Moyano vs. El Gobierno: menos indirectas y más reclamos en el almuerzo de gremios y empresarios


La relación entre Hugo Moyano y Casa Rosada continúa siendo tormentosa y no hay señales de que escampe pronto. El último round dejó se ser mediático o «vía Twitter» y por primera vez el sindicalista tuvo oportunidad de discutir cara a cara con funcionarios K. Fue en un almuerzo con empresarios de Fadeeac en donde se hizo presente el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. No obstante, en medio de una “prolija cordialidad” hubo pedidos de sinceramiento de posiciones, silencios y la significativa ausencia de la presidencia, que parece confirma que “hasta acá llegó el amor”.

Quien tuvo la oportunidad de tomar la palabra en nombre del Kirchnerismo fue Juan Pablo Schiavi cuando, sentado junto a Hugo Moyano, no dudó en hablarle entre conciliador y confrontador para pedir «un sinceramiento de posiciones y acompañar y sostener las políticas del Gobierno».

Por su parte, la respuesta contundente de Moyano llegó después de finalizado el encuentro. Finalmente, en un acto realizado horas después en la localidad de Esteban Echeverría, descartó el cese de los reclamos de la CGT.

«Tenemos la obligación de reclamar, le guste a quien le guste» dijo y agregó «Es importante que los salarios alcancen. Por eso exigimos un salario y vivienda dignos. Eso es el peronismo».

Cabe destacar que la presidenta era una de las invitadas al almuerzo pero canceló su asistencia a última hora del martes. Los motivos que adujo giraron en torno a la muerte del subsecretario de Comercio Exterior, Iván Heyn. Pero no trascendieron referencias directas a Moyano a la relación con la CGT.

Mientras tanto, el intento de acercamiento del secretario de transporte tuvo su contraparte entre el sindicalismo, personificado en Omar Plaini, dirigente del gremio de canillitas, quien asistió a un acto de Cristina Kirchner, realizado ayer en Lomas de Zamora.

Más allá de esos tibios acercamientos, no hay razones firmes para pensar que habrá acuerdo en ambas partes que llegue antes de la renegociación salarial del año próximo. Tampoco llega la ruptura definitiva y todo sigue en el terreno de la lucha de “indirectas”.

No obstante, más allá de las paritarias del 2012, resulta complicado resolver la crisis dirigencial que atraviesa el peronismo, que ha llegado a un alto grado de enfrentamiento político que, por otro lado, tampoco termina de estallar. Habrá que ver si la disputa de fondo sale de Twitter. Por lo pronto Hugo Moyano parece más dispuesto a dejar su Blackberry de lado y salir a golpear al kirchnerismo.