The Economist criticó duramente la reforma de la carta orgánica del Banco Central y aseguró que quedó convertido en «el chanchito del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner».
Para la publicación, según publica hoy el diario La Nación, la autoridad monetaria argentina perdió la última hebra de independencia que le queda. «Ahora pueden requerirle transferir al Tesoro efectivo hasta por el 20% de la recaudación más el 12% de la base monetaria, utilizar las reservas a voluntad para pagar las deudas del Gobierno y jugar un rol más activo regulando a los bancos y conduciendo el crédito a industrias favorecidas».
The Economist recordó que en 2010 la Presidenta forzó la salida del anterior presidente del BCRA, Martín Redrado, y que desde entonces utilizó más de 16.000 millones de dólares de las reservas para pagar deudas.
El artículo sostiene también que había un problema para utilizar este año 5700 millones de dólares adicionales porque la ley vigente exigía mantener una relación entre las reservas y el circulante. Sólo permitía utilizar el excedente para pagos de deudas, pero ese excedente «se había terminado».y aseguró que quedó convertido en «el chanchito del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner».
El prestigioso semanario inglés The Economist criticó duramente la reforma de la carta orgánica del Banco Central y aseguró que quedó convertido en «el chanchito del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner».
Para la publicación, según publica hoy el diario La Nación, la autoridad monetaria argentina perdió la última hebra de independencia que le queda. «Ahora pueden requerirle transferir al Tesoro efectivo hasta por el 20% de la recaudación más el 12% de la base monetaria, utilizar las reservas a voluntad para pagar las deudas del Gobierno y jugar un rol más activo regulando a los bancos y conduciendo el crédito a industrias favorecidas».
The Economist recordó que en 2010 la Presidenta forzó la salida del anterior presidente del BCRA, Martín Redrado, y que desde entonces utilizó más de 16.000 millones de dólares de las reservas para pagar deudas.
El artículo sostiene también que había un problema para utilizar este año 5700 millones de dólares adicionales porque la ley vigente exigía mantener una relación entre las reservas y el circulante. Sólo permitía utilizar el excedente para pagos de deudas, pero ese excedente «se había terminado».