La situación en el sur del país es crítica, y al menos 3.000 personas de las 11.087 que habitan Villa La Angistura abandonaron sus hogares. Los que se quedaron, no tienen ni luz ni agua. A esto debemos sumarle la preocupación por los efectos sobre la salud por la caída de ceniza volcánica.
Los resultados preliminares del trabajo que la Comision Nacional de Energia Atomica reveló en un infome la ausencia de sustancias nocivas para la salud, como podrían ser el azufre o el arsénico. El mensaje llevó tranquilidad a los pobladores de la región.
Sin embargo, ayer, la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) y la ONG Conciencia Solidaria informaron que el comunicado de prensa emitido por la CNEA «es inexacto» y que difundir públicamente que las cenizas volcánicas no dañan la salud «es incorrecto e irresponsable».
«La ceniza está compuesta por silicio, aluminio, potasio, calcio, hierro, titanio, magnesio, sodio y, en una pequeñas cantidad, cloro, detalló la doctora Liliana Mogni, integrante del grupo caracterización de materiales de la CNEA.
Por su parte, el doctor Raúl Montenegro, de la Universidad Nacional de Córdoba, recordó que las cenizas volcánicas «pueden tener efectos negativos sobre la salud», y que el impacto se debe «no solamente a sustancias de riesgo -como sílice cristalino y dióxido de titanio-, sino al tamaño de las partículas y a la cantidad que ingresa en el sistema respiratorio y digestivo de las personas expuestas».
FUNAM y Conciencia Solidaria aconsejaron «reducir la inhalación de cenizas hasta donde resulta posible como una medida sanitaria», mediante el uso de barbijos.
Fuente: TN