«Madrid toma la plaza»

La indignación de la juventud madrileña sacude a España. ¡Indignaos!, esa parece ser la piedra fundamental de todo este movimiento que se ha producido en el “mayo español”.
¡Indignaos! es un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacifica elaborado por Stéphane Hessel, miembro de la Resistencia francesa, superviviente de Buchenwald, militante a favor de la independencia argelina y defensor de la causa palestina, único redactor aún vivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Es en este alegato, prologado en su edición española por José Luis Sampedro Sáez, (escritor, humanista y economista español que aboga por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos”, un referente intelectual y moral de primer orden en la España de la segunda mitad del siglo XX), donde encuentra sus bases este llamamiento a luchar contra la políticas impuestas por los sistemas capitalistas imperantes, debido a los cuales, ya hartos de sus consecuencias , se ven potenciados estos modos de participación ciudadana: un fenómeno que crece espontáneamente alrededor del mundo.

La semilla está plantada, y quienes la están haciendo crecer son los jóvenes, la juventud, que al verse cada vez más marginados de este sistema económico, son los que toman el relevo en la lucha.

Este llamado a indignarse encuentra, en el momento político y social, la fuerza necesaria para que cada individuo haga sonar su voz con todas las fuerzas y poder ser protagonista de su propia historia. La gente ya no se conforma con un método de representación indirecta que va en contra de sus intereses.

En este momento en la Puerta del Sol hay pluralidad de voces, de etnias, de intereses y discursos, unidos por un factor común que es la inconformidad, y a la cual nadie es indiferente. Se crean constantemente comisiones con diferentes finalidades a través de asambleas. No se llega a percibir representantes de partidos oficiales de ningún tipo, toda la plaza y todos los ciudadanos son protagonistas, y es eso justamente lo que motiva cada vez más. Es profundamente palpable que algo nuevo se está generando: cada minuto, cada hora que transcurren los españoles en la plaza, despiertan nuevas inquietudes y motivos de discusión participativa.

No existe hasta ahora la violencia en ninguna de sus formas, reina un orden y respeto en todo el movimiento que es digno de admirar. La educación y la cultura son puntos importantes imposibles de pasar por alto y han llevado a esta “toma” a ser lo que es y a cobrar la importancia y trascendencia que está desempeñando en la opinión pública española.

Fuente: mdzol.com/ Santiago Ábalos, desde Madrid