Álvaro González: “Cristina estafó al electorado porteño”

Durísimo, el expresidente de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura arremete contra el Gobierno nacional a raíz de su decisión de traspasar el subte y los colectivos a la Ciudad, y dispara: “Se acordaron de la autonomía porteña cuando se les terminó la plata”.

Por Enrique Colombano

El actual subsecretario de Gobierno es un experimentado dirigente político que, previo a recalar en el Ejecutivo porteño, condujo la estratégica y delicada Comisión de Presupuesto en la Legislatura. Por eso, su opinión expresa como pocas la postura del Pro en su pelea con el Gobierno nacional, tras la decisión presidencial de traspasar el control del transporte público a la Ciudad.

–¿Cómo cree que puede impactar en los números de la Ciudad el traspaso de los subtes y las 33 líneas de colectivos urbanas?
–Para comenzar, quiero aclarar que es falsa la premisa de que los traspasos de gestión vienen en función de la autonomía porteña. El Gobierno nacional se acordó de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires cuando se le terminó la plata. Antes, cuando los subsidios los manejaba (Ricardo) Jaime, no se acordaba. O sea que la situación actual plantea la caída de su modelo de gestión del transporte. El otro concepto que hay que resaltar es que la Ciudad no tiene los recursos para financiar los subsidios como lo hace la Nación.

–Por lo que la consecuencia directa va a ser el aumento de las tarifas.
–Si el Gobierno nacional decide traspasar el transporte es porque quiere que los porteños lo paguen más caro. Y ahí aparece la estafa electoral, porque hay muchos porteños que votaron a Cristina Kirchner y en ningún momento les dijeron que iban a pasar el transporte a la Ciudad para que Macri haga el trabajo sucio de sincerar las tarifas. Hasta ahora viajabas mal pero barato. Ahora vas a seguir viajando mal, porque no se hicieron inversiones, pero caro. Y van a querer hacernos creer que la culpa no es del Gobierno nacional, que hace diez años que gestiona, sino del ingeniero Macri.

–Pero convengamos que se trata de servicios que operan exclusivamente en la Ciudad. ¿Por qué se debería hacer cargo la Nación?
–Mirá, Macri ha sido muy claro en esto: la Ciudad aporta el 25 por ciento del Producto Bruto Geográfico a la coparticipación y recibe solo el 1,4 por ciento. No pueden pedirnos que financiemos los subtes y los colectivos sin discutir una nueva Ley de Coparticipación.

–Roberto Feletti afirmó días atrás que gran parte de los recursos del distrito provienen del Convenio Multilateral del Impuesto a los Ingresos Brutos, que tributan empresas radicadas en la Ciudad pero que tienen su actividad en la provincia. ¿Allí no habría una compensación a la Ciudad, ya que ese es un impuesto más provincial que porteño?
–Es bueno lo de Feletti desde el punto de vista discursivo. ¿Por qué no le pedimos, ya que ahora es presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso de la Nación, que nos permitan discutir seriamente una nueva ley de Coparticipación, en donde él exponga sus argumentos y nosotros podamos presentar los nuestros? Un ámbito donde todas las provincias tengan la oportunidad de plantear si está bien que el Gobierno nacional se lleve el 75 por ciento de los ingresos y los distribuya como quiera, y que las provincias se lleven solo el 25 por ciento. Porque la centralización de la caja hace que te sometan políticamente.

–¿No fue desprolija la actitud de Macri de aumentar la tarifa del subte sin tener siquiera un parámetro de su situación real y después decir que no se hacía cargo del servicio?
–Yo te hago la pregunta al revés: ¿no fue desprolijo que la Presidenta se levantara un día y dijera: “A partir del 1 de diciembre tenés los subtes”?

–Pero ¿por qué Macri los aceptó y de entrada aumentó el precio del boleto?
–Nosotros logramos que el Gobierno nacional nos diera 30 días más de tiempo para comenzar el traspaso. En ese esquema se firmó un acta, no un convenio. Un acta que, dicho sea de paso, si la suscribió el Jefe de Gobierno, no sé por qué, por la Nación la firmó el ministro De Vido y no la Presidenta. A partir de ahí, Macri dice: “Señores, con este dinero y con esta tarifa, el subte no funciona. Si queremos que funcione, el boleto tiene que tener este precio”.

–¿Macri no se hizo cargo del traspaso en los hechos con esa medida?
–No. Se hizo cargo de una realidad. El acta es muy clara: tenían que transcurrir 90 días en los que íbamos a negociar muchas cuestiones, pero mientras esto ocurría, el Gobierno nacional tomó decisiones unilaterales en materia de seguridad. ¿Se puede creer entonces que vamos a llegar a un buen puerto cuando nos modifican la discusión y nos terminamos enterando por los diarios?

–Cristina dijo que el hecho de que Macri tuviera que destinar 240 policías metropolitanos para cubrir las estaciones de subte no era excusa para no aceptar su traspaso.
–Cristina minimiza todo lo que no le conviene. Te repito, provocó una estafa electoral. A ningún porteño le dijo que iba a transferir los servicios que ella subsidiaba para que el Jefe de Gobierno tuviera que hacer lo que ella no se animaba. Y por el lado de la seguridad, el kirchnerismo tiene un plan: se llama sacar a la Metropolitana de la calle y mandarla a cuidar edificios y subterráneos. Porque la Metropolitana en la calle es un enorme logro político del Gobierno porteño que, además, debió implementarse tras la negativa del Gobierno nacional de traspasarnos la Policía Federal. El Gobierno nacional es selectivo con la autonomía: te transfiere lo que le conviene y se guarda lo que quiere.

–También es cierto que la Legislatura dictaminó en 2000 que la Ciudad tenía que tener el control de los subtes.
–Está bien. Y si eso fue en 2000, ¿por qué no corremos los subterráneos desde esa fecha? ¿Por qué un día se levantan y dicen: “Tirémosle los subtes por la cabeza a Macri”, y, como si eso fuera poco, dicen: “Tirémosle también los colectivos?”. ¿Un día, de golpe, les agarró el ataque de autonomía? Acá hay una clara intencionalidad política del Gobierno nacional y una enorme irresponsabilidad, porque en el medio hay un millón de personas que viajan en subte todos los días y millones que viajan en colectivo.

–Desde la lectura política también se interpreta que la negativa de Macri fue una forma de posicionarse ante Cristina de cara a 2015.
–Macri ha dicho que quiere ser presidente en 2015 y el enorme desafío que tenemos es construir la candidatura de la alternativa. Si vos me preguntás si esto lo hizo como una especulación política, te digo que no. Macri va a construir su candidatura presidencial diciéndoles a los argentinos: “Nosotros vamos a proponer otro modelo. El contramodelo de los K”.

–Usted proviene del peronismo, ¿qué rol debería tener esta fuerza dentro del Pro?
–Estamos convencidos de que hay que construir un proyecto nacional y creemos que, en ese sentido, el peronismo no K tiene mucho que aportar. Para eso, en la Ciudad de Buenos Aires existe Propuesta Peronista, donde estamos Cristian Ritondo, Diego Santilli, yo y muchos otros compañeros. Nosotros planteamos la construcción de un modelo alternativo, no de un candidato opositor. Somos el antimodelo. Esa es nuestra visión respecto de 2015.

–Le cambio de tema, ¿qué se ganó en el GCBA con la creación del Ministerio de Gobierno?
–Había una crítica, de parte de la oposición, de que el macrismo no se vinculaba formalmente con la política. Para jerarquizarla, entonces, se tomó la decisión de crear el Ministerio de Gobierno. En cuanto a la Subsecretaría de Gobierno a mi cargo, actuamos en todo lo referido a la relación entre la Legislatura y el Ejecutivo de la Ciudad. Además, mi función está destinada a hablar con todos los actores del distrito, no solo con aquellos que tienen representación parlamentaria.

–Trascendió que su relación con el ministro Emilio Monzó no es la mejor. ¿Es cierto?
–Mis relaciones son políticas y no personales.

–¿Y políticamente cómo se lleva?
–Los dos trabajamos por el modelo de Macri.

Fuente: http://www.noticiasurbanas.com.ar