El FMI y el BCE llegan a Grecia para poner a prueba su capacidad de sacrificio
Los mercados mantienen su acoso contra los periféricos mientras Atenas logra vender más deuda de lo esperado en letras a seis meses y Merkel pide tiempo.La presión sobre Portugal marca nuevos récords.Grecia, infructuosa en su lucha contra el déficit, acosada por unos intereses estratosféricos e inmovilizada por las débiles previsiones económicas motivadas por los duros recortes.
Tras volver a hacer sonar las alarmas en la jornada de ayer, los mercados de deuda y renta variable están registrando hoy una sesión de calma tensa a la espera de nuevas noticias sobre Grecia. El país, rescatado hace ahora un año pero que sigue sin poder salir del bache por su cuenta, recibe hoy a una misión del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo para aclarar si será capaz de alcanzar los objetivos de reducción de déficit comprometidos ante Bruselas y medir, en caso de que la conclusión sea negativa, si hay margen para más sacrificios que garanticen estas metas.
«Primero, necesitamos saber cual es la situación real de Grecia. Solo entonces podremos decidir qué se debe hacer», ha resumido la canciller alemana Angela Merkel, que ha admitido que Grecia afronta tiempos difíciles. No obstante, ha pedido tiempo para hallar una solución y se ha mostrado a favor de no precipitar los acontecimientos ya que, según sus cálculos, el informe con las conclusiones del FMI y el BCE no estará listo hasta dentro de un mes.
De momento, Atenas ha logrado hoy vender más deuda de lo previsto en una subasta de letras a seis meses. No obstante, se ha visto obligado otra vez a elevar los intereses, que de hecho ya superan lo que le cobra la UE y el FMI por el crédito de 110.000 millones firmado hace un año y de los que ya ha recibido 53.000 millones.
En concreto, ha colocado 1.625 millones de euros frente a un objetivo máximo de 1.250 millones, a un tipo del 4,88%, un 1,6% más que en la anterior emisión al mismo plazo celebrada en abril. Atenas paga un 3,7% por el dinero que le presta el FMI -el primer tramo de la ayuda- y un 4,5% por el resto -entre tres y 7,5 años-. La demanda ha superado en 2,6 veces la oferta.
Jornada de calma tensa
Con este panorama, la presión contra los llamados periféricos del euro se mantenía estable frente a los niveles de ayer, lo que no supone una mejora pero al menos da algo de tiempo a las autoridades europeas y griegas para seguir trabajando en evitar una reestructuración de la deuda del país mediterráneo. Ante este panorama y favorecidos por un ascenso en la rentabilidad exigida a los títulos de Alemania, lo que dada su condición de títulos de referencia amortiguaba la evolución de la deuda de los Estados bajo sospecha, la prima de riesgo de Grecia se moderaba ligeramente. Este indicador, que es el sobreprecio de sus bonos a 10 años frente a los alemanes y que es el mejor termómetro de la confianza en las finanzas de un país, también bajaba en el caso de España e Irlanda. Pero no para Portugal.
De hecho, la rentabilidad de la deuda lusa, que se rige por el principio de más dudas igual a más dinero, ha alcanzado esta mañana nuevos máximos en el mercado secundario desde que el país entró en el euro por lo que respecta a sus bonos a 10 años, que han tocado el 9,7%. Su prima ha llegado a 657, cerca de su récord de 663. Los títulos a tres y dos años sí lograban frenar sus ascensos, aunque seguían cerca de los niveles de máximos que marcó ayer.
En cuanto a las dudas sobre su rescate, un plan de ayuda que la UE debe aprobar la próxima semana pero que cuenta con las reticencias de Finlandia, el partido ganador de las pasadas elecciones ha advertido hoy de que el acuerdo debe incluir alguna propuesta para incluir al sector privado en el coste del programa.
Subidas en las Bolsas
También bajaba el interés exigido a la deuda de Grecia en el secundario, donde se negocian los títulos de los Estados una vez emitidos. En el caso de España, que en los últimos meses ha ido alejándose y acercándose intermitentemente del grupo de cola de la crisis, más por culpa de las dudas sobre el resto de protagonistas que por sus propios problemas, su prima o riesgo país se quedaba en 221 puntos básicos, ligeramente por debajo de su nivel de ayer.
En las Bolsas del Viejo Continente y con el euro pugnando por consolidar los 1,43 dólares, los principales índices europeos apostaban por el rebote. Tras los recortes de ayer, que fueron hasta del 2% en el caso del Ibex, el más castigado, las subidas sin embargo, eran tímidas. De entre el 1% y el 0,7%.
Grecia, infructuosa en su lucha contra el déficit, acosada por unos intereses estratosféricos e inmovilizada por las débiles previsiones económicas motivadas por los duros recortes, afronta la difícil tarea de encontrar las medidas necesarias para recuperar la solvencia fiscal sin hipotecar su crecimiento: la cuadratura del círculo.
Fuente: El País