Detienen a un jefe penitenciario por liberar a peligroso narcotraficante

El subalcalde Roberto Severo, segundo jefe de la División Judiciales de Devoto fue procesado por favorecer a un detenido con una condena de 30 años por el asesinato de un policía. El delincuente pagó para salir del penal y luego fue arrestado en España por tráfico de drogas

El juez federal Sergio Torres ordenó detener a un jefe del Servicio Penitenciario Nacional que dejó en libertad a un preso, condenado a 30 años de prisión por el asesinato de un policía federal y otros hechos delictivos.

El magistrado decidió el procesamiento del subalcaide Roberto Severo, de 37 años y segundo jefe de la División Judiciales de Devoto, por el favorecimiento en la evasión, el 28 de agosto de 2010, de Oscar Evaristo Brítez, quien cumplía condena en ese penal.

Además, Severo fue acusado de falsificación de documento público reiterada; defraudación contra la administración pública, y arrogancia ilegítima de título profesional por la posesión de un título falso de abogado, y quedó preso en Marcos Paz.

Brítez obtuvo su libertad gracias a un documento falso por el cual habría pagado decenas de miles de dólares a funcionarios policiales del penal de Devoto, donde el delincuente estuvo detenido desde marzo de 2010. Anteriormente cumplía condena en el Complejo Penitenciario N° 1 de Ezeiza, donde trabajaba Severo.

Luego de conseguir su libertad, logró salir del país y actualmente se encuentra preso en España, acusado de tráfico de drogas. Su padre, Héctor Brítez, también se fugo de la cárcel en 2007, y habría sido quien abonó los 60.000 dólares que figuran en un informe interno, que un mes antes del hecho había confeccionado el sector de Inteligencia Penitenciaria.

La sospecha de la Justicia es que Severo se vinculó con los Brítez cuando estuvieron alojados en las dependencias en las que él cumplía servicio.

Según la investigación de Torres y de su secretario Diego Iglesias, la liberación de Oscar Brítez fue posible después de que la División Judiciales, donde Severo era subjefe, expidió tres oficios que tenían contenido, sellos y firmas falsos.

Junto con Severo está imputado su primo Marcelo Caparelli, un experto en informática, quien habría sido el encargado de fraguar por orden del Jefe Penitenciario los oficios judiciales y sus títulos.

Fuente: Infobae