
Muchos se ha especulado sobre las investigaciones del atentado de la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992…
En su discurso de apertura del año legislativo, la presidenta dio a conocer lo que mucha gente sabe pero no se animan a decirlo o no es políticamente correcto.
El atentado de la Embajada fue realizada por la misma organización que mato a Isac Rabin, premio nobel de la Paz. O por los mismos intereses sería más correcto .

¿Por qué? – porque en esa fecha se llevaban adelantes las negociaciones para un plan de Paz , que incluyera Palestina y Siria.
En la versión mas simple de la ford F100 y el cráter, hablan no solo de esa bomba , sino de tres cargas explosivas y eso conlleva a la sospecha simple Siria, operada por Monzer Al Kassar, conocido traficantes de armas sirio.
El tema es que es muy posible que esto sea así. Pero también es cierto que tanto a algún sector de Siria , como de Palestina y como algún sector de Israel, no le servía la paz: – simple, no se pueden vender armas y cae el trafico de drogas que conlleva las fronteras en guerra.
En este sentido Los periodistas Crhistian Sanz , Fernando Paolella y Jorge Lanata detallan sobre la operatoria de la explosión, mas adelante les daré el contexto internacional para los atentados:

A las 14:45 horas del martes 17 de marzo de 1992, una columna de humo en forma de hongo se elevaba sobre el coqueto barrio porteño de la Recoleta. La embajada de Israel en la Argentina, situada en la calle Arroyo 916, volaba en pedazos producto de un atentado terrorista impensado para estas latitudes. Cuando se disipó el humo y comenzaron deficientemente las tareas de rescate -contándose un saldo provisorio de 29 muertos- se dispararon oleadas de conjeturas acerca de los motivos del ataque.
El entonces presidente Carlos Menem dijo entonces una frase a la que habría que haberle prestado especial atención: “Esto me lo hicieron a mí”. Poco después, sufrió un ataque de incontinencia verbal y acusó a los carapintadas de haber perpetrado la voladura:
“Los responsables son resabios del nazismo y sectores fundamentalistas que fueron derrotados en el país”.
Quienes escucharon semejante dislate quedaron atónitos porque les costaba entender que los derrotados en la rebelión del 3 de diciembre del año anterior fueran directamente responsables de esto. “Por la noche, en la conferencia de prensa realizada en la Casa Rosada, el jefe del Estado amplió el tenor de sus declaraciones al aclarar que los responsables eran de un ‘terrorismo que se mueve dentro del país, pero fundamentalmente afuera’, al tiempo que mantuvo su postura de no descartar un eventual vínculo con grupos carapintada, aunque cuando se le preguntó si se trataba de seguidores del coronel Mohamed Seineldín, Menem respondió: ‘Yo no hago nombres'». (Clarín, miércoles 18 de marzo de 1992).
Semejante dislate, hizo pegar un respingo a mucha gente incluidos miembros del gabinete nacional. El entonces ministro de Defensa, Antonio Erman González llegó a desautorizar la versión temeraria de su jefe, luego de recorrer la embajada israelí reducida a escombros: “No sé por qué lo habrá dicho. El sabrá por qué lo dice, pero no tiene asidero, no tiene justificativo, no tiene razonabilidad”.
Como era de esperar, la casi totalidad de la corporación mediática nacional se inclinó por señalar a un único responsable y chivo expiatorio, el terrorismo fundamentalista de origen islámico: “Si se confirman las versiones que atribuyen el atentado a la participación directa o indirecta de elementos árabes, estaríamos ante la primera expresión concreta de un traslado a la Argentina del conflicto del Medio Oriente. Ese conflicto no había llegado a estas playas como consecuencia directa de la pacífica convivencia entre las colectividades árabes y judías. Pero si el conflicto se trasladó no es que haya cambiado esa armoniosa relación: simplemente se han creado aquí las condiciones de inseguridad que hacen permeable la violencia, producida por pasiones lejanas”, escribió desacertadamente Joaquín Morales Solá en la edición especial de Noticias del 19 de marzo de 1992.

