MENDOZA.- Alejandro Paul Vandenbroele, el presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou, logró la libertad bajo fianza. El financista, reclamado por la justicia de Uruguay por una causa de lavado de dinero y por la que se pide su extradición, deberá pagar 400.000 pesos para poder abandonar el calabozo en la provincia de Mendoza, donde quedó detenido hace 26 días.
Luego del rechazo al pedido de excarcelación hecho por la defensa de Vandenbroele, la Cámara Federal de la provincia decidió otorgarle el beneficio, a contramano de lo que había dispuesto el juez federal mendocino de primera instancia Walter Bento, quien consideró en su fallo que «había un real peligro de fuga».
Así las cosas, sólo resta esperar que el financista presente esos fondos o la escritura de una propiedad que reúna el valor reclamado como caución para dejar la celda que ocupa en la U32 de los Tribunales Federales desde el 20 de febrero.
Los camaristas Juan Antonio González Macías, Héctor Cortés y Carlos Parra fueron quienes desestimaron la negativa de Bento, quien una semana después de la detención de Vandenbroele decidió dejarlo tras las rejas, al advertir que podía evadirse, ya que cuenta con los medios económicos necesarios, y por haber desobedecido los reclamos de la justicia de Uruguay. Bento consideró de «gravedad» la imputación por lavado de activos que tiene en el vecino país, lo que podría significarle hasta 10 años de cárcel. El juez detallaba en su presentación los motivos para denegarle la libertad: «La penalidad prevista para el delito que le es imputado a Vandenbroele, su carencia de empleo, familiares, personas allegadas, domicilio fijo, la posibilidad de acceder a medios económicos que le permitan darse a la fuga, su manifiesta negación a ser extraditado y demás circunstancias relatadas, las que conforme han sido analizadas «supra», permiten inferir que de recuperar su libertad Vandenbroele intentará eludir el accionar de la Justicia».
El fuero penal de la justicia uruguaya, especializado en el crimen organizado, a cargo de Néstor Valetti, lo acusa de ser partícipe «en delitos de precedente en blanqueo de capitales» y, tras varios intentos de indagatoria, reclamó su extradición. Ahora, Vandenbroele esperará en libertad ese proceso a la vecina nación. Además, el financista tiene en firme el procesamiento de la justicia argentina por su vinculación con el vicepresidente en el caso Ciccone.
Tres años atrás, la Unidad de Información y Análisis (UIAF) que depende del Banco Central de Uruguay (BCU) comenzó a investigar una dudosa transferencia de 620.000 dólares desde la firma Dusbel SA hacia The Old Fund, a cargo de Vandenbroele y controlante de Ciccone, que luego pasó a llamarse Compañía de Valores Sudamericana. Hasta ese entonces, Dusbel sólo hacía transferencias inferiores a los 10.000 dólares.
Tras la circular roja de Interpol, Vandenbroele fue detenido la noche del viernes 20 de febrero, en el momento en que dejaba a su pequeña hija en la casa de su ex esposa, Laura Muñoz, en Chacras de Coria, en el departamento de Luján de Cuyo, a 30 kilómetros de la Ciudad de Mendoza. Allí lo esperaban agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, quienes lo aprehendieron y lo trasladaron hasta una dependencia judicial en el aeropuerto El Plumerillo. Horas más tarde, en la madrugada del viernes, fue llevado a un calabozo en el subsuelo de Tribunales Federales, donde quedó a disposición de la Justicia.
Por su parte, a comienzos de marzo, el juez federal Sebastián Casanello citó a Vandenbroele para tomarle indagatoria por el contrato millonario de consultoría con la provincia de Formosa, ya que cobró 7,8 millones de pesos de ese estado provincial como representante de The Old Fund. Se trató de un supuesto asesoramiento para la reestructuración de su deuda pública.
PRESO EN MENDOZA
A. Vandenbroele
Financista
El presunto testaferro de Amado Boudou fue detenido el 20 de febrero pasado, en Chacras de Coria, en Mendoza, a pedido de la justicia uruguaya, que investiga un presunto caso de lavado de dinero.
Fuente: LA Nación