El enganche afirmó además que quiere «ganarle el superclásico» a River Plate y confesó que atravesó «el momento más duro» de su carrera «por la lesión y el hecho de mirar el Mundial desde afuera».
Juan Román Riquelme, quien no juega en Boca Juniors hace 182 días por una osteocondritis en la rodilla izquierda, aseguró que está «muy ansioso» por volver a pisar una cancha el sábado ante Argentinos Juniors, donde espera que «el equipo vuelva a jugar bien para que el hincha sea feliz».
En conferencia de prensa, el talentoso volante afirmó además que quiere «ganarle el superclásico» a River Plate y confesó que atravesó «el momento más duro» de su carrera «por la lesión y el hecho de mirar el Mundial desde afuera», al tiempo que le deseó suerte a Sergio Batista como técnico del seleccionado argentino.
Tras la práctica que realizó el plantel en Casa Amarilla, Riquelme, quien jugó su último partido el 9 de mayo pasado en la derrota 2-1 ante Huracán por la 18va. fecha del torneo Clausura, expresó que «la espera se hizo larga» y que «por primera vez» estuvo tanto tiempo afuera.
«Justamente por esta ausencia por lesión, sumada al hecho de mirar el Mundial desde afuera, viví el momento más duro de mi carrrera», indicó el jugador que decidió renunciar al seleccionado argentino por diferencias con el ex entrenador Diego Maradona.
«La verdad que extrañé bastante, así que el sábado voy a disfrutar mucho. Ojalá que podamos hacer un buen partido. La ilusión de que tanto yo como el equipo jugaremos bien y que el hincha de Boca se va a ir contento a su casa con una victoria, no me la quita nadie», señaló el mediocampista de 32 años.
En tanto Riquelme, quien aseguró que «sueña con ganar alguna Copa internacional más» en el club, negó que el partido ante Argentinos se trate de una previa para el superclásico que se jugará en la fecha siguiente porque consideró que para Boca todos los partidos son muy importantes.
«Vale tres puntos al igual que el de River. No tuvimos un partido completo a alto nivel y ahora lo importante es jugar bien. De la misma manera, luego de Argentinos tendremos tiempo de pensar en el superclásico, que es una fiesta única, pero está claro que si levantamos el rendimiento tendremos más chances de ganar», indicó.
Riquelme confesó con una sonrisa dibujada en el rostro que ya comenzó a sentir ese «cagazo, en el buen sentido» que le agarra al jugador cuando se acerca la hora del partido y que eso es muy bueno para un futbolista.
«Ya comencé a sentirlo en el viaje en micro para el partido con Independiente, pero cuando llegué al vestuario y mi camiseta no estaba, me di cuenta que aún no me tocaba. Pero ahora falta cada vez menos y seguro que el sábado cuando vuelva tendré esa sensación que es la más linda para un jugador de fútbol», comentó.
«Además, voy a estar de nuevo concentrado, fuera de casa, algo que a mí me hace bien. Es raro lo que digo pero es así. Para mí un fin de semana sin fútbol es muy aburrido. Aparte, estar de afuera es complicado porque se ven las cosas muy fáciles, simples y uno sabe que de adentro es distinto», añadió.
En tanto, Riquelme explicó que le generó felicidad que los hinchas se acuerden tanto de él en su ausencia, pero que a la vez eso no es tan bueno porque indica que el equipo no juega bien, aunque defendió a sus compañeros que ocuparon su puesto.
«Me pone bien que piensen en mí. Quiere decir que tan mal no juego. Pero creo que (Marcelo) Cañete, (Damián) Escudero y (Cristian) Chávez jugaron grandes partidos. Lo que pasa es que siempre se culpa a los enganches cuando un equipo no juega bien», enfatizó.
«Es la famosa frase de los últimos años: criticar al enganche. Pero nadie se pregunta si le pasan bien la pelota o si se mueven los compañeros para recibir», añadió Riquelme, quien destacó a Cañete como «uno de los que más técnica tiene» en su puesto y a Leandro Paredes como «un chico muy joven que juega cada día mejor».
Por otra parte, el mediocampista explicó que es de los que piensan que el club tiene «un entrenador nuevo y jugadores que se sumaron para este torneo que se están adaptando» pero que eso está llevando más tiempo del que creían, por lo que «ya es hora de que aparezca».
«El sábado es una buena oportunidad porque jugamos con el último campeón, el que mejor anduvo en el último semestre y tenemos que jugar bien para ganar. No entiendo a los que dicen que hay que ganar como sea. Para mí tiene que haber un buen rendimiento para alcanzar la victoria», senteció.
«Seguramente Argentinos va a venir a defenderse a nuestra cancha y tendremos que encontrarle la vuelta para ganar. Seguro que si jugamos bien vamos a lograrlo», añadió Riqulme.
Y aseguró que se siente «físicamente bien», pero que con cada partido va a estar mejor porque «el ritmo se agarra jugando al fútbol».
Asimismo, Riquelme se mostró agradecido con Argentinos, su próximo rival, porque allí hizo las inferiores, pero afirmó que igualmente el sábado le va a querer ganar.
«Yo voy a estar agradecido con Argentinos porque allí jugué desde los 10 años e hice muchos amigos. Pero yo soy hincha de Boca y quiero ganar el sábado», indicó el oriundo de Don Torcuato.
De la misma manera, el jugador quiso retribuir los gestos de cariño de los simpatizantes «xeneizes» y también se refirió al grupo de hinchas que quieren hacerle una estatua.
«A la gente de Boca le quiero agradecer, me dan muchísimo cariño, más del que merezco. Ya sea en mi ausencia por la lesión o en el momento de la renovación del contrato, siempre me trataron muy bien», comentó.
«A los que quieren hacer la estatua, les dije que estaban locos, otra cosa no me salió. Lo agradezco pero para mí es demasiado. Igualmente sería muy fuerte, algo que nunca me hubiese imaginado», apuntó.
Por último, sobre el sistema táctico que utiliza el entrenador Claudio Borghi, Riquelme, quien deseó que «ojalá no se acaben nunca los 10», explicó que será una de las primeras veces que jugará con «doble cinco», pero que lo toma como un lindo desafío.
«Con Clemente (Rodríguez), Seba (Battaglia) o Martín (Palermo) tuvimos la suerte de ganar mucho con el mismo sistema. Ahora nos toca otro y lo tomamos como un lindo desafío porque queremos que nos de los mismos resultados que los anteriores», señaló.
Mientras que sobre la posible ida de Borghi a la selección de Chile, el volante indicó que no hay nada concreto aún y que por lo tanto seguirán disfrutando y aprendiendo de él.
«El está muy contento acá y hasta que no haya novedades seguiremos disfrutándolo. Además, tendrá un partido especial el sábado contra el equipo que dirigió y salió campeón por lo que la gente lo quiere muchísimo. Sobre lo de Chile, no tenemos idea y si él tiene que tomar una decisión está bastante grande», finalizó.
Al retirarse, Riquelme pasó por el consultorio médico para ver a su compañero Cristian Cellay, que se estaba realizando un tratamiento kinesiológico porque durante la práctica recibió un golpe del joven zaguero Gastón Sauro en el mismo tobillo derecho que lo tuvo inactivo en las últimas fechas. De todas maneras, el ex Estudiantes estará disponible ante Argentinos Juniors.
Fuente: Télam