Según el adelanto del estudio sobre el Impacto Económico de la Vitivinicultura Argentina, que se presentará hoy en la UNCuyo, por hectárea de vid se obtienen ingresos en bruto por $17.000, mientras que si se producen oleaginosas o cereales se obtienen $2.100. Los datos son al 2010 y resaltan el fuerte efecto derrame y la generación del emplesoja, o del sector.
Una hectárea de vid genera ocho veces más ingresos en bruto que una sembrada con soja, oleaginosas o cereales en la Argentina. El dato es una de las principales conclusiones del estudio que se presentará hoy a las 19 en el Edificio de Gobierno de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo, denominado Impacto Económico de la Vitivinicultura Argentina.
Con las 230.000 hectáreas implantadas con vid en la argentina, la actividad vitivinícola genera un ingreso bruto promedio por hectárea de $17.000. Haciendo un comparativo con la soja y los cereales que se producen en el país, que dan un ingreso bruto por hectárea de $2.100, la actividad madre de la economía de Mendoza genera ingresos ocho veces superiores.
“Esto demuestra el gran valor agregado que tiene la vitivinicultura como actividad intensiva en capital y mano de obra”, explica José Luiz Lanzarini, presidente del Fondo Vitivinícola Argentino (FVA), entidad que financió este trabajo de investigación, que estuvo a cargo de un equipo de técnicos, contadores y economistas dirigidos por Carlos Abihaggle.
Otro de los datos fuertes del informe que se presentará hoy es el nivel de empleo. La vitivinicultura genera en el país 130.000 puestos de trabajo, de los que 55.000 son directos en el área de producción.
Una matriz de peso
Los datos de este informe, explicó Lanzarini, permitirán armar una matriz de información que permitirá de ahora en mas cuantificar y dimensionar el peso que tiene la vitivinicultura en la economía nacional. Un dato central a la hora de presentarse ante la Nación para discutir políticas y medidas económicas que pueda afectar la producción y comercialización de vinos, al tiempo que la da a los productores locales herramientas como para plantarse frente al lobby del sector sojero y discutir de igual a igual.
Otro de los datos destacados del informe es la evolución de las exportaciones del sector. En estos diez años, la vitivinicultura pasó de exportar U$S220 millones a ya casi los U$S1.000 millones, (unos U$S960 millones en todo el 2010), cuando el PEVI se había propuesto llegar a los U$S2.000 millones. “Estamos en la buena senda y hay que seguir trabajando para lograr los objetivos planteados”, destaca Lanzarini.
Los datos del estudio sobre Impacto Económico de la Vitivinicultura Argentina serán presentados en Tecnópolis el próximo 24 de noviembre, durante la celebración del primer aniversario del vino como bebida nacional y en oportunidad del lanzamiento de la nueva campaña de promoción genérica del vino que este año reunió a cantantes y personalidades de la cultura bajo el título “El vino nos une”. Se espera que en esta oportunidad esté la presidenta Cristina Fernandez.
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