Hay otro detenido por la muerte de Ferreyra
Es un testigo que quedó preso por amenazas luego de declarar. Otra persona fue detenida ayer en la causa donde se investiga el crimen del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra, víctima de disparos de armas de fuego cuando su grupo de trabajadores ferroviarios tercerizados fue atacado por una patota de empleados, sindicalistas y barrabravas ligados a la Unión Ferroviaria.
Con este arresto ya son cuatro los presos relacionados con el caso que investigan la jueza Wilma López y la fiscal Cristina Caamaño.
El sospechoso quedó detenido en la comisaría 17a. luego de prestar declaración como testigo en la fiscalía, dijeron a LA NACION fuentes ligadas a la investigación.
El arresto se concretó a pedido de la fiscal y el sospechoso enfrenta el cargo de amenazas. El preso fue puesto a disposición de la División Asuntos Internos de la Policía Federal, que trabaja en la causa.
Trascendió que el detenido había sido citado a testificar con relación al incidente ocurrido con un equipo del canal de TV C5N que estaba filmando la manifestación. Según se apreció en cámara, los de la patota de ferroviarios que corrió a los trabajadores tercerizados pasó junto a una periodista y un camarógrafo y los amenazó para que dejaran de grabar las imágenes de la pelea.
El testigo iba a referirse a este episodio, pero en pleno trámite terminó autoincriminándose y quedó preso como imputado. Al cierre de esa esta edición estaba siendo indagado en los tribunales.
Así, el detenido se suma a los otros acusados presos: el barrabrava de Defensa y Justicia Cristian Favale, sospechado de ser el autor material del crimen de Ferreyra; el delegado Pablo Díaz, de la Unión Ferroviaria, detenido como presunto reclutador de la patota atacante, y el empleado ferroviario Juan Carlos Pérez, que reconoció que estaba en el grupo de agresores y complicó a sus compañeros ferroviarios.
El más complicado
Dos testigos ya señalaron ante la Justicia que Favale habría confesado ante empleados de los talleres ferroviarios de Remedios de Escalada que le había disparado a Ferreyra en medio del ataque ocurrido el miércoles de la semana pasada en Barracas, cerca de las vías del tren.
Favale es quien aparece por ahora más complicado en la causa. Al prestar declaración indagatoria negó haber disparado y mencionó que vio a una persona al lado suyo accionar un arma de fuego. Dijo que era un hombre robusto de gorrita y anteojos con un tatuaje en el brazo.
En plena declaración tuvo una crisis nerviosa, se puso a llorar y tuvo que interrumpirse el trámite. Aún no se sabe cuándo continuará declarando, pero su abogado Sergio D´Amico explicó que su cliente tiene otros datos para aportar. Por ejemplo, ya dijo públicamente que Favale sabe que las armas usadas en el ataque fueron sacadas del lugar en un Ford Focus, pero aún no lo manifestó en el expediente.
Favale está siendo atendido por un psicólogo y ayer fue trasladado al penal de Ezeiza.
Los tres detenidos se declararon inocentes, pero Díaz y Pérez señalaron que entre los empleados del ferrocarril que reclamaban vieron a una persona sacar una arma de una mochila y dispararles. Pérez señaló, además, a otros ferroviarios. Está preso en el penal de Marcos Paz.
Al prestar declaraciones indagatorias como imputados, no están obligados por el juramento de decir la verdad, pero trataron de instalar la versión de que su grupo también recibió disparos de armas de fuego. Díaz dijo que supo por dichos de otro ferroviario que hubo una persona herida de un perdigonazo. Su abogado Carlos Froment explicó a LA NACION que buscan al médico que atendió a este herido para aportarlo a la causa.
Ayer prestaron declaración otros dos testigos que estuvieron cerca del enfrentamiento y contaron cómo se agruparon las facciones y cómo los ferroviarios se encontraron con el grupo en el que estaba Favale.
Al cierre de esta edición, en la fiscalía analizaban pedir una batería de medidas de prueba, entre las que no se descartaban nuevos allanamientos y pedidos de detención.
En la causa se investiga la muerte de Ferreyra y los disparos que recibieron Nelson Aguirre y Elsa Rodríguez, internada en estado delicado, quienes participaron como militantes del PO de una marcha en apoyo a empleados ferroviarios tercer izados.
El objetivo de la protesta era cortar las vías del Ferrocarril Roca, pero los sindicalistas lo evitaron y en Barracas les arrojaran piedras hasta que fueron agredidos a balazos.
La investigación se tramita por los delitos de homicidio agravado, lesiones, coacción y daños.
CLAVES
El ataque: el miércoles de la semana pasada, un grupo de trabajadores ferroviarios tercerizados y militantes del Partido Obrero planeaban cortar las vías en la estación Avellaneda cuando fueron atacados por una patota de la Unión Ferroviaria. Mariano Ferreyra murió de un disparo y hubo otros dos heridos de bala.
La investigación: la Justicia detuvo a tres personas acusadas de intervenir en el ataque. Uno de ellos es el barrabrava Cristian Favale, sindicado como el que disparó. Además, están presos Pablo Díaz, delegado sindical, acusado de reclutar a los trabajadores y la fuerza de choque destinada a romper el corte de vías, y Juan Carlos Pérez, un ferroviario que estuvo en la manifestación y que fue filmado por la TV mientras se llevaba la mano a la espalda; se supone que ocultaba un arma.
Nuevas pistas: las declaraciones permitieron identificar a otros atacantes y se investiga si hubo disparos sólo del lado de los gremialistas o si también hubo tiros del bando contrario.
Fuente: Hernán Cappiello / LA NACION