Después, entraría en escena la “madre del borrego”, o sea el principio del cuento persa del comando suicida musulmán montado en la camioneta bomba. Como siguiendo al dedillo un guión hollywoodense, donde luego de la caída del Muro berlinés los malos son cabeza de toalla, porque deben estar dotados necesariamente de turbante, el gobierno israelí elucubró la necesaria teoría de la participación iraní en la voladura de su embajada; mediante la utilización de un grupo fundamentalista libanés satélite. El cuento de marras aducía que una pick-up Ford F-100, cargada con 500 kilos de trotyl, se incrustó de trompa en la puerta de la citada sede diplomática y se desató el infierno. La camioneta estaba supuestamente conducida por el mártir Abú Yasser, un argentino convertido al islamismo que militaba en la organización Hezbollah. Este invento se basaba en un comunicado trucho que reprodujo fielmente la agencia Reuters en Beirut, cuyo texto alegaba: “Oh, Abú Yasser, tu extraña Argentina…..Fuiste guiado por el Islam en tu tierra y creíste en la Guerra Santa como una forma de apoyar la religión que abrazaste y amaste, deseando el martirologio de tu sangre y el fin de tu vida”. Como era de esperar, la citada corporación mediática compró sin hesitar esto, y lo reprodujo a destaje.
Sin embargo, hubo quienes no se comieron el verso y verificaron su total falta de asidero: “El comunicado mostraba un error en el nombre y una fecha que no cerraba: Abú Yasser era el nombre de guerra de Mohamed Sanish, un dirigente de Hezbollah desplazado de la cúpula en 1991 por divergencias sobre la participación abierta del grupo en el Parlamento iraní. Abú, en realidad, no es necesariamente un nombre de guerra; también significa ‘padre de’ (por ejemplo: Abú Jihad significa ‘padre de la lucha’). El comunicado, evidentemente falso, no incluía ninguna información precisa que lo hiciera verosímil. Con respecto a la fecha del hecho a vengar (el atentado contra Musawi), la duda se instaló de inmediato en todos los servicios extranjeros: un mes era muy poco tiempo para preparar un atentado en un sitio tan alejado como Buenos Aires”, señalan acertadamente Jorge Lanata y Joe Goldman en su libro Cortinas de Humo.
Sin embargo, era evidente que el número puesto “irano-Hezbollah” era altamente funcional para aquellos que no les convenía que se dilucidara la cuestión. Para montar un encubrimiento posterior, era necesario que hasta los servicios de inteligencia locales y extranjeros aunaran esfuerzos para que prosperara este “cuento persa” a fin de lograr un manto de impunidad posterior. Aunque en un principio estuvieron a punto de dar en el clavo, pronto optaron por la del panqueque: “Los agentes de la CIA en Buenos Aires, al comenzar la investigación judicial, apuntaron hacia Siria: los americanos sospechaban de un grupo denominado ‘Los Lobos Grises’, con base en Libia y contactos con la delegación siria en ciudad. Pero esa suposición duró poco; a las pocas horas era descartada por falta de coincidencia con los intereses políticos norteamericanos en el Medio Oriente, algo que dos años después se volvería a repetir”, asegura la misma obra.
Sin embargo, unos pocos no se comieron este deliberado entramado. El sábado 4 de abril del mismo año, el periodista e investigador Rogelio García Lupo aseguró que “el atentado contra la embajada no fue político, existía una posible conexión con Al Kassar y tenía el sello de una venganza del narcotráfico”.
Esta afirmación tenía un asidero de peso, puesto que el MI6 británico había detectado la presencia de Monzer en el país el 12 de marzo de 1992, cinco días antes de la masacre de la calle Arroyo. Por eso no es nada descabellado inferir que el aludido bien pudo ser el organizador del ataque, constituyéndose por orden directa de Assad en el brazo ejecutor de la venganza siria a causa de la defección menemista. También, el modus operandi del comando terrorista habría sido muy distinto de las propaladas versiones oficiosas: “(…) Inexplicablemente, los rigurosos controles que hacían casi inexpugnable el acceso al portón de Arroyo 916 (sede de la Embajada del Estado de Israel) se aflojaron en las últimas semanas. El motivo: las refacciones a las que estaba siendo sometida la sede, en el subsuelo y la planta baja.
