La amenaza del violador se extiende por las calles de City Bell. Son horas difíciles, de mucha preocupación y temor. El aberrante ataque que sufrieron en esa localidad las dos hermanas de 14 y 18 años, el pasado martes por la madrugada, causó una gran conmoción entre los vecinos y reinstaló la alarma.
Hasta el momento, es poco lo que se sabe del agresor. Apenas un puñado de datos sobre sus características fisonómicas. Por eso, de acuerdo a fuentes de la investigación, el análisis de las imágenes obtenidas a través de distintas cámaras de seguridad instaladas en la zona, «es de vital importancia».
Se trata de equipos pertenecientes a la Municipalidad de La Plata y a una estación de servicio ubicada en camino General Belgrano y Cantilo, aunque por ahora no trascendieron sus resultados.
«Se ve pasar gente», confió ayer un alto jefe policial en diálogo con EL DIA. «Igual, tenemos que centrar la atención en la franja horaria en que ocurrió el hecho. Estamos cotejando y analizando posibilidades», agregó.
También se han recabado distintos testimonios, entre ellos de los empleados de la citada expendedora de combustible, de la firma «Petrobell».
INTERROGANTES
Para los pesquisas consultados por este diario, si bien el modus operandi del delincuente sería similar al del violador serial, hay diferencias puntuales que llevan a mantener los interrogantes.
Precisamente, de acuerdo al reporte oficial, mientras el aspecto del violador serial sería de una persona sucia, el hombre que atacó a las hermanas en las calles 24 y 475 estaba bien presentado. Además, mientras el primero siempre utilizó un arma de fuego, el segundo sacó un cuchillo.
Por último, se indicó que habría diferencias en cuanto a la contextura física y al pelo y a los lugares utilizados para perpetrar las violaciones (baldío por un lado y acceso a una vivienda por el otro).
ESTADO DE SHOCK
Luego de consumado el aberrante ataque, ambas víctimas, de quienes no se publican datos por cuestiones legales y para preservar su intimidad, le pidieron ayuda a sus familiares, que se pusieron en comunicación con la comisaría décima.
Sin embargo, al tratarse de un ataque sexual, las actuaciones fueron giradas de inmediato a la sede del Gabinete de Delitos Especiales de la DDI local, que designó a un equipo interdisciplinario para que se encarguen de la asistencia de las jóvenes.
Precisamente, la mayor, en un fuerte estado de shock, sólo habría podido describir cómo eran los ojos del agresor, porque «después empezó a llorar y no había forma de calmarla», relató un informante.
En tanto, la adolescente quedó internada en un centro asistencial y se le están brindando, al igual que a su hermana, las medidas de profilaxis que el caso requiere.
De la investigación participa el fiscal penal en turno de La Plata, Alvaro Garganta.
Fuente: El Día