El proyecto de ley que cuenta con media sanción en el Senado y que fue presentado por Alfredo Olmedo e impulsado en su momento por el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, ya es el centro de las criticas en la política nacional.
En una votación muy reñida, la semana pasada la Cámara alta aprobó el proyecto de ley que fue presentado por el diputado salteño, Alfredo Olmedo. Hace tiempo atrás, lo impulsó el presidente del Senado, Julio Cobos.
El vicepresidente implementó este sistema en su provincia en su etapa de gobernador mediante un convenio con el Gobierno nacional. Su idea es reeditarlo en cada provincia.
A raíz de esta situación, las criticas del Gobierno nacional comenzaron a bajar de a montones.
La ministra de Defensa, Nilda Garré aseguró que la iniciativa «es literalmente un disparate y descriteriado», por lo que «no es viable», ya que pretendería «militarizar la situación» de los jóvenes.
Garré insinuó que la Cristina Fernández va camino a un veto presidencial, al sostener que esperaba que «no sea necesario», porque deseaba que «Diputados no apruebe» la propuesta.
Argumentó que la iniciativa, que prevé capacitar a jóvenes de 14 a 24 años que no tienen trabajo ni educación secundaria, parte de una «concepción autoritaria y el tono represivo».
Otro que se sumo a las criticas fue el ministro de Interior, Florencio Randazzo, señaló que las Fuerzas Armadas «no están para generar un sistema educativo paralelo para aquellos jóvenes que están en situación de vulnerabilidad social» y fijó su postura: “No estamos de acuerdo para nada con lo que plantea ese proyecto. Creemos que los chicos que están en situación de vulnerabilidad social tienen que tener otro tipo de contención” insistió.
Por su parte, la titular del Ministerio de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, manifestó: «Los niños por debajo de los 18 años no pueden ser reclutados por ningún tipo de fuerza armada». «Por encima de esa edad podrán reclutarse en forma voluntaria, pero los Estados partes deben presentar al Comité de los derechos del Niño con asiento en Ginebra, las garantías y los recaudos que ha tomado para asegurar que no hay coacción » indicó y agregó: “Va en contra de todos los Tratados de Derechos Humanos ratificados por nuestro país”.
Otro que cuestionó la iniciativa fue el ministro de Educación, Alberto Sileoni, quien aseveró: «Nuestros jóvenes que están afuera de la escuela no necesitan cuarteles», y consideró que es “disparatado” porque “es un proyecto pseudopedagógico, ya que si era educativo tendría que haberse dado en el Comisión de Educación. Se inició en Justicia y Asuntos Penales. Y eso devela el espíritu del proyecto”.
Entre tantos cuestionamientos, un grupo de dirigentes radicales vinculados con Cobos afirmaron que las críticas muestra que «en todo final de régimen solamente sobreviven los parientes y los incondicionales», que se caracterizan por «la indolencia, la liviandad y la desinformación al emitir su opinión sobre una iniciativa que no conocen pero descalifican en función de quien la inspira y auspicia: el ingeniero Cobos».
Además, afirmaron que la propuesta votada en Senadores «no implica ni encierro ni militarización de los jóvenes pobres, ni es una ‘colimba’ encubierta, como pretende el kirchnerismo», sino que se trata de «generar debates de ideas y programas, con una visión innovadora y audaz».
Los dirigentes cobistas sostuvieron además que «la Argentina merece que se discutan políticas públicas de inclusión social, de seguridad ciudadana, de educación y formación para el trabajo y la convivencia social», temas que «para el Gobierno pareciera molestarle en su constante diatriba, crispación y agresividad inconducente».
Opinaron que «tal vez deba comenzar a acostumbrarse a debatir, a escuchar al otro y a perder algunas votaciones, como cualquier actor político en democracia», al tiempo que indicaron que «por la virulencia de las reacciones, pareciera molestarle tan solo tener que debatir sobre una propuesta concreta con visión de futuro de quien considera su mayor enemigo: Julio Cobos».
Todo esto fue emitido en un documento que firmaron los senadores Pablo Verani y Nito Artaza, los diputados Daniel Katz, Ricardo Manzur y Mario Barbieri, los intendentes Gustavo Posse, Alfredo Cornejo, Héctor Gutiérrez, y los dirigentes partidarios Carlos Posadas, Claudia Guebel, Diego Barovero, Fernando Blanco Muiño, Julio Banzas, Raúl Ferrer, Marcelino Iglesias y Ariel García, entre otros.
Todavía no está fijada la fecha para que el proyecto que ya cuenta con media sanción sea tratado en Diputados. Algunos se animan a adelantar que recién se votaría en 2011. Los dirigentes del alfonsinismo aseguran que “hay temas mas importantes para tratar”.
Fuente: www.agenciacna.com