Este aflojamiento en los controles de seguridad habría permitido que el martes 17, a media mañana, por lo menos, tres personas cuidadosamente elegidas por el grupo terrorista se infiltraran entre los obreros que realizaban las tareas de carga y descargaran 50 bolsas que en su interior debían tener cemento, pero en realidad contenían panes de trotyl con su carga de horror y muerte. Como un preciso mecanismo de relojería, los terroristas habrían descargado las bolsas en la máquina mezcladora colocada en la planta baja del edificio, desapareciendo sin dejar rastros. El operativo habría quedado completado cuando los autos (un Siam Di Tella y un Valiant) con poderosísimas cargas de explosivos en su interior, fueron virtualmente volados al ser accionados por control remoto desde las cercanías del lugar. En total, el grupo habría utilizado 500 kilos de explosivos. De allí que los testigos del atentado, todavía shockeados, repitieran hasta el cansancio que escucharon tres explosiones en cadena o, en un lenguaje más técnico, los peritos en explosivos hablarán de una explosión seguida de una “implosión” desde el interior de la misma embajada. El virtual arrasamiento, casi de raíz, de la sede diplomática, abona esa teoría y prácticamente la confirma en plenitud”, según se desprende de la mencionada revista Noticias. Dejando de lado lo de los coches bomba, y el explosivo utilizado, el resto constituye una perlita digna de análisis. Pues es dable considerar que el comando se pudiera haber infiltrado en el edificio travestido de grupo de operarios, portando bolsas de material que en realidad contenían exógeno.
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Condiciones Políticas:

Isaac Rabin se impuso a Shimon Peres en unas elecciones primarias, y fue electo candidato a Primer Ministro por el Partido Laborista, al que brindó una contundente victoria electoral, la primera en 18 años. Isaac Rabin asumió su segundo periodo como Primer Ministro de Israel el 13 de julio de 1992, a la edad de 70 años, manteniendo en sus manos también la cartera de Defensa. A pesar de su larga rivalidad rayana en la enemistad, nombró a Peres como su Ministro de Asuntos Exteriores, quien decidió revivir las alicaídas conversaciones de Madrid, por medio de unas negociaciones secretas celebradas en Oslo, en un principio entre intelectuales israelíes y miembros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y posteriormente con la intervención de representantes oficiales israelíes, encabezados por el propio Ministro de Exteriores.3
Peres logró convencer a Rabin de superar su natural aversión al líder de la OLP, Yasser Arafat, a quien consideraba jefe de una banda terrorista; y con una gran dosis de pragmatismo y contando con el aval de los Estados Unidos, aceptó las negociaciones secretas de Oslo, que condujeron a los acuerdos de Oslo firmados en Washington el 13 de septiembre de 1993. Al cabo de los acuerdos, Arafat regresó a Gaza como titular de un gobierno autónomo con autoridad inicialmente sobre la Franja de Gaza y Jericó, que posteriormente se iría extendiendo a otros territorios de Cisjordania. Rabin firmó también el Tratado de Paz alcanzado con el rey Hussein de Jordania, el 26 de octubre de 1994. Sus esfuerzos fueron reconocidos con la concesión, junto a Yasser Arafat y a Shimon Peres, del Premio Nobel de la Paz del año 1994, y del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia del mismo año, conjuntamente con Arafat. Uno de los efectos colaterales del proceso de paz fue la reconciliación entre Rabin y Peres, que pasaron a ser confidentes e íntimos colaboradores, con una misma meta en común.
Apretón de manos entre Hussein de Jordania e Yitzchak Rabin, acompañados por Bill Clinton, durante las negociaciones de paz entre Israel y Jordania, el 26 de octubre de 1994.
