El último mes se transfirieron 122.364 unidades y acumula una baja de 11% en el bimestre. En el sector empieza a preocupar la falta de stock que podría impulsar la suba de precios de los modelos de mayor demanda. Así, advierten sobre una brecha cada vez más chica entre nuevos y usados
La venta de autos usados no logra repuntar y sigue la misma tendencia de los patentamientos de nuevos modelos, los cuales cayeron 35% en el primer bimestre.
De acuerdo a los datos de la Cámara de Comercio Automotor, en febrero hubo una baja de 10%, equivalente a 122.364 unidades, frente a las 136.622 unidades del mismo mes del año anterior.
Así, en los dos primeros meses del año, se transfirieron 266.382 vehículos, una caída del 11,74%comparado con igual período de 2014 cuando se comercializaron 301.813 unidades.
Según Alberto Príncipe, presidente de la Cámara de Comercio Automotor (CAC), «febrero mostró un comportamiento similar al último período de 2014 en la comercialización de usados, pero esta tendencia preocupa, porque la caída puede ser mayor en los próximos meses«.
Para la CAC, el problema es que está latente la demanda pero faltan productos, sobre todo los que más se buscan cuando se trata de autos con algunos años de antigüedad. «Esto se debe a que nuestros comercios están trabajando con un stock reducido de vehículos usados, debido fundamentalmente a la poca entrega por parte de las terminales a los concesionarios. Esto ha generado una oferta limitada de automóviles usados», comentó Príncipe.
Por otro lado, advirtió que «si esta situación va a ser la característica del mercado para este año, se van a producir aumentos permanentes en los autos usados, dando lugar a que estos se acerquen a los precios de los 0km».
Mes de definiciones
Marzo será un mes clave para la industria, así lo advierten desde la CAC y también lo anticipó la Asociación de Concesionarios Automotrices de la República Argentina (ACARA).
En el caso de los 0km también hay preocupación por el stock. Desde el año pasado los concesionarios vienen utilizando gran parte de los modelos que tenían en depósito para cumplir con los pedidos de clientes, y hasta admitieron que los patentamientos podrían haber caída hasta 10% menos si se cumplía con la demanda.
Al mismo tiempo, en las fábricas no hay falta de voluntad sino que las complicaciones crecen por la falta de dólares para importar piezas y partes, y si bien el Gobierno amplió el cupo de divisas que entrega al sector, puertas adentro admiten que el monto no es suficiente para ser distribuido entre todas las marcas.
«Si todo sigue igual sin cambios de ningún tipo, lamentablemente el mercado tenderá a la baja. Pero somos optimistas en que se tomaran medidas inteligentes para levantar los alicaídos mercados que dan trabajo a mucha gente y tanto nos está costando mantener», comentó Príncipe.
Oportunidad en seminuevos: ¿Hasta cuándo?
El tema de los precios está en la mira del sector. Representantes de concesionarias dan cuenta de la amplia diferencia que existe actualmente entre un 0km y un seminuevo. Y la consideran una anomalía del mercado y que, como tal, no se mantendrá por mucho tiempo.
Según detallaron a iProfesional fuentes de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), en modelos puntuales, con una antigüedad de hasta dos años es posible ubicar diferencias de hasta un 45%.
Entre los que exhiben mayores diferencias puede mencionarse el caso del Chevrolet Cruze: la versión DSL LTZ 4 puertas 0Km se comercializa a $350.000 mientras que el modelo 2013 no llega a los $200.000, es decir, casi 45% menos que la versión nueva.
Otro ejemplo que grafica el amplio gap existente puede encontrarse en el Volkswagen Passat TSI Luxury: una unidad sin rodar cotiza a $773.000; en tanto que, con dos años de uso, se ubica en el rango de los $450.000, exhibiendo así una diferencia del 42%.
El gap con los modelos 2014 también es notable. Mientras que el 0km del Volkswagen Bora Trendline cuesta $230.000, un 2014 vale poco más de $155.000, un 32% menos.
Si se considera el Peugeot 208 1.6 Feline Pack, deben desembolsarse $240.000 si se lo quiere sacar nuevo de la agencia. En cambio, con un año de uso, su valor desciende hasta los $170.000 (-30%).
Tal como puede observarse en la infografía, las diferencias de cotizaciones entre nuevos y seminuevos -de apenas un año o dos, representan varios miles de pesos:

El gerente de ventas de un concesionario oficial Toyota de Ciudad de Buenos Aires destacó que «por lo general, los modelos masivos se tienden a depreciar más rápido que los premium. Por ejemplo, en lo que es la alta gama de Volkswagen y Chevrolet, apenas el auto sale del concesionario, hay una desvalorización más acelerada».
En tanto, un representante de ventas de Forest Car aseguró que «la suba que sufrieron lasunidades nuevas ha sido de tal magnitud que dejó a los seminuevos a precios muyventajosos».
Incertidumbre en el mercado de los 0Km
Mientras que en el rubro del usado se esperan paulatinos aumentos que reduzcan la actual brecha, en el caso de los 0km el Gobierno mantiene al sector en vilo por el abastecimiento de dólares.
La estrategia oficial es clara: está presionando a las terminales para que fijen una pauta mucho más moderada en el ritmo de actualización de los valores de venta al público como condición para que el BCRA les libere más divisas para el pago de importaciones.
Este «tire y afloje» está afectando el ritmo de producción, porque no sólo hay problemas para ingresar autos terminados sino también componentes.
Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, señaló que «la situación es preocupante porque hay compañías del exterior que amenazan con cortar los envíos de insumosque no son sustituibles en nuestro país».
Además, señaló que «de los u$s5.500 millones que el Banco Central adeuda por el pago de importaciones ya realizadas, el 50% corresponde a la industria automotriz, otro 25% a las armadurías de Tierra del Fuego y el resto se reparte entre otros sectores del mercado».
El directivo remarcó que, de la deuda que registra el segmento automotor, «el 90% corresponde a autopartistas brasileñas» lo que genera una gran presión de ese país para cobrar cash lo que envían.
Hasta el momento, las automotrices enfrentan un doble problema: por un lado, el Gobierno les fijó un cupo mensual de divisas que no les alcanza para cubrir las necesidades de importación y, por otro, no pueden bajar la deuda cercana a los u$s2.500 millones con filiales y proveedores del exterior, por operaciones ya realizadas en 2014 y para las cuales el BCRA nunca les habilitó los dólares correspondientes.
Para el mercado de 0Km, se estima que este año podría retroceder hasta los 615.000 vehículos. Sin dudas, una cifra crítica considerando que la industria dispone de una capacidad instalada para producir 1,2 millones de unidades cada año.
Sin embargo, incluso para llegar a ese nivel -de por sí bajo-, las terminales necesitarán contar con una mayor cantidad de dólares para así poder incrementar sus importaciones. El Gobierno les prometió un mayor cupo de divisas aunque, por ahora, no se sabe si lo cumplirá con su promesa.
«Si no se introduce ningún cambio en la política oficial hacia el sector automotriz, entonces tampoco consideramos posible alcanzar ese nivel de patentamientos, porque la demanda se volverá a enfrentar con los problemas de oferta», concluyeron desde la consultora Abeceb.
Fuente: iProfesional