Los hechos de ayer parecen indicar que cuando se quiere, se puede. En Las Talitas, en apenas 30 metros, convivieron sin incidentes cuatro grupos antagónicos del arco peronista, cada uno identificado con un concejal distinto que buscará la reelección el 28 de agosto. Fue durante un acto de entrega de 100 viviendas con la presencia del gobernador, José Alperovich, en un territorio habitualmente caliente en cuanto a internas políticas.
A diferencia de los roces, empujones y agresiones de días pasados, esta vez no hubo incidentes. Organizados espacialmente, dos sectores se ubicaron a los pies del palco; mientras que otros dos esperaron a Alperovich a la salida de la combi en la que se desplaza habitualmente.
Los seguidores de Nora Zalazar lucieron pecheras color naranja y demostraron ruidosas habilidades con redoblantes y bombos. Enfrente estaba la banda de percusión y vientos (trompetas y saxo) con banderas azules y amarillas, identificada con José Maná (recibió al mandatario con los sones de la canción «Matador», de los Fabulosos Cadillacs). Apenas dos redoblantes tenía el sector que respondía a Julio Ramírez, que levantaba grandes manoplas azules de cartón con su nombre y el del gobernador. Por último, se desplegaron los militantes del actual presidente del Concejo Deliberante, Miguel Angel Sánchez, vestidos de remeras negras y con carteles blancos.
Las banderas naranja, con las inscripciones de la Red Solidaria Talitense y del Movimiento Juvenil Talitense, eran del intendente Luis Morghenstein y de su esposa, la legisladora Adriana Najar, quienes aparecían sonriendo en un afiche de otra época: Alperovich aún lucía su bigote.
A las pedradas en la JP
El estar en un mismo lugar sin conflictos fue resaltado por Morghenstein, quien destacó que en su municipio no se producen los incidentes que hay en otros lugares. Sus palabras se conocieron pocas horas después de que la dirigente de la Juventud Peronista, Mercedes Gabriela Leguizamón, responsabilizara al sector que lidera Melina Morghenstein (hija del intendente) de haber atacado a piedrazos su casa el martes por la noche.
«Queremos jóvenes peronistas trabajadores y pensantes, que escuchen y apoyen el mandato de la presidenta del PJ, Beatriz Rojkés de Alperovich, y de su esposo. Hay que dejar de lado las disputas personales, y es la recomendación que le dí a mi hija como padre. No he visto en esta jurisdicción actitudes violentas; al contrario, hay un acompañamiento tranquilo porque más que dedicarnos a la campaña, lo hacemos a la gestión», remarcó.
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