Durante su segundo y crucial periodo de gobierno, Rabin experimentó una profunda metamorfosis, al pasar de una concepción puramente militar del conflicto entre israelíes y palestinos, mantenida hasta su firme lucha contra la intifada como ministro de Defensa, a un convencido promotor del difícil acercamiento a los palestinos en busca de la paz en la región. Su fórmula «paz a cambio de territorios» aspiraba a proporcionar a Israel unas fronteras seguras, una normalidad en las relaciones con los países vecinos y una aceptación por la comunidad internacional, a cambio de ceder a los árabes parte de los territorios conquistados en los sucesivos enfrentamientos bélicos.
Sin embargo, los años que siguieron a Oslo, vieron al país sumirse en un paulatino proceso de crispación, alimentado por los primeros grandes atentados terroristas suicidas perpetrados por extremistas islámicos (22 muertos en el autobús de línea 5 en Tel Aviv, (19 de octubre de 1994); 21 muertos en el doble atentado de Bet Lid, (22 de enero de 1995), entre otros); así como por la creciente oposición de la derecha israelí a las sucesivas retiradas y concesiones israelíes a los palestinos; y las discrepancias entre las partes acerca de la implementación de los acuerdos, entre otras causas.
El clima de exaltación y revuelta vivido en Israel durante el año 1995, fue fomentado por la derecha nacionalista opuesta a la política del gobierno de Rabin, que se lanzó a una campaña de deslegitimación dirigida personalmente contra el mandatario, llamando a manifestaciones en que se trataba a Rabin de traidor u otros vituperios del estilo. El ambiente se vio exacerbado por la relativa rapidez del lenguaje del Primer Ministro, que se refería a sus detractores y opositores con un dejo de desdeño, y a la posición tomada por ciertos rabinos, que insinuaron que la Ley Judía equiparaba efectivamente la entrega de tierras a los palestinos a una traición, que debía ser evitada a toda costa.
ATENTADO DE LA DERECHA JUDIA :
El sábado 4 de noviembre de 1995, con el ánimo de reforzar a los partidarios del proceso de paz, fue convocado un mitin multitudinario en la Plaza de los Reyes de Israel (hoy plaza Yitzjak Rabin), de Tel Aviv, con el eslogan «Sí a la Paz, no a la violencia», con la participación de artistas y políticos de centroizquierda e izquierda, encabezados por el propio Primer Ministro.3 5 En su último discurso dirigido a los miles de participantes declaró:

«Fui hombre de armas durante 27 años. Mientras no había oportunidad para la paz, se desarrollaron múltiples guerras. Hoy, estoy convencido de la oportunidad que tenemos de realizar la paz, gran oportunidad. La paz lleva intrínseca dolores y dificultades para poder ser conseguida. Pero no hay camino sin esos dolores».
Al culminar la asamblea, y después de cantar «La canción de la paz» (שיר השלום) a las 21:40, procedió Rabin a retirarse del lugar, bajando del estrado por unas escaleras laterales, al final de las cuales le esperaba Yigal Amir quien le disparó por la espalda instantes antes de subir a su coche oficial. Isaac Rabin, gravemente herido, fue llevado de urgencia al hospital Íjilov ubicado en las proximidades, donde fue declarado muerto al cabo de 40 minutos de haber ingresado.
Conclusiones:
En este contexto internacional, Ni a la derecha de Israel, ni a los sirios , les convenía la paz . Ergo el atentado de la embajada de Israel por parte de Sirios, era funcional a varios sectores que Vivian mejor en la guerra. Y también justifica , pero en forma diferente y con otros aspectos las 2 bombas de Amia, y la conexión Siria con apoyatura de algún ingrediente de Hezbollah.
Hoy salió publicado el decreto sobre el cual se liberan los secretos de la ex side, sobre el atentado a la embajada de Israel. Y claramente la presidenta en el discurso 1ro de Marzo sabe mucho más y dijo lo que muchos sabíamos , pero nadie se atrevía a decirlo.
H.A.
DETALLES DEL DISCURSO DE CRISTINA FERNANDEZ
No solamente la AMIA, la embajada. También quiero hablar de la embajada. Y si se me permite, por favor, este es un tema internacional, señores. En el año 1992, voló la embajada de Israel, 29 personas murieron, 249 heridos. Un chico inclusive, hijo de un médico que pasaba por ahí, por la calle, también voló junto con la embajada.
