Con 41 votos a favor y 26 en contra, el Senado sancionó la norma que declara de interés público de interés público la producción de pasta celulosa y obliga a producir a pleno a Papel Prensa S.A., la firma controlada en su mayoría por Clarín y La Nación.
El Senado sancionó la ley que regula la producción y distribución de pasta celulosa y, sobre todo, controla la operación y venta de Papel Prensa, la empresa controlada en su mayoría por Clarín y La Nación.
Como en el debate por el presupuesto de ayer, el kirchnerismo volvió a imponer su mayoría y se alzó con la victoria con 41 votos a favor y 26 en contra, tras cinco horas de debate.
Incluido en la convocatoria a extraordinarias de Cristina Kirchner, el proyecto había sido aprobado hace una semana en Diputados y al instante tuvo dictamen de la Comisión de Medios del Senado, a cargo de la jujeña Liliana Fellner.
Fue esa senadora la miembro informante de la sesión, encargada de defender el dictamen del Gobierno. “El poder de fijar el precio al que se vende, de pagar menos porque son los dueños, y la posibilidad de definir la escala de producción, eso atenta contra la defensa de la competencia, de eso estamos hablando”, sostuvo.
Negó que se busque impedir la importación de papel de diario al recordar que esa decisión quedará a cargo de un Comité Federal integrado por representantes de diarios de todo el país. Ese cuerpo no podrá estar integrado por Clarín y La Nación.
El radical Ernesto Sanz presentó el dictamen de minoría de la UCR, que apunta a impulsar la producción de papel prensa para abastecer a los diarios más pequeños.
“Si el desafío es legislar sin revanchas y para proteger derechos, la bancada está para dar el debate, y por eso tenemos un dictamen superador. Si se quiere ganar una batalla de odios personales, no van a tener nuestro apoyo”, afirmó el ex presidente de la UCR.
“Aun cuando podamos compartir algunos diagnósticos, el oficialismo tomó un camino equivocado en la resolución del problema, porque se encierra en una lógica de pelea que ni es la nuestra, y nos animamos a decir que no es la de la sociedad”.
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