en diciembre. Esta última suba corresponde al alza en el precio de los alimentos, que se disparó luego de la salida del secretario de Comercio Guillermo Moreno. Aunque es sumamente probable que las cifras difundidas por las consultoras privadas sean negadas, por supuesto.

El informe, publicado por los diarios ‘La Nación’ y ‘El Cronista’ indica que en los últimos dos meses del año pasado, los precios se recalentaron. Se insinuó en noviembre y se evidenció claramente en diciembre. En el marco de una suba generalizada de precios, en noviembre se despertó la carne y se dispararon los servicios: restaurantes, rotiserías, peluquerías».

Otros productos que se dispararon durante el mes de diciembre fueron «la harina y pastas (15 y 12% respectivamente), el azúcar (10%) y los artículos de tocador (11%), pero se observaron aumentos elevados en casi todos los alimentos y bebidas como el pan (5%), carnes (casi 9%) y lácteos (6%)», mientras que los aumentos en útiles escolares castigaron el bolsillo de los padres durante todo el año.

El informe tampoco olvida lo que señalamos en Seprín ayer: el aumento en transporte, combustibles y peajes, que de momento se siente fuertemente para los turistas pero, sin duda, afecta al conjunto de la economía por lo que proyectan «un incremento de precios para el IPC Capital y Gran Buenos Aires de 4,5%» para enero. Aunque cabe destacar que la consultora no espera un nuevo disparo de los precios en las góndolas gracias al acuerdo de precios que el Gobierno firmó con supermercadistas y productores.

Una medición similar fue realizada por la ex directora del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, Graciela Bevacqua, cuya consultora consideró que el coste del precio de vida 2013 se disparó luego del mes de diciembre, cerrando en un alza anual del 27,4 por ciento.

De acuerdo a los datos revelados por la consultora y publicados por «El Cronista», En el último mes del año, hubo una suba de 2,9% en el nivel general y un incremento de 3,9% en alimentos. En tanto, para ‘Fiel’ la suba de precios en 2013 fue de 26% mientras que para Inflación Verdadera el último dato marca un alza de 23,2% anual.

Y finalmente, según Consumidores Libres, de Héctor Polino, el producto que encabeza la lista de aumentos es la harina 0000 con un incremento de 102,66%, situación muy preocupante ya que impacta directamente en el precio del kilo de pan común, que se ubicó en el segundo puesto con un aumento del 70,49%. En el tercer lugar aparece la yerba, con una suba del 69,93%. Es decir que los principales productos de consumo para los argentinos fueron los más afectados.

En definitiva, fue un cierre de año catastrófico, que deja un 28 por ciento de inflación, en el marco de políticas no estructurales que apunten a controlar la inflación. Mientras tanto, las negociaciones de paritarias para el 2014 prevé aumentos salariales que rondan el 25 por cierto, de acuerdo a las aspiraciones del Gobierno, es decir, por debajo de piso inflacionario.