Ese fue un atentado en territorio israelí, porque la embajada es territorio israelí. Siempre me ha llamado poderosamente la atención, todavía no puedo entender por qué el Estado de Israel reclama por la AMIA y no reclama por la voladura de su propia embajada. Porque voy a decir algo: que nadie se confunda, la AMIA no fue un atentado contra los judíos, como vi en una solicitada el otro día; la AMIA no fue atentado contra los israelitas ni contra el Estado de Israel; la AMIA fue un atentado contra la República Argentina y contra los argentinos, señores. Yo lo viví así y yo lo denuncio como un atentado contra la Argentina y es necesario, tal cual lo dije en el juicio oral cuando me citaron como testigo al ser miembro de la Comisión, que desgraciadamente la causa de la AMIA se había convertido en un tablero de ajedrez de la política nacional e internacional. Y tengo más que elementos para decirlo.
Porque esto que llama la atención, que nadie hable del atentado de la embajada, que no pudo ser tratado por jueces comunes porque al tratarse de una embajada es materia específica, excluyente y exclusiva de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. ¿Sabe alguien, alguien le puede informar a esta Presidenta cuál es el resultado de la investigación que llevó adelante la Corte Suprema de Justicia de la Nación del atentado de la embajada de Israel, quiénes son los condenados, cuáles son los procesados, qué fue lo que pasó? ¿Me puede informar por qué el Estado de Israel no reclama por la embajada y sí reclama por la AMIA, que no me molesta que reclame por la AMIA?
De paso, yo le voy a pedir acá, ya que no se lo ha pedido ningún juez en la Argentina, yo le voy a pedir formalmente desde acá al Estado de Israel que por favor venga a testimoniar aquí, a la República Argentina, ante el juez de la AMIA, el exembajador Yitzhak Avirán. ¿Por qué digo esto, señores? Porque el embajador Yitzhak Avirán, a quien conozco personalmente, porque era embajador cuando yo era miembro de la Comisión cuando era legisladora, me he entrevistado con él en numerosas oportunidades, es más, tan buena relación teníamos con Yitzhak Avirán que me invitó a mí, al doctor Guido Di Tella, entonces Canciller, y al doctor Alfonsín, a que ambos, junto con él, a que todos, los 4, presentemos las memorias de Shimon Peres que tuve el inmenso placer de poder hacerlo, en el Complejo La Plaza, en la avenida Corrientes.
Sí, yo presenté junto a Raúl Ricardo Alfonsín, junto a Guido Di Tella y junto a Yitzhak Avirán las memorias de Shimon Peres a pedido del embajador de Israel. Por lo tanto, cuando el otro día leí, en un cable que no fue desmentido por nadie, que el embajador en ese momento en nuestro país cuando sucedió el atentado, conocía y sabía que Israel ya había dado cuenta de quiénes habían cometido el atentado, que había matado, que se había encargado dijo, no recuerdo exactamente las palabras, pero sugería que se había hecho cargo, se había encargado de quienes…
Bueno, por favor, que venga a declarar frente al juez de la causa AMIA para poder saber los argentinos quiénes son por lo menos los autores materiales, si es que se refería únicamente a los autores materiales o también se refería a los autores ideológicos. Y a la Justicia o al Poder Judicial de mi país, le pido que el juicio de encubrimiento…
El otro día la gente de Memoria Activa me decía por qué yo no había impulsado el enjuiciamiento o el juicio oral de la causa de encubrimiento, que se llama AMIA 2, en la cual están enjuiciados ex presidentes, ex titulares de la SIDE, policías federales, funcionarios, etcétera. Muy simple: porque la Corte, la actual Corte, decidió que este juicio, por eso los cartelitos de la AMIA había que dirigirlos más para otro sector, decidió la Corte Suprema y esto se lo dije a la titular de Memoria Activa, la Corte Suprema decidió que ese juicio podía esperar, el juicio de encubrimiento, que ya data del año 2000, 15 años tiene de antigüedad el juicio, 12 jueces se recusaron porque decidió que antes que ese juicio debía tratarse otro juicio oral que era el del accidente de Once.
Entonces me preguntaba la titular de Memoria Activa por qué yo no había hecho nada. ¿Y cómo se le ocurre que yo voy a ir ante la Corte a quejarme de que primero se inicie el juicio por el accidente de Once antes que el juicio de AMIA? ¿Qué es lo que va a decir toda la oposición con los diarios a la cabeza? Utilizan AMIA para no hacerse cargo de la tragedia de Once.
Pero quiero decirles a todos, a todos absolutamente a todos los argentinos y a todos los familiares, que si hay demoras en el juicio de encubrimiento por la AMIA, miren para otro lado, para este no.
Pero quiero seguir con la idea que traía y que era la que declaré cuando dije que AMIA era un teatro de operaciones de la política nacional e internacional, que lo dije allá por el 2003, cuando me llamaron a declarar en diciembre del 2003.
Cuando uno mira el mapa geopolítico, lo que pasaba en el mundo y en el país y la fechas en que sucedieron los atentados en la República Argentina, tiene que ver con lo que sucedía en Medio Oriente.
En 1992, cuando se produce la voladura de la AMIA, asume como Primer Ministro israelí Isaac Rabin, quien había trabajado en toda su campaña con un objetivo que él iba a llevar la paz entre Israel y Palestina. Él quería también ocupar un lugar en la historia, tenía todo el derecho a hacerlo, porque Menájem Beguín, un líder ultraderechista israelí, había logrado la paz con Egipto. Y quería lograr la paz Rabin, un gran estadista israelí, le costó la vida. Y no a manos de un jihadista, sino a manos de un ortodoxo de su propio país que no quería la paz. Un gran estadista Isaac Rabin.
Rabin gana las elecciones en el 92, toda la campaña había sido centrada exactamente en lograr la paz entre Palestina e Israel. Para esto era necesaria la colaboración de Siria. En el 92 vuela la embajada de Israel; las conversaciones con Siria comienzan en el año 93. ¿Por qué? Porque hay una famosa frase de Kissinger. Henry Kissinger decía que no puede haber guerra en Medio Oriente si no interviene Egipto, pero tampoco puede haber paz si no interviene Siria.
Y entonces comienzan a desarrollarse negociaciones secretas entre Estados Unidos, que después fueron puestas obviamente en público, entre Siria, entre Estados Unidos, entre Israel, mediaba la promesa por parte de Israel de devolver las alturas del Golán, que es un territorio que Israel ganó en la guerra del 67, que es fundamental por agua dulce y además por la estrategia militar israelí, y comienzan las reuniones en las cuales Siria era un actor preponderante. Cuando se está haciendo todo eso, es cuando se produce el atentado en la AMIA. La paz igual se llevó a cabo en Oslo entre Shimon Peres, Rabin y Yasir Arafat, el líder de la Organización para la Liberación de Palestina.
Tres que luego reciben el Premio Nobel creo que en 1994, si mal no recuerdo, precisamente por el logro. En 1994 ellos logran la paz pero a Rabin lo matan al año siguiente. Un fanático israelí que lo consideraba un traidor por haberse sentado a negociar con Siria y con Yasir Arafat.
Al mismo tiempo se producían situaciones dentro de Siria porque Siria había participado ayudando a la coalición en Kuwait y por lo tanto había grupos radicalizados dentro de la propia Siria que no estaban de acuerdo con esta política de acercamiento entre Siria, Estados Unidos como facilitador de la paz y se producen también radicalizaciones de grupos porque lo consideraban que era demasiado blando frente a Estados Unidos.
Esto es todo el entramado que está atrás de todo esto. Por eso es importante entender que nada cuando se mueve en Medio Oriente no tiene implicancias.
http://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/28418-discurso-de-la-presidenta-cristina-fernandez-en-la-inauguracion-del-133-periodo-de-sesisones-ordinarias-del-congreso-nacional