En el primer caso se bajó el valor de referencia de $ 212.000 a 150.000; los precios suben hasta 16,9%.
El primer decreto firmado por Amado Boudou como presidente en ejercicio fue destinado a ampliar la gama de automóviles gravados por impuestos internos al bajar de $ 212.000 a 150.000 el precio de venta por debajo del cual los vehículos quedan exceptuados del tributo. La intención es bien clara: se trata de incentivar la industria nacional, encareciendo los productos importados, ya que, según los valores de referencia, un 99% de los autos fabricados en el país quedará exceptuado.
Según el decreto 1/2012, publicado ayer en el Boletín Oficial, 58.000 vehículos (48.000 nafteros y 11.000 gasoleros) tributarán este impuesto. Dicho de otro modo, quedará incluido un 6,7% del total del mercado local en 2011, que, según la Asociación de Concesionarios (Acara), ascendió a 857.000 unidades. Los Ministerios de Economía y de Industria, que según las disposiciones legales debieron emitir los informes técnicos favorables, difundieron luego un comunicado en el que explicaron la medida.
La disposición, que regirá hasta el 31 de diciembre de este año, aclara que la reducción es transitoria y que se tomará en cuenta el valor de venta, sin impuestos, e incluidos los opcionales. Para los que superen el nuevo límite de $ 150.000, el valor de la alícuota será del 12,5% para el caso de automotores. Así, en la práctica, los vehículos que a partir de 2012 tributarán este impuesto serán los que, puestos en la calle, tengan un precio superior a $ 199.650. Quedan también excluidos los vehículos de carga y de pasajeros.
También las motos son alcanzadas por la medida . El límite a partir del cual deberán pagar impuestos disminuyó de $ 25.000 a 22.000, y los precios que superen ese valor deberán tributar una alícuota del 10% en concepto de impuestos internos.
Nadín Argañaraz, director del Instituto de Análisis Fiscal (Iaraf), comentó que lo que se produce con esta disposición es un cambio del precio relativo de los autos, porque se van a encarecer los autos que ahora se gravan respecto de los que quedan exentos. «El Gobierno apunta con esto a cambiar la estructura de compra de automóviles en el país, porque, al encarecer los autos de alta gama, que en su mayoría son importados, busca desalentar su demanda y fomentar la de los nacionales», concluye el economista.
Andrés Mir, especialista en impuestos del Iaraf, calculó que un auto naftero que sale de fábrica o es importado a un valor de 150.000 y que, tras sumarle el IVA (21%) y la comisión de la concesionaria (10%), llegaba hasta ayer al público a $ 199.650, luego de esta modificación tendrá un precio final de $ 214.000, debido al 10% que se le agrega ahora en concepto de impuestos internos. Es decir que el impacto de la medida sobre el consumidor es de 7,5%, o lo que es lo mismo, $ 15.000.
UN NUEVO CAPÍTULO
Si bien esta decisión puede tomarse como un nuevo capítulo del ajuste fiscal encarado por el Gobierno luego de las elecciones presidenciales, los especialistas consultados coinciden en que aún está por verse cuál será realmente el aumento de la recaudación por este concepto, ya que lo más probable es que el incremento en el precio desaliente la compra de autos de alta gama. «No podemos estimar hoy cuántos seguirán comprando estos automóviles», dice Argañaraz.
Consultados por La Nacion, desde Acara opinaron que consideran la medida como razonable porque deja afuera al 99% de los modelos nacionales. «Solamente la SW4 de Toyota quedaría incluida», aclararon fuentes de la entidad, que agregaron que, de todos modos, siguen pensando que el sector es uno de los que tiene la mayor presión fiscal en el país.
Lo que hace este decreto es modificar una vez más la ley 24.674 de impuestos internos, que estableció los gravámenes para distintos tipos de vehículos. Los cambios que se han introducido en esta ley, que en principio se hicieron para dejar sin efecto el impuesto, a partir de 2007 no han hecho otra cosa que aumentar el espectro de vehículos alcanzados. Una clara muestra de la protección que se intenta brindar a la industria nacional.
En tanto, desde una importante automotriz que importa varios modelos de autos y pidió no ser mencionada, comentaron a La Nacion que, por el momento, analizan la medida para ver exactamente cómo los afecta y qué impacto tendrá en todo el mix de modelos que comercializan en el país. Sobre esa base, decidirán cuáles son los modelos que más se adaptan a esta nueva coyuntura y pueden seguir siendo ofrecidos.
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