Lo advierte hoy el diario La Nación en base a fuentes de la Cancillería y del Gobierno de Estados Unidos. La suspensión de la Argentina en el sistema general de preferencias (SGP) es «inminente». Aún así, se espera que el impacto sea moderado: «Las exportaciones argentinas que gozan del beneficio representan sólo el 14% de las ventas totales hacia ese mercado, y menos del 0,007% del total exportado por el país», señalan desde la Red Latinoamericana de Comercio Exterior.
El gobierno de Estados Unidos se apresta asuspender un beneficio para las empresas argentinas que exportan a ese país, por el reclamo de empresas norteamericanas que no pudieron cobrar sus deudas, en un contexto de malestar por las trabas a las importaciones y el giro de divisas al exterior.
La sanción se concretará casi en paralelo a la llegada a Washington de una misión liderada por la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri,para tratar de revertir el déficit bilateral.
Fuentes diplomáticas indicaron a La Nación que la suspensión de la Argentina en el sistema general de preferencias (SGP) es «inminente», dando a entender que podría adoptarse hoy o en los primeros días de la semana próxima. La decisión se tomó por pedido de las empresas Azurix y Blue Bridge, que le ganaron sendos juicios a la Argentina -a raíz de conflictos surgidos con la crisis de 2001- en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por deudas de unos 400 millones. Al parecer, sólo dos países serán excluidos de este sistema de beneficios que el Congreso de EE.UU. renueva anualmente: la Argentina, por este default, y Sudán, que no termina de salir de una guerra civil de varias décadas.
Un trabajo de Demián Dalle y Federico Lavopa para la Red Latinoamericana de Comercio Exterior relativizó la importancia de esta sanción: «La preferencia desgravada es prácticamente nula, y las exportaciones argentinas que gozan del beneficio representan sólo el 14% de las ventas totales hacia ese mercado, y menos del 0,007% del total exportado por el país». El trabajo académico detalla que el principal perjuicio se concentrará en empresas de «calzados, plásticos y cauchos y textil e indumentaria».
Por Medios