La declaración de la hija menor de Adriana Cruz, la mujer acusada de matar a su hijo de seis años en el jacuzzi, duró más de tres horas. habló de la conflictiva relación con su madre. Los empujones. Y el día en que se negó a llevarla al colegio.
Tres horas le llevó a la adolescente de 14 años contar las vicisitudes que padeció en los últimos meses al lado de su madre Adriana Cruz (42), detenida desde hace una semana por haber ahogado en el jacuzzi de su casa a Martín Vázquez, su hijito de 6 años. La menor se quebró más de una vez, sobre todo en los momentos en que recordaba a su hermano y los episodios de violencia que ella sufrió en carne propia.
Su declaración “no fue determinante porque no estaba en la vivienda en el momento del hecho, pero sí muy importante para saber el contexto en el que vivieron los tres chicos”, explicó una fuente judicial, refiriéndose a esta jovencita cuyo nombre se mantiene en reserva, su hermana mayor -de 15- y la víctima.
Para escuchar su testimonio, el fiscal Leandro Heredia se trasladó ayer a la mañana junto con dos efectivos policiales hasta la casa que Carlos Vázquez (46) alquiló al día siguiente del crimen en un country de la localidad de Canning, en el partido de Ezeiza. Allí se instaló junto a sus dos hijas. La declaración comenzó a las 10 de la mañana, con la menor acompañada por Vázquez. Su hermana mayor estaba en el colegio.
Básicamente, la hija del medio confirmó lo que ya habían contado allegados a los protagonistas de esta tremenda historia: que Adriana se llevaba muy mal con ella “porque es muy parecida a su padre” y que la relación era sumamente conflictiva, sobre todo después de agosto del año pasado, cuando Vázquez dejó la casa del country de San Vicente para instalarse en Capital Federal.
La adolescente explicó que su madre se llevaba muy bien con su hermana mayor y era muy apegada a Martín, aunque a los tres intentó darles pastillas para dormir y amenazó con colgarlos de una soga que sujetó de un tirante del techo. También dio detalles de otros episodios “brutales para una niña de su edad”, que incluyeron violencia física, como “empujones”, dijo una fuente del caso sin abundar en precisiones.
Después de esos incidentes fue que Vázquez radicó la denuncia por maltrato y amenazas contra sus hijos, causa que recayó en la UFI 5 de La Plata y no prosperó por motivos que serán investigados. De hecho, ayer trascendió que días antes Cruz lo había denunciado a él y que el hombre estaba declarando en su expediente cuando le avisaron que Martín había muerto.
Recordemos que tras la denuncia el contador se había llevado a los chicos a su domicilio porteño, pero a los diez días los devolvió, una vez que Adriana pidió disculpas y prometió no hacerlo más. Evidentemente no cumplió. El 16 de marzo pasado, la adolescente de 14 años llamó a su padre y le pidió que fuera a buscarla, porque “no aguantaba más esa situación y tenía miedo”, dijo un pesquisa. Es que aquel día, según contó la joven ayer, Cruz llevó a sus otros dos hijos a la escuela y a ella la dejó sola en la casa del country.
Uno de los investigadores que tuvieron contacto con la menor opinó ayer que “todavía no le cayó la ficha de lo que pasó… Tiene a su hermano muerto y a su madre presa, es demasiado para esa edad”.
“Después de la separación, se convirtió en otra persona”
Los investigadores de la Sub DDI San Vicente regresaron ayer al country San Eliseo, de San Vicente, para entrevistar a los dos vecinos linderos a la casa en la que Adriana Cruz mató a su hijo, en la madrugada del martes 20 de marzo. Ambos coincidieron en describir a la acusada como una mujer que “cambió después de la separación. Antes era dócil, amable y tranquila y se transformó en una persona que vivía nerviosa y no hablaba de otra cosa que no fuera su marido”, detalló una fuente del caso. Los vecinos -un hombre y una mujer- indicaron, además, que “el trato de Cruz hacia sus hijos también cambió, volviéndose mucho más agresivo”.
Los detectives regresarán hoy a ese exclusivo barrio cerrado para escuchar testimonios de otros vecinos que tenían contacto fluido con Cruz y su exmarido.
Mientras tanto, la causa avanza con el análisis de las computadoras, celulares y otros elementos secuestrados en la escena, al tiempo que se aguarda el resultado de los peritajes complementarios realizados en el cuerpo del niño para determinar si su madre lo dopó antes de sumergirlo en el agua del jacuzzi.
El fiscal Leandro Heredia dispone de una semana más para decidir si pide la prisión preventiva de la imputada, plazo prorrogable por otros quince días.
Fuente: Online-911