El Frente para la Victoria impuso una declaración que condenó la manifestación frente a la planta impresora de Clarín, que desvinculó por completo del Gobierno. Pero en el mismo texto exigió el libre ejercicio de la libertad sindical en las empresas. Pichetto hizo una exhaustiva defensa de la actuación de Garré pero frenó convocatoria al recinto.
El bloque kirchnerista condenó el bloqueo a la planta de Clarín del pasado domingo, como a cualquier otro corte de circulación, aunque defendió la inacción policial de esa noche e impidió que la ministra de Seguridad, Nilda Garré sea convocada a brindar explicaciones sobre lo sucedido.
La resolución fue expuesta por el jujeño Guillermo Jenefres, recordado por su ambivalente posición durante la ley de medios, que ahora fue vocero del primer rechazo oficial el bloqueo que impidió la salida de Clarín, que extendió a “cualquier modalidad de protesta que impida la libre circulación”. Recordó las expresiones que en ese sentido tuvo la presidenta durante la apertura de sesiones ordinarias.
En minoría, por ausencias y pases de bando, la oposición desechó las resoluciones presentadas para cuestionar la inacción policial durante el bloqueo como también la interpelación de la ministra de Seguridad Nilda Garré.
“¿Si están tan seguros de lo que hicieron, porque no van a aceptar que venga a dar explicaciones?”, se preguntó el radical Morales. “La ministra no tiene que venir a explicar nada”, respondió Pichetto, quien había detallado minuto a minutos las comunicaciones de la policía con la justicia durante la madrugada del domingo.
Esa versión, difundida el martes por el Ministerio de Seguridad, fue desmentida por dos jueces que aseguraron no haber recibido respuestas favorables de la policía cuando solicitaron asistencia para desbloquear la planta de Clarín.
Pichetto si aceptó agregar el término “repudio” al de rechazo para referirse a la manifestación de los obreros de la gráfica del diario. Los otros dos puntos fueron aceptados por parte de la oposición.
El primero ratifica “la política aplicada desde el 25 de marzo de no reprimir ningún conflicto laboral, social o gremial”. Y el otro el rechazo a que “algún ministerio o el Gobierno haya actuado por acción u omisión en el bloqueo. Ese punto, además, solicita la defensa de la libertad sindical. La UCR aprovechó para recordar los pedidos para extender la personaría gremial a la CTA.
Uno de las mayores detractoras de la actuación de Garré fue la radical Laura Montero, que responde al vicepresidente Julio Cobos. Recordó que la presidenta sí había ordenado el desalojo de una manifestación de vendedores ambulantes por lo que no había motivos a la vista para entender porque había actuado diferente con Clarín.
Otros opositores que defendieron al multimedio, siempre intentando despegarse, fueron la formoseña Adriana Bortolozzi y el puntano Adolfo Rodríguez Saá, quien fue bien explícito: “Nadie pide que repriman, sino que actúen”. Pero sólo el kirchnerismo tuvo los votos para imponer su moción.
Fuente: lapoliticaonline.com