Un violento tiroteo que se originó en una calle de Banfield terminó con dos ladrones muertos, un tercero herido y otro prófugo. La banda quiso robarle el auto al comisario inspector Raúl Papa, de la Distrital San Isidro de la Bonaerense, y a su hijo, también policía. Dentro del coche de los asaltados estaba la familia del hijo de Papa, que resultó ilesa.
La banda habría sido la misma que el viernes a la noche robó un Peugeot 307 negro en Remedios de Escalada. Ese auto fue usado luego para atacar a los policías en las calles Alsina y Castro Barros, el sábado a la noche.
En ese momento, cuando ya eran las diez de la noche, el comisario y su hijo volvían en un Peugeot 206 junto a la esposa del joven, y sus dos hijas menores de edad.
Los ladrones le cruzaron el auto y dos de ellos se bajaron para amenazar a los policías. Pero no se percataron que eran gentes porque los dos se encontraban de civil ya que estaban de franco.
Uno de los ladrones que descendieron del 307 se acercó a la ventanilla del conductor y le grito que se bajara. El otro rodeo y se paró frente al parabrisas. El comisario y su hijo esperaron unos segundo y rápidamente desenfundaron sus armas. Los dos anunciaron en voz alta que eran policías, y al instante empezó el tiroteo.
El primero en caer fue el ladrón que se había acercado más al 206. Un tiro certero le quitó la vida y cayó muerto al piso. El cruce de balazos siguió con los cómplices, que huyeron a toda velocidad. Sin embargo, al emprender la fuga, atropellaron el cuerpo de su cómplice muerto en la calle y el cadáver quedó atascado en el auto.
Varios patrulleros de la comisaría de Banfield, alertados por vecinos, lograron detener a uno de los delincuentes que había escapado del lugar corriendo.
Más tarde, el Peugeot 307 de la banda apareció abandonado en la zona, y en su interior encontraron manchas de sangre y el cuerpo del otro ladrón abatido. En tanto, el cuarto delincuente logró escapar y, según la Policía, estaría identificado. La banda estaba integrada por personas de 18 a 27 años.
Fuente: La Razón