El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se celebra anualmente cada 25 de noviembre en honor a las hermanas dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, conocidas como «Las Mariposas», activistas políticas, asesinadas en 1960 por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
La violencia de género es un flagelo que afecta a miles de mujeres en todo el país y cuya expresión más extrema es el femicidio.
Según un informe del Observatorio «Adriana Marisel Zambrano», coordinado por la Asociación Civil La Casa del Encuentro, hasta octubre de 2011 fueron asesinadas 237 mujeres a manos de esposos, parejas, novios y ex parejas. En 2010, se habían registrado 260 casos y en 2009, 231.
Además, a esta cifra escalofriante se suma el registro de «femicidios vinculados» que afecta en su mayor parte a niños y niñas menores de 12 años -hasta octubre de 2011 hubo nueve menores muertos-, dentro del cual podría inscribirse el caso de Tomás Dameno Santillán, el niño asesinado en Lincoln, la semana pasada, supuestamente en manos de su ex padrastro.
La atención a mujeres víctimas de violencia de género se lleva a cabo a través de diversas instancias e instituciones que incluyen asociaciones civiles, ONGs, organismos del Estado y dependencias judiciales.
Liliana Morales, presidenta y coordinadora del equipo de violencia de la Asociación Civil Mujeres al Oeste, explicó a Infonews que diariamente reciben llamadas con derivaciones del 911, el número de emergencias de la Provincia de Buenos Aires; así como del AVM (Atención Violencia Mujer), que es un servicio telefónico que opera las 24 horas, los 365 días del año y que asesora, contiene y deriva a las mujeres víctimas de violencia al lugar más cercano a su domicilio.
«Nosotros ofrecemos un grupo para mujeres que es de psicoaprendizaje y busca reforzar la autoestima y darle herramientas a la víctima para que logre salir de esa situación. La mujer tiene que desnaturalizar la violencia, tiene que reconocer que no es la única que la sufre y que no hizo nada para padecerla», explicó Morales.
Por su parte, Ada Beatriz Rico, co-fundadora de La Casa del Encuentro sostuvo: «Las mujeres no se animan a hacer la denuncia en algunos casos porque sienten miedo, vergüenza, culpa y resignación producto de todos los años de sometimiento. Además, suelen aferrarse a la fantasía de que si ellas ceden a todos los requerimientos del violento, él cambiará. En otros casos, porque no tienen los recursos económicos para romper con ese vínculo, y también porque el varón sabe cómo extorsionar a esa mujer con amenazas, como atentar contra sus hijos».
La asistencia a reuniones grupales tiene como objetivo principal recrear la sociabilidad de las mujeres, ya que una de las primeras cosas que hace el violento es cortar todos los lazos con la familia y los amigos para aislar a las víctimas.
En la Ciudad de Buenos Aires, existe el programa «Las víctimas contra las violencias», coordinado por la psicóloga y asistente social, Eva Giberti, y dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Funciona las 24 horas del día y los 365 días del año, llamando al 137 en dos sedes, una ubicada en la zona norte de la Ciudad y otra en la zona sur.
El programa es innovador ya que cuenta con un sistema de brigadas móviles que se dirige al lugar donde se desarrolla el hecho violento junto a un equipo compuesto por un psicólogo/a, un trabajador social y dos oficiales de la Policía Federal. El llamado también puede ser realizado por un vecino y la denuncia es tomada de forma totalmente anónima.
Norma Mazzeo, supervisora general de las brigadas móviles, explicó que el equipo evalúa la situación de la víctima y elabora estrategias. Si la mujer está lastimada, se dará intervención al Same; si no tiene un lugar donde pasar la noche, se tramitará su alojamiento en un refugio dependiente del Gobierno de la Ciudad. Además, también se la acompañará a efectuar la denuncia a las comisarías o a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y si fuera necesario, se tramitarán medidas cautelares de protección como la exclusión del hogar o el impedimento para que el agresor se acerque a ella o al lugar que habita.
Para solicitar ayuda, llamar al 911 en Provincia y al 137 en Capital
Desde su inicio en 2006, el programa atendió a 11.818 víctimas. Mensualmente reciben cerca de 1700 llamados en busca de asesoramiento y realizan más de 300 intervenciones domiciliarias de emergencia.
«A partir de 2003, Argentina avanzó muchísimo en el tratamiento de la violencia de género y se logró una visualización mayor de la problemática. Sin embargo, este patriarcado que nos atraviesa socialmente continúa y se hace muy difícil derribar los estereotipos existentes», señaló Mazzeo.
Rico sostuvo que se tomaron algunas iniciativas legislativas y desde la Justicia que son alentadoras, como la sanción en 2009 de la Ley Nº 26.485, pero consideró que aún resta mucho por hacer. «Es indispensable generar una multiplicidad de estrategias basadas en reformas culturales y educativas y en acciones concretas de información, sensibilización y asistencia directa a las víctimas. Además, solicitamos que se incorpore al Código Penal la figura de Femicidio como una figura penal autónoma», evaluó.
Fuente: infonews.com