Estudiantes no escaló el Cerro…

Luego de un aburrido 0-0, el Pincha cayó 5-3 en los penales: falló Roncaglia y Javier Villarreal definió la serie. Los de Astrada se metieron en cuartos.

Unos centímetros marcaron la diferencia entre alcanzar el status de héroe y quedar en la nada misma. Es que Agustín Orión tocaba el cielo con las manos cuando le detenía el penal a Cáceres y parecía encaminar la definición por penales para el lado de Estudiantes, luego de igualar sin goles con Cerro Porteño al cabo de los 180 minutos. Sin embargo, el árbitro colombiano Oscar Ruiz, a instancias de su asistente, determinó -y acertó- que el uno del Pincha se había adelantado. Y en la repetición, Cáceres no falló. Para completar el guión del desconsuelo, al toque, Roncaglia falló su disparo… Y Javier Villarreal, experto en estas lides -recordar la semifinal entre Boca y River de 2004-, terminó de inclinar la balanza para el lado del equipo de Leo Astrada.

Sí, hay malas noticias en La Plata. La crisis de Estudiantes se agrava con la despedida prematura de la Copa Libertadores. Los octavos de final son demasiado poco teniendo en cuenta los laureles recientes. Y eso no es lo peor. Eduardo Berizzo, entre lesionados y disgresiones tácticas, no encuentra la formación ideal. Encima, no convierte goles. Y si no se inflan las redes ajenas, se sabe, no hay forma de festejar triunfos propios.

¿Qué sucedió en el Defensores del Chaco? El Pincha, sin la Brujita Verón, fue un poco más que Cerro Porteño. Sin embargo, se le complicó demasiado para crear riesgo en el área rival. La más clara estuvo en los pies de Enzo Pérez, en el segundo tiempo, cuando falló casi debajo de los tres palos luego de que Leandro Desábato se la bajara con el pecho. Los de Astrada apostaron todo a los contraataques. Y, de ese modo, se las ingeniaron para inquietar a un seguro Orión, que había tenido una noche perfecta. Hasta que dio unos pasos de más en la ejecución de Cáceres…

El resto de la historia ya se conoce.

Fuente: La Razón