Es tan cantado el desenlace de las elecciones del sindicato de camioneros que un puñado de autoridades ni siquiera sabe cuándo es la fecha de la votación. «Los lugares de arriba no se discuten. Moyano va siempre a la cabeza», dice un hombre del gremio que es como la sombra del líder de la CGT. Remata sin aguardar una respuesta: «¿Creés que el Hugo puede tener alguna contra?».
Al mando de camioneros desde 1987, Hugo Moyano logrará mañana su sexta reelección en cadena. Su hijo Pablo volverá a ser el secretario adjunto, el N° 2, desde hace un tiempo con un mayor protagonismo por la función de su padre en la CGT.
Entre hoy y mañana, se elegirán las autoridades del gremio más poderoso del país. Unos 247.000 afiliados están habilitados para votar en las 15 seccionales de Buenos Aires y en la sede central de Capital, donde participa una sola lista: la ultramoyanista 15 de Diciembre. En algunas delegaciones del interior de Buenos Aires, como en Junín o en Mar del Plata, surgieron focos díscolos al oficialismo, pero no al liderazgo de Moyano.
«Todos estamos alineados a nivel nacional con Moyano. No existe oposición, la conducción es Hugo. El nos marcó el camino», afirma ante LA NACION Carlos Pesce, el hombre fuerte de los camioneros en Junín.
Definida la cúpula, se supo que habrá recambio en el gabinete camionero. Todos las modificaciones fueron digitadas por Hugo, a pesar de las versiones que rodaron sobre una presunta disputa de poder con su hijo Pablo y los dirigentes jóvenes.
El cortocircuito se habría generado porque Pablo no compartió la salida de Héctor Paulo Villegas de la tesorería. Su reemplazante será el ex vocal Luis Gabrielli, un dirigente tan leal al padre como al hijo. Entre el menú de cambios, sí hubo unanimidad en la decisión de mantener a Walter Anchava como secretario de Asuntos Seccionales, nexo con las delegaciones del resto del país.
El consejo directivo perderá a un hombre valorado por los empresarios por su perfil dialoguista. Se trata de Roberto Boscolo, que se aleja para asumir como concejal de Ezeiza. Su puesto como secretario gremial lo ocupará Marcelo Aparicio, un hombre de confianza de Pablo que lidera la rama de recolección de residuos. Aparicio ocupará ahora un área decisiva: el sector «maneja» la duración de los conflictos gremiales.
Desde diferentes sectores empresariales observan de reojo lo que pueda suceder en la elección del sindicato. Confiesan lo dificultoso que se hace muchas veces negociar con la tropa de los Moyano. «Estamos supeditados a sus demandas. Son prepotentes y te arrebatan. Soy peronista, pero no comparto sus formas», se queja Ricardo Vázquez, propietario del Corralón Ombú en La Matanza.
Vázquez tenía a sus empleados registrados en el sindicato de comercio, pero tras una serie de paros y bloqueos debió pasarlos a camioneros. «Podés tener una farmacia, pero si un empleado tuyo toca un camión, ya está: tiene que ser afiliado a camioneros», ironiza un empresario de la industria de gaseosas.
En Camioneros, siempre hay una respuesta a mano para las acusaciones. «La gente nos pide que la representemos porque saben que con nosotros pueden ganar más», explica un moyanista sobre cómo funciona la máquina de sumar afiliados.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/