La vida es vela

Silva celebró su gol y le armó la fiestita de cumpleaños a Augusto Fernández: es el más original festejador del torneo.

Escribir que Santiago Silva convirtió un gol, el primero con el que Vélez derrotó a Newell’s, sería obviar u olvidar el verbo que mejor describe la jugada: Santiago Silva se inventó un gol, el primero con el que Vélez derrotó a Newell’s, que jugó el partido con el respirador y el suero que le proporcionó el doctor Peratta. El uruguayo no necesita, aunque los tenga, un esquema o una idea ofensiva para lastimar. El uruguayo es uno de los pocos jugadores que, de la nada, bastándose a él mismo, puede inventar un gol. Anoche recibió, de espaldas al arco, un mundano pase de Maxi Moralez, y voilà: se dio media vuelta, enredó a dos defensores y la clavó abajo, inesperado, al palo derecho, el más lejano de Peratta. Y el que inventa en el campo, también inventa después: reunió a Maxi y Martínez, peló una velita encendida y esperó que Augusto Fernández, el cumpleañero, la soplara. El chiste fácil, usted disculpe, se reserva para la intimidad.

“De a poco nos parecemos al Vélez del torneo pasado”, diagnosticó el goleador, aún más acertado que en el derechazo inicial. El equipo de Gareca volvió a marear al rival con la irritante rotación de Maxi, Martínez y Silva, que -anote, por favor- sólo pateó una vez al arco, en la del gol. Luego, el ex Gimnasia, Banfield y Newell’s asistió dos veces a Maxi, quien siempre perdió con Peratta. Amonestado a los 42’ del PT por saltar y darle un culazo a Lema, el Pelado insistió con que “el equipo está agarrando el mejor ritmo”, y con que “no es momento para elegir: el jueves tenemos que ganarle a Caracas en Venezuela y continuar en la Copa. Este plantel puede aguantar las dos competencias”.

El 2-0 y su golazo a Newell’s fueron el epílogo de una semana pochoclera, de suspenso y drama. El representante del delantero ha contado que Boca quiere tentarlo para junio y el presidente de Vélez, Fernando Raffaini, enfrentó a la noticia como el uruguayo a un central. “Queremos que se retire acá”, le dijo a Olé . “Y yo estoy bien acá”, subrayó Silva. La verdad, se nota: mientras Palermo ha llegado a su sequía más larga en Boca (ver página 10), el uruguayo firmó su cuarto tanto y es el goleador del Fortín. Ninguna extrañeza, a esta altura.

Fuente: Olé