El fiscal penal Fernando Cartasegna rescató a once mujeres y demoró a un hombre tras un allanamiento realizado en una casa de citas ubicada en 15 entre 46 y 47 de La Plata, señalaron fuentes judiciales.
El operativo tuvo lugar en una vivienda ubicada a cuatro cuadras de la Suprema Corte de Justicia provincial, y se realizó en el marco de una megacausa abierta en la justicia platense en la que se investiga la trata de personas, muchas de ellas menores de edad, que son arrancadas de países limítrofes y obligadas a prostituirse.
La prostitución es ejercida por chicas que deben vivir hacinadas, cuatro o cinco deben dormir en una misma cama, las obligan a ponerse una loción con la que se supone que atraen clientes y a tomar un brebaje para no aumentar de peso.
Según se acreditó en la causa que lleva adelante el fiscal Fernando Cartasegna, las esclavas sexuales -durante meses- trabajan sin cobrar porque deben pagar el traslado, el alojamiento, los artículos de limpieza y su comida, lo que no alcanza si los explotadores se quedan con la mitad de lo que producen.
En 2010, 22 jóvenes fueron rescatadas de diferentes prostíbulos de La Plata e ingresaron en el sistema de protección en el que se les da refugio y se trata de que vuelvan a sus lugares de origen. Otras 44 decidieron volver a sus hogares sin ser incluidas en los planes de rescate.
Este año ya hubo dos rescates, una chica de 14 años que fue traída de Misiones por tres de sus tías. Una la cooptó, otra le dio alojamiento, y la otra la puso a trabajar en una casa de citas. La chica es de una familia que vive en la extrema pobreza, en una gran situación de vulnerabilidad.
Sus propias tías engañaron al dueño de un prostíbulo para ponerla a trabajar. La menor estuvo con más de setenta hombres que, vestidos con costosos trajes, requerían a sus servicios.
En su declaración testimonial la nena contó que a todos les pidió ayuda, pero nadie la escuchó. La menor, cuando pudo, se